Ruta de viaje a Brasil de 15 días a 3 semanas

Si tuviéramos que elegir un país en nuestro viaje de un año por Sudamérica probablemente –y con mucha dificultad porque todos nos gustaron– sería Brasil. Un país tan grande como un continente. Con vibrantes ciudades, con pueblos coloniales, con naturaleza exuberante –desde la selva del Amazonas hasta playas de ensueño–… y con una gente amable y simpática como hemos encontrado en pocos lugares. Eso sí, el dato más importante a la hora de organizar una ruta de viaje a Brasil es el de “tan grande como un continente”. Nada menos que ¡8,5 millones de kilómetros cuadrados! Hablamos del quinto país del mundo por superficie.

¿Cuánto tiempo necesitarás para viajar por Brasil? Mucho, pero mucho. Nosotros estuvimos 86 días consecutivos –el visado de turismo es de 90– y nos faltó por ver una barbaridad. Aunque también hay que decir que nos lo tomamos con calma y que todo el viaje fue por tierra en transporte público. Eso lo superamos en nuestras rutas de viaje a Brasil de 15 días y 3 semanas: vas a tener que montar en avión más de una vez para poder “picotear” entre todo lo que ofrece el país.

Dos consideraciones más. Como siempre, solo incluimos lugares por lo que hemos pasado. Así que se quedan fuera todos esos que no vimos en su momento, volveremos y actualizaremos las rutas –aunque ya están bastante justas de tiempo–. Y dos, es nuestra selección dentro de lo que vimos. Ya seleccionamos para preparar nuestro listado de lugares que ver en Brasil, pero es imposible visitarlos todos en dos o tres semanas –aunque algunos los indicamos como opciones/variantes de la ruta principal–.

Ruta de viaje a Brasil de 15 días

El concepto de distancia que teníamos antes de llegar a Brasil era diferente. Allí hicimos rutas en autobús de 26 horas y hablamos solo del trayecto de Brasilia a Salvador de Bahía. La mayoría de los brasileños ha pasado días en autobús para moverse de un lado a otro del país. También es normal para ellos hacer más de 400 km en coche por la mañana para volver a casa por la tarde. Todo lo que esté a menos de 700 km está “cerca”.

Con esto en la cabeza, ya puedes irte despidiendo de visitar muchos rincones con encanto a los que solo se puede llegar por carretera… y saludar a los aeropuertos internos para moverte de un sitio a otro sin perder mucho tiempo. Sin olvidar que los vuelos intercontinentales desde España –si es tu caso– también te quitarán un día, al menos, de viaje.

Día 1: Llegada a Río de Janeiro

A tu llegada a Río de Janeiro no querrás oír samba ni pensar en carnavales. A no ser que llegues desde otro país de Sudamérica, habrás pasado unas once horas en un vuelo intercontinental, que en tu reloj supondrán solo seis. Tómatelo con calma, da un paseo tranquilo, come algo ligero y descansa. Si te animas en esa primera noche y el jet lag te lo permite, puedes subir a ver el atardecer desde el Pão de Açúcar, uno de los mejores miradores de Río de Janerio.

Noche en Río de Janeiro. Nosotros hicimos mucho couchsurfing en Brasil y Río no fue una excepción. De todas formas, aquí puedes echar un vistazo a los precios de los hoteles en Copacabana, aquí en Botafogo y aquí en Ipanema.

Día 2: Río de Janeiro / Foz do Iguaçú

Ya avisamos de que el avión iba a ser tu gran amigo en tu ruta por Brasil de 15 días. Al segundo día, ya recuperados, volveremos al aeropuerto para volar a Foz do Iguaçú, la ciudad en el lado brasileño de una de las cataratas más famosas del mundo.

Puedes volar a media mañana o incluso por la tarde, porque hasta el día siguiente no las visitarás –hace falta el día completo–. Así que puedes pasear por Río de Janeiro –echa un vistazo a todo lo que ver en Río de Janeiro para ir escogiendo– o hacerlo por Foz do Iguaçú donde volverás a oír el español fácilmente por su proximidad con Argentina.

