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El Parque El Capricho de Madrid: curiosidades, historia y todo sobre la visita

Madrid está lleno de parques y de jardines aunque sea una gran ciudad. Empezando por el Retiro y acabando por la Casa de Campo, son muchas las zonas verdes que aparecen en el mapa de la capital. Eso sí, ninguna es tan especial como el Parque El Capricho. Un jardín histórico en el que se juntan un jardín inglés, uno francés y uno italiano, con un palacio, varias construcciones, un laberinto y hasta un búnker de la Guerra Civil. Nunca un nombre estuvo tan bien elegido.

Parques Madrid El Capricho Salto
Saltando en el parque El Capricho

La quinta, que era en su origen, estaba mucho más allá de los límites de Madrid. Hoy, aunque todavía en las afueras, es posible llegar hasta allí en transporte público –incluso hay una parada de metro–. Y es que, en sus más de dos siglos de antigüedad han pasado muchas cosas, entre ellas, que Madrid ha crecido. Lo sabemos bien, que más de una vez hemos ido caminando desde la Puerta del Sol hasta el Jardín El Capricho, toda la calle de Alcalá arriba.

Seguro que has oído hablar del Parque El Capricho, pero ¿sabes dónde está y qué hay dentro? Te llevamos a descubrir este famoso desconocido y te decimos cómo y cuándo puedes ir tú a visitarlo en persona.

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El hecho de que todavía esté en las afueras es el motivo por el que no lo incluimos en nuestra ruta de fin de semana en Madrid, pero sí que está en nuestras 60 cosas que hacer y que ver en Madrid. Y, por supuesto, entre nuestros jardines y parques de Madrid favoritos.

El Parque El Capricho de Madrid: un poco de historia

Decíamos “más de dos siglos” y es que el Parque El Capricho se conformó como quinta en 1787, cuatro años después de la boda de los duques de Osuna, sus propietarios.

Parque El Capricho Cruceta Huertas
La Cruceta de huertas, un rincón caprichoso en el Jardín El Capricho

El duque murió un año antes de la Guerra de Independencia Española, en 1807. Con la llegada de los franceses, la familia abandonó Madrid y huyó a Cádiz. La quinta fue residencia del general francés Augustin Daniel Belliard. El jardinero se quedó y sirvió de informante a la familia hasta que fue descubierto y ajusticiado.

¿Sabías que…?


Tras la muerte de su marido, la duquesa de Osuna ostentó el récord de más títulos nobiliarios de España en una sola persona.

En 1834, la propiedad pasó a su nieto Pedro, que había sido criado desde niño –vivió con la abuela tras la muerte de su padre– para gestionar el patrimonio familiar. Un desengaño amoroso le llevó a enclaustrarse en palacio y acabó muriendo por un ataque cardíaco. Se hizo cargo entonces su hermano Mariano, lo que fue un desastre para las propiedades de la familia, quinta incluida. Tanto, que en 1896 fue subastada. La compró, en 1900 –porque primero negoció con el ayuntamiento de Madrid–, Gustavo Bauer, representante en España de la Banca Rothschild.

Parque El Capricho Ruinas
Falsas ruinas en el interior del Parque El Capricho

Durante la Guerra Civil fue requisada por los republicanos que instalaron aquí el Estado Mayor del Ejército del Centro, la posición Jaca. Tras la guerra, pasó por manos privadas y abandono hasta que fue comprado por el ayuntamiento en 1974.

Entre 1986 y 1992 fue completamente restaurado –jardines y edificios– por parte de la Escuela Taller Alameda de Osuna. La restauración e investigación fue tan minuciosa que le valió el premio Europa Nostra en 2001.

Curiosidades del Jardín El Capricho

¿Qué es una quinta? Una finca de recreo que se hacían construir los nobles en la que, además de jardines, también se levantaba un palacio.

Parques Madrid El Capricho Fuente Cisnes
Una de las fuentes monumentales del parque con cisnes

Siguiente pregunta, ¿por qué El Capricho? Pues resulta que es el nombre “original” que le dio la duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel. Su idea era crear elementos de jardín y construcciones que respondieran a sus caprichos y a sus pensamientos. Siguiendo la línea de los folies de Versalles, las locuras de Versalles.

