Si te preguntas qué ver en Dublín en tres días, o en cuatro, hemos preparado una pequeña-gran guía con nuestras sugerencia de itinerario de fin de semana (o fin de semana largo) y alguna información más.
Siempre decimos que nos encanta viajar a Irlanda por sus paisajes y su naturaleza. Pero Irlanda también son sus ciudades, y por encima de todas su capital: Dublín. Mucha gente joven, sonriente, orgullosa de su país pero abierta al mundo, el ambiente de los pubs, la música irlandesa y de todo tipo que invade la calle, historia, cultura… todo esto hace que, aunque no haya ovejas pastando, Dublín merezca una visita. Además, no habrá ovejas, pero en uno de sus parques ¡hay hasta ciervos! Esto sigue siendo Irlanda.
Saltaconmiconsejo
No dejes de leer nuestros consejos para viajar a Irlanda antes de lanzarte a la isla esmeralda. Y, si tienes más tiempo para pasar en la ciudad, vete tachando de nuestra lista de 60 cosas que hacer y que ver en Dublín.
Nuestro fin de semana: qué ver en Dublín en 3 días
Primer aviso: nuestra ruta de fin de semana en Dublín es bastante intensa, como suele ser habitual para nosotros. Si quieres tener tiempo para descansar un poco, es probable que tengas que prescindir de algo.
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Según la cantidad de sitios a los que quieras entrar, puede que te salga rentable hacerte con The Dublin Pass, que da acceso gratuito a atracciones como la Guinness Storehouse, la catedral de San Patricio, la catedral de Christ Church, el castillo de Dublín, etc. Aquí puedes hacerte con una de ellas.
Dublín en 3 días: el primer día
El Trinity College: lo primero que tienes que ver en Dublín
Si sólo tuvieras que entrar en un sitio en Dublín tendría que ser el Trinity College. La universidad más prestigiosa del país, con sus 16 ha de jardines, patios adoquinados y edificios neoclásicos, es una visita más que obligada. Sus tesoros más preciados están en el interior de uno de estos edificios. En particular, en el que hospeda la Old Library, la antigua biblioteca de la universidad, con más de 200.000 volúmenes de valor incalculable. Sólo para admirar unas páginas del Libro de Kells con sus miniaturas y encontrarse con los 65 m de la Long Room merece la pena viajar a Dublín. Te contamos cómo fue nuestra visita y qué encontrarás en La visita al Trinity College de Dublín y su alucinante biblioteca.
El museo arqueológico y/o la National Gallery
Entre todos los museos que visitamos en Dublín nuestro favorito fue el museo arqueológico: el National Museum of Ireland – Archaeology. Aquí, en el “Tesoro”, se conservan las joyas arqueológicas más famosas de Irlanda, como el broche de Tara y el cáliz de Ardagh. Uno de nuestros museos de Dublín imprescindibles.
Si eres un apasionado de la pintura, puedes pasarte también por la National Gallery, donde hay desde pintura irlandesa a un Caravaggio e interesantes exposiciones temporales.
Si tu primer día es un jueves como en nuestro caso, el museo abre hasta las 20 h, si no, tendrás que escoger entre éste y al arqueológico. Nosotros escogeríamos el arqueológico.
La estatua de Oscar Wilde en Merrion Square
Muy cerca de los dos museos está la Merrion Square, una de las bonitas plazas georgianas de la ciudad. En una esquina del gran jardín que ocupa su parte central, hay una escultura dedicada a uno de los escritores irlandeses más famosos de todos los tiempos: Oscar Wilde. Está representado tumbado y con mirada pícara, como no podía ser de otra forma.
¿Sabías que…?
Según el lado desde el que mires la estatua, Oscar Wilde estará serio o te sonreirá.
Grafton Street y sus buskers
Grafton Street es una de las calles más conocidas y comerciales del centro de Dublín. Puedes pararte un rato a escuchar los músicos callejeros que suelen “ocuparla”: los llamados buskers.
