¿Esconder el pasado o sentirse orgulloso de él? Ésa es una pregunta a la que se enfrentan muchas ciudades de Europa del Este. Los años de control soviético no suelen traer muy buen recuerdo a sus ciudadanos y los símbolos que aquella dominación dejó en sus calles son motivo de debate. Nosotros, cuando decidimos qué ver en Cracovia, no quisimos dejar de conocer ese legado, completamente vivo, en el barrio de Nowa Huta. Un barrio creado desde cero en época comunista. El “sueño soviético” que ha quedado casi intacto.
Más allá del recuerdo de una época pasada y la curiosidad por conocerla en primera persona, Nowa Huta es un destino a visitar por su arquitectura comunista, su plano urbanístico, su acería, su iglesia… Ya ves, hay muchas cosas que ver en Nowa Huta y si, como en nuestro caso, lo haces subido a un auténtico Trabant, la inmersión es completa. Prepárate para que sus habitantes se queden mirando el coche y otros conductores te saluden con sus cláxones. Bienvenido al pasado, al presente y al futuro de Nowa Huta.
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No dejes de echar un vistazo a nuestros consejos para viajar a Cracovia antes de lanzarte a tu aventura polaca.
Nowa Huta, la ciudad de la nueva acería
Después de acabar la Segunda Guerra Mundial, el régimen soviético no estaba “contento” con la ciudad de Cracovia. Una ciudad donde se reunían muchos artistas, donde se encontraba un castillo real, donde los habitantes tenían un fuerte sentimiento religioso… todo lo que iba en contra de la ideología del partido. ¿Cómo “controlar” eso?
La idea fue construir, en sus afueras, una gigantesca fábrica, en concreto una acería, y una nueva ciudad “totalmente soviética” a su alrededor. Si estás pensando si lo de la acería no sería “sólo” por molestar… la respuesta breve es sí. Cerca de los terrenos donde se levantó Nowa Huta –que literalmente significa “la nueva acería”– no se encontraban las materias primas necesarias para la fabricación del acero. De hecho, no había nada –excepto Cracovia a unos 8 kilómetros–.
¿Quién mejor para construirlas que sus propios habitantes y trabajadores? Desde 1949 hasta 1959, miles de trabajadores, acompañados de sus familias, llegaron a Nowa Huta desde toda Polonia para levantarlas, a cambio de uno de sus pisos y del trabajo en la acería.
El “sueño comunista”, al menos, de su arquitectura
Nowa Huta, el “sueño comunista”, se diseñó para acoger a más de cien mil habitantes. Amplias avenidas, grandes plazas, arquitectura comunista funcional… Según nos lo explicaba nuestra guía, casi nos daban ganas de vivir allí. Más aún cuando ella nos contó, emocionada, que acababa de conseguir un piso en alquiler en el barrio, muy de moda hoy en día. La que fue ciudad independiente pasó a ser un barrio de Cracovia a principios de los años 50.
¿Funcionó como herramienta de control? No. Nowa Huta fue uno de los lugares en los que más levantamientos, huelgas y reivindicaciones sufrió el gobierno comunista polaco. Y eso que los pisos altos de las avenidas estaban ocupados por policías y vigilantes, que las avenidas se utilizaban para los desfiles del partido y que, para la época, Nowa Huta era una de las ciudades más avanzadas de Europa. En los años 50 del siglo XX, había calefacción central y aparcamientos subterráneos. Por no mencionar el tamaño de los pisos, muy grandes para ese entonces, y sus comodidades, agua corriente, cocina de gas, etc.
El primer problema que encontraron sus habitantes era que, en esa mano de cinco avenidas alrededor de la plaza central, había de todo, excepto una iglesia… La religiosidad del pueblo polaco no debía ser subestimada.
Tour por Nowa Huta, también en español
Es evidente que, hablando de una ciudad proyectada para cien mil habitantes, se trata de una superficie enorme. De un lugar de interés a otro en Nowa Huta hay kilómetros de distancia, de calles, de desvíos… que hacen que recorrer el barrio por tu cuenta sea complicado. Puedes hacerlo, pero es poco probable que consigas llegar a todo lo que hay que ver en Nowa Huta en una mañana.
