Turín no suele estar, por definición, entre los destinos clásicos de un viaje a Italia. Es más, durante unos cuantos años se tuvo la impresión –o, al menos yo la tenía– de que era una ciudad industrial con poco que ofrecer turísticamente. Entonces, ¿por qué sabía que existía? Pues porque el fútbol no hacía más que ponerla en el mapa con la Juventus. Tanto me sonaba que cuando hice el Interrail en el año 2000, Turín fue una de las paradas. Menuda sorpresa, y eso que solo estuvimos unas horas. Se me quedaron grabados la simetría de su calle principal, sus palacios, su elegancia… Así que, hubo que volver años después para estar más tiempo y descubrir todos los lugares que ver en Turín, que ya no era, en mi cabeza, una ciudad industrial.
Restos romanos, uno de los mejores museos egipcios del mundo –fuera de Egipto, claro–, leyendas y misterios, cafés históricos, la Sábana Santa… La que fuera primera capital de Italia –sí, sí, la primera capital de Italia fue Turín– tiene mil y un motivos para que vayas a visitarla. Como “mil y uno” pueden ser demasiados y acabar agobiándote, los hemos reducido a 15: 15 lugares que ver en Turín imprescindibles para que encuentres el tuyo.
¿Cuál será la razón que te acabe convenciendo?
Saltaconmiconsejo
Si vas con el tiempo justo, date una vuelta por nuestro artículo Qué hacer y que ver en Turín en un día. No dejes de leer nuestros consejos para viajar a Italia antes de lanzarte a la capital del Piamonte y recuerda que nunca está demás llevar el mejor seguro de viaje para Italia cuando visites el país de la bota.
15 lugares que ver en Turín imprescindibles
La primera capital de Italia, la capital de la región del Piamonte, la sede de la FIAT, el lugar donde se guarda el sudario de Cristo, la “casa” de la Juve… Todo eso y más es Turín. Te guste la historia, la arquitectura, el fútbol, los coches o seas religioso, seguro que acabas por hacerle un hueco a la ciudad en tu paso por Italia –nosotros se lo hemos hecho en alguna de nuestras rutas por Italia y en nuestro listado de ciudades más bonitas de Italia–.
¿Empezamos con el desfile de lugares que visitar en Turín?
-
Una buena manera de comenzar el viaje por la ciudad es con un free tour por Turín para tener una primera visión de conjunto y luego ir a tiro hecho. Puedes reservarlo desde aquí. Y no dejes de echar un vistazo a lo que incluye la Torino + Piamonte Card, porque puedes ahorrarte un dinero en tus visitas en la ciudad.
La Piazza Castello
No puedes empezar tu paseo por Turín más que por su plaza principal: la Piazza Castello. En cuanto la veas, te darás cuenta del porqué de su nombre: aquí está el Palacio Real de Turín, la antigua residencia de los Saboya. Pero no es el único edificio que te va a mantener dando vueltas en la plaza. También están la catedral –Duomo di Torino–, el Palacio Madama, el Teatro Regio y la iglesia de San Lorenzo.
De los dos primeros, la catedral y el Palacio Madama, te hablamos en un momento. Del teatro no tenemos mucho más que decir, porque no entramos, aunque no nos importaría volver a Turín y ver una ópera. A donde sí entramos, y tú también deberías, es a la iglesia de San Lorenzo. Ya, desde fuera, nos llamó la atención la linterna, pero es que en el interior, la cúpula y la forma octogonal de la nave central nos dejaron con la boca abierta.
El Palacio Real de Turín
La fachada del Palacio Real, Palazzo Reale di Torino, es sobria. Sobria es la manera elegante de decir que es más bien sosa y que parece gritar a los turistas: “no entres, no merezco la pena”. No le hagas caso. En su momento, siglos XVIII y primera mitad del XIX, el Palacio Real de Turín era uno de los más fastuosos de las cortes europeas y todavía hoy conserva mucha de esa decoración y boato en su interior. ¿Quieres más motivos? Alberga la segunda armería más importante de Europa. Siempre que se dice la segunda, uno no puede evitar preguntarse cuál es la primera… pues la de Viena, no le des más vueltas.
