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De Sevilla a Colliure con Antonio Machado

Hace unos meses, a finales de 2014, nos encontramos cara a cara con don Antonio Machado de cuerpo presente en su tumba en Collioure. Nos asaltó la duda de cuán conocida era su figura y su vida y, una vez que nos pusimos a investigar, descubrimos que –al menos para nosotros– no tanto como debería. Si recorrimos España buscando las obras de Antoni Gaudí, hoy nos proponemos recorrerla siguiendo los pasos del poeta sevillano, una suerte de biografía viajera de Antonio Machado. Vivió en Andalucía, Madrid, Castilla y León, Valencia, Cataluña, París y Collioure a lo largo de sus 63 años de vida.

Madrid Estatua Antonio Machado Biblioteca Nacional

No se puede decir que fuera un viajero, porque lo que hacía era mudarse, pero a finales del siglo XIX y principios del XX cada uno de estos traslados debían suponer más de lo que para nosotros es ahora un vuelo intercontinental. Lo que sí es, es una inspiración para los viajeros del mundo con ese fabuloso poema Caminante no hay camino y esos versos: “Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar”.

Sevilla

Lugar de nacimiento de Antonio Machado y de cinco de sus siete hermanos. Comenzamos por la capital andaluza nuestro viaje por España. En la calle Dueñas vivía la familia Machado, concretamente en el palacio Dueñas, así que serían varias las procesiones de la Semana Santa sevillana que vería en sus primeros años de vida.

Una ciudad que en 1875 debía ser un poco distinta a la que encontramos en pleno siglo XXI. De todas formas, podemos seguir los pasos del poeta por lugares tan emblemáticos como el alcázar de Sevilla o la Giralda, edificios que ya llevaban una buena temporada allí y que siguen demostrando a los turistas aquello de que Sevilla tiene un color especial.

Sevilla Real Alcazar Salon Embajadores

La plaza de toros de la Maestranza tal y como la conocemos se finalizó en 1881, un par de años antes de que la familia Machado se fuera de Sevilla. Otro de los grandes monumentos reconocibles de la capital sevillana, la Plaza de España, se construyó para la exposición Iberoamericana de 1929.

Sevilla Plaza Espana

Madrid

La estación de Atocha sirvió de decorado para la llegada de la familia Machado a Madrid en 1883, y todavía hoy en día se puede disfrutar de ella. Las calles del centro: Almirante, Apodaca, Fuencarral, Corredera Baja de San Pablo… fueron dirección del poeta durante sus años en Madrid, junto con Santa Engracia, Alcalá o General Arrando como nos recuerda Carlos Osorio en Caminando por Madrid.

La Institución Libre de Enseñanza fue la escuela de Machado y sus hermanos al llegar a Madrid en 1883. La biblioteca nacional, la de la Real academia, la de medicina… La cultura en Madrid tenía su sitio en bibliotecas, lo sigue teniendo pero cada vez menos gente las conoce, y en cafés con tertulias. Sólo un curso estuvo en el instituto Cervantes, pero ¿cuántas veces pasaría por la cercana Plaza Mayor? Su paso por la Universidad Central de San Bernardo, le llevó a al actual paraninfo de la Universidad Complutense, en San Bernardo esquina Noviciado.

Madrid Paraninfo Universidad Complutense

Si la Maestranza no llegó a verla acabada, no pasó lo mismo con las Ventas que, como aficionado a los toros, pisó más de una vez en esa época.

 

París

¿Cómo sería París en 1899, la primera vez que lo visitó Antonio Machado? La Torre Eiffel no tenía más que diez años, y no habrían tenido que pintarla ni una sola vez. Diez años también tenía el Moulin Rouge, construido en 1889 por Josep Oller. El ambiente bohemio parisino de la época lo podemos encontrar hoy en día en los alrededores de la Basílica del Sagrado Corazón, Sacré-Cœur.

Paris Moulin Rouge

Más información: Instituto Cervantes – El París de Machado

Soria

Sus visitas a París le permitieron opositar a profesor de francés en institutos de segunda enseñanza. Encontró plaza en Soria –en realidad podía haber elegido también Baeza o Mahón–. El espíritu castellano se hizo fuerte en él durante los cinco años que pasó en la ciudad, la capital de provincia más pequeña de España en la época. De aquí salió Campos de Castilla.

La ermita del Mirón, el claustro de San Juan de Duero y el resto de iglesias y monasterios de la capital castellana o el propio río Duero seguro que fueron testigos de sus paseos con su mujer Leonor.