La estatua de Molly Malone
Volviendo por Grafton Street, llegamos a la que tal vez sea la estatua más famosa de Dublín: la de Molly Malone.
No está claro si esta pescadera dublinesa del siglo XVII existió de verdad, pero la canción que se compuso en su honor en el siglo XIX se ha convertido en el himno no oficial de Dublín y de toda Irlanda. Si no lo has hecho todavía, tienes que escuchar la canción Molly Malone. Sí, esa que empieza por «In Dublin’s fair city» y en la que Molly, mientras tira de su carro, grita «Cockles and mussels, alive, alive, oh!» –¡Berberechos y mejillones vivos!–.
¿Sabías que…?
Los dublineses llaman “cariñosamente” a esta estatua The tart with the cart, La golfa con el carro. Y es que supuestamente Molly Malone era pescadera de día y prostituta de noche, de ahí su generoso escote…
La calle O’Connell y The Spire
Cruzando el río Liffey por puente O’Connell y tras “saludar” a la estatua dedicada al libertador irlandés, llegamos a la calle que toma su nombre, otra de las más comerciales de la ciudad.
Ahí lo que más destaca es el Monument of Light –monumento de la luz–, mucho más conocido como The Spire –la aguja–. Se trata de una altísima escultura de acero inoxidable en forma de cono, con más de tres metros de base y unos 15 centímetros en la punta. Con sus 119 metros de altura, The Spire se considera la escultura más alta del mundo.
Se levantó entre 2002 y 2003 en el lugar que ocupaba una columna dedicada al almirante británico Nelson destruida por una bomba del IRA en 1966. Curiosamente, el estudio que diseñó The Spire es británico.
El puente más famoso de Dublín: el Ha’penny Bridge
El Ha’penny Bridge, un elegante puente peatonal de hierro fundido de principios del siglo XIX, es uno de los iconos de Dublín. Se conoce como “puente de medio penique” porque ése era el peaje que se cobraba para cruzarlo cuando se construyó. El peaje fue subiendo hasta un penique, que se cobró hasta 1919.
¿Sabías que…?
El puente de Ha’penny apenas sufrió transformaciones hasta 2001, cuando fue sometido a una criticada reforma realizada por la compañía de Belfast Harland and Wolff. Sí, ¡la del Titanic!
El Temple Bar… si te quedan energías
Cruzando el Ha’penny Bridge se llega al Temple Bar, la zona de pubs más famosa de Dublín, y puede que de todo el mundo. Los pubs aquí son bastante turísticos, pero no por ello deja de ser una etapa obligada. ¡Qué cantidad de gente! Si quieres conocer los mejores pubs de Temple Bar y empaparte de sus historias y leyendas, puedes hacer un tour nocturno por esta zona, aquí tienes más detalles sobre precios y características.
Dublín en 3 días: el segundo día
La catedral de San Patricio y la Marsh’s Library
La catedral de San Patricio, la iglesia más grande de Irlanda, es otro de esos lugares que tienes que ver en Dublín por obligación. La tumba de Jonathan Swift –deán de la catedral en el siglo XVIII– en el interior o el pozo de San Patricio –donde habría bautizado a los jefes celtas– en el jardín son dos de las muchas razones para visitarla. En su web oficial tienes precios y horarios de visita. Si quieres saber más sobre ella, echa un vistazo a Catedrales de Dublín: San Patricio y Christ Church.
Al lado de San Patricio está uno de los rincones más bonitos y menos conocidos de Dublín: la Marsh’s Library. Una biblioteca con tres siglos de historia y que se ha mantenido casi intacta, con sus 25.000 volúmenes y sus estantes de roble. Lo teníamos apuntado antes del viaje pero nos despistamos, ¡que no te pase lo mismo!
La catedral de Christ Church y su cripta
Tras San Patricio, la otra catedral de Dublín: Christ Church. Además de pasear por sus majestuosas naves, merece la pena bajar a su enorme cripta, parte de la iglesia vikinga original. Una curiosidad: en la cripta te encontrarás con un gato y una rata momificados, llamados “Tom y Jerry”. Se quedaron atrapados en un tubo del órgano en el siglo XIX y se conservaron así de bien. En su web oficial tienes precios y horarios de visita. Como con San Patricio, tienes más detalles en Catedrales de Dublín: San Patricio y Christ Church.