Tenemos que reconocer que los dorados y los estucos llegan a apabullar. Además, a nosotros las armas, aunque sean guarniciones de caballerías y armaduras, nos gustan menos que la comida. Sí, lo que más nos gustó del palacio –ojo, sin desmerecer al resto que sigue siendo una maravilla–, fueron las cocinas reales. Mucho más discretas, pero perfectamente conservadas.
Echa un vistazo a su página oficial para consultar los precios y horarios. Solo un par de apuntes: la entrada al Palacio Real incluye la armería, la biblioteca, la Galleria Sabauda, el Museo Arqueológico y la Cappella della Sindone –la capilla de la Sábana Santa en la catedral– y es gratis con la Torino + Piamonte Card.
La Catedral de Turín y la capilla de la Sacra Sindone
La Catedral de Turín, Catedral Metropolitana de San Juan Bautista, también tiene una fachada bastante sobria en mármol blanco de estilo renacentista. Tampoco te vamos a decir que su interior sea el más bonito que hemos visto, ni entre los más bonitos… pero no puedes visitar Turín y no acercarte a la Sábana Santa. Acercarte, que no verla. La Sacra Sindone, su nombre en italiano, está guardada en un arcón en la Cappella della Sindone.
¿Sabías que…?
Si quieres tachar la Sábana Santa de tu lista de cosas que ver en Turín, tendrás que visitar el Museo della Sindone, donde se expone una réplica. La otra opción, más complicada, es hacer coincidir tu viaje con una ostensión –así se llaman las exposiciones públicas de la Sacra Sindone–. Eso sí, puede que tengas que esperar varios años.
La propia capilla es una joya del barroco diseñada por Guarino Guarini con una linterna y una cúpula que rivalizan con la de San Lorenzo, también obra suya. Eso sí, sufrió un incendio en 1997 y no se volvió a abrir hasta 2018. La vas a encontrar “casi nueva”.
El Palacio Madama
Acabamos el repaso de los edificios de la Piazza del Castello con el Palacio Madama. Antes de que el Palacio Real fuera la residencia de los Saboya, era en el Palacio Madama donde vivían. Vamos, que nos encontramos con más lujo y boato. Pero no solo por su arquitectura y sus frescos, dorados y estucos, también tendrás que visitarlo por su colección de arte y por las exposiciones temporales –muchas de fotografía–. Echa un vistazo a su página oficial para ver los precios y horarios y las exposiciones temporales que haya cuando tengas pensado viajar a Turín.
Si decides visitar el Palazzo Madama, ten en cuenta que la entrada es gratuita con la Torino + Piamonte Card.
El Museo Egípcio, el museo que tienes que visitar en Turín
Hasta que se abrió el nuevo museo de El Cairo, el Museo Egipcio de Turín era el segundo más importante del mundo, después del de El Cairo. ¿El segundo, bueno el tercer ahora, museo egipcio del mundo está en Turín? Sí. Es más, el Museo delle Antichità Egizie es el más antiguo del mundo y ese récord no se lo va a poder quitar nadie. ¿Cómo se te queda el cuerpo?
Si quieres saber por qué se creó un museo sobre el antiguo Egipto en un reino en el norte de la actual Italia allá por el siglo XVIII –aunque la colección de los Saboya ya tenía casi un siglo para ese momento–, echa un vistazo a nuestro artículo El Museo Egipcio de Turín. Incluso existe una leyenda que cuenta que un príncipe egipcio del XV a.C. fundó la ciudad y que el culto al dios Apis –el de cabeza de Toro– sería el que le acabó dando su nombre romano, Julia Augusta Taurinorum, siete siglos después.
En la web del Museo Egipcio tienes toda la información de precios y horarios pero, una vez más, que sepas que la entrada es gratuita con la Torino + Piamonte Card.