El jardín tuvo una ermita con ermitaño. La duquesa se encontró con un ermitaño en sus huertas. Le dijo que estaba construyendo una quinta y que podía ir a vivir allí –como ermitaño resident– a cambio de dejarse el pelo y las uñas largos y tocar las campanas tres veces al día. Fray Arsenio vivió 26 años en soledad en la quinta, está enterrado en una pirámide de granito junto a la ermita.

Parque El Capricho Ermita
La ermita, casa de Fray Arsenio durante 26 años

Tres jardineros estuvieron involucrados en la creación del parque: Pablo Boutelou, Jean-Baptiste Mulot y Pierre Provost. El proyecto original es del primero, que también trabajó en los jardines del Campo del Moro y de la Granja de San Ildefonso. Jean-Baptiste Mulot fue contratado para “inglesizar” el jardín. Pierre Provost era el jardinero del Palacio de Versalles y llegó a España huyendo de la Revolución francesa. Fue el que se quedó para informar a la familia y murió a manos de las tropas napoleónicas.

Dos récords en el Parque El Capricho: el invernadero más antiguo de Madrid, de 1795, y el puente de hierro más antiguo de España, de 1830. Eso sí, el puente es muy pequeño y queda en nada frente al de Triana, de 1832, que muchos consideran el más antiguo.

Parque El Capricho Puente Hierro
El puente de hierro, pequeño, pero el más antiguo de España

La última: el barrio en el que está el jardín es Alameda de Osuna… no hace falta explicar de dónde viene el nombre.

Bu​​eno, no es la última, no dejes de leer, que hay más curiosidades que te vamos a ir contando “picaditas”.

La visita: qué no puedes perderte

Vaya por delante que, aunque la quinta ha perdido parte de su superficie original, hablamos de un parque de 14 hectáreas. Así que, no te van a faltar cosas que ver en el Parque El Capricho.

Nosotros descubrimos algo nuevo cada vez que vamos y, aunque la caminata es larga, siempre merece la pena. Además, hay pocos parques tan bien cuidados en Madrid.

Entrada

Nada más entrar en el Jardín El Capricho, llegamos a una gran plaza circular y diáfana. Era el lugar para que la imaginación de los invitados echase a volar: no hay una gran fuente en el centro y tampoco se llega a ver el edificio del palacio. No se sabe si en vida de la duquesa, pero sí que se han celebrado corridas de vaquillas en ese espacio.

Parque El Capricho Entrada
La entrada al Parque El Capricho

Paseo de robles

A diferencia de otras quintas –en Madrid quedan siete visitables de las más de 30 que hubo en su momento–, en El Capricho los árboles son autóctonos. De hecho, serán robles y no especies exóticas los que te acompañen desde la rotonda hasta el palacio. No se nota mucho, pero consigue el efecto buscado: el paseo es más estrecho al fondo, lo que dirige la vista hacia el final como punto de fuga.

Parque El Capricho Paseo Robles
El paseo de robles

Rincón Salta Conmigo


A la derecha del paseo, camino del palacio, verás un par de bustos en lo alto de dos columnas. Están dándose la espalda y a una distancia determinada. ¿Imaginas qué representan? ¡Son duelistas! y es un monumento único en el mundo. Eso sí, los duelos estaban prohibidos en la época, así que no se sabe si se celebró alguno en la quinta.

Parque El Capricho Duelistas

Los duelistas de El Capricho

Plaza de los Emperadores

La Plaza de los Emperadores es una exedra, una construcción semicircular al aire libre con asientos y respaldos fijos en el interior de la curva. En el momento de su construcción era “más exedra” porque no estaban ni las esfinges ni el busto de la duquesa –lo mandó colocar ahí su nieto Pedro como recuerdo–. En esta amplia plaza se colocaban bancos de madera para conciertos de música, representaciones de teatro, lecturas de poesía… un lugar para la cultura.