¿Sabías que…?
En Dublín hay dos catedrales: la de San Patricio y la Christ Church, ambas pertenecientes a la Iglesia de Irlanda, de confesión anglicana. La primera se considera la “catedral nacional” de Irlanda, pero no tiene obispo. La sede histórica del arzobispado de Dublín es la Christ Church.
Los católicos, mayoría en Irlanda, no tienen catedral en Dublín, al tener la Christ Church ese título en la ciudad desde la Edad Media, antes de la separación de las dos confesiones. La iglesia católica principal y sede de la arquidiócesis de Dublín es la “pro-catedral” de Santa María, St Mary’s Pro-Cathedral.
La St. Audoen Church of Ireland y la muralla de Dublín
La única iglesia medieval activa de Dublín es St. Audoen Church of Ireland, otra iglesia anglicana –no confundir con la iglesia católica de St. Audoen del siglo XIX que está justo al lado–. La visita es interesante, pero es la más prescindible de las tres iglesias, y la única que no tiene entrada incluida en The Dublin Pass.
Detrás de St. Audoen se puede ver un trozo de la muralla medieval de Dublín con una de sus puertas.
El Temple Bar Food Market o el St George’s Arcade Market
Tras tantas iglesias, toca un descanso culinario. Si es sábado, puede ser en el cercano Temple Bar Food Market –de 10 h a 17 h–. Se trata de un pequeño mercado de productores locales y de comida callejera. Si buscas otro mercado entre semana, está el George’s St. Arcade Market. Aunque en realidad se trata más bien de un centro comercial con todo tipo de tiendas, y también un “food court”.
El castillo de Dublín y/o la Chester Beatty Library
El castillo de Dublín no es visita obligada en la capital irlandesa, pero también nos pareció interesante. Los restos de la antigua fortaleza vikinga medieval, la gran capilla y los fastuosos State Apartments bien merecen que les dediques un poco de tiempo. Aquí tienes su web oficial con información sobre la visita.
Dentro del recinto del castillo, pero con entrada independiente, está uno de los lugares más curiosos e interesantes que puedas visitar en Dublín, que además es gratuito. Se trata de la Chester Beatty Library, una biblioteca de fama mundial que alberga la colección de libros que el ingeniero de minas sir Alfred Chester Beatty reunió durante más de seis décadas y donó al estado irlandés a su muerte. Más de 20.000 manuscritos, libros, pinturas en miniatura y otros objetos ligados principalmente a las diferentes religiones del mundo. Alucinarás con los manuscritos ilustrados, una armadura de samurai japonés, coranes del siglo IX, papiros egipcios, ilustraciones tibetanas… Hay visitas guiadas, también gratuitas.
La Jameson Distillery: ¿sí o no?
Tras cruzar el río Liffey y pasar delante del imponente palacio de justicia georgiano Four Courts, llegamos al barrio de Smithfield. Ahí, además de la Smithfield Plaza, con su arquitectura contemporánea y sus bares, la “gran atracción” es la Jameson Distillery, la visita a la destilería de whiskey Jameson.
Es verdad que la visita está incluida en The Dublin Pass así que, si la tienes, no te cuesta nada entrar –si no, son 20 €–. Pero, aún así, creemos que no merece la pena hacer la visita. Vale que nosotros no bebemos, pero es que la explicación es muy corta, no se ve nada del proceso de producción y en la cata tampoco se aprende casi nada. Fue la única decepción de nuestro paso por Dublín
El Phoenix Park: el parque urbano más grande de Europa
El parque urbano más grande de Europa tenía que estar en la isla esmeralda: el verde no es sólo prerrogativa del campo irlandés sino también de su ciudad más grande. En el Phoenix Park hay hasta ciervos. Para verlos tienes que ir a la zona de la Papal Cross. Si no tienes tiempo, esta visita es prescindible.
