12 hoteles en los que darse un capricho en tus viajes

Muchas veces pensamos que los hoteles no son más que esos lugares en los que descansar después de recorrer una ciudad. Dormir, ducharse, desayunar y volver a salir a hacer turismo. Casi una obligación más que una posibilidad de disfrutar de otra faceta del viaje. Eso no quita que, a lo largo de los años, nos hayamos encontrado con hoteles que, en algunos casos, justificaban el viaje por sí mismos. Tenemos que decir que nos ha costado un poco seleccionar. Son muchos los hoteles que nos han sorprendido y conquistado a lo largo del tiempo… Así que no están todos los que son pero sí son todos los que están: aquí van nuestros 12 hoteles para darse un capricho.

¿En qué nos hemos basado para la selección? En algo totalmente subjetivo: nuestro gusto. Y, más concretamente, en detalles que nos han parecido un plus: la localización, la historia, las vistas… que los han convertido en una experiencia más de ese viaje. Limpieza, comodidad y otras de las características de nuestro hotel ideal se dan por supuestas

Cómo ordenamos nuestros hoteles en los que darse un capricho

Hemos ordenado los hoteles por ese “detalle” que les ha otorgado un lugar en nuestro listado. Así que, olvídate de la ordenación geográfica –hay países con más de uno pero están separados– o de la cantidad de estrellas –de hecho, la mayoría son boutique, sin estrellas–.

Empezamos por los hoteles en pleno centro de las ciudades. El siguiente bloque lo forman los que están situados en edificios históricos. Y acabamos con los que se encuentran en localizaciones especiales –fuera de las grandes ciudades–.

La Casa do Amarelindo en Salvador de Bahía

Salvador de Bahía se vive en la calle. La fiesta forma parte del ADN de la ciudad y es en su casco histórico, el Pelourinho, donde cada martes por la noche se desata la alegría. Conciertos, batucadas itinerantes, puestos callejeros… Así que, ¿dónde te quieres alojar en Salvador de Bahía? Efectivamente, en el Pelourinho. Y lo decimos nosotros que no somos muy de fiesta, pero es que esa es especial.

¿Es por la localización en pleno centro por lo que La Casa do Amarelindo es un hoteles para darse un capricho? Sí y no. No, porque es mucho más que un sitio bien ubicado. Hablamos de una casona colonial imponente, restaurada y decorada con elementos de la historia de la ciudad –orixas de Candomblé incluidos–. Habitaciones amplias y muy cómodas, agua filtrada en los grifos, detalle de bienvenida y un personal muy atento. Lo del personal lo pusimos a prueba porque necesitamos llamar al seguro de viaje por una infección de garganta que tenía a Sara con 40 de fiebre. Por si fuera poco, el desayuno es de los que hacen época. Una delicia de la que cuesta separarse por mucho que la ciudad te espere al otro lado de la puerta. Seguro que tú encuentras todavía más motivos para darte el capricho… Aquí puedes ver los precios y disponibilidad de La Casa do Amarelindo.

Casa Bueras Boutique Hotel en Santiago de Chile

En pleno barrio de Lastarria de Santiago de Chile, nos encontramos con un edificio de principios del siglo XX convertido en hotel boutique, Casa Bueras Boutique Hotel. Olvídate de los hoteles impersonales, aquí cada habitación es diferente y no solo por la decoración, también por la forma. Hablamos de una casa y, ¿a que en tu casa cada habitación tiene su forma y tamaño?

Más allá del fantástico desayuno –sí, somos unos apasionados de la primera comida del día– también puedes recuperar fuerzas a media tarde con su delicioso afternoon tea mientras disfrutas de las vistas de su jardín interior y su piscina. Creerás que te has teletransportado fuera de la capital chilena por la tranquilidad que se respira en sus salas. Sin olvidar el detalle de encontrar una nota personalizada en tu habitación para darte la bienvenida al llegar. Si estás pensando en viajar a Santiago de Chile, mira aquí los precios y disponibilidad de Casa Bueras Boutique Hotel y cuídate como te mereces.