Soria Claustro San Juan Duero

Más información: Antonio Machado en Soria

Baeza

Volver a Andalucía no fue por cumplir un deseo. Antonio Machado quería marcharse de la ciudad que tanto le recordaba a su mujer, muerta sólo tres años después de casarse, y en Baeza encontró plaza para seguir con sus clases de francés, en el Instituto Santísima Trinidad situado en la Antigua Universidad. Lugar que hay que visitar porque se conserva con el mobiliario de la época: pupitres, mesa del profesor, perchero…

Baeza Aula Antonio Machado Instituto Santísima Trinidad

A pesar del casco histórico de la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2003, era paseando por cerros que separaban Baeza de Úbeda por donde más disfrutó el poeta. Campos de olivares y tranquilidad para el espíritu. No parecía muy contento allí, como lo demuestra una carta enviada a Unamuno en 1913:

Esta Baeza, que llaman la Salamanca andaluza, tiene un Instituto, un Seminario, una Escuela de Artes, varios colegios de Segunda Enseñanza, y apenas sabe leer un treinta por ciento de la población. No hay más que una librería donde se venden tarjetas postales, devocionarios y periódicos clericales y pornográficos. Es la comarca más rica de Jaén, y la ciudad está poblada de mendigos y de señoritos arruinados en la ruleta.

Baeza Fachada Palacio Jabalquinto

Los paseos no eran suficiente para aplacar la sensación de aislamiento y de estar alejado de la escena cultural, así que estudió Filosofía y Letras durante esos años y consiguió plaza en el instituto de Segovia.

Más información: Machado en Baeza

Segovia

¿Le gustaba la ciudad? No parece que fuera ése el motivo, más bien la cercanía a Madrid y sus tertulias, aunque no se puede negar la belleza del acueducto o del Álcazar. En 1927 Machado fue elegido miembro de la Real Academia, aunque nunca llegó a tomar posesión de su sillón.

Madrid Salon Real Academia

Madrid

Con la Segunda República Machado consigue por fin plaza en Madrid y vuelve a vivir en la capital veinticuatro años después con su madre y su hermano y su familia.

Valencia y Barcelona

La guerra civil encontró a Machado en Madrid y, tras conseguir que su madre, su hermano y su familia fueran también ayudados, se fue a Valencia, Rocafort. Los avances del ejército nacional –hoy bando sublevado– provocaron que la familia se trasladará a Barcelona camino de Francia y del exilio.

Collioure, Colliure

La marcha desde Barcelona hacia la frontera el 22 de enero de 1939 se prometía tranquila –en un coche de la dirección de sanidad– hasta que, a casi medio kilómetro de distancia, la cantidad de coches y el caos hizo que tuvieran que bajar y caminar bajo la lluvia. Allí comenzó el calvario de Antonio Machado. La lluvia y el frío, unidos a una noche en un tren estacionado en una vía muerta en Cerbère y a su tabaquismo exacerbado acabaron con sus pulmones. No pudo disfrutar de Colliure, el pueblo ideal en el sur de Francia: el faro, la iglesia, la playa, el castillo, el barrio de pescadores con sus casas de colores… y su espíritu artista.

Colliure Iglesia Faro

El albergue Hotel Bougnol-Quintana, donde pasó sus últimos días –se dice que su habitación está como la dejó él–, estaba en la zona alta de la ciudad. A su muerte, una colliourencs cedió una tumba para él y su madre que murió tres días después.

Colliure Tumba Antonio Machado

En Colliure termina el recorrido. No hubo más traslados, mudanzas, viajes, huídas… Machado murió por sus pulmones, pero también por la tristeza, por ver cómo esa España que era su hogar se rompía. Se cansó, se dejó llevar, como si supiera que la seguridad que ofrecía Francia en aquel momento sería pasajera y que llegaría algo todavía peor que no quería conocer.

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Comentarios

  • 10 abril, 2015 a las 20:28

    De las entradas más buenas que os he leído, chicos… pero he de confesar: no soy objetivo. Me sacáis la poesía a pasear y ya me tenéis ganado. Solo puedo daros (a parte de las gracias por escribirlo) unas letras de mi querido Ángel González en un poema dedicado a Machado:

    «Aquí paz,
    y después gloria.

    Aquí,
    a orillas de Francia,
    en donde Cataluña no muere todavía
    y prolonga en carteles de «Toros à Ceret»
    y de «Flamenco’s Show»
    esa curiosa España de las ganaderías
    de reses bravas y de juergas sórdidas,
    reposa un español bajo una losa:
    paz
    y después gloria.

    Dramático destino,
    triste suerte
    morir aquí
    —paz
    y después…—
    perdido,
    abandonado
    y liberado a un tiempo
    (ya sin tiempo)
    de una patria sombría e inclemente. (…)»

    Camposanto en Colloiure
    http://www.poesi.as/ag62003.htm

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    • 17 abril, 2015 a las 10:55

      Muchas gracias Dani,
      Ya sabemos cómo llamar tu atención: un par de buenas poesías y te tenemos ganado 😉 eso sí, también hay que tener en cuenta los destino, ¿eh?

      Responder
      • 20 mayo, 2015 a las 16:06

        Jejeje, sí, por supuesto. Eso también. Es más, nunca voy a cualquier destino sin poesías en la mochila.

        Responder
  • Luis Lopez
    10 abril, 2015 a las 18:08

    Hola,

    Me ha encantado este magnífico artículo que hace una impresionante ruta sobre la figura de Antonio Machado. Enhorabuena.

    Un saludo. Luis.

    Responder
    • 17 abril, 2015 a las 10:54

      Muchas gracias Luis,
      Sin ser un viajero, Machado viajó mucho más de lo que se piensa, y seguirle la pista hace que se disfrute de un gran itinerario 🙂

      Responder