Música irlandesa de pub en pub de Dublín
Llega el momento de descansar… o de ir a un pub a escuchar música irlandesa en vivo. A lo mejor uno fuera del Temple Bar, por ejemplo en The Cobblestone, cerca de Jameson’s. Otros pubs que tienen música irlandesa en vivo todas las noches son Piper’s Corner, Hughes, O’Donoghue’s y The Celt. The Palace Bar sólo los jueves y Bowes los sábados. En el mapa de Dublín que hemos puesto abajo están todos.
Dublín en 3 días: el tercer día
El parque St. Stephen’s Green
St. Stephen’s Green, al final de Grafton Street, es uno de los parques más bonitos de Dublín con su lago y su aspecto bucólico. Aunque en el pasado fuera uno de los escenarios más conocidos del alzamiento de Pascua –hay carteles que lo recuerdan por todo el parque–.
¿Sabías que…?
El parque era privado hasta que, en el siglo XIX, se abrió al público gracias a la familia Guinness que lo reformó.
Una prisión que es parte de la historia de Irlanda: Kilmainham Gaol
La cárcel de Kilmainham, además de ser un edificio victoriano precioso, ha sido testigo de algunos de los episodios más significativos de la historia de la Irlanda moderna. Aquí es donde los británicos encarcelaron y ejecutaron a muchos de los presos políticos responsables de las rebeliones que llevarían a la independencia del país.
Te contamos todos los detalles de la visita, sólo se puede hacer con tour guiado y es aconsejable reservar con antelación, en nuestro artículo Kilmainham Gaol, la cárcel más famosa de Dublín.
La visita a la Guinness Storehouse
Si la visita a Jameson’s nos desilusionó, la que hicimos a la Guinness Storehouse nos encantó, y eso que tampoco nos gusta la cerveza.
En sus siete plantas, sí que descubrimos más sobre el proceso de fabricación, sobre sus ingredientes, sobre la historia de la compañía y su publicidad… hasta aprendimos a tirar cerveza y nos maravillamos con las vistas desde el Gravity Bar, aunque el día lluvioso no ayudaba. Así fue nuestra visita a la fábrica de Guinness en Dublín.
Si tienes un día más: lugares que ver en Dublín en 4 días
Si tienes un día más, te recomendamos dos visitas un poco menos trilladas: la excursión al cercano pueblo de Howth y la zona de los Docklands con el Museo EPIC. Como llevan algo más de tiempo, te aconsejamos hacer estas visitas el segundo o tercer día del viaje, que son enteros, y seguir dejando el parque se St. Stephen, la cárcel de Kilmainham y la Guinness Storehouse para el último día.
La excursión a Howth
A unos 18 kilómetros de la capital y menos de una hora en autobús o tren de cercanías –el DART–, está el pueblo pesquero de Howth. Acantilados de vértigo, un castillo, el típico verde de la isla esmeralda… todo lo que buscas de Irlanda está en Howth. Si quieres saber más de cómo fue nuestra escapada, te lo contamos en qué ver en Howth: la Irlanda más esmeralda a dos pasos de Dublín. Puedes ir en transporte público o contratar un tour con Malahide, aquí puedes ver precios y horarios.
Ah, y se come muy bien y más barato que en Dublín: te aconsejamos parar en el restaurante Abbey Tavern y pedirte marisco –Howth es famoso por sus ostras– y una fish pie.
Si buscas otras excursiones, echa un vistazo a nuestro artículo Las mejores excursiones desde Dublín: de los alrededores a los acantilados de Moher, aunque algunas requieren más tiempo del que tendrás en cuatro días en la capital de Irlanda.
El Museo EPIC y los Docklands
El EPIC es uno de los museos más nuevos e interactivos de Dublín. Su temática es la emigración irlandesa y, de una forma muy visual, se conoce el legado que ha dejado el país en todo el mundo. Al fin y al cabo, hay más gente con sangre irlandesa fuera de Irlanda que en el país. Una visita muy interesante, también incluida en The Dublin Pass, aquí tienes su web.
