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El Candomblé, la religión de Salvador de Bahía

Parece banal decirlo y suena a frase hecha pero en Salvador de Bahía se respira de verdad un aire muy especial. Llegados desde Brasilia con los tobillos hinchados después de nada menos que 25 horas de viaje en autobús –una experiencia que nos hemos prometido no repetir–, en Salvador nos encontramos con un ambiente totalmente distinto al del interior del país, singular e inexplicablemente atractivo. En parte por ese aspecto un poco decadente que recuerda la madre/hermana Lisboa, o ciudades del Mediterráneo como Palermo, en parte por ese culto a la música y esas ganas de fiesta que caracterizan muchas ciudades brasileñas. Pero aquí hay más, algo especial y más tarde identificaríamos de que se trataba: de la fuerte influencia africana sobre distintos aspectos de la sociedad. Uno de estos es la religión: Salvador de Bahía es la ciudad por excelencia del candomblé, la más importante de las religiones afrobrasileñas.

Salvador Casas Coloniales

El candomblé es un culto animista nacido entre los esclavos africanos y desarrollado sobre todo en los cimarrones o quilombos, los asentamientos formados por esclavos huidos. A pesar de ser prohibido por la religión católica y en algún caso hasta criminalizado, el candomblé fue prosperando en Brasil, más aún a partir de la abolición de la esclavitud, a finales del siglo XIX. Tanto que hoy, sólo en Salvador, hay más de 2.000 terreiros: los «templos» dedicados a los Orixás, las divinidades creadas por el dios supremo Olorum (aunque no lo parezca, esta religión es monoteísta). El candomblé se divide en diferentes «naciones» que llaman a Olorum y a los Orixás de diversas formas. En todas las «naciones» los Orixás son asociados a Santos cristianos. Según algunas teorías, el sincretismo nació en Brasil como consecuencia de la prohibición de los cultos africanos que llevó los esclavos a usar los altares con santos católicos para rendir cultos a los Orixás; según otras, había empezado en África, donde los misioneros ya intentaban convertir los locales al catolicismo. En cualquier caso, el resultado es que no sólo los terreiros sino también las iglesias católicas siguen siendo hoy en día lugares de culto para el candomblé, algo que a ojos ajenos como los nuestros extraña y sorprende bastante. Por otra parte, debido, por ejemplo, a los poco «populares» sacrificios de animales, algunos de los practicantes de esta religión siguen ocultando su fe, aunque luego participen en celebraciones públicas. Muchos contrastes difíciles de entender sin conocer la historia de esta religión y del pueblo brasileño.

Salvador Orixas Dique Tororo Salto

La Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim y el Lavagem do Bonfim

Una de las iglesias católicas más importantes de Salvador, la Igreja de Nosso Senhor do Bonfim, es un sitio muy especial también para los filhos do santo, los adeptos al candomblé. El Senhor de Bomfin se asocia al Orixá Oxalá, la divinidad de la creación, una de las más importantes. Aquí cada viernes, el día dedicado a Oxalá, se reúnen los fieles del candomblé vestidos de blanco y en enero, el segundo domingo después de Reyes, en la Festa do Bomfim, se realiza el llamado Lavagem do Bomfim. Las baianas, con sus trajes típicos, lavan la escalinata de la iglesia con agua perfumada en un ritual que empezó en el ámbito del catolicismo cuando se obligaba a los esclavos a limpiar la escalinata del templo antes de la llegada de la procesión de la fiesta de Bomfim. El «lavado» se convirtió en una fiesta católica celebrada en el interior del templo pero, con el tiempo, fue asimilada por el candomblé en su culto a Oxalá, así que la archidiócesis prohibió su celebración en el interior de la iglesia. Hoy en día en la iglesia de Nuestro Señor de Bonfim se mezclan católicos llevando su ex-votos para pedir curaciones al Señor de Bomfin, practicantes del candomblé rindiendo homenaje a Oxalá, y turistas que admiran la belleza del edificio y pasan a comprar las famosas lembranças o fitas de Bonfim que decoran la reja exterior. A los brasileños les encantan las mezclas, y esta es una de las muchas pruebas.

Salvador Igreja Nosso Senhor Bonfim Lenbranças Fitas

La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de los Negros y su bênção

En pleno barrio del Pelourinho, la ciudad antigua de Salvador, la Igreja de Nossa Senhora do Rosário dos Pretos, Nuestra Señora del Rosario de los Negros, tiene un significado especial para el candomblé. Fue construida por la Irmandade de Nossa Senhora dos Homens Pretos do Pelourinho, esclavos que sólo podían trabajar en la construcción del templo en su tiempo libre: por eso tardaron casi todo el siglo XVIII para terminarla. Aquí el «día grande» es el martes, cuando, en la misa de las seis de la tarde, la mezcla religiosa llega al interior del templo. En la misa, los cánticos son acompañados por los instrumentos usados en los terreiros del candomblé, como las percusiones africanas. Es en esa misa cuando tiene lugar la bênção: primero las mujeres y luego los hombres, todos vestidos de blanco, llevan unos panes para ser bendecidos. Desafortunadamente el martes en el que estuvimos en Salvador a esa hora estaba con 40ºC de fiebre, así que … ¡está claro que habrá que volver!

