Francisco de Goya y Lucientes se traslada a Madrid desde Zaragoza en enero de 1775, con 28 años y todavía muy pocos encargos oficiales a sus espaldas. Le habían llamado a corte como pintor de cartones para los tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara que decorarían los Reales Sitios. Desde ese momento, su vida, con sus altibajos, estaría estrechamente vinculada a Madrid, su historia y sus habitantes. Pintaría escenas de guerra, de tauromaquia, costumbristas y a todo tipo de personas adineradas: actores, cantantes, toreros, autores de la Ilustración, burgueses y aristócratas, incluida la duquesa de Alba con la que llegó a tener una relación íntima y puede que amorosa. Y, por supuesto, retrataría a los reyes, al convertirse en pintor de cámara. Conocer a Goya no es solo disfrutar de su obra, es también conocer el Madrid de su época.
Puedes empezar por donde quieras a seguir los pasos de Goya en Madrid. Recorriendo las calles en las que vivió –¡una de ellas es la nuestra!–, incluso llegando al otro lado del Manzanares donde estuvo la última: la casa de campo conocida como “Quinta del Sordo”. Paseando por los lugares que fueron escenario de sus cuadros, de la pradera de San Isidro a la Puerta del Sol, pasando por el Palacio Real. O buscando los muchos homenajes que se le han hecho en la ciudad, en forma de estatuas, murales, calles o estaciones de metro. Pero creemos que la mejor es admirando sus obras. Muchas de ellas se siguen conservando en Madrid, la mayoría en museos u otros lugares abiertos al público.
Te llevamos a conocer las obras de Goya en Madrid, prepárate, necesitarás unos días para disfrutar de todas. Y más vale que las memorices, en la mayoría de sitios no se pueden hacer fotos.
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Si eres un apasionado de Goya, pero quieres aprovechar más tu estancia en la ciudad, echa un vistazo a nuestro itinerario por Madrid de fin de semana con mapa o a nuestras 60 cosas que ver y hacer en Madrid.
Goya en el Museo Nacional del Prado
Hay muchas obras de Goya en Madrid, pero en ningún sitio tantas como en el Museo Nacional del Prado. Aquí, de hecho, se encuentran la mayoría de sus obras maestras más famosas. ¿Quién ha estado alguna vez en el Prado y no ha pasado a presentar sus respetos a La maja desnuda? Por no hablar de La lucha con los mamelucos –El 2 de mayo de 1808–, Los fusilamientos –El 3 de mayo en Madrid–, Saturno devorando a un hijo o La familia de Carlos IV.
Eso sí, estas son solo algunas, y es que hay ¡más de un millar de obras de Goya en el Prado! Pinturas, sí, pero también grabados, dibujos, estampas y cartas.
¿Sabías que…?
Tanta importancia tiene Goya para el Museo Nacional del Prado que la pinacoteca le ha dedicado una página web específica: “Goya en el Prado”. En ella podrás aprender más sobre su biografía y conocer en detalle todas sus obras.
Nuestras favoritas son sus pinturas negras, Perro semihundido nos parece particularmente curiosa. Por cierto, la puerta principal de entrada al Prado es la Puerta de Goya. Frente a ella, está el monumento dedicado al artista.
La ermita de San Antonio de la Florida
La ermita de San Antonio de la Florida es uno de nuestros rincones favoritos de Madrid y cada vez que vamos nos sorprende estar solos ante una maravilla creada por Goya. Hablamos de los frescos que recubren este templo neoclásico: la Adoración de la Trinidad en el ábside, las famosas “ángelas” –ángeles femeninos– y los querubines en la cornisa y, sobre todo, El milagro de San Antonio de Padua en la cúpula, de la que los personajes parecen asomarse.
Un trampantojo espectacular, una composición original, personajes muy realistas que recuerdan un Madrid que fue, un tratamiento de la luz y del color muy moderno para la época… Estarás entretenido un buen rato, a pesar de lo pequeña que es la ermita.
¿Sabías que…?
A principios del siglo XX, los restos del artista fueron trasladados a esta capilla, convertida en su mausoleo. Una sencilla lápida lo recuerda. Es el tercer lugar de sepultura de Goya, cuyo cuerpo descansó anteriormente en Burdeos –donde pasó los últimos años de su vida– y en el panteón de hombres ilustres de la Sacramental de San Isidro de Madrid. Eso sí, la exhumación de Goya en Burdeos reveló que ¡a sus restos les faltaba la cabeza! Todavía no está claro qué pasó con ella.
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Si fueras un apasionado de Goya y solo pudieras visitar dos museos en Madrid, estos tendrían que ser El Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, institución con la que el pintor estuvo muy vinculado. Tanto, que llegó a ser académico, director de pintura y director honorario.