El barrio en el que se encuentra el museo, el de los Docklands, también merece mucho la pena. Desde de la Custom House, hasta el Jeanie Johnston Tallship, pasando por el Famine Memorial –el memorial dedicado a las víctimas de la Gran Hambruna– o el mural con 60 personas a escala real.
También merece la pena cruzar el Samuel Beckett Bridge para llegar a la Grand Canal Square. Allí se alzan los edificios contemporáneos del Bord Gáis Energy Theatre y del The Marker Hotel Dublin.
Siguiendo el canal, en los días soleados, te encontrarás un ambiente muy animado en las terrazas de pubs como el The Barge con un montón de gente asomada al canal.
Todo lo que tienes que ver en Dublín en un mapa
Aquí tienes todos los lugares de interés que ver en Dublín de los que hemos hablado en un mapa y separados por día, para ayudarte a planificar tu viaje.
Hoteles en Dublín: dónde dormir
El alojamiento en Dublín no es barato. Si buscas un hotel céntrico a partir de tres estrellas en temporada alta y no reservas con tiempo puedes irte fácilmente a los 200 € la habitación doble por noche. Así que, antes de comprar los vuelos para tu viaje –que sí es fácil conseguir baratos– te aconsejamos echar un vistazo a los precios de los alojamientos en esos días –aquí puedes hacerlo–. Si es temporada alta, sobre todo en fin de semana, míralo con bastante antelación.
Nosotros nos alojamos en el Central Hotel. El personal es amable y la posición es inmejorable. El precio tampoco es barato –aquí puedes consultarlo–, pero parecido, incluso algo más bajo, a otros de la zona. El hotel, de tres estrellas, tuvo que ser de nivel más alto hace tiempo y necesitaría una buena reforma, pero las habitaciones aún son bastante cómodas y limpias. Eso sí, es un poco ruidoso, ya que el centro está lleno de bares. Nosotros tuvimos que pedir que nos cambiaran de habitación a una que no diera a la calle más ruidosa.
Restaurantes en Dublín: dónde comer
Otra cosa que no es barata en Dublín es comer. En los buenos restaurantes, sin irse a la alta cocina, los platos principales cuestan unos 25-30 euros, lo cual da una idea de la cuenta final.
Nos habían aconsejado dos buenos restaurantes de comida irlandesa: The Pig’s Ear y The Winding Stair. Encontramos sitio en este último y nos gustó mucho. El chuletón de black angus, el cordero de las montañas de Blackstairs a baja temperatura, los quesos irlandeses, el bread & butter pudding con salsa de whiskey… ¡todo riquísimo! Eso sí, aquí también había mucho ruido. Nosotros no bebemos vino y entre los dos, con un plato y un postre, gastamos 75 €. Por cierto, no se te olvide reservar: todo se llena en Dublín por las noches.
Otra opción algo más económica es comer en los pubs y, si no, siempre está la comida rápida. Algunos de los “clásicos” de la ciudad en este sentido son el fish & chips de Leo Burdock y las chicken wings –alitas de pollo– del Elephant & Castle.
Vuelos baratos a Dublín desde Madrid y otros lugares de España
Hay muchos vuelos de España a Dublín, y muchos de ellos de bajo coste, al fin y al cabo Ryanair es irlandesa. Nosotros fuimos con ellos desde Madrid y, si compras con tiempo, hay ofertas muy buenas. Aquí puedes ver precios de vuelos de España a Dublín con diferentes compañías.
Cómo llegar del aeropuerto al centro de Dublín
Hay muchos autobuses que te llevan desde el aeropuerto al centro de Dublín en menos de una hora. En Google Maps puedes consultar los horarios cuando llegues. Si quieres ir más cómodo o llegas a una hora en la que hay menos autobuses pero no quieres coger un taxi, puedes contratar un traslado hasta tu hotel, aquí puedes consultar los precios.
Tres o cuatro días intensos en Dublín… ¡prepárate para disfrutarlos a tope!
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