Noche en Foz do Iguaçú. Nosotros dormimos en la Pousada El Shaddai, un hotel modesto, pero cómodo y limpio, con piscina. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad y aquí los de otros hoteles de Foz do Iguaçú.

Día 3: El lado argentino de las cataratas de Iguazú

Sí, cruzamos la frontera para visitar el lado argentino de las cataratas de Iguazú. Nos metemos en el fragor del agua que nos salpicará y nos sobrecogerá. No somos capaces de elegir un lado para disfrutar de esta maravilla de la Naturaleza, así que las visitarás desde los dos. A ver si después tú eres capaz de elegir uno. Te contamos nuestra experiencia desde los dos lados en Viviendo las Cataratas del Iguazú, Argentina y Brasil.

Noche en Foz do Iguaçú.

Día 4: El lado brasileño de las cataratas de Iguazú / Salvador de Bahía

Al día siguiente nos asomaremos al “palco” de las cataratas. Siempre se dice que Argentina tiene las cataratas –por eso te mojarás– mientras que Brasil tiene el palco para verlas. Prepárate para una demostración de poder desde la distancia –bueno, también te acercarás–. ¡Ah! y como en el lado argentino, cuidado con los coatíes que se lanzarán a por tu comida en cuanto te descuides.

Por la tarde, volvemos a nuestro amigo avión. Esta vez con destino a Salvador de Bahía.

Noche en Salvador de Bahía. Nosotros pasamos bastante tiempo en la ciudad –en más de una ocasión– así que dormimos en un par de sitios. En pleno centro, en el Pelourinho, nos alojamos en La casa do Amarelindo, un precioso hotel en una antigua casa colonial lleno de detalles y con un desayuno que todavía recordamos –aquí puedes ver precios y disponibilidad–. También dormimos en el Hotel Boutique Casa Petúnia, un hotel familiar lleno de obras de arte y antigüedades coleccionadas por sus propietarios –apasionados de los viajes– en el barrio de Barra y también con un desayuno fantástico –aquí puedes ver los precios y disponibilidad–. Si quieres comparar con más, aquí tienes más hoteles de Salvador de Bahía.

Días 5 al 7: Salvador de Bahía

La ciudad más “europea” de Brasil será tu destino durante tres días completos. Caminando por su centro histórico, el Pelourinho, no podrás dejar de acordarte de Lisboa: azulejos, miradores y cierta decadencia son compartidas por las dos ciudades.

Aprovecha para conocer más sobre la historia de la esclavitud en el país en el museo Afro-Brasileiro. Aprende sobre la religión que se creó con la fusión de las creencias de los esclavos, de los indígenas y de los portugueses: el candomblé. Y disfruta de la gastronomía que también muestra toda esa fusión en platos como el chupe de camarones, todos los detalles en La gastronomía baiana, platos imprescindibles de Salvador.

Organiza tu viaje para pasar la noche del martes en la ciudad. Es ese día, terça-feira, cuando se vive la fiesta en el Pelourinho con conciertos cada pocos metros, batucadas que recorren el barrio y mucha animación. Salvador de Bahía tiene el récord Guinness de mayor evento popular y callejero del mundo: su carnaval. Les gusta la fiesta y saben organizarla.

Noches en Salvador de Bahía.

Días 8 al 11: Playas o arquitectura

Sabíamos que esto iba a pasar. El país es demasiado grande y se quedan tantas cosas en el tintero en un viaje a Brasil de 15 días que hay que elegir. Nosotros te proponemos tres opciones.

Las playas de Morro de São Paulo

Morro de São Paulo es un pequeño pueblo sin coches en la punta de la isla de Tinharé con unas playas de ensueño. Se puede llegar desde Salvador en barco, unas dos horas y media –si el mar no permite el atraque en destino, hay que hacer parte por tierra con lo que el tiempo se va a tres horas y media–, o en autobús, entre tres y cuatro horas.

