Dos de nuestras grandes pasiones unidas en un mismo artículo, ¡qué más se puede pedir! Que somos unos enamorados de la gastronomía italiana está fuera de toda duda, como nuestro amor por Bologna, así que tenían que llegar, antes o después, nuestras recomendaciones de lugares donde comer bien y barato en Bolonia. Porque sabemos que, por muy apretada que esté la ruta con los lugares que ver en Bolonia en tres días, hay que sacar tiempo para que el paladar también disfrute del viaje.
El sobrenombre de la grassa –“la gorda” en español– no es baladí. La gastronomía boloñesa es una delicia para chuparse los dedos: tagliatelle, tortellini, lasagne… ¿Quién da más? Nosotros, que también traemos piadinas y dulces. Restaurantes, trattorie, osterie, heladerías… no te vas a quedar con hambre.
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Date una vuelta por nuestra ruta de fin de semana en Bolonia o las 60 cosas que ver y hacer en Bolonia.
La Osteria dell’Orsa: comer bien y barato en Bologna
L’Orsa –como se conoce cariñosamente– fue uno de nuestros primeros amores en Bologna. Sara lo descubrió en su época universitaria y no había viaje a la ciudad en que no hiciéramos una parada, incluso con las mochilas, para probar sus deliciosas tagliatelle al ragù.
¿Sabías que…?
La conocida salsa “boloñesa” tiene su origen en la ciudad, pero no con ese nombre. En Bolonia, y en toda Italia, se la conoce como ragù.
Mesas corridas, ambiente animado, servicio rápido, comida barata y de buena calidad… no nos extraña que cada vez esté más lleno y haga falta esperar en la puerta –no aceptan reservas–. Es uno de los lugares de referencia para los estudiantes de Erasmus, así que es normal encontrarse con familias que han ido a ver al universitario.
Más allá de las tagliatelle –fijas en el menú–, cada día hay varios platos de pasta de primero y unos cuantos segundos, y, por supuesto, la carta. Nosotros, además de la pasta –hemos llegado a pedir tres primeros en más de una ocasión– y la lasaña, también somos muy fans de los crostoni con squacquerone y mortadella. Su “famosa” cotoletta alla bolognese –un filete empanado– nos pareció un poco seca, pero es la forma habitual de preparar la carne en Italia –excepto la bistecca alla fiorentina–.
Dirección: Via Mentana, 1
Precio: las tagliatelle al ragù cuestan 6 €, las más baratas de Bolonia.
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Trattoria Tony: unas de las mejores lasañas de Bolonia
Otro de los restaurantes –te explicamos la diferencia en tipos de restaurantes en Italia– tradicionales de Bolonia. Más de 50 años sirviendo platos clásicos como los famosos tortellini in brodo –con caldo de carne–, las tagliatelle al ragú o la lasaña. ¿Sabías que las auténticas lasagne alla bolognese tienen masa verde, hecha con espinacas? Nosotros, como enamorados de la pasta, ¿qué hicimos? Probar los tres primeros especialidad de la casa. Sí, los tres en una sentada. Eso sí, sin segundos.
Cuando un restaurante en una ciudad conocida por su buena mesa se mantiene abierto durante más de 50 años, está claro que entrar es un acierto. Nosotros lo descubrimos en un tour gastronómico por Bolonia y no nos dejó indiferentes. Un extra en nuestro caso, que en muchas ocasiones estamos en la ciudad solo de paso, es que está relativamente cerca de la estación de tren, en el casco histórico.
Dirección: Via Righi, 1/B
Precio:
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Sfoglia Rina, dónde comer pasta en Bologna (también para llevar)
Muchos turistas –me atrevería a decir que la mayoría– viajan a Bolonia por la comida, pero se quedan sin tiempo cuando descubren todos los rincones que esconde la ciudad. ¿Qué hacer? Ir a un restaurante de comida rápida y seguir visitando. Pero, ojo, que la comida rápida en Bolonia no significa hamburguesas y palitos de pollo empanados. Hablamos de platos de pasta.
Esa es la idea de Sfoglia Rina, un local de producción de pasta fresca –se puede comprar para llevar a casa– que también la sirve para comer in situ. Y no se trata de una pasta fresca cualquiera, la familia lleva más de 50 años preparándola. De hecho, Rina, la abuela del actual propietario –sigue en manos de la misma familia–, fue la que abrió el negocio… y lo de Sfoglia es un “diminutivo” de sfoglina, la señora que prepara la pasta fresca.
Lo descubrimos camino de nuestra heladería de referencia y nos encantó el concepto. Rapidez en el servicio, precios económicos, enchufes por todas partes, decoración sencilla… un acierto en toda regla. Además de los clásicos fijos –tortelloni burro e salvia, tagliatelle al ragù, lasagne alla bolognese…– también tienen un menú semanal que va cambiando. Eso sí, no serás el único que quiera probarlo. Lo encontramos lleno a la hora de comer. Por suerte, tiene un horario bastante amplio y nosotros somos flexibles… así que volvimos a las cuatro que no había casi nadie. Probamos los tortelloni burro e salvia y la gramigna alla salsiccia.
