Cuando una ciudad se construye sobre colinas, está claro que hay que mirarla desde arriba. Cuando hay un barrio alto y uno bajo, es evidente que hay que subir. Y cuando estás en el alto es imposible no admirar las vistas. Así es la capital de Portugal, con sus colinas, sus barrios alto y bajo, sus funiculares y sus elevadores. Ya dijimos que disfrutar de los miradores en Lisboa era un imprescindible. Algunos tendrás que ir a buscarlos, otros simplemente aparecerán según vayas tachando los lugares que ver en Lisboa.
Para que no te pierdas ninguno, hemos preparado un listado con los que, en nuestra opinión, son los mejores miradores de Lisboa. Desde los que están en plazas y parques hasta los que están en lo alto de monumentos o de puentes. Desde los que ofrecen sus vistas gratis hasta los que cobran entrada para disfrutar del paisaje. Abstenerse los que sufran de vértigo.
Si lo tuyo son las ciudades desde arriba y los miradores, echa un vistazo a nuestros artículos sobre miradores en Londres, París, Florencia, Madrid…
Organizando la visita a los miradores en Lisboa
En nuestro artículo sobre qué ver en Lisboa en tres días ya preparamos un recorrido por la ciudad con los miradores integrados en la ruta para aprovechar al máximo el tiempo en la capital lusa. En esta ocasión, hablaremos de los miradores sin un orden específico, aunque incluiremos un mapa al final para que puedas organizar la visita.
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Recuerda que la tarjeta Lisboa Card, además del acceso al transporte público en la ciudad –con los ascensores, los elevadores y los funiculares–, también incluye la entrada a algunos miradores de pago. Echa cuentas y hazte con una aquí.
Las murallas del Castillo de San Jorge, el primer mirador de Lisboa
Antes de que los miradores tuvieran una función turística, los soldados se asomaban al camino de ronda sobre las murallas del Castillo de San Jorge para vigilar sus dominios. También es cierto que, por aquel entonces, la ciudad no era ni tan grande ni tan bonita, así que no había peligro de que se ensimismaran con el panorama y dejaran de vigilar.
Lo bueno del castillo es que ofrece vistas hacia todas las partes de la ciudad, solo hay que caminar por lo alto de la muralla. Desde nuestro punto de vista, la mejor es sobre la Praça do Comércio, casi un juguete desde la distancia y la altura.
La manera más sencilla de llegar desde la Praça do Comércio es subiendo en los elevadores Baixa, primero, y Castello, después. La entrada al castillo no está incluida en la Lisboa Card. No te quedes solo con la idea de que es un mirador y mira todo lo que te espera en tu visita al castillo de San Jorge en Lisboa.
El mirador de Santa Luzia y el de Portas do Sol, la mejor vista gratis de Lisboa
El mirador de Santa Luzia es uno de los más característicos de la ciudad. Un parque con pérgola blanca y azulejos clásicos situado justo en el borde de la colina. Así de bucólico es el mirador. Busca tu espacio en la barandilla y asómate para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad: las casas apiñándose por las laderas, los tejados de color rojo intenso, la iglesia de San Esteban y la cúpula del Panteón Nacional al fondo.
Si todavía no estás convencido, a tu espalda, por el Largo de Santa Luzia, no dejan de pasar tranvías con sus característicos colores blanco y amarillo para que los puedas incluir en una foto.
El mirador de las Portas do Sol está justo al lado del de Santa Luzia y la vista es muy parecida. Eso sí, cuenta con un bar/restaurante por si te apetece tomar algo mientras disfrutas del panorama.
El mirador da Graça: el puente 25 de abril y el castillo de San Jorge
La desembocadura del Tajo se abre desde el mirador de la Gracia –miradouro da Graça en portugués–. Dos de los elementos más característicos de Lisboa aparecen en la postal: el castillo de San Jorge en lo alto de la colina y el puente 25 de abril –sí, el que parece el Golden Gate–. Una curiosidad, el nombre oficial del mirador es Miradouro Sophia de Mello Breyner Andresen, una de las poetisas portuguesas más importantes del siglo XX.
El mirador se encuentra en un parquecillo con una cubierta de plantas que dan sombra, junto con la iglesia y los pinos, a los bancos y a las mesas de la terraza del bar. Por aquí también pasa el tranvía más famoso de Lisboa, el 28.
El mirador de San Pedro de Alcántara, el parque en el barrio alto de Lisboa
Sabemos que el mirador está porque llegamos hasta allí. Sabemos que la vista debe ser buena porque algo llegamos a intuir. Pero no sabemos más porque el parque estaba en obras cuando nosotros visitamos la ciudad y el mirador de San Pedro de Alcántara estaba cerrado…
La diferencia frente a los anteriores es que se encuentra al oeste de la ciudad. En la imagen aparecen la plaza Restauradores y la Avenida da Liberdade, que hasta ahora habían permanecido ocultas por las colinas.
El mirador de Santa Catarina: el mirador que encontramos tapiado
Siguiendo con nuestra “mala racha” de miradores en Lisboa, el de Santa Catarina también lo encontramos en obras… En este caso, la imagen se abre hacia la desembocadura del Tajo, el mirador está también al oeste de la ciudad como el de San Pedro de Alcántara. Pero la vista continúa hacia el oeste, de manera que no se ve el centro de la ciudad.
El mirador del elevador de Santa Justa, el mejor mirador en Lisboa, también al atardecer
Si las murallas del castillo de San Jorge ofrecían una vista de los dominios medievales de la fortaleza, el mirador del elevador de Santa Justa nos regala la imagen de la ciudad. Bueno, no nos la regala porque, como el castillo, es de pago –la entrada está incluida en la Lisboa Card–.