CasaCalma Hotel en Buenos Aires

Seguimos moviéndonos por las grandes ciudades de Sudamérica y llegamos a Buenos Aires. Allí disfrutamos de la tranquilidad de CasaCalma Hotel, ¡cómo no, siendo ese su nombre! En el barrio de Retiro, uno de los más elegantes de la capital argentina, nos encontramos con un remanso de paz. Desde su jardín vertical hasta la decoración en tonos pastel, todo está pensado para hacerte olvidar el estrés porteño.

Habitaciones amplias, camas de las que cuesta levantarse por las mañanas, jacuzzi… Y una muy buena conexión a Internet, que una cosa es la tranquilidad y otra el aislamiento. Por supuesto, el desayuno es de los que hacen historia con una variedad de bollería artesana y platos salados hechos al momento que dan energías para todo el día. Encuentra tu calma en Buenos Aires y no la sueltes, aquí puedes ver los precios y disponibilidad de CasaCalma Hotel.

Grand Hotel Sitea en Turín

También en las ciudades del viejo continente encontramos hoteles en los que darse un capricho. En Turín, lo hicimos en el Grand Hotel Sitea, en pleno centro. El edificio ya deja claro que, si las paredes hablaran, las del hotel tendrían mucho que contar. Y es que el Grand Hotel Sitea abrió sus puertas en 1925 y sigue manteniendo la actividad desde entonces –solo cerró entre 1944 y 1945–. No en vano, cuenta con el reconocimiento de “Locale storico d’Italia”.

Cama king size, albornoces que te abrazan, conexión a Internet de alta velocidad… los años no han hecho otra cosa que mejorar el hotel. Y, como siempre, un desayuno que vale su precio en oro. Huevos, bacon, quesos –que estamos en Italia–, embutidos locales, fiambres, bollos y tartas preparadas por los pasteleros del hotel… ¿quién dijo miedo? ¡Ah! y tampoco te pierdas su café.

Cuando uno viaja a una ciudad con historia –Turín fue la primera capital de Italia– no se puede alojar en cualquier sitio. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad del Grand Hotel Sitea y, si quieres saber más, echa un vistazo a nuestro artículo Nuestra experiencia en el Grand Hotel Sitea de Turín.

Hotel Hacienda de Abajo en Tazacorte, La Palma

Nos vamos a La Palma, a uno de los edificios con más historia de la isla. Nada menos que a una hacienda colonial –sí, las primeras haciendas coloniales españolas se levantaron en las Islas Canarias– del siglo XVII. Si los más de 300 años de historia te parecen pocos, también te estarás alojando en un auténtico “museo vivo”. Camas y armarios del siglo XVII –en una de las camas durmió Carlos VII–, obras de arte flamenco, tapices, espejos… hasta jarrones chinos del siglo VII.

Pero ojo, que no lo encontrarás tras vitrinas o alarmas de proximidad. Serán las camas en las que duermas –los colchones no son de la misma época–, los armarios en los que guardes tu ropa o los cuadros que decoren tu habitación. Piensa que incluso hay visitas guiadas para los huéspedes. Huéspedes que, por temas de responsabilidad civil, solo pueden ser adultos.

Si quieres salir de la habitación, también encontrarás spa, piscina sin cloro químico, biblioteca, terraza y un jardín con plantas de todo el mundo. Antes de que lo preguntes, sí, el desayuno es una maravilla, pero es que su restaurante “El Sitio” también te hará disfrutar de la gastronomía como pocas veces. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad del Hotel Hacienda de Abajo y puede leer nuestra experiencia en profundidad en Hotel Hacienda de Abajo, dormir en un museo de lujo en La Palma.