La Galleria Sabauda
La Galleria Sabauda es lo más parecido al Museo del Prado de Turín. Una pinacoteca con obras de grandes maestros italianos desde el Renacimiento hasta el barroco y cuadros flamencos de maestros como van Eyck, Memling o Rembrandt. Puede que sea el menos imprescindible de nuestros lugares que ver en Turín dado que no es “tan único”, pero no dejarás de disfrutar de joyas del arte y la entrada está incluida con la del Palacio Real.
La Piazza San Carlo y sus cafés históricos
Dejamos los palacios y los museos de Turín y nos vamos a la calle, concretamente a la Piazza San Carlo. Aquí se encuentra la mayor concentración de cafés históricos de Turín. Sí, cafés del siglo XIX en los que se reunían los intelectuales del recién creado Reino de Italia y que siguieron atrayendo a famosos de todo el mundo hasta bien entrado el siglo XX. Acércate, aunque no te tomes un café, al San Carlo, como hizo en su momento el mismísimo Alejandro Dumas. O al Caffè Torino como Ava Gardner o Brigitte Bardot. O pásate por el Stratta, el que fuera proveedor oficial de caramelos de la Casa de Saboya.
Echa un vistazo a nuestro artículo Cafés históricos de Turín para encontrar más. No estaría bien que te fueras de la ciudad sin tomarte un bicerin.
La simetría perfecta de via Roma
Uno de los recuerdos más vívidos de aquel primer viaje a Turín en el Interrail era lo simétrico que era todo. Recordaba haber caminado, mochila al hombro, de la estación de tren al centro de la ciudad y que todo parecía exactamente igual a los dos lados de la calle. Esa calle no era otra que la via Roma, que une la stazione Porta Nuova con la Piazza del Castello, pasando por la Piazza San Carlo. Tómate tu tiempo y deja que tu cerebro se relaje con su armonía.
El Quadrilatero Romano
El barrio del Quadrilatero Romano es, como no podía ser de otra forma con ese nombre, de origen romano. Aquí se fundó la ciudad de Julia Augusta Taurinorum. Todavía se puede “reconocer” su decumano en la actual via Garibaldi. Ya hemos dicho de donde viene el Romano del nombre, pues el Quadrilatero es aún más evidente: tiene una superficie, más o menos, cuadrada.
Dos lugares que no te puedes perder en el barrio: la Porta Palatina y el Santuario della Consolata. La Porta Palatina era el acceso a la antigua ciudad romana y todavía sigue en pie. A su lado encontrarás una estatua de Julio César, aunque la ciudad la fundó Augusto, un par de siglos antes Julio César había colocado allí un campamento militar. El Santuario della Consolata es una iglesia barroca de esas que te dejan epatado queriendo mirar todo y sin saber hacia dónde mirar.
Rincón Salta Conmigo
Junto al Santuario della Consolata, en la misma plaza, se encuentra el café que creó la bebida más popular de la ciudad, el bicerin: Caffè Al bicerin. Otro de esos cafés históricos de Turín que te mencionábamos antes.
La Mole Antonelliana, el museo del cine
Tanto si te apasiona el cine como si no, la Mole Antonelliana es uno de los lugares que tienes que visitar en Turín. Por los más de 3.200 metros cuadrados dedicados al séptimo arte donde aprender absolutamente todo sobre su historia, por las tumbonas desde las que ver las imágenes proyectadas en la cúpula del edificio o por el ascensor panorámico que lleva hasta una de las mejores vistas de Turín.
Por no hablar del propio edificio: una mole diseñada por el arquitecto Alessandro Antonelli –de ahí el nombre–. Hasta la construcción del Grattacielo della Regione Piemonte en 2017 fue el edificio más alto de Turín. Y, en su origen, la construcción de albañilería más alta de Europa. Hoy en día no se puede considerar así porque durante unas remodelaciones en el siglo XX se empleó hormigón armado.
En la página del Museo Nazionale del Cinema tienes la información de precios y horarios, tanto del museo como del ascensor. El museo es gratuito con la Torino + Piamonte Card y tienes un descuento para el ascensor panorámico.