Salvador Pelourinho Igreja de Nossa Senhora do Rosario dos Pretos

El Santuario de San Lázaro y San Roque y el banho de pipoca

Las pipocas, palomitas de maíz, son las ofrendas predilectas del Orixá Omolú –asociado a San Lázaro–, cuyo día es el lunes. Por ello, todos los lunes, los fieles entran en la misa católica en el Santuario de São Lázaro e São Roque; y, al salir, en la escalinata, son «bañados» en palomitas de maíz, para que sus almas sean purificadas. Al acabar la misa, el cura salía y se quedaba mirando a los fieles, vestidos de blanco, mientras eran «bendecidos» con palomitas de maíz por los sacerdotes de candomblé. ¡Nos quedamos realmente embobados! El ritual tiene lugar después de todas las misas del lunes. Hay cuatro misas. Para ver el banho de pipoca conviene ir por la mañana, después de la misa de las 8, pero a las 18 hay una misa con música, coros y danzas africanas.

Salvador San Lazaro Banho Pipoca

El lunes estaba bien y aquí si que pudimos ir. El día no podía empezar mejor después de descansar en el mejor barrio para alojarse en Salvador: Barra, cercano a la Iglesia de San Lázaro. Pasamos la noche en la coqueta Pousada Boutique Casa Petúnia, un sitio que recordamos con mucho cariño y desde luego recomendamos. Pasamos un rato con Petunia y Marcos, los dueños de la pousada, disfrutando de sus historias viajeras. Más mezclas en Bahía, un hotel brasileño con decoraciones orientales: Marcos y Petunia tienen también una tienda de arte con objetos importados de Bali.

Salvador Hotel Boutique Casa Petúnia

Fue en el desayuno del Hotel Boutique Casa Petúnia, casero, delicioso y muy abundante, donde comimos nuestra primera tapioca de queso. ¡Qué rica!

Visitar un terreiro

Algunos de los terreiros son abiertos al público. Nosotros visitamos la Casa Branca do Engenho Velho, el más antiguo de Salvador, inaugurado en 1830. Está formado por diferentes edificios, cada uno con una capilla dedicada a un Orixá, y una sala principal donde se reúnen los «fieles». El problema es que en los días anteriores se había celebrado una fiesta y no pudimos visitar mucho, aunque normalmente tampoco se puede entrar en las capillas. Lo mejor es visitar los terreiros cuando hay alguna celebración religiosa, en correspondencia de las fiestas dedicadas al Santo/Orixá en particular. En el folleto semanal de la agenda cultural que podéis encontrar en las oficinas de turismo de la ciudad hay una lista de las celebraciones, si tenéis suerte podréis ver una, nosotros no la tuvimos… Normalmente son de tarde-noche y en las afueras de la ciudad así que lo mejor es volver en taxi (la seguridad en Brasil es lo que es….). También hay visitas guiadas, pero no siempre las celebraciones que os prometerán ver son auténticas.

Salvador Terreiro Casa Branca

El museo Afro-Brasileiro

En el Pelourinho, curiosamente enclavado justo al lado de la catedral católica de Salvador, como un símbolo más de la mezcla entre las religiones de origen africano y la católica, se encuentra el museo Afro-Brasileiro. Mucha información sobre el candomblé, a lo mejor demasiada para ser asimilada, pero desde luego merece una visita.

El Dique do Tororó

Próximo al centro histórico de la ciudad, el lago artificial llamado Dique de Tororó, aparte de ser una de las postales más típicas de Salvador, es también un lugar sagrado para los adeptos del candomblé. Oxum, el Orixá del agua dulce, de los lagos y de las fuentes, tendría en el dique una de sus moradas. Por ello, en diciembre, en el lago tienen lugar rituales que terminan con la entrega de cestas de flores y ofrendas a Oxum por parte de los pais e mães de santo, los líderes religiosos del candomblé. Estas ceremonias se realizan también todos los martes y en la madrugada del 2 de febrero, cuando se celebra el día de Iemanjá, el Orixá de las aguas saladas. Se dice que las ofrendas a Oxum, Reina de las aguas dulces, son para que no tenga celos de Iemanjá, Reina de las aguas saladas.

Salvador Orixa Oxossi

Es por eso que fue éste el escenario elegido para que el artista contemporáneo Tatti Moreno realizara los mayores monumentos dedicados al candomblé en la ciudad: las ocho esculturas de Orixás que embellecen el lago y que se pueden admirar desde la orilla o desde más cerca, cogiendo un barco. Los ocho Orixás –Iansã, Nanã, Ogum, Oxalá, Xangô, Iemanjá, Oxum e Oxossi– forman un círculo, la misma posición en la que los filhos do santo suelen danzar en los terreiros. De esta forma bendicen y protegen simbolicamente este lugar sagrado.

Salvador Orixás Círculo Dique do Tororó

Salvador Orixá Iemanja

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Comentarios

  • JUAN DAVID
    12 enero, 2015 a las 19:03

    SALTADOR; excelente información en donde se nota, NO solo tu visión de un lugar «turístico» diferente (modo y aspectos de vida como lo es la Religión), SINO, tu investigación al respecto.
    Somos colombiano. Planeamos (mi esposa y yo) viaje para estar en Salvador (3 dias…seguro que coordinare visita a un TERREIRO)……y luego/o antes, estaremos de 4-5 dias en RECIFE. Te agradecería recomendaciones para sentir-ver-oler una RECIFE diferente.
    De antemano gracias y espero SALTAR CONTIGO!!!!

    Responder
    • 13 enero, 2015 a las 15:35

      ¡Hola Juan David y bienvenido al blog! Muchas gracias por tu comentario y los piropos 🙂 En cuanto a Recife tengo que decir que no hicimos nada muy especial más que visitar el centro histórico y el centro de la bellissima Olinda con sus iglesias coloniales. Nuestra experiencia fue fantástica porque nos hospedamos en casa de un chico que hace couchsurfing, les recomiendo hablar mucho con la gente local, que es estupenda. ¡Buen viaje!

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