Nosotros que, además, siempre agradecemos que alguien nos explique la historia, nos cuente algo personal y, sobre todo, sepa a dónde ir, hicimos el tour por Nowa Huta con los chicos de Crazy Guides. El tour es en inglés, pero se hace subidos en un auténtico Trabant: el coche símbolo de la época soviética.
Además de la visita a Nowa Huta en Trabant, también incluye entrar en uno de sus pisos –uno real, con la “decoración” original– y la comida en un bar de leche –uno de los restaurantes de la época comunista subvencionados por el gobierno que todavía existen y siguen manteniendo tanto el ambiente como la carta y los precios–. Date una vuelta por nuestro artículo Restaurantes en Cracovia: dónde comer bien en la ciudad para descubrir los platos típicos polacos.
Un Trabant por Nowa Huta
¿No sabes lo que es un Trabant? Los Trabant eran los coches comunistas por excelencia, fue el coche más común en la República Democrática Alemana. Era el más barato salido de fábrica, pero bastante más caro de segunda mano. ¿Cómo? ¿Un coche que costaba más de segunda mano que nuevo? Sí, porque para acceder a uno nuevo había lista de espera de hasta 10 años.
El nuestro era un Trabant S –S por Sputnik– y ¡todavía tenía la pegatina de su país de origen: DDR, la República Democrática Alemana! Resistente, llegamos a subirnos a su techo, y tan “seguro” como para que no lo cerrara con llave en ningún momento. Nos dijo que era complicado encontrar gente capaz de conducirlo a estas alturas… aunque Sara dio una vuelta con él por la entrada de la acería de Nowa Huta.
Tour por Nowa Huta en español
Si recorrer las calles del barrio de Nowa Huta en Trabant no es la prioridad, pero sí lo es enterarte de lo que te cuente el guía sobre la época comunista –con sus cartillas de racionamiento, su censura, su control militar…–, lo tuyo es un tour por Nowa Huta es español. También lo puedes hacer, mira aquí los precios. E incluso un free tour por Nowa Huta, aunque andando –aquí puedes reservar–.
Qué ver en Nowa Huta, lugares de interés
No sólo la historia y lo que supone. Como decía, Nowa Huta es un auténtico museo de arquitectura comunista. Edificios funcionales y perfectamente simétricos en amplias avenidas, organizados en pequeñas unidades alrededor de un parque central. El “miedo” a una invasión de Estados Unidos durante la Guerra Fría aconsejaba este diseño para poder bloquear los accesos a las casas fácilmente y defenderse del enemigo.
Hoy en día es posible encontrarse con un supermercado Tesco, en el antiguo cine Świt, junto a un tanque soviético, frente al Museo Bélico; con un Audi junto a un Trabant; con una cafetería de diseño junto a un bar de leche… Los cambios no esperan a nadie.
La plaza de Ronald Reagan
El centro de la ciudad estaba ocupada por una plaza, la Plac Centralny, plaza Central, hoy plaza de Ronald Reagan, ¿qué diría Stalin si supiera que la plaza central del “sueño comunista” está dedicada a un presidente estadounidense? Desde allí salen cinco grandes avenidas, los dedos de la mano, y llegan los tranvías desde Cracovia.
Las avenidas también han cambiado de nombre: la nueva Juan Pablo II era la Plan sześcioletni –el plan de ayuda ruso equivalente al Plan Marshall americano tras la Segunda Guerra Mundial–. ¡Un presidente americano y un Papa, la pesadilla del comunismo! Otras avenidas de Nowa Huta eran la avenida de la revolución cubana, de la revolución de octubre, de la amistad entre polacos y soviéticos…
La avenida de las Rosas y la estatua de Lenin
La avenida de las Rosas, Aleja Róż, era el centro de las celebraciones comunistas: con su trazado peatonal y sus edificios simétricos era el escenario perfecto para demostrar el poder del partido. Tanto es así que, en 1973, se colocó ahí una gigantesca estatua de Lenin de siete toneladas. Miraba hacia los montes Tatras, donde vivió, y estaba en actitud de marcha.
