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En nuestro artículo sobre qué ver en París ya lo contamos, seis días en la capital francesa dan para miles de momentos: detalles que te sorprenden, paisajes que te dejan sin palabras, museos llenos de arte… Es imposible pasar por la ciudad de la luz sin querer llevarse un recuerdo de todo lo que uno está viendo ¿cómo vas a dejar de fotografiar ese cartel de metro, las mesas de esa pequeña cafetería a las que el sol ilumina de esa forma especial, los edificios con sus buhardillas de pizarra…? Por no hablar de los clásicos ¿cuál es el mínimo número aceptable de fotos de la Torre Eiffel cuando uno va a París?
En nuestro caso, además de traernos todos esos recuerdos en forma de imágenes digitales, también queríamos probar el nuevo Zenfone 3 que nos dejó Asus con motivo de su lanzamiento en España con la campaña #IncredibleIsNow. Porque, no nos engañemos, el móvil siempre está a tu lado, tanto cuando viajas como cuando estás en tu ciudad, y es la cámara de fotos que tenemos más cerca en todo momento. Vaya por delante decir que, además de la cámara, hemos «jugado» mucho con él gracias al servicio de 4G ilimitado que ofrecía nuestro hotel, el Hotel Saint-Paul Rive-Gauche. Navegación, búsquedas, vídeos, correos… y hasta llamadas –sí, somos unos clásicos y hasta hemos utilizado el móvil para llamar, ¡a lo loco!–. Ningún problema de velocidad ni de quedarse bloqueado.
Pero se trata de enseñar postales de París, imágenes tomadas con el Zenfone 3 y podemos asegurar que seleccionar estas 25 de entre las más de mil que hemos traído no ha sido fácil.
Comenzamos nuestro paseo bajo un cielo impresionante –aunque a cuatro grados– por la place du Vosges con su perfecta simetría.
El primero de nuestros museos de París fue el de la Orangerie con las Nymphéas de Claude Monet. Había que usar el modo panorámico para poder abarcar las salas.
No estás en París hasta que no ves la Torre Eiffel, nosotros la vimos por primera vez desde la terraza de las galerías Lafayette.
Una antigua estación de tren convertida en museo, el de Orsay, nos ofreció esta vista del barrio de Montmartre desde uno de sus relojes. Luz interior, luz exterior de atardecer y mucha distancia entre el primer plano y el fondo… el Zenfone 3 se portó bastante bien.
Seis millones de esqueletos y poca luz nos esperaban en las catacumbas de París… el lugar perfecto para poner a prueba el modo baja luminosidad del Zenfone 3, buenas imágenes aunque de colores un poco apagados y bordes poco definidos.
Buscando el aire después de las catacumbas subimos a la torre Eiffel: París quedó a nuestros pies.
El Palacio de Versalles volvió a poner a prueba las panorámicas del Zenfone 3… y nuestra capacidad de asombro con todo el lujo que atesora en su interior.
Había que inmortalizar el momento con un selfie en la galería de los espejos, antes de salir a los jardines. La cámara frontal se portó bien, eso sí, ya somos lo bastante «guapos» para no tener que usar el modo embellecimiento del Zenfone 3.
Los fines de semana las fuentes recuperan su esplendor con juegos de agua y con música clásica en Versalles.
Los paseos entre los árboles en los jardines de Versalles recuerdan que la luz es especial en París… aunque sea otra ciudad.
Y allí nos quedamos hasta que se puso el sol…
De vuelta a París, probamos el modo nocturno del Zenfone 3 apoyado en la barandilla del Sena para captar la catedral de Notre-Dame iluminada. Ha habido que corregir un poco el ruido en el cielo pero, en general, el resultado fue bueno.
Después del palacio de Versalles parecía que ya nada nos iba a sorprender… hasta que visitamos la Ópera Garnier con su cúpula pintada por Chagall y…
… el pasillo de los fumadores. Otro lugar perfecto para jugar con las panorámicas verticales.
No habíamos visto la torre Eiffel en todo el día y tocada hacerle una visita desde Trocadero al atardecer, uno de los mejores miradores de París.
Antes de asistir al espectáculo del Moulin Rouge… y probar el modo nocturno del Zenfone 3, con un poco de buen pulso las imágenes salen bastante nítidas.
Nos dijeron que la mejor vista de París era desde el Arco del Triunfo y, la verdad, es que es tan espectacular como las demás… además de volver a ver la torre Eiffel.
Pero la parte de abajo tampoco se queda corta en cuanto a belleza… más si distorsionas la perspectiva con una buena panorámica.
Todavía quedaban más lugares desde donde ver la torre Eiffel, por ejemplo junto a esta pensativa gárgola en lo alto de la catedral de Notre-Dame.
Y también más momentos en los que quedarse con la boca abierta admirando lugares como la Sainte Chapelle mandada construir por Luis IX, el de la cruzada contra los cátaros.
¿Has oído hablar de la iglesia de St. Etienne? La cantidad de iglesias que visitar en París dan para más de una vida… y para probar cualquier cámara en interiores poco iluminados.
Si te preguntas cuándo es posible ir al Louvre y hacer esta foto con tan poca gente… la respuesta es en martes: el museo del Louvre cierra los martes.
No podíamos despedirnos de París sin volver a saludar a nuestra amiga la torre Eiffel, esta vez desde el Campo de Marte.
¿Sabías que el ayuntamiento, el Hôtel de Ville de París era así?
El sol volvió a salir y el cielo a ser azul para despedirnos de la catedral de Notre-Dame.
No se puede decir que no hayamos exprimido al máximo el Zenfone 3 y, la verdad, es que nos ha gustado el resultado: con poca luz ha tenido alguna dificultad para conseguir bordes bien definidos, pero cuenta con gran cantidad de modos con los que jugar y muy buenas panorámicas.
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