El Parco del Valentino
¿No hay parques en la ciudad? Pues sí que hay. De hecho, el más famoso está muy cerca del centro y también es uno de nuestros lugares que ver en Turín. Hablamos del Parco del Valentino, a orillas del río Po. Se trata de un parque histórico en el que los Saboya levantaron un castillo a mediados del siglo XVII como residencia de verano con jardines. Hoy en día es el lugar al que los turineses van a relajarse, disfrutar de un paseo tranquilo, comer con la familia el fin de semana…
Dentro del parque se construyó un pueblo medieval, el Borgo Medievale, para la Esposizione Generale Italiana de 1884. Con su castillo, sus calles, sus casas… de la Edad Media. Es visitable y, además de su valor histórico –vale, como copia histórica–, también hay exposiciones.
El museo del automóvil
Estoy casi seguro de que aquella sensación original de que Turín era una ciudad industrial con poco atractivo se debía a que la asociaba con FIAT. Sí, la mayor fábrica de coches de Italia tiene su sede principal en la capital del Piamonte. No nos acercamos a visitarla –sí que hicimos a varias fábricas en el Valle del Motor de Emilia Romaña–, pero sí que fuimos al Museo Nazionale dell’Automobile di Torino. Y es que nos gustan los museos más que a un tonto un lápiz.
La historia del automóvil desde que se soltaron los caballos de los carruajes hasta los concept cars. Y un montón de información y curiosidades que nos tuvieron unas cuantas horas entretenidos. Tienes toda la información en la web del Museo Nazionale dell’Automobile di Torino. Como los anteriores, la entrada es gratuita con la Torino + Piamonte Card.
Rincón Salta Conmigo
Si has decidido acercarte al museo del automóvil, aprovecha para visitar Eataly, “el templo de la comida italiana”. Una mezcla entre mercado de toda la vida y mercado gastronómico en el que puedes comprar y comer lo mejor de la gastronomía italiana. Puede que hayas visto otros Eataly por el mundo, el de Turín es el primero que se abrió.
El atardecer desde el Monte dei Cappuccini
Cruzamos el Po para asomarnos al casco histórico de Turín desde lo alto del Monte dei Cappuccini, concretamente desde la iglesia de Santa Maria del Monte dei Cappuccini. La vista merece la pena a cualquier hora del día, pero nosotros te recomendamos que te acerques al atardecer para ver los tejados de Turín y su Mole Antonelliana con los colores dorados de la puesta de sol.
La estatua del Ángel caído y los misterios de la ciudad
No lo sabía la primera vez que fui a Turín. Nos enteramos de refilón mientras preparábamos el viaje juntos y no nos quisimos quedar con las ganas de saber más del “Turín oculto”. Resulta que la ciudad está en un vértice de los triángulos de magia blanca y negra… casi nada. Por si sientes curiosidad, los otros dos vértices son Praga y Lyon.
El caso es que nos plantamos de noche en la Piazza Statuto, delante de una de las pocas estatuas del demonio que hay en el mundo –la más grande es la del Parque del Retiro de Madrid–, para comenzar un tour de los misterios y leyendas de Turín. Durante dos horas y media fuimos descubriendo las señales de alquimistas, demonios, ángeles… y hasta del Santo Grial.
Superga, la basílica que ver en los alrededores de Turín
Nos alejamos del centro de la ciudad para visitar los alrededores de Turín. Nos espera la Basilica di Superga. Hemos dicho que Turín era el hogar de la Casa de Saboya y en la Basílica de Superga es donde se enterraban sus reyes. Vamos, que te espera la decoración más recargada y el lujo y la ostentación más exagerados en la cripta real. Bueno, en la cripta y en el resto de la iglesia.
La entrada a la iglesia es gratuita, pero tienes que pagar para acceder a la cripta y a los apartamentos reales –tienes toda la información en la página oficial de la Basilica di Superga–. Seguro que te lo esperas, pero allá va: también es gratis con la Torino + Piamonte Card.
¿Cuántos días hacen falta para visitar Turín?
