20 ciudades de Europa que no conoces y tienes que visitar

¿Cuántos viajes has hecho por Europa? Ya seas de la propia Europa o de cualquier otra parte del mundo, el viejo continente tiene un atractivo especial que lo hace irresistible para cualquier turista. Pensando en visitar un fin de semana o en recorrer un país concreto, son muchas las ciudades que nos vienen a la mente casi sin proponérnoslo. Normalmente las grandes capitales europeas: París, Londres, Roma, Berlín, Praga… Pero, ¿son ésas las únicas ciudades de Europa en las que merece la pena hacer turismo?

Estamos seguros de que no, y para demostrarlo hemos preparado esta lista con 20 ciudades de Europa que puede que no conozcas y que deberías visitar.

Estamos deseando saber cuántas conoces, dínoslo en los comentarios y cuáles añadirías, para que podamos ir también nosotros a visitarlas.

Albi en Francia

Albi es una ciudad episcopal con dos fortalezas –el castillo y la catedral fortificada, que es además la catedral de ladrillo más grande del mundo– cuna del famoso pintor Toulouse Lautrec –del que podrás visitar el mayor museo del mundo–. Casco urbano medieval patrimonio de la Humanidad, el río Tarn con su mágica puesta de sol, la gastronomía francesa… Si todavía no estás convencido, echa un vistazo a todo lo que tienes que ver en Albi y se acabaron las dudas.

Ålesund en Noruega

Noruega es un país de naturaleza desbocada con sus famosos fiordos, pero también de ciudades. Más allá de las sobradamente conocidas Oslo y Bergen, siguen apareciendo núcleos urbanos hacia el norte. Uno de los que más nos gustó –siempre de los que vimos en nuestro viaje– fue Ålesund, con su arquitectura modernista y el carácter de sus habitantes. Anímate a incluirla en tu itinerario aunque ni esté tan al norte como para ver el Sol de medianoche, ni tan al sur como los fiordos.

Bath en Reino Unido

Puede que influyera el hecho de que visitamos la ciudad de Bath en otoño la primera vez y nos encontramos todos sus árboles con las hojas amarillas. Pero incluso en pleno verano –o en invierno o en primavera– la imagen de las termas romanas de Bath junto a la abadía gótica bien merece la visita. Por no hablar de la típica arquitectura británica que hará las delicias de todo apasionado de las entradas de los edificios: desde las escaleras hasta las puertas. Echa un vistazo al artículo con nuestros imprescindibles que ver en Bath.

Biarritz en Francia

Si toda una emperatriz –Eugenia de Montijo– se enamoró de la ciudad francesa de Biarritz, ¿cómo no íbamos a incluirla en este listado de ciudades de Europa a descubrir? La elegancia de esa época en que toda la aristocracia del viejo continente veraneaba en sus palacetes sigue presente hoy en día en sus calles, pero también sus centros de talasoterapia, sus archiconocidas olas, las ostras… muchas razones para visitar el País Vasco francés.

Bolonia en Italia

Tenemos que confesarlo –una vez más–, Bolonia es nuestra favorita entre las ciudades “menos conocidas” de Europa. La arquitectura medieval –con sus torres–, la universidad más antigua de Europa, las iglesias, los alrededores… y la comida. Si tienes un fin de semana libre, Bolonia es tu ciudad y te hemos contado ya cómo organizar tus visitas y las curiosidades que la ciudad esconde.

Bolzano en Italia

Uno de nuestros descubrimientos de este año ha sido Bolzano, la capital de Tirol del Sur –por Südtirol en alemán– o del Alto Adigio –por el Alto Adige en italiano–. Si los paisajes que los Dolomitas nos ofrecieron no eran suficiente motivo para llegar hasta allí, la propia capital acabó por convencernes, con su casco histórico, con sus tradiciones tirolesas –hay una gran comunidad de germano parlantes– y su habitante más ilustre: Ötzi, el hombre de hielo.

