Si nos conoces, sabrás lo enamorados que estamos de Bolonia y las muchas veces que la hemos visitado. Cada vez que paseamos por la que consideramos una de las ciudades más bonitas de Italia descubrimos un nuevo rincón. Y, entre tantos rincones, no podían faltar iglesias. Bolonia fue una de las ciudades más importantes de los Estados Pontificios en su día, ¡iglesias no le iban a faltar! Iglesias llenas de historia, de curiosidades, de obras de arte y que son obras de arte en sí mismas.

Sabemos que tú no vas a pasar tanto tiempo en la capital de Emilia-Romaña como nosotros. Pero no te preocupes, hemos seleccionado para ti cuatro iglesias de Bolonia imprescindibles, solo cuatro. Nos ha costado, ¿eh? Valóranos el esfuerzo. Pero, si te gustan los edificios religiosos y quieres visitar más, también hablamos de todas nuestras favoritas. Te aseguramos que merece la pena acercarse a visitarlas.
No nos enrollamos más, aquí están nuestras cuatro iglesias de Bolonia imprescindibles… y alguna más.
Saltaconmiconsejo
Si lo que buscas son rutas por la ciudad y otros lugares que visitar, no tienes más que pedirlo: qué ver en Bolonia en 1 día, Bolonia en 2 días y Bolonia en 3 días. Por supuesto, ¡siempre hay iglesias! Incluso tenemos 60 cosas que ver y que hacer en Bolonia, si lo quieres todo.
La basílica de San Petronio, emblema de Bolonia
Los grandes símbolos de Bolonia, más allá de sus platos típicos, son las dos torres inclinadas y la basílica de San Petronio. Esa fachada inacabada en plena Piazza Maggiore, el corazón de la capital emiliana, es una imagen que todo italiano de bien asocia con Bologna.

Así que vamos a empezar por aquí, por la iglesia más importante –a pesar de no ser la catedral– y más grande de la ciudad.
¿Sabías que…?
La basílica de San Petronio es la quinta iglesia más grande de Italia, solo superada por la catedral de Milán, la catedral de Florencia, la basílica de Santa Justina de Padua y la basílica de San Pablo extramuros de Roma. No está la basílica de San Pedro porque no es Italia, es Ciudad del Vaticano. San Petronio está también entre las 15 iglesias más grandes del mundo. Y, si piensas que la mayor es San Pedro… ¡sorpresa! La Mezquita-Catedral de Córdoba es más grande.

Tanto nos gusta, que le hemos dedicado un artículo entero a la visita a la basílica de San Petronio de Bolonia. Allí te contamos por qué es tan grande, por qué no está acabada o por qué no es catedral. Y también alguna curiosidad histórica, como que Carlos I fue coronado aquí emperador del Sacro Imperio Romano Germánico o que tuvo en la fachada una estatua de Miguel Ángel. Y, por supuesto, con qué te encontrarás en su interior, desde una meridiana hasta la famosa capilla de los Reyes Magos con Mahoma en el infierno, el fresco “culpable” de que haya tanto policía vigilando la iglesia.

La basílica de Santo Stefano, la “iglesia de las siete iglesias”
Otra de nuestras iglesias de Bolonia favoritas, y de las favoritas de la mayoría de turistas –no somos muy originales–, es la basilica di Santo Stefano, basílica de San Esteban. Lo que hace única a Santo Stefano es que no es una sola iglesia, es un complejo de diferentes iglesias unidas entre sí. Iglesias de las que, por cierto, ninguna está dedicada a San Esteban.

La basilica de Santo Stefano fue creada como una pequeña Jerusalén en el siglo V, según la idea del que se convertiría en santo y patrono de Bolonia, el obispo Petronio –¿te suena?–. De ahí que haya un Santo Sepulcro, un patio que recrea aquel en el que Poncio Pilatos se lavó las manos o un manantial con agua del río Jordán. También le hemos dedicado un artículo a ella sola: La basílica de Santo Stefano de Bolonia, la iglesia de las 7 iglesias. Por cierto, las iglesias no son siete, siete está por muchas, lo contamos en el artículo junto con unas cuantas curiosidades más.

La basílica de San Domenico con el arca de Santo Domingo
Nos vamos a una iglesia de Bolonia un poco menos conocida, pero que no deja de ser visita imprescindible: la basilica de San Domenico, Santo Domingo. Además, tiene un vínculo con España y es que la iglesia la levantaron los frailes dominicos a principios del siglo XIII para acoger los restos del fundador de su orden, Santo Domingo de Guzmán, un santo castellano. La fachada, original de la época, y el campanario gótico no nos prepararon para ese interior barroco que encontramos la primera vez que la visitamos y que no nos acabó de encajar. Pero fue llegar a la capilla de Santo Domingo y olvidarnos de todo.

