Preikestolen y los fiordos noruegos

Tranquilidad, relajación, casas con el techo a dos aguas, vegetación… y mucha agua, es la imagen que tienes en la cabeza cuando piensas en los fiordos noruegos. Nombres como Lysefjord, el fiordo de Lyse; Nærøyfjord, el fiordo de Nærøy, y Aurlandsfjord, el fiordo de Aurland, brazos del Sognfjorden, el fiordo de Sogn; o Geirangerfjord, el fiordo de Geiranger, sin olvidar el mirador Preikestolen, el Púlpito. La naturaleza se portó particularmente bien con Noruega, ¿o es Noruega la que se ha portado muy con ella y la ha mantenido cuando otros países han acabado con sus maravillas?

Lysefjord, el fiordo de Lyse, y el Preikestolen

A pesar de la belleza del fiordo de Lyse, pocos son los que se acercan a él desde el agua. Existen barcos que hacen el recorrido por uno de los fiordos noruegos más conocidos, pero más desconocidos al mismo tiempo. La fama se la lleva su mirador, su roca plana y cuadrada que se asoma en equilibrio precario al agua desde más de 600 metros de altura. ¿Cuántos de los que suben hasta allí y se asoman, jugándose su integridad, conocen el nombre del fiordo que tienen debajo? No sabría decirlo, pero el Preikestolen sin el Lysefjord no sería lo mismo, mientras que el Lysefjord seguiría siendo una maravilla.

En las proximidades de Stavanger se encuentra el Preikestolen, la roca, junto con Kjerag, más famosa de Noruega. Para llegar hasta lo alto del Púlpito hay que ir hasta Tau –hay ferry desde Stavanger– y después un autobús hasta el comienzo de la caminata, en el aparcamiento de Preikestolyttha, de un par de horas. ¿Sencilla? No demasiado, pero tampoco una ruta imposible. Uno de los mayores problemas que puedes encontrar es el agua. Si llueve o ha llovido las piedras estarán resbaladizas y eso complicará un poco el ascenso. El otro gran problema es la falta de barandilla que te separe del abismo mientras subes, pero si tienes vértigo no se te ha perdido nada arriba, así que ni te plantearás subir.

Una vez que llegues arriba te darás cuenta de que ha merecido la pena por las vistas desde el Púlpito, aunque no querrás estar demasiado tiempo allí viendo cómo la gente se juega la vida en el borde haciendo equilibrios imposibles para la foto… a no ser que tú seas de los que los hacen, en cuyo caso te pedimos que no pongas nerviosos a los demás y pares.

Nærøyfjord y Aurlandsfjord, en el Sognfjorden, el fiordo de Sogn

El fiordo de Nærøy ha sido declarado, junto con el fiordo de Geiranger, patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Eso nos hizo pensar en qué maravilla sería después de haber disfrutado de las vistas del Lysefjord, que no tenía ese honor. Tampoco lo tiene su “hermano” Aurlandsfjord, ambos son brazos del Sognfjorden, el fiordo de Sogn, uno de los más grandes del país escandinavo.

Nuestra toma de contacto comenzó con el Aurlandsfjord, que acaba –o comienza, según se mire– en la pequeña Flåm, a la que es posible llegar en tren desde Myrdal, un viaje que merece la pena en el Flåmsbana. Desde allí parten los barcos turísticos que unen Flåm con Gudvangen, donde acaba o comienza el Nærøyfjord. Hablamos de un barco turístico porque, a diferencia de otros ferry que recorren fiordos para llevar también a la población local, en este caso hay una carretera que une ambas ciudades en poco más de un cuarto de hora. Atentos, que este trayecto en bus también merece la pena porque se pasa por el Lærdalstunnelen, o túnel de Lærdal, el túnel de carretera más largo del mundo con 24,5 kilómetros de longitud.

Cascadas de cientos de metros de altura; cortadas de piedra cubiertas de vegetación de montañas de más de mil metros; construcciones en sitios imposibles tanto en la orilla del fiordo como en mitad de la ladera, como la granja Stigen, en noruego significa “escalera” –se llama así porque era necesaria una escalera de mano para llegar a ella–, en los poco más de 35 kilómetros que recorre el barco entre Flåm y Gudvangen, con parada en Aurland. El recorrido se puede hacer en sentido contrario también, partiendo de Gudvangen y acabando en Flåm.

Más información: página oficial de Visit Norway.

Geirangerfjord, el fiordo de Geiranger

Geirangerfjord, el otro fiordo patrimonio de la humanidad en Noruega. Después de haber visto tres de estas maravillas, nos preguntábamos cómo habrían hecho en la UNESCO para decidir qué fiordos entraban en la lista y cuáles no, a nosotros todos nos parecían impresionantes. Aquí nos encontrábamos de nuevo en un brazo de un fiordo mayor. En la ciudad de Hellesylt comienza el Geirangerfjord, hacia el este, donde se encuentra Geiranger. Se trata de un brazo del Sunnylvsfjorden, que forma parte del Storfjorden –literalmente fiordo grande– que llega al océano cerca de Ålesund.

En este fiordo también se pueden ver construcciones en lugares imposibles, granjas colgadas de los acantilados en las que los niños jugaban atados a cuerdas para evitar que cayeran por los precipicios. Aquí, los amigos del fiordo, Storfjordens venner, se encargan de mantenerlas y restaurarlas.

Cascadas y leyendas se dan la mano en este sueño de la naturaleza: las siete hermanas, De Syv Søstrene o Dei Sju Systrene, tienen a un pretendiente al otro lado del fiordo. La leyenda cuenta que las siete permanecen solteras y que el novio siempre ha sido rechazado, por lo que en la base de la cascada se aprecia la forma de una botella que le ayuda a soportar la soledad. Sin apartarnos de esta temática también hay un velo nupcial… y una garganta del diablo.

En este caso el ferry usado por los turistas también lo es por los ciudadanos de Geiranger, así que el precio es mucho más asequible y es recomendable ir y volver en el barco –de esa forma se puede ver una orilla en cada sentido y no se pierde uno ninguna de las maravillas que se disputan la atención de los pasajeros–.

Más información: página oficial de Visit Norway.

Hay muchos más fiordos, con sus brazos, en Noruega, pero éstos son los que vimos nosotros y los que nos enamoraron.