Coimbra en Portugal

Coimbra es una de las ciudades más antigua de Portugal, recibió sus privilegios en el año 1080, y también una de las más visitadas por los estudiantes de toda Europa gracias a su universidad. Dicho esto, el ambiente es uno de sus puntos fuertes pero, siguiendo con eso, no hay que perderse la biblioteca de la universidad de Coimbra –utilizan murciélagos para acabar con los insectos que pueden atacar al papel–. Atento al pasear a sus suelos adoquinados con piedra blanca y negra formando dibujos y letras y a la historia que desprenden.

Évora en Portugal

Restos romanos que recuerdan, en menor escala, a los de Mérida –casi a la misma distancia de la frontera pero hacia España– son la carta de presentación de la ciudad portuguesa de Évora. Pero, lo que nos llevó a nosotros hasta allí fue su Capela dos Ossos. Una pequeña capilla dentro de la iglesia de San Francisco que… es mejor verla, por ahora en una foto, pero seguro que pronto te animas a hacerlo en persona.

Gdansk en Polonia

Gdansk, la antigua ciudad libre de Danzig, en Polonia, fue mi primer contacto con el país y no pudo ser más sorprendente. Una importante ciudad hanseática en la Edad Media que, además de tener el dudoso honor de ser el campo de batalla del primer combate de la Segunda Guerra Mundial, conserva –reconstruida– esa arquitectura que me hizo recordar a Amsterdam. Buena comida, buen carácter, la cercanía del mar… eso sí, es el mar del norte y en invierno hace frío. Si te gustó Parque Jurásico, Gdansk es tu destino: son los más afamados artistas del ámbar.

La Haya en Países Bajos

Nuestro último descubrimiento: La Haya en los Países Bajos. Si el ser Villa y Corte –como Madrid, que tampoco tiene privilegios de ciudad– no te parece suficiente, tienes que saber que no dejamos de llevarnos sorpresas en la ciudad durante cinco días. Desde la playa –12 kilómetros de arena fina– hasta la carnicería real pasando por el cuadro más grande del país o una poke-parada. Deja que La Haya te sorprenda.

Lille en Francia

¿Sabías que Lille es la cuarta región metropolitana de Francia? Puede que ni hubieras oído hablar nunca de Lille como destino turístico y ni te imaginas lo que te estás perdiendo en el norte de Francia: ten en cuenta que en Lille está la ciudadela más antigua y mejor conservada del país. Si lo que dirige tus pasos de turista es la fiesta, Lille es una ciudad universitaria, no hay más que decir. Otra peculiaridad es que la bebida local por excelencia es la cerveza y no el vino –es el Flandes francés, al fin y al cabo– y, en nuestro caso, cenamos un cochinillo al horno que casi nos hizo llorar de la emoción.

Londonderry o Derry en Reino Unido

¿Cuántas veces has oído la canción Sunday bloody Sunday de U2? ¿Sabías que ese domingo sangriento, el 30 de enero de 1972, tuvo lugar en Derry? Sí, Derry o Londonderry, que ni ellos mismos se ponen de acuerdo, fue el lugar en el que “los problemas” –aquí los llaman “the troubles”– explotaron. Los murales en las paredes –tanto los unionistas como los republicanos–, su centro histórico, los museos, la arquitectura contemporánea… Como nos dijo nuestra guía por la ciudad, es Lengen-derry.

Lovaina en Bélgica

Si has visitado Bruselas y su Grand Place es posible que pienses que has visto el ayuntamiento más bonito del mundo. No te voy a decir que no sea así –para gustos los colores– pero, antes de estar tan convencido, te sugiero que te des una vuelta por la Grote Markt de Lovaina y veas el suyo. Pero, ya que estás en la ciudad, también puedes visitar el bar al aire libre más grande del mundo, hacer una cata de chocolates con cerveza o comerte unos mejillones. ¿Necesitas más motivos? Aquí tienes más cosas que ver en Lovaina.