Se paga una tasa turística por entrar en la isla y, en temporada alta –de diciembre a febrero– se llena y los precios son más caros. Además de disfrutar del casco antiguo del pueblo, podrás pasar cada día en una de sus playas, siempre en los listados de las mejores playas de Brasil. Echa un vistazo a Morro de São Paulo, la Praia Argila y Recanto do Encato.

Noches en Morro de São Paulo. Nosotros dormimos en la Pousada Boutique Recanto do Encanto, un hotelito a pie de playa, en Praia Argilla. Llegar por la noche desde Morro fue una experiencia caminando por una playa virgen totalmente a oscuras. Eso sí, los mosquitos en la zona son de las fuerzas aéreas. Aquí puedes ver el precio y la disponibilidad y aquí la de otros hoteles de Morro de São Paulo.

Las playas de Pipa

Como en el caso de Morro de São Paulo, Pipa también cuenta con varias playas de las que aparecen en los listados de las mejores de Brasil. Sin olvidar el casco urbano, un pequeño trazado de calles lleno de restaurantes, tiendas de recuerdos y actitud playera y relajada. Echa un vistazo a nuestro artículo Pipa y sus playas, entre las mejores de Brasil para acabar de convencerte.

Para llegar desde Salvador de Bahía tendrás que volver a acercarte a un aeropuerto. En este caso el vuelo será hasta Natal, desde allí podrás llegar a Pipa en una hora y media de viaje por carretera. Alguno de los hoteles de la ciudad organizan transfers desde el aeropuerto –las dos pousadas en las que estuvimos nosotros lo hacían–.

Noches en Pipa. Nosotros pasamos una semana en la ciudad y dormimos en un par de hoteles. En la Pousada Alto da Pipa, muy tranquila, con un lago en el jardín con peces junto a la piscina –aquí puedes ver precios y disponibilidad–. Y en la Pousada Enseada dos Golfinhos, en pleno centro y con acceso directo a la playa –puedes ver los precios aquí–. Como siempre, aquí tienes otros hoteles de Pipa para que compares.

Brasilia, el museo de arquitectura contemporánea al aire libre

Si lo tuyo no son las playas o si, aún siéndolo, prefieres la arquitectura contemporánea, no deberías dejar pasar la ocasión de visitar Brasilia, la capital de Brasil. Las obras de Niemeyer se agolpan en esta gigantesca urbe que, tenemos que confesar, no está muy pensada para el turista a pie: las distancias son enormes y las sombras escasas.

La catedral de Brasilia, el Museo Nacional Honestino Guimarães, la zona de las instituciones públicas –los ministerios, el congreso y el senado–, la torre de televisión… incluso la estación de trenes y autobuses merece una visita. Te lo contamos en nuestro artículo Qué ver en Brasilia, el museo de arquitectura de Brasil.

Obviamente, necesitarás volar para llegar a la capital de Brasil. Se puede hacer en autobús, pero, si te acuerdas, dijimos que nuestros trayecto más largo en bus había durado 26 horas y fue, precisamente, entre Brasilia y Salvador de Bahía.

Noches en Brasilia. Como en Río de Janeiro, nuestra estancia en la ciudad fue con couchsurfing. Aquí puedes ver precios y disponibilidad de hoteles en Brasilia.

Días 12 al 13: Río de Janeiro

Hayas elegido la opción que hayas elegido, el duodécimo día tendrás que acercarte a un aeropuerto para volar al punto de partida de tu viaje por Brasil: Río de Janeiro.

Todavía quedan por visitar el Cristo Redentor, la catedral de Río, la escadaria de Selarón… Por no hablar de las playas de Río de Janeiro –no solo Copacabana e Ipanema– o sus parques urbanos, entre los más grandes del mundo. ¿Te animas a visitar una favela? También puedes hacerlo en Río.