Como en el resto de la ciudad, el partido no consiguió su objetivo de control y fueron varios los ataques con explosivos que intentaron derribarla, aunque sin éxito. La estatua fue retirada el 10 de diciembre de 1989. Primero fue abandonada en un bosque cercano, pero la cantidad de polacos que se acercaban hasta allí para mirarla y tirarle de todo hizo que fuera necesario buscarle otra ubicación. La solución llegó de la mano de un millonario sueco que la compró y la colocó en su “parque de atracciones” privado cerca de Estocolmo.
Puedes ver una réplica de la estatua en miniatura –soldada a una mesa, que entre los curiosos, los nostálgicos y los que quieren quemarla, hay que protegerla– en el restaurante Stylowa en la misma avenida de las Rosas.
La acería de Nowa Huta: el núcleo del sueño comunista de Cracovia
Desde la plaza central hacia el este, hacia la salida del sol, partía la avenida Lenin camino de la razón de ser de la ciudad: la acería de Nowa Huta. La avenida es otra de las que ha cambiado de nombre y hoy se llama Solidaridad, por el sindicato y, más tarde, partido político Solidarność.
La acería sigue en funcionamiento, aunque hay muchas partes abandonadas, y es propiedad de la multinacional ArcelorMittal. Eso sí, han tenido el detalle de no cambiar el cartel de la entrada bajo el que aparcamos nuestro Trabant.
Según nos contó nuestra guía, la fábrica, vista desde el aire, tendría forma de dedo. Un gesto “poco simpático” dedicado a los satélites espías norteamericanos durante la Guerra Fría. También nos asombró con el hecho de que en el interior de la acería hubiera 200 km de carreteras y 300 km de vías de tren.
Dentro de un piso de Nowa Huta mirando un video de propaganda comunista
Después de admirar desde el exterior toda la grandiosidad de la arquitectura comunista, llegaba el momento de entrar en uno de los pisos –de los “modernos” pisos– de Nowa Huta. Los chicos de CrazyGuides tienen alquilado uno que mantiene la decoración original que dejó su dueño, a la que han añadido algún elemento histórico como las cartillas de racionamiento, monedas antiguas y un documental de propaganda comunista que puedes ver en la pantalla LCD colocada dentro de la antigua televisión. ¡Cuando acabes de ver el documental y tomes el vodka con pepinillos a lo mejor te conviertes en seguidor de Stalin!
La iglesia del Arca del Señor: la maravilla arquitectónica que por sí sola merece una visita a Nowa Huta
Acabamos la visita en uno de los puntos claves de Nowa Huta. Uno de los lugares por los que empezó la lucha contra el comunismo: la primera iglesia del barrio. Se trata de la iglesia de la Madre de Dios Reina de Polonia, llamada también iglesia del Arca del Señor por su forma tan característica.
En 1967, seis años antes de que la estatua de Lenin se alzara en la avenida de las Rosas, se comenzó a construir esta iglesia. Evidentemente, no recibió ninguna ayuda por parte del gobierno ni para los materiales ni para las obras. Los materiales se consiguieron a partir de donaciones desde todo el país –el exterior está cubierto por millones de cantos rodados entregados por los polacos– y los obreros trabajaban después de sus jornadas oficiales. Diez años después del inicio de las obras, en 1977, el entonces cardenal Karol Wojtyła consagró el templo.
Más allá de la importancia histórica, no hay que perderse el interior de la iglesia diseñada por Wojciech Pietrzyk, a imitación de la capilla Ronchamp de Le Corbusier. El partido había permitido la construcción pero no podía tener el aspecto de una iglesia al uso. La forma de arca, la cruz en el exterior hace las veces de palo mayor, convierte al cura en el capitán de la nave que cruza el mar Rojo –atento a la simbología–. Cristaleras, espacios abiertos y una más que llamativa estatua de Cristo Crucificado –los tubos que atraviesan sus manos y pies son rojos por dentro–.
¿Sabías que…?
En el tabernáculo de la iglesia del Arca hay una pequeña piedra lunar traída por la tripulación del Apolo XI. Una pulla más al control soviético en plena Guerra Fría.
