¿Sabías que el arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica es un bien cultural declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO? Yo, desde ya admito que no lo sabía. Como tampoco sabía que ese arco mediterráneo está formado por 758 abrigos con pinturas en 16 provincias de seis comunidades autónomas. Y ¿en qué momento lo descubrí? Viajando, como no podía ser de otra forma, por la provincia de Cuenca y su serranía. Concretamente en Villar del Humo en la serranía baja de Cuenca.
Villar del Humo
La primera pregunta es ¿por qué del humo? Dos posibles explicaciones nos dieron desde VillaTur: la existencia de carboneras alrededor del pueblo y de simas de las que brota vaho. En cualquier caso, el humo parece que es algo real en este pueblo. Sus menos de 250 habitantes tienen dos grandes tesoros en los alrededores de su pueblo y están encantados de enseñárselos a los turistas.
Paseos fluviales
Pasear por la ribera de un río siempre es una actividad tranquila y relajante. Pero si el río discurre por una cañada completamente encajonada y abrupta, el paseo se convierte en una actividad casi de aventura. En Villar del Humo no querían que su paseo fuera apto sólo para deportistas y por eso han creado un paseo elevado de madera desde el que disfrutar del río prácticamente desde su interior. Una vez fuera de la cañada el paseo continua a la orilla del Vencherque.
¿Sabías que en España se llegó a ver una aurora boreal durante la guerra civil, en enero de 1938? Vale, yo tampoco. Nos enteramos porque al comienzo de este paseo se encuentra un antiguo molino en el que se refugiaron los no creyentes –los creyentes fueron a la iglesia– a la espera de la llegada del fin del mundo.
Cómo llegar a Villar del Humo: Carretera CUV-5014, entre Cardenete y San Martín de Boniches [/accordion]
Pinturas rupestres de Villar del Humo
Además de la categoría de patrimonio de la humanidad de los abrigos, toda la zona está considerada parque cultural desde 1995. El primer resto de pinturas se descubrió en 1917 lo que se llamó Peña del Escrito y al año siguiente varios abrigos más. Tuvieron que pasar cincuenta años 1968 para que se volviera a la zona y se encontraran más restos.
En total son once los abrigos con pinturas rupestres que hay en el término de Villar del Humo. Llegar hasta ellos no es tarea sencilla: es necesario un vehículo con tracción a las cuatro ruedas, olvidaos de todo-caminos. Lo mejor, si no queréis jugaros vuestro coche, es contratar una excursión en el pueblo por las rutas ya establecidas o una personalizada. Nos contaron que hay un plan para preparar los caminos y, como ya nos sucedió en la carretera austral y su asfaltado, no todo el mundo está de acuerdo. El turismo llegará al pueblo pero se perderá el romanticismo de acceder a los abrigos a base de amortiguadores, baches y saltos dentro del coche.
Las pinturas tienen una antigüedad estimada de unos 10.000 años, las muestras de arte levantino, y de unos 6.500 años, las de arte esquemático. Sí, esquemático, porque además de unos toros, ciervos y jabalíes perfectos, también hay líneas y puntos de difícil interpretación.
Un último “sabíais que”, lo prometo. ¿Sabíais que algunas de estas pinturas se consideran la prueba del uso de “drogas”, en realidad hongos alucinógenos, por parte de los artistas? Estamos delante de lo que podría ser el primer consumo de drogas de la historia. Se trataría de la Psilocybe hispánica, bastante extendida en la zona, y cuya forma se intuye en las pinturas según algunos investigadores como Juan Francisco Ruíz. Se ha especulado con que la zona fuera un lugar sagrado o mágico para el hombre prehistórico en la que se desarrollaran rituales.
Todo esto se descubre con la excursión desde el pueblo que se personaliza en función de lo que quiera cada cliente y que puede completarse con una comida campestre cerca de Selva Pascuala en la que disfrutar de un delicioso morteruelo conquense.
Para visitar los abrigos hay que concertar cita con la empresa Villatur[/accordion]
Un viaje de unos kilómetros que nos lleva a miles de años de distancia.
Muchas gracias a la Diputación de Cuenca por la colaboración.