Ballynahinch Castle Hotel en la península de Connemara, Irlanda

Seguimos en lugares con historia y, después de la hacienda del siglo XVII, nos vamos a un castillo-palacio del XVIII en la península de Connemara, en la costa occidental de Irlanda. Construido en plena naturaleza –nuestro GPS nos la jugó para llegar y no pudimos disfrutar de su restaurante para cenar–, el castillo cuenta con unas vistas desde las habitaciones y las salas comunes de un verde como solo se encuentra en Irlanda. Los “jardines” del Ballynahinch Castle Hotel se extienden por 200 hectáreas, con ríos, rutas de senderismo y la cordillera de las Twelve Bens de telón de fondo.

Sentirse como un noble irlandés, disfrutar de un auténtico afternoon tea o tomarse algo en un pub de paredes forradas de madera está a tu alcance, con el plus de dormir en un castillo. También, también. El desayuno no podía fallar, más allá del contundente full Irish breakfast, las demás opciones te harán chuparte los dedos. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad del Ballynahinch Castle Hotel para dormir como un lord.

La Pousada Literária de Paraty, Paraty

Vaya por delante que las pousadas brasileñas y portuguesas no tienen la modestia de las posadas españolas. Es más, en muchos casos se podrían equiparar a los paradores: edificios históricos, enclaves especiales y cuidado por el detalle. De este tipo es la Pousada Literária de Paraty, un hotel de lujo en una de las primeras ciudades coloniales portuguesas en Brasil.

Al otro lado del muro que da a la calle encontramos un paraíso en Paraty. Un frondoso jardín, una piscina de agua caliente, una zona de spa y un hall al aire libre, por hablar solo de las zonas comunes. La enorme habitación –con una cama igual de enorme–, el gigantesco cuarto de baño, el mimo al huésped, el trato personal… si casi nos costaba salir de allí para visitar la ciudad con sus casonas y calles empedradas. Eso sí, salíamos bien alimentados con el desayuno junto a la piscina. Aquí puedes ver los precios y la disponibilidad de la Pousada Literária de Paraty.

Hangaroa Eco Village & Spa en Hanga Roa, Isla de Pascua

Puestos a buscar lugares especiales a los que viajar, ¿qué tal la Isla de Pascua? Uno de esos destinos míticos en la mente de todos los viajeros con sus moais y sus preguntas. Uno no puede recorrer medio mundo y pasarlo mal… En Rapa Nui es imposible pasarlo mal, pero seguro que si te das un capricho en el Hangaroa Eco Village & Spa la experiencia mejorará mucho. Espaciosos bungalows individuales de materiales ecológicos y perfectamente integrados con el paisaje –de hecho, su diseño se basa en la ciudad ceremonial de O’Rongo– decorados con minimalismo pero con cuidado y con mucha comodidad.

Te reciben en el aeropuerto con un collar de flores, y eso es solo la bienvenida. Piscina con vistas al océano, tres restaurantes, spa… no busques televisión, porque, ¿quién la necesita cuando estás en el mejor escenario? El desayuno merece un capítulo aparte: el tamaño de la mesa del buffet es como para pasarse horas probando cosas diferentes. Aquí puedes ver los precios y la disponibilidad del que nosotros definimos como El hotel Hangaroa, el mejor hotel de Isla de Pascua.

Hotel Weisses Kreuz en Burgeis –Burgusio–, Südtirol

De las playas de la Isla de Pascua saltamos a las montañas del Südtirol, la región de los Dolomitas italianos. Y, como se trata de darse un capricho, lo hacemos en un hotel de montaña en un edificio con cientos de años de antigüedad pero con elementos de arquitectura contemporánea tras su última renovación.