Hay nada menos que trece óleos de Goya en la academia. Desde cuadros más “oficiales” como pintor de cámara del rey –por ejemplo, el Retrato ecuestre de Fernando VII– hasta retratos más íntimos, de amigos suyos –Leandro Fernández de Moratín, Juan de Villanueva y José Munárriz– y de otros personajes como la actriz La Tirana o Manuel Godoy.
También están sus pequeños “cuadros de gabinete” en los que Goya, según sus palabras, dio rienda suelta “al capricho y a la invención”. El más conocido es El entierro de la sardina, una de las obras maestras de Goya, pero, ¿qué te parece la Casa de locos? Aunque el cuadro más famoso que se conserva aquí es el Autorretrato ante su caballete, uno de los dos autorretratos de Goya en la academia.
¿Sabías que…?
En la academia se conserva un vaciado en escayola de un busto de Goya realizado por escultor Mariano Benlliure. La Fundación Mariano Benlliure acusó a la Academia de Cine de haberse inspirado en este busto para la estatuilla de los premios Goya sin respetar sus derechos de propiedad intelectual. Desde 2020, tras un acuerdo entre ambas instituciones, la nueva estatuilla reproduce fielmente el modelo original del escultor.
La Calcografía Nacional
En la Calcografía Nacional, parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se conservan 228 planchas de cobre de Goya grabadas al aguafuerte. Se expone una selección de cada una de sus series pictóricas: Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates.
Los Desastres de la guerra, en particular, nos parecieron muy modernos y actuales. Tanto, que en la exposición 23º Premio Internacional Luis Valtueña Fotografía Humanitaria, ocho de esos aguafuertes se expusieron dialogando con ocho fotografías contemporáneas de autores galardonados a lo largo de la historia del premio. Cuando la visitamos, nos pareció brillante y desconsoladora a partes iguales.
El Museo Lázaro Galdiano
Otro de nuestros museos de Madrid preferidos es el Museo Lázaro Galdiano, una de las colecciones privadas más importantes de la capital. José Lázaro sentía particular admiración por Goya y llegó a reunir nada menos que ocho de sus pinturas, más otras dos atribuidas, y también dibujos, primeras y segundas ediciones de estampas e incluso cartas del pintor a su amigo Martín Zapater.
¿Sabías que…?
Tal era la admiración de José Lázaro hacia Goya que mandó pintar uno de los techos de su palacete –ahora sede del museo– con una Apoteosis de Goya rodeado por sus modelos. Mientras admiras la colección, sobre tu cabeza te encontrarás con la “maja vestida”, con San Antonio de Padua en su milagro en la cúpula de San Antonio de la Florida o con un autorretrato de Goya.
Las dos obras más importantes conservadas en el museo son dos pinturas negras: Las brujas –o El conjuro– y, sobre todo, El Aquelarre –o El gran cabrón–. Colores oscuros, paisajes desolados, viejas brujas que atormentan a un hombre asustado, conjuros, hechizos, animales del mundo de la noche –murciélagos, mochuelos, lechuzas– o el mismísimo diablo en forma de macho cabrío recibiendo ofrendas de bebés esqueléticos… Goya se ensaña con la ignorancia y la superstición del pueblo.
Otra de las obras del museo es La Era o El Verano, boceto para el cartón –conservado en el Prado– de un tapiz del Palacio del Pardo.
El Palacio Real
Siendo como fue Goya pintor de cámara del rey, no podían faltar obras suyas en el Palacio Real. Entre los mil detalles de la poco sobria decoración del palacio, no olvides fijarte en los cuadros, hay seis de Goya. Podrás ver a Carlos IV en traje de caza o con uniforme de coronel de los Guardias de Corps y a su consorte María Luisa de Parma con mantilla o en traje de corte.
El Museo Thyssen-Bornemisza
Tres retratos más de Goya se conservan en otro de los grandes museos del Paseo del Arte de Madrid, el Thyssen-Bornemisza. De nuevo, el retrato de un rey, en este caso Fernando VII; el de un amigo del artista, el pintor valenciano Asensi Julià, y el de un personaje algo folclórico de Madrid, “el tío paquete” –un famoso mendigo cantante y guitarrista ciego–. Este último se ha identificado por una inscripción –ya desaparecida– en el reverso de la pintura: “El célebre ciego fijo”.
¿Sabías que…?