Parque El Capricho Plaza Emperadores
La exedra de la Plaza de los Emperadores

Lo de “emperadores” es por los diez bustos de emperadores romanos alrededor de la plaza, por si quedaban dudas.

El laberinto

Nos habría encantado sentirnos un poco Jack Torrance buscando la salida del laberinto de El Capricho, pero se cerró hace años… porque la gente se perdía. Así, como suena. Los setos de más de dos metros de altura conseguían desorientar tanto a los visitantes que se decidió prohibir el acceso. Un dato, el camino más corto hasta el centro tiene una longitud de 380 metros. Eso sí, Filomena se cebó con él y ahora mismo es casi un espacio diáfano.

Parques Madrid El Capricho Laberinto
El laberinto del parque de El Capricho

El Palacio de los duques de Osuna

Poco podemos decir del Palacio de los duques de Osuna porque nunca lo hemos visto abierto. En nuestra última visita nos dijeron que estaba previsto abrirlo en 2021 como museo holográfico sobre la figura de la duquesa, pero que la obra se paró y no se sabe qué pasará ahora. Si te parece pequeño para la “recordwoman” española de títulos nobiliarios, es porque ella lo quería así: utilitario. Eso sí, a su nieto Pedro le parecía poca cosa para la familia.

Parque El Capricho Palacio Duques Osuna
La fachada del Palacio de los duques de Osuna

¿Sabías que…?


Esa fachada palaciega con escalera imperial apareció ni más ni menos que en la película Doctor Zhivago. Las películas españolas también tomaron el palacio como decorado, Marisol bajaba las escaleras en Un rayo de sol. Y, más recientemente, se rodó aquí un episodio del Ministerio del Tiempo.

El búnker del Capricho

A la izquierda de la fachada del Palacio de los duques de Osuna está la entrada del búnker del Capricho. Se visita de forma independiente al parque, pero, si quieres saberlo todo sobre él, echa un vistazo a nuestro artículo Las visitas al búnker del Capricho.

Bunker El Capricho Salida Contrapicado
Escalera de salida y puerta del búnker de El Capricho

El jardín inglés

Subiendo por la loma a la izquierda del palacio, entramos en el jardín inglés. Una especie de bosque “salvaje” en el que los caminos dejan de ser rectos, se abandona la simetría y se busca que todo parezca natural.

Antes de llegar a la exuberancia, encontrarás el templete de Baco. Sí, esa estatua de aspecto andrógino es Baco, que sustituyó a Venus, para bendecir los vinos del palacio.

Parque El Capricho Templete Baco
El Templete de Baco

No te pierdas el abejero. Si antes decíamos que la representación del duelo era única, el abejero también. Un pequeño edificio palaciego en cuyo interior estaban las abejas, hasta 80 colmenas. Lo más especial era que había un pasillo separado de las colmenas y abejas por un cristal desde el que la duquesa veía los trabajos de los apicultores.

Parque El Capricho Abejero
El abejero, único en el mundo

Entre frondosos árboles acabamos llegando a la ronda de Saturno, con la escultura del dios devorando a sus hijos –una recreación del cuadro de Goya–. De ahí salen seis caminos, uno de ellos llega hasta Baco en su templete.

Medio escondida en el bosque está la ruina de un torreón. ¿Hubo un castillo medieval en el Parque El Capricho? No, es la típica falsa ruina de la época romántica, incluso el escudo de armas es falso. Para qué esperar a tener una ruina antigua, si las puedes “construir”.

El fortín

Cuando una familia es tan rica como la de los duques de Osuna, los niños no montan castillos con piezas de madera –en aquella época todavía no los había de plástico–. Los castillos para jugar se construyen a tamaño real, con sus ladrillos, su foso, su puente levadizo…

Parque El Capricho Fortin
El fortín, un castillo para que jugaran los niños

También para que los niños jugaran había una zona en el jardín donde se colocaba, según la temporada, una noria o un columpio.