Lucerna en Suiza

Si consideras que Suiza es casi un paraíso en sí misma, la ciudad de Lucerna va un paso más allá. Nosotros pensamos que es la más bonita del país. Seguro que has visto alguna imagen de su Kapellbrücke o puente de la capilla, puede que también de su león moribundo, dedicado a los soldados que lucharon en la revolución francesa, sus edificios de fachadas pintadas, su lago, sus fondue de queso… Seguro que tú también piensas que es un paraíso, aunque algo caro, todo hay que decirlo.

Lund en Suecia

Otra ciudad universitaria, en este caso de Suecia, en nuestro listado. Lund fue una sorpresa completa, habíamos leído sobre su reloj astronómico pero no sobre sus calles estrechas, sus pistas de hielo –fuimos en febrero– o su animación universitaria. Tanto nos gustó que nos trajimos uno de los pocos recuerdos que tenemos en casa de nuestros viajes: un pequeño reno de peluche.

Lübeck en Alemania

Si Gdansk con su pasado hanseático te ha convencido de que tienes que visitarla, Lübeck será parada obligatoria. La ciudad alemana fue la capital de la Liga Hanseática durante casi cinco siglos: grandes casas de mercaderes, iglesias medievales, edificios públicos y el canal que rodea su centro histórico –prototipo de ciudad ideal del siglo XII según la UNESCO– convertido en isla. Por no hablar de que también tiene playa: Travemünde. Atento a sus callejones… nunca se sabe qué puedes encontrar detrás de una puerta.

Malinas en Bélgica

De Malinas podría decir lo mismo que antes de Lovaina: date una vuelta por su Grote Markt antes de decir que has visto el ayuntamiento más bonito de Bélgica. Y, puestos a dar una vuelta, sube escalones hasta lo más alto de la torre de la iglesia de San Romualdo o recorre la ciudad siguiendo una ruta de comidas que incluye, como no podía ser de otra forma, una visita a una cervecería en su casco histórico. Por supuesto también encontrarás canales, bicicletas y mejillones.

Olomouc en República Checa

Praga es una de las capitales europeas más queridas y frecuentadas por turistas. Pero al salir de la ciudad, con más tranquilidad y menos “compañía internacional”, hay otras pequeñas ciudades con encanto. Una de ellas, sin duda, es Olomouc, con sus enormes plazas, su columna de la Santísima Trinidad, su palacio arzobispal barroco –Olomouc es una de las dos sedes arzobispales del país–, su catedral o sus cervecerías y su ambiente universitario. Los colores del otoño en la ciudad y alrededores la hacen aún más increíble.

Turín en Italia

Turín puede que sea más conocida como una ciudad con mucha industria que por ser la primera capital de Italia. Sí, nada más y nada menos que la primera capital del reino de Italia, así que palacios, edificios señoriales, cafés históricos… compiten por los turistas con el museo del cine, el del automóvil o el egipcio, el segundo más grande del mundo después de el de El Cairo. Sin olvidar la fiesta nocturna como buena ciudad universitaria que es o su gastronomía. También te hemos organizado un fin de semana en Turín para cuando te decidas a ir.

Utrecht en Países Bajos

La cuarta ciudad de los Países Bajos, Utrecht, fue nuestra primera visita al país más allá de Amsterdam y podemos decir, sin temor a equivocarnos, que hay vida fuera de la capital. ¡Y mucha vida! El verano fue nuestro aliado en el viaje y el sol ayudó a que surgieran las terrazas, la gente paseara, el cielo fuera bonito para las fotos… Si estás pensando: “¿y si no hace sol cuando yo vaya?” Pues tampoco tendrías que dejar de ir porque la comida es buena, la historia está bajo tierra y a la Domtoren se sube por dentro.

¿Sigues pensando que sólo hay que visitar las capitales europeas o ya tienes nuevas ideas para tus escapadas de fin de semana a ciudades de Europa? ¿Cuántas de éstas has visitado ya?