Acércate al barrio de Lapa por la noche para disfrutar de la fiesta o lánzate a Pedra do Sal –aunque aquí es mejor que vayas con un local– para descubrir cómo viven la samba los cariocas con un concierto al aire libre.

Noches en Río de Janeiro. Aquí puedes echar un vistazo a los precios de los hoteles en Copacabana, aquí en Botafogo y aquí en Ipanema.

Día 14: Río de Janeiro / Vuelta

Después de dar un paseo más por la ciudad, volvemos al aeropuerto por última vez. Llega el momento de regresar y las horas se irán en el avión más rápido de lo que lo sentirá tu cuerpo. El trayecto de vuelta Río de Janeiro – España supone más de 15 horas en tu reloj –aunque, como a la ida, serán algo menos de 11 “reales”–.

Día 15: Vuelta

El amanecer del último día te pillará en el avión –con suerte, durmiendo–.

Ruta de viaje a Brasil de tres semanas

Si cuentas con una semana más para viajar a Brasil, podrás incluir un pueblo colonial y una visita al Amazonas, que no nos habíamos olvidado de ninguno de los dos.

La visita a Paraty: el pueblo colonial portugués

A menos de cuatro horas por carretera de Río de Janeiro está uno de los primeros pueblos coloniales fundados por los portugueses en Brasil, Paraty. Durante casi tres siglos –de 1530 a 1815–, todo el oro que se extrajo de las minas del país –ten en cuenta que uno de sus estados se llama Minas Gerais y no es por casualidad– salió por el puerto de Paraty. Casonas, palacios, calles empedradas y un ambiente tranquilo y seguro. Además de la historia, también hay playas a las que llegar con una excursión en barco.

Noche en Paraty. Nosotros dormimos en la Pousada Literária con su jardín, su sauna y su piscina con agua caliente, por no hablar de la fantástica habitación y el delicioso desayuno. ¿Qué más se puede pedir para relajarse? Aquí puedes ver precios y disponibilidad y aquí los de otros hoteles de Paraty. Tendrás que incluir una noche más en Río a la vuelta, porque la idea es aprovechar también el segundo día en el pueblo.

Dada la cercanía a Río, puedes incluirlo en tu itinerario de viaje por Brasil el segundo día, antes de volar a Foz do Iguaçú, o los últimos días, antes de volver a casa.

La selva del Amazonas

Después de tu elección en la ruta de viaje por Brasil de 15 días entre las playas de Morro de São Paulo, las playas de Pipa o la arquitectura de Brasilia, llega el momento de sentirte explorador machete en mano y visitar la selva del Amazonas, la más grande del mundo. Volamos a Manaus, una metrópolis de más de dos millones de habitantes en mitad del verde. Al llegar en avión, tendrás una panorámica que nosotros no vimos, nosotros llegamos a la ciudad remontando el río Amazonas en barco –te lo contamos en Viajar por el río Amazonas, de Belém a Manaus–.

La idea es pasar cuatro noches en la zona, así que podrás recorrer primero la ciudad –echa un vistazo a nuestro artículo Manaus, la metrópolis en la selva– y después pasar un par de noches o tres en un hotel en plena selva.

Noches en Manaus. De nuevo, nosotros hicimos couchsurfing, pero aquí tienes hoteles en Manaus para que puedas ver precios y disponibilidad.

Noches en la selva. Nosotros las pasamos en el Amazon Tupana Lodge. Allí, con nuestro guía, paseamos por la selva, conocimos a una población indígena, navegamos por el río Tupana al atardecer y al amanecer. Te lo contamos todo en Dormir en un hotel en la selva.

Y, después, de nuevo vuelta a Río de Janeiro para acabar de visitar la ciudad.

Brasil es un país gigante y, aunque tengas tres semanas, solo podrás rascar un poco la superficie.