La ermita

No hay ningún elemento religioso en la fachada de la ermita. Aquí fue donde pasó 26 años Fray Arsenio y, al lado está la pirámide donde fue enterrado.

El Casino de baile

Los invitados llegaban al casino en faluca por la ría que la unía al palacio. Así de pomposa era la experiencia. Por el camino se cruzarían con aves acuáticas, verían los peces en el agua y pasarían por debajo del puente del hierro. Antes de llegar, verían la copia del Porcellino de Florencia y, posiblemente, pararan a descansar en la Casa de Cañas.

Parque El Capricho Porcellino
Il Porcellino de El Capricho

La Casa de la vieja

La duquesa consiguió hacerse con los servicios de un ermitaño, pero parece que le costó más conseguir una vieja de su gusto… Es broma, aunque lo que es cierto es que en la Casa de la vieja había dos autómatas: una vieja hilandera de pelo blanco y un niño que hacía las veces de su nieto. Los sirvientes les cambiaban de postura y de ropa para que la duquesa se sorprendiera cuando iba a verlos.

Parque El Capricho Casa Vieja
La Casa de la vieja

¿Sabías que…?


Según nos dijo el guía, se cree que en la planta de arriba de la Casa de la vieja es donde se quedaba Goya cuando visitaba a los duques y hacía noche en la quinta. Le gustaba más que el palacio.

Horarios del Parque El Capricho de la Alameda de Osuna

Tras la restauración exhaustiva del Parque El Capricho, solo se abre al público los fines de semana y festivos para evitar que se degrade. Son 14 hectáreas y es muy difícil controlarlas todas todo el tiempo. De octubre a marzo, el horario es de 9 h a 18:30. El resto del año, de 9 h a 21 h. El 1 de enero y el 25 de diciembre permanece cerrado.

  • Si tú también quieres recorrer el jardín con una visita guiada puedes reservar tu plaza en un free tour aquí. Si tienes más tiempo, también puedes intentar reservar una de las visitas gratuitas organizadas por el ayuntamiento, eso sí, hay menos y conseguir plaza es muy complicado –echa un vistazo a nuestro artículo visitas gratis en Madrid donde está toda la información–.

No todo van a ser malas noticias: abre pocos días, pero la entrada es gratuita. Sí, puedes visitar el Jardín El Capricho a precio cero, gratis. Eso sí, hay una limitación de aforo de 1.000 personas. Nos comentaron que en la época de la floración del árbol del amor, mayo, las colas para entrar son épicas. Muchas parejas de novios van a hacerse las fotos de boda.

Parque El Capricho Casino Baile
El Casino de baile

No solo está limitado el número de visitantes, otras reglas impiden el acceso con comida, con bicicletas o patinetes, con balones y pelotas de cualquier tipo y con mascotas. No, tu perro no podrá acompañarte al parque –bueno, los perros guía sí–.

Los perros en el Parque El Capricho: ¿por qué no están admitidos?

No puedes entrar con tu perro en el Parque El Capricho. ¿Por qué? Además de para preservar el parque con sus edificios, árboles y plantas, también porque es una reserva de vida salvaje. ¿Una reserva de vida salvaje? Sí, en el jardín viven gran número de ardillas por la tranquilidad –las mascotas provocan mucho estrés en estos animalitos–. Otra precaución para los animales es que no hay farolas que iluminen el jardín de noche, así que también hay rapaces nocturnas, incluso se ha visto un búho real. Tampoco pierdas tiempo buscándolos… son nocturnas.

Parque El Capricho Casa Paja Embarcadero
La parte interior del embarcadero decorada con frescos

Cómo llegar al jardín El Capricho: metro El Capricho

Ya hemos dicho que lo que en su origen era “mitad de la nada” hoy tiene su propia estación de metro: El Capricho, línea 5. También puedes llegar en autobús, líneas 101, 105 y 151. Por cierto, si quieres saber la dirección exacta y no te apetece buscarlo en Google Maps: Paseo Alameda de Osuna, 25.

Un jardín que era un capricho de su creadora y que hoy es El Capricho de los madrileños.

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