Llegues haciendo el Camino o como turista, no puedes dejar de disfrutar de la experiencia de comer en Santiago de Compostela. Ya hayas perdido peso caminando hasta la capital gallega o simplemente camines haciendo turismo por su casco antiguo, los restaurantes de Santiago son una parada obligada. Y ya verás que no te van a defraudar.
Sabemos que hay restaurantes de muchos tipos de comida del mundo. También que los hay de fusión y de innovación. Pero nosotros nos decidimos por los restaurantes tradicionales. Los que llevan años y años sirviendo platos clásicos y que saben prepararlos casi con los ojos cerrados. De hecho, pedimos consejo a los santiagueses y gallegos en general para acertar seguro. Y vaya que acertamos, degustar ese pulpo a feira, esa ternera gallega, esa tarta de Santiago o esas filloas son experiencias que no se olvidan. Lo sé, falta marisco, pero es que no soy muy aficionado…
Vaya por delante que comer en Santiago de Compostela no es particularmente barato. El turismo ha acabado con los precios populares que, teóricamente, suelen ser habituales en las ciudades universitarias. Eso sí, la calidad –al menos en los lugares que te recomendamos– compensa la cuenta.
Saltaconmiconsejo
Está claro que vas a tener que comer, pero no será lo único… Echa un vistazo a nuestro artículo Qué ver en Santiago de Compostela para coger ideas. Y, como vas a ir seguro, lee todo lo que necesitas saber para preparar tu visita a la Catedral de Santiago.
Fogar do Santiso Compostela, comer pulpo y ternera a la brasa de los buenos
El primer Fogar do Santiso –hay seis por toda Galicia– abrió sus puertas en mayo de 1996 con la idea de utilizar producto local y de mantener las tradiciones campesinas. Desde entonces, además, el proyecto ha evolucionado hacia la sostenibilidad y el autoabastecimiento. Sí, la mayoría de lo que comimos en el Fogar do Santiso Compostela se cultiva en sus huertas, se pesca en las rías artesanalmente o pasta en libertad en los montes de Ourense.
Con esa carta de presentación del producto, ¿qué podía salir mal? Pues, evidentemente, nada. Fue nuestro primer acercamiento a los restaurantes de Santiago y no pudimos quedar más satisfechos. El pulpo a feira fue el entrante perfecto para un chuletón de lomo medio de Cachena –raza autóctona gallega– y la tarta de queso a la brasa sirvió de cierre. Sí, a la brasa, porque la brasa es la seña de identidad del restaurante. Lo notarás nada más entrar por el olor de la madera ardiendo. Sin duda, un lugar perfecto si buscas dónde comer en Santiago, aunque también tenemos que decir que fue el más caro.
Dirección: Rúa do Franco, 36
Precio: Los dos, con agua, poco menos de 70 €
Web
Don Gaiferos, un buen restaurante tradicional en la zona vieja de Santiago de Compostela
Don Gaiferos podría estar el primero en la lista, porque está a la altura del Fogar do Santiso Compostela. No en vano lleva sirviendo comidas en pleno casco histórico desde 1975. Vamos, que si un restaurante aguanta más de 40 años abierto, tiene que ser bueno. Una decoración clásica, que casi nos hizo sentirnos culpables por llevar nuestras cazadoras de montaña, pero un ambiente familiar y con unos camareros muy atentos y simpáticos.
Un punto más a su favor: las raciones son de lo más generoso. Incluso nos trajeron la cazuela de callos con garbanzos para llenar y rellenar el plato. Además de los callos, probamos un caldo gallego de primero y de segundo, para compartir, un entrecot de vaca gallega. Porque aquí también están concienciados con el km 0 y el producto de cercanía. A la hora de elegir el postre, nuestro camarero apareció con el carrito de los postres y se nos hizo la boca agua. Queríamos todos… pero nos conformamos con uno. Un auténtico lujo gastronómico.