Nosotros nos quedamos en una de las habitaciones nuevas, con suelo, paredes y techo –abuhardillado– de madera, con un enorme ventanal desde el que ver la plaza principal del pueblo y las montañas que rodean a la Val Venosta. No tuvimos ocasión de probar su piscina termal –sí, una piscina en un pequeño pueblo de montaña–, pero sí que disfrutamos de su restaurante para cenar y de su desayuno. De nuevo, por si no quedaba claro, el tema del desayuno es para nosotros un punto básico para darse un capricho en un hotel. Aquí puedes ver los precios y la disponibilidad del Hotel Weisses Kreuz.

Hotel Bania Thermal & Ski en Białka Tatrzańska, Polonia

En plenos montes Tatras, al sur de Polonia, nos alojamos en un hotel que tiene sus propias pistas de esquí, un enorme complejo termal y hasta un parque de atracciones para los más pequeños. Hablamos del Hotel Bania Thermal & Ski y solo podemos decir que estamos deseando volver y saludar de nuevo a su carnero tirando de un trineo de nieve –carnero de madera, ¿eh? que no cunda el pánico–.

Volver para seguir disfrutando de sus piscinas de aguas termales. Desde la exterior fuimos testigos de cómo la Luna salía por detrás de los montes Tatras mientras se hacía de noche. Volver para seguir disfrutando de su “parque acuático”. Porque, además de la tranquilidad de la zona termal, también hay diversión en las piscinas del hotel con varios toboganes que nos lanzaron a toda velocidad. Volver para descubrir más detalles de la decoración: palos de esquí, cencerros, madera tallada… Y volver para seguir disfrutando de su gastronomía: no pudimos acabar con la cena, ¡nosotros!

Aquí puedes ver precios y disponibilidad del Hotel Bania Thermal & Ski y no dejes de leer nuestra experiencia en Hotel Bania: un lujo en los montes Tatras.

Rilets resort & Spa en Rila, Bulgaria

Otro hotel de montaña, en este caso rodeado de un bosque cerrado y a poca distancia del monasterio más importante y famoso de Bulgaria, el monasterio de Rila. Solo por eso, el Rilets resort & Spa ya tiene mucho ganado, pero es que su interior también está a la altura. Las zonas comunes –con las columnas-brazo– son un muestrario de diseño de revista de decoración. Y la piscina climatizada y el resto de instalaciones del spa con ventanales al bosque también son un reclamo de lo más llamativo.

Un plus: nosotros visitamos el hotel en diciembre y todo el bosque estaba cubierto por una espesa capa de nieve. Disfrutar de una sauna viendo las ramas de los árboles doblarse por el peso de la nieve es algo que no tiene precio. Eso sí, al ser temporada tan baja, la cocina del hotel estaba bajo mínimos y ni la cena ni el desayuno estuvieron a la altura. A cambio, será un capricho que te costará muy poco en comparación con los demás de la lista. Aquí puedes ver precios y disponibilidad del Rilets resort & Spa.

Le Relais Saint-Michel en Mont Saint-Michel

Cerramos nuestra lista de hoteles en los que darse un capricho con uno con vistas. Tenemos que decir que Le Relais Saint-Michel nos conquistó en el momento en que abrimos la puerta de nuestra habitación y allí, al otro lado de un enorme ventanal, teníamos la imagen de la abadía subiendo por la roca. No en vano, Le Relais Saint-Michel es el último hotel antes de llegar a la propia isla. No hay nada que se interponga entre la vista de la ventana y esa maravilla creada por orden de un arcángel.

Para ser sinceros, el capricho es eso: poder disfrutar de la vista desde la tranquilidad de la habitación. La última cosa que veas antes de dormir y la primera por la mañana. No podrás alejar la vista de esa ventana durante toda tu estancia. Si lo haces, verás que el hotel no es de lujo, que podría actualizarse un poco, que no le vendría mal una reforma… Pero, ¿acaso puedes dejar de mirar Mont Saint-Michel? Aquí puedes ver los precios y disponibilidad de Le Relais Saint-Michel.

Y tú, ¿eres de los que se dan caprichos con los hoteles o solo los usas para descansar?