Además de comer en el local o comprar la pasta para prepararla en casa, también hay cursos de pasta fresca… por si quieres aprender a pescar en lugar de llevarte el pescado.
Dirección: Via Castiglione 5/B
Precio: 18 € los dos platos
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La tua piadina, el “bocadillo” de Emilia-Romagna
El concepto de comida rápida en formato plato de pasta es brillante, pero no se puede comer un plato de pasta andando por la calle. ¿No hay nada como el bocadillo en Bolonia? No, hay algo ¡mejor! Se trata de la piadina, una masa fina circular que se prepara a la plancha y se rellena con lo que quieras. Bueno, no exactamente “lo que quieras”, que ya he dicho que es fina. Pero la variedad es inmensa: todo tipo de quesos, embutidos y verduras.
En La tua piadina se dedican, como es obvio, a ellas. Si la variedad es grande habitualmente, aquí es enorme –¡más de 40!– y todas piden a gritos que las elijas. Antes de que te bloquees frente a la pizarra y no sepas qué elegir, la más clásica es la de jamón de Parma, queso squacquerone y rúcula, crudo, squacquerone e rucola en italiano. A nosotros, además de la clásica, también nos gusta mucho la de speck, scamorza affumicata e funghi.
El lugar es pequeño y está siempre lleno de boloñeses, señal de que el producto es bueno. Si quieres descansar un momento mientras comes, lo tendrás complicado, casi no hay sitio para sentarse y suele estar ocupado, pero, ¿no hemos dicho que era para comer en marcha?
Dirección: Via Borgonuovo, 17
Precio: la piadina clásica cuesta 5,70 €
Web (cuando escribimos esto estaba hackeada)
Bottega Portici, comida rápida en formato pasta y más… de diseño
La Bottega Portici sigue la idea de Sfoglia Rina –aunque no sabemos cuál llegó primero– pero con más diseño en el local. Decoración más futurista, grandes pantallas táctiles en las que hacer tu comanda y pagar con tarjeta, un “chivato” que parpadea cuando tu pedido está listo y tienes que ir a recogerlo… todo muy siglo XXI y, tal vez, un poco impersonal. En realidad, hablamos de una red de franquicias que se encuentra en toda la región.
Ese diseño se hunde un poco cuando llega la pasta en una especie de tarrina de helado. Pero, como no todo es el aspecto, hay que decir que la comida es también muy buena. Nosotros probamos tortellini con crema de Parmigiano y tortelloni burro e pomodoro. Es algo más barata, pero cobran por la botella del agua –que luego puedes rellenar en un grifo las veces que quieras–. Tampoco aquí echarás de menos los enchufes. Y, lamentablemente, tampoco faltará gente. Recuerda, uno de los mayores atractivos de Bolonia es su gastronomía.
Además de los platos de pasta, también hay una cafetería y un pequeño supermercado en el que comprar para llevar a casa. En el local de Via Indipendenza, 69 también imparten cursos de pasta fresca.
Dirección: La que nosotros probamos está en Piazza di Porta Ravegnana, 2, junto a las dos torres de Bolonia
Precio: 16,50 € los dos platos
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Los golosos también tienen su sitio en Bolonia: Majani y Bombocrep
Si lo tuyo es el azúcar, no te preocupes, también tenemos un par de recomendaciones. Empezamos por los chocolates de Majani, una de las chocolaterías históricas de Bolonia, fundada en 1796. Además de haber creado el “Cremino Fiat”, un clásico del dulce en toda Italia, tienen el tortellino de chocolate. La seña de identidad culinaria de la ciudad… en formato goloso.
La segunda recomendación se basa en un recuerdo romántico. Visitamos Bombocrep en nuestro primer viaje juntos a Bolonia y, por cuestiones de horario, no hemos podido volver a entrar. Hablamos de hace unos cuantos años, pero la crep de Nutella nos marcó. No podemos asegurar que ahora mismo siga igual. Sabemos que abierto está, porque cada vez que pasamos –lo intentamos siempre– lo encontramos cerrado por el horario, pero todavía “abierto”. También hacían piadinas saladas en su momento.
El café no puede faltar en Italia
El café es un clásico en toda Italia y no podía faltar tampoco en Bolonia. Dos recomendaciones para empezar el día con un buen cappuccino –te explicamos los diferentes tipos de café en Italia–. La primera el Caffé Terzi en el que acompañarlo con un croissant relleno de crema. El segundo, Aroma, il piacere del caffé. Aquí, además de catar distintos tipos de café, también podrás comprarlo para llevarte un buen recuerdo a casa.
Helados, los mejores del mundo
Como apasionados de los helados que somos, hemos escrito un artículo dedicado en exclusiva a las mejores heladerías de Bolonia. Más allá de decirte qué aproveche, te decimos solo que pruebes todos los helados que puedas.
Buen provecho, la grassa hay que saborearla.
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