Dirección: Rúa Nova, 23
Precio: Los dos, con agua, menos de 60 €
Web
Enxebre, el restaurante del Parador para comer de menú del día o raciones al lado de la catedral
El Parador de Santiago de Compostela cuenta con dos restaurantes en sus instalaciones. Uno es más “gastronómico” –que es como llaman ahora a los restaurantes más “elegantes”, como si la gastronomía no estuviera también en una tasca– y otro más “cercano”, con raciones y platos tradicionales. Elegimos este último para comer, el Enxebre, más platos clásicos de la cocina gallega.
¿Sabías que…?
El antiguo Hospital de los Reyes Católicos era casi una ciudad en sí mismo frente al poder eclesiástico. En esa “ciudad” además de hospital –uno de verdad con enfermos, que el término hospital en la época era más por hospedar que por curar–, también había una morgue. Y es en el espacio que ocupaba esa morgue donde hoy está el restaurante gastronómico del Parador.
La antigua morgue del hostal de los Reyes Católicos, hoy sala del restaurante gastronómico
Y, si hablamos de platos tradicionales, no podíamos dejar de probar la cazuela de raxo, el entrecot de ternera y la tortilla enxebre de patata y chorizo. Todavía salivamos cuando lo recordamos. Para terminar, otro clásico: filloas de aldea. Raciones generosas, sabores deliciosos y el servicio del parador. También tienen un menú peregrino diario con un primero, un segundo y postre –eso sí, solo con una opción por plato– por 20 €, 18 € si muestras la compostela que te acredita como peregrino.
Dirección: Praza do Obradoiro, 1
Precio: Todo, con agua, poco más de 50 €
Web
Taberna O Gato Negro, donde comer barato en Santiago
La Taberna O Gato Negro es toda una institución en lo que a comer de raciones en Santiago de Compostela se refiere. Es el lugar que todo el mundo recomienda cuando se trata de comer picando. También hay que decir que ese status de institución ha calado en el propio local que parecía conservarse con el mismo aspecto –mesas y sillas incluidas– que hace unas décadas… De hecho, hemos visto que cerraron hace unos meses para pintar, ¡buena idea!
Más allá de eso, las raciones son generosas –puedes pedir medias de muchas de ellas– y el precio es el más ajustado. Ojo, que nadie vende duros a cuatro pesetas –¡qué viejo me siento al usar esta expresión!– y el resultado es algo más bajo que en el resto de restaurantes de Santiago que mencionamos. Otro punto a su favor es que la carta está llena de clásicos gallegos. Nosotros elegimos el pulpo a feira, el caldo gallego, las zamburiñas guisadas, el queso gallego y el lacón. Y, para acabar, no podía faltar la tarta de Santiago. Lo dicho, el más económico y bastante correcto.
Dirección: Rúa Raina, s/nc
Precio: Todo, con agua, alrededor de 45 €
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Pan y dulces Lestedo desde 1957, no podía faltar una empanada en Santiago
No podíamos hablar de dónde comer en Santiago de Compostela sin mencionar las empanadas gallegas. Una puntualización, verás las empanadas como entrante en algunos restaurantes, pero nosotros preferimos comprarlas en las panaderías y hornos que abundan por la ciudad. Ya puestos, prueba el pan gallego en su lugar de origen –nosotros hasta lo comemos en Madrid, del Museo del Pan Gallego–.
Que nos vamos por las ramas hablando de hornos gallegos y lo que queremos hacer es recomendarte la empanada de Lestedo, Praza de Mazarelos, 8. Lo más clásico de Lestedo son sus tartas y dulces –que damos fe de que también están buenísimos, está al lado del Hotel Alda Avenida donde dormimos y de allí salió nuestro desayuno cada día–. Pero la empanada fue lo primero que probamos. De hecho, la probamos en otro viaje –haciendo tiempo en la ciudad para recoger el coche hacia Ferrolterra– y no dejamos de volver cada vez que pisamos Santiago de Compostela. Eso sí, el horario es reducido, solo de 9 h a 15 h.
La fama que tiene la cocina gallega se comprueba en los restaurantes de Santiago de Compostela. ¡Que aproveche!
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