Después de ver la selección de 15 lugares que visitar en Turín, está claro que puedes pasar bastante tiempo en la capital del Piamonte. Nuestra recomendación es un mínimo de dos días en Turín, pero porque nosotros somos muy fans de los museos y hay muchos y muy buenos en la ciudad. También hay que tener en cuenta que, además de la Basilica di Superga, puedes acercarte a otros lugares en los alrededores de Turín –están un poco más alejados y por eso no los mencionamos–. Nosotros estuvimos tres días.
Si lo tuyo no son los museos, o solo quieres ver uno, también es posible visitar lo más importante de la ciudad en un día en Turín: el Palacio Real, las plazas, los cafés, la via Roma y el museo egipcio.
Mapa con los lugares que ver en Turín
Como siempre, aquí tienes un mapa con todos los lugares que ver en Turín para que los tengas localizados en todo momento mientras visitas la ciudad.
Dónde comer, la cuna del aperitivo italiano
Comer en Turín es un auténtico placer. Aquí nació el famoso aperitivo italiano, la apericena, una costumbre que se puso de moda en los bares y cafés. Por un precio fijo, puedes tomar una bebida y comer lo que quieras de un gran buffet de platos. Los lugares más populares para disfrutar del aperitivo en Turín están en el Quadrilatero Romano. También es uno de los templos del chocolate en Italia –tienes que probar los gianduiotti–, aquí se inventaron los grissini, hay pastas frescas como los agnolotti… En nuestro artículo Dónde comer en Turín: comida típica, restaurantes, aperitivo… te contamos más sobre el qué y el dónde comer en la capital del Piamonte.
Dónde dormir en pleno centro
Uno no va a la primera capital de Italia, al hogar de los Saboya, y no se da un capricho… Nosotros lo hicimos con el alojamiento en Turín: el Grand Hotel Sitea. Un hotel cinco estrellas con más de un siglo de historia, abrió sus puertas en 1920. Pero no te vayas a creer que se ha quedado anclado en el pasado, que no echamos en falta el wifi, ni los enchufes, ni todas las comodidades del siglo XXI.
Más allá de las comodidades y del personal, nos enamoró el desayuno: dulces artesanos en cantidad y variedad y embutidos y quesos regionales, además de todo lo que se espera del desayuno de un hotel de cinco estrellas. Te damos algún detalle más en el artículo sobre dónde dormir en Turín y aquí puedes ver otros hoteles de Turín.
Cómo llegar al centro desde el aeropuerto
Ya te has decidido a visitar Turín y ya tienes tu billete de avión –si todavía no lo has comprado, aquí puedes ver precios y horarios–. Ahora toca pensar en cómo ir desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Nada más fácil. Tienes tres maneras de hacerlo:
- shuttle: 14 € –precio reducido con la Torino + Piamonte Card–, tarda unos tres cuartos de hora hasta la estación de Porta Nuova y sale cada 15 minutos entre semana y media hora los fines de semana;
- autobús directo: unos 25-30 minutos hasta el centro de Turín por 6,99 € –4,99 € si reservas ida y vuelta– de flibco;
- autobús de línea: el 268 por entre 2 y 4 €, tarda unos 50 minutos;
- tren: no va directo al centro de la ciudad, es necesario cambiar en Torino Lingoto para llegar a Porta Nuova, algo menos de una hora si los cambios te van bien, y cuesta 3,60 €;
- traslado privado –aquí puedes ver los precios, desde 79 € para tres personas– y taxi –no hay tarifa fija y, dependiendo del día y de la hora varía entre 30 y 50 €–.
En la web del aeropuerto de Turín se pueden descargar los horarios actualizados de autobuses y trenes.
Turín te está esperando y ni es esa ciudad industrial que yo creía, ni va a dejar de sorprenderte a cada paso.
¿Te quieres ir de viaje a Turín por libre? Aquí puedes hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Turín aquí.
- Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en Turín aquí.
- Contrata tu traslado desde el aeropuerto a tu hotel aquí.
- Hazte con las mejores guías de Italia aquí.
- Contrata tu tour guiado en español en Turín aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.