No hablamos de un mirador sobre el terreno que aprovecha el cambio de altura en la colina. El de Santa Justa se construyó ex profeso con el único objetivo de ser atracción turística. Encima del elevador que une el barrio bajo con el alto se habilitó una plataforma/terraza desde la que contemplar la ciudad en 360º. Castillo, catedral, convento do Carmo, río Tajo… todo es visible desde aquí.
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Aunque pienses que para llegar al mirador tienes que subir en el elevador, no es así. Como decía, el elevador une los dos barrios, pero se puede llegar al alto por otros elevadores, funiculares y calles. Tenlo en cuenta porque subir en el elevador de Santa Justa puede ser un dolor de muelas. La cantidad de turistas que quieren montar en él –es el más famoso de Lisboa– te hará perder un montón de tiempo en la cola. Si encuentras gente esperando… busca otra forma de llegar al barrio alto y entra desde arriba al mirador.
Antes de subir al mirador propiamente dicho, echa un vistazo desde la pasarela de acceso al elevador desde el barrio alto, que sí es gratis. La vista no es 360º pero tampoco hay que perdérsela.
Poco antes del atardecer, las paredes de los edificios del barrio de Alfama se tiñen de dorado y la vista es, si cabe, más bonita. Tampoco está mal la que se disfruta de noche con la plaça do Rossio iluminada.
El arco de la rua Augusta, un mirador en el centro de Lisboa
En plena Baixa –el barrio bajo– de Lisboa nos encontramos con un mirador muy especial. Uno de los más “nuevos”, porque se ha abierto al público hace relativamente poco. Hablamos del arco de la rua Augusta, el arco que se enfrenta al Tajo en la Plaça do Comércio desde mediados del siglo XVIII, después del terremoto de 1755.
Sí, es posible subir y acercarse a la Gloria que corona al Genio supremo y al Valor junto a los leones… y disfrutar de una vista impresionante de la plaza.
En este caso hablamos de un mirador con horario y, por experiencia, te recomendamos que lo controles y que no apures mucho. Se ha convertido en una de las atracciones más populares de la ciudad y, cuando se llena, se cierra el acceso –si lo sabremos bien que tuvimos que ir dos veces–. La entrada está incluida en la Lisboa Card y en nuestras 60 cosas que ver y que hacer en Lisboa.
El Jardín del príncipe real: las mejores vistas del puente 25 de abril
No es propiamente un mirador, pero un “pajarito” –en realidad un amigo portugués– nos habló del jardín del príncipe real. Está completamente rodeado de edificios pero, además de ser un rincón muy tranquilo y agradable del Barrio Alto, si te asomas por la rua do Jasmim verás aparecer el puente 25 de abril enmarcado entre las fachadas.
El parque-barco frente a la Capela de Santo Amaro
Otro mirador “secreto”. En este caso fue el camarero de uno de los restaurantes de Lisboa el que nos habló del parque-barco junto a la Capela de Santo Amaro. Desde la “proa” del parque, la vista se abre también hacia el puente 25 de abril. Pero desde el otro lado del puente, al oeste. Por cierto, este mirador nos lo descubrió el camarero de Solar dos Nunes, uno de los restaurantes de Lisboa donde comimos.
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No dejes de entrar en la capilla de San Amaro, los azulejos de su pórtico abierto también se merecen un poco de atención.
El mirador del puente 25 de abril, la Pilar 7 Experience, en ascensor al símbolo de la ciudad
Ahora sí que nos vamos al mirador más nuevo de Lisboa. El puente 25 de abril, además de ser casi un símbolo de la ciudad, también cuenta con una zona de museo/centro de interpretación de la propia obra y de un mirador en lo más alto del pilar número siete, de ahí su nombre: Pilar 7 Experience. Tenemos que confesar que las vistas de la ciudad no pueden competir con las de los otros miradores: se encuentra al otro lado del puente, con lo que el panorama es de la zona nueva de Lisboa.
Eso sí, la parte museo sobre la construcción del puente, la visita virtual a los cables superiores y el ascensor panorámico hacen que merezca la pena desviarse un poco para visitarlo camino del barrio de Belém. Está incluido en la Lisboa Card.
La azotea del Panteón y la de la iglesia de San Vicente de Fora, miradores sobre edificios
Además de las colinas, también hay azoteas desde las que disfrutar del paisaje de Lisboa.
La primera de la que hablamos es de la del Panteón Nacional. Después de haber visto su cúpula desde alguno de los miradores anteriores –comenzando por el de Santa Luzia–, llegó el momento de ver el barrio de Alfama desde su terraza. Sí, la terraza, porque no se sube a lo alto de la cúpula, pero no te preocupes, que la vista es igual de buena. La entrada al Panteón Nacional está incluida en la Lisboa Card.
La segunda es la terraza de la iglesia de San Vicente de Fora. No te vamos a decir que subas lo primero porque la iglesia, bueno, el complejo, tiene tanto que visitar que casi diríamos que las vistas son lo de menos. Pero, una vez que hayas recorrido la iglesia, los claustros, la cripta… sube las escaleras y disfruta de una de las vistas de Lisboa más tranquilas. No son muchos los turistas que suben hasta allí, así que no tendrás que esperar para hacerte con un hueco y admirar el paisaje. Como la del castillo, la entrada no está incluida en la tarjeta.
Mapa de los miradores de Lisboa
Lo prometido es deuda. Aquí está el mapa con los miradores de Lisboa para que elijas el orden en el que visitarlos y para que, gracias a Google Maps y a su vista 3D, puedas hacerte una idea del paisaje.
La envidia a los pájaros por disfrutar de las vistas es menor en Lisboa gracias a sus miradores… echa a volar.
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