En la capilla se guarda una de las grandes joyas de Bolonia: el arca de Santo Domingo. Sus relieves con escenas de la vida de Santo Domingo y estatuas de ángeles y santos son obra de algunos de los mejores artistas medievales y renacentistas de “Italia” –entre comillas porque no había Italia en esa época–. Nicola Pisano –el del púlpito del baptisterio de Pisa–, Arnolfo di Cambio –el arquitecto de Santa María del Fiore y de la Santa Croce de Florencia– o el mismísimo Miguel Ángel trabajaron en ella. Como curiosidad, uno de ellos se conoce como “Niccolò dell’Arca” justamente por esta obra maestra.

El resto de la iglesia tampoco tiene desperdicio, con obras de arte de primer nivel, incluyendo el coro de madera renacentista que fue calificado en su época de “octava maravilla del mundo” y que elogió el mismísimo Carlos V. ¿Quieres más? También hay un museo. Aunque confesamos que no lo hemos visitado nunca: los museos de Bolonia no te los acabas.

¿Sabías que…?
Las dos grandes tumbas de la plaza de Santo Domingo son de la misma época que la iglesia, del siglo XIII, pero no son de ningún santo o religioso. Son de dos juristas, profesión importante en la época en la ciudad de la universidad más antigua de Europa. Uno de ellos, Rolandino de’ Passaggeri, desafió –en un “duelo” epistolar, eso sí–, al mismísimo emperador Federico II de Hohenstaufen, que amenazaba con destruir Bolonia.
La basílica de San Francesco, San Francisco también tiene su joya en Bolonia
La última de nuestras cuatro iglesias de Bolonia imprescindibles es de la misma época que la anterior, siglo XIII, y está dedicada al santo fundador de otra gran orden religiosa: San Francisco. Los franciscanos no tienen nada que envidiarle a los dominicos… y su iglesia, la Basilica di San Francesco, tampoco. Aquí, además, no hubo intervención barroca, aunque sí que hay una mezcla de arquitectura y decoración románicas, góticas y renacentistas.

¿Sabías que…?
La basílica de San Francisco de Bolonia fue la primera iglesia de “Italia” en la que se aplicó el estilo gótico francés.
Puede que no haya una gran obra maestra como en la de Santo Domingo, aunque el retablo de mármol gótico del altar mayor podría considerarse tal, pero en su totalidad es un espacio lleno de armonía y tranquilidad. Al estar un poco más alejado de la Piazza Maggiore –tampoco mucho, ¿eh?–, no suele haber apenas turistas disfrutando de esa fachada con sus campanarios medievales, de ese interior gótico francés, de los dos claustros de su convento…

Por cierto, en la iglesia hay unos cuantos sepulcros, incluido el de un Papa: Alejandro V. Aunque seguramente te llamen más la atención las tres grandes tumbas en el exterior de la iglesia, en la Piazza Malpighi. Como las de la Piazza San Domenico, no son de religiosos: son de tres glossatori, los comentadores de las obras de los juristas.

Otras iglesias de Bolonia que merecen una visita
Pasamos a la “segunda categoría”, las demás iglesias de Bolonia que merecen una visita.
- El santuario della Madonna di San Luca. El de San Luca es el santuario más importante de Bolonia y solo por su historia y por su icono bizantino de la Virgen merece la pena visitarlo. Pero aquí se viene a subir el camino porticado más largo del mundo, con sus 666 arcos, y a disfrutar de las vistas de Bolonia.

- El santuario di Santa Maria della Vita. Este santuario barroco en pleno casco histórico de Bolonia tiene su interés en sí, pero lo incluimos porque aquí se conserva una de las maravillas de Boloña. Hablamos del Compianto del Cristo morto de Niccolò dell’Arca –el del arca de Santo Domingo–. Si esta obra no te estremece, pocas cosas podrán hacerlo.

- La basilica di San Giacomo Maggiore. En la zona de la Universidad de Bolonia, en la bonita Piazza Rossini, hay otra gran basílica del siglo XIII, levantada por los frailes agustinos. Tiene joyas románicas, góticas y renacentistas. No te pierdas la capilla Bentivoglio y el oratorio de Santa Cecilia, otros dos de los rincones más sugestivos de Bolonia.

- La basilica di Santa Maria dei Servi. Otra gran basílica, en este caso gótica, que se levanta en la Strada Maggiore. Su gran cuadripórtico –que sale en una película de Pasolini, Edipo rey– y su campanario son inconfundibles. El interior, como no podía ser de otra forma, está lleno de obras de arte, aunque ninguna como la Maestà de Cimabue.
- La cattedrale Metropolitana di San Pietro. No es la iglesia más espectacular de Bolonia, pero habrá que pasar por la catedral, ¿no? Está en plena calle principal, la Via dell’Indipendenza, y los frescos de su interior del siglo XVII seguro que te llaman la atención. Fíjate en la Anunciación, es la última obra del gran pintor protobarroco Ludovico Carracci.

- El monastero di San Michele in Bosco. Este monasterio en las afueras de Bolonia tiene una iglesia, pero lo interesante son las vistas hacia Bolonia desde su plaza y el curioso efecto óptico que se tiene desde un pasillo del monasterio –ahora hospital–. Te hablamos de él en el artículo de rincones alternativos de Bolonia.

En Bolonia no falta nada ¡y menos iglesias!
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