Cómo llegar a Nowa Huta desde Cracovia
Nuestro consejo es visitar Nowa Huta con un tour organizado para que aproveches el tiempo al máximo además de conocer la historia de cada rincón. Si prefieres hacerlo por libre, llegar a Nowa Huta desde Cracovia es muy sencillo: los tranvías 4, 5, 10 y 15 llegan hasta la plaza Ronald Reagan. Confírmalo primero en la oficina de turismo porque, como te decimos, nosotros llegamos en Trabant.
Mapa con los lugares de interés que ver en Nowa Huta
Vayas por tu cuenta o con un tour, hemos preparado un mapa con los lugares de interés que ver en Nowa Huta para que puedas saber en cada momento dónde estás. Recuerda, el barrio es grande…
¿Qué te parece “viajar en el tiempo” pero sólo treinta años? Nowa Huta es la visita obligada para entender el comunismo en la Europa del Este.
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10 Comentarios
Hola! Gracias por la explicación y por el tiempo empleado para escribir este post. Mi pareja y yo viajamos el mes que viene a Polonia y nos hace especial ilusión visitar el barrio comunista y estos consejos nos van a ser seguro de gran utilidad. ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!.. ¡qué ganas que llegue el día! Seguro que nos encanta. ¿Algún consejo y/o advertencia para dos novatos en Polonia? 😉
Hola Laura y bienvenida al blog 🙂
¡Gracias a ti por leernos y por el comentario!
El barrio de Nowa Huta os va a gustar… pero como todo en Polonia. De hecho, la cercana Cracovia es una maravilla (por si no tenéis cerrado el recorrido, aquí tenéis qué ver en Cracovia y alrededores). Por cierto, cuando decís viaja a Polonia, ¿qué más ciudades tenéis pensado visitar? Varsovia es un clásico (con su historia, la segunda guerra mundial y la zona moderna), Gdansk, Malbork… ¡¡nos vamos con vosotros!!
Poco consejo: disfrutad mucho y aprovechad que los precios son bastante económicos.
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Muy interesante y explicativo. Gracias por tomaros el tiempo de escribirlo. Un saludo!
Hola Virginia y bienvenida al blog 🙂
Muchas gracias por tus palabras y por tomarte el tiempo de leerlo. Un barrio la mar de interesante en una ciudad ya de por sí fascinante.
¡Un saludo!
Interesante barrio para visitar más de una vez. Para tener en cuenta.
Hola José y bienvenido al blog,
Es un lugar especial y, dado su tamaño, sí que hay que visitarlo más de una vez para verlo todo… Tendremos que volver 😉
¡Es muy bueno el post! Y revelador de una ciudad que pocos conocen como es mi caso. No sé si llegaré a Cracovia pero…
¡Hola Liliana!
Muchas gracias por tus palabras 🙂 Vas a tener que volver más tiempo a Europa para seguir visitando, está llena de rincones increíbles.
Un saludo
Precioso artículo, tanto que dan ganas de volver a ver algunas cosas que se quedaron en el tintero ya que hicimos la visita «de por libre», pero vimos lo principal y hasta nos colamos en una especia de comedor social donde estaban sirviendo sopa de patata a las 11 de la mañana, y en el bar de un teatro donde tomamos te y alguno hasta vodka, y ¡como no!, en el museo del ejercito polaco (pobrecillos, vaya medios que tenían).
Interesante 100 % sin duda alguna. Algo que no se ve todos los días.
Hola Javier.
Muchas gracias, nos vamos a poner colorados 😉
Como decimos, la antigua ciudad (hoy barrio) de Nowa Huta es muy grande y es complicado verlo todo. De todas formas, estamos seguros de que, en esa visita «de por libre», visteis cosas que nosotros no visitamos con el tour. ¿Cómo se puede ver una ciudad para más de 100.000 habitantes en un día? Siendo, además, una ciudad tan interesante. Ver los cambios del comunismo más estricto al capitalismo (ese Tesco en el antiguo cine, por ejemplo) y comprobar que hay cosas que siguen igual, como los bares de leche… Una experiencia, sin duda.