Asensi Julià, a quien el autor le dedicó el retrato –en el ángulo inferior del óleo se puede leer “Goya a su amigo Asensi”– colaboró con Goya en la decoración al fresco de la ermita de San Antonio de la Florida justo en los años en los que pintó este cuadro. De hecho, los andamios, la mesa de trabajo y los útiles de pintor han llevado a pensar que el retrato pueda estar ambientado en el interior de la ermita.
El Palacio de Liria
Goya retrató a muchos personajes de la nobleza española. Entre ellos, no podían faltar miembros de la Casa de Alba. La Fundación Casa de Alba tiene en su colección dos retratos de Francisco de Goya, ambos expuestos en el Palacio de Liria. El más famoso es el de María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba, con su perrito blanco de lanas –incorporado más tarde– con su lacito rojo a juego con el de la duquesa.
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No conocíamos el Palacio de Liria, ha sido un descubrimiento reciente. Íbamos en busca de las dos pinturas de Goya y encontramos una magnífica colección en un ambiente digno de un palacio de los Alba. Lo bueno es que, además, una vez por semana el museo se puede visitar gratis: los lunes no festivos en los turnos de 09:15 y 09:45. Eso sí, las entradas son limitadas y se acaban enseguida. Salen en la web oficial del Palacio de Liria a las 12:00 del lunes anterior y hay que reservarlas rápido, a los cinco minutos suelen estar agotadas.
La Real Basílica de San Francisco el Grande
Tras muchos museos y palacios, nos vamos a una iglesia: la Real Basílica de San Francisco el Grande. Uno de los lugares que ver en el barrio de la Latina de Madrid y uno de los templos más interesantes de toda la capital. En él, en la primera capilla a la izquierda, se conserva la Predicación de San Bernardino de Siena ante el rey de Aragón, obra juvenil de Goya.
El Museo del Romanticismo
El Museo del Romanticismo es uno de los museos de Madrid que más veces hemos visitado, y cada vez descubrimos alguna pieza que nos fascina. Eso sí, el lienzo de San Gregorio Magno, con su tiara pontificia y su capa pluvial decorada con motivos dorados, no se te puede escapar en ninguna visita. Está conservado en el oratorio, lo vas a ver desde lejos ¡Nosotros ni sabíamos que había un cuadro de Goya en el museo la primera vez que lo visitamos!
El Museo de Historia de Madrid
Al lado del Museo del Romanticismo hay otro museo muy interesante para descubrir el pasado de la capital. Hablamos del Museo de Historia de Madrid. Entre sus muchas obras, no dejes de buscar la Alegoría de la villa de Madrid de Goya. Sí, la mujer con corona, vestido blanco y manto rosáceo que se apoya sobre el escudo de la villa es la personificación de Madrid.
¿Sabías que…?
En el óvalo que señala la alegoría de Madrid, Goya pintó, originalmente, un retrato del nuevo monarca francés José I Bonaparte. Las vicisitudes históricas hicieron que el óvalo se modificara en varias ocasiones. Tras la salida de Madrid de José I –por la victoria de Wellington en la batalla de Arapiles–, Goya repintó sobre su rostro el lema “Constitución”; al volver a Madrid José I, un discípulo de Goya eliminó el repinte de su maestro para recuperar la efigie; con la victoria definitiva sobre los franceses, otro discípulo de Goya recuperó el lema “Constitución»; con el regreso a España de Fernando VII, Goya sustituyó el lema por un retrato del rey; al partir Goya de Madrid hacia Burdeos, el rey sustituyó el retrato, que no le gustaba –probablemente porque Goya lo encargó a uno de sus colaboradores–, por otro realizado por Vicente López; a los diez años de la muerte de Fernando VII, la villa de Madrid pidió cubrir al rey con la inscripción «Libro de la Constitución», y finalmente, en 1872, la inscripción se cubrió con el lema actual: “Dos de mayo”. Sí, el día en que los madrileños se alzaron contra los franceses y fue un francés, José Bonaparte, quien encargó inicialmente la obra…
La Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional es otro lugar donde admirar dibujos y estampas de Goya. En particular, algunos de la serie de Los caprichos: Fatal desgracia, La prisionera y Sueño. De la mentira y la inconstancia. Eso sí, solo están disponibles para investigadores…
No desesperes, en las jornadas de puertas abiertas, suelen sacar algunos para que los vea el público general, así como en exposiciones concretas. Nosotros la última vez los hemos visto en la exposición ¡Vampiros en la biblioteca! Centenario Juan Perucho.
Museo Taurino de Las Ventas
Goya era amante de la tauromaquia, tanto que en el ambiente taurino era conocido como “don Francisco, el de los toros”. Así que no es de extrañar que realizara varios grabados con esta temática. Compartas o no su afición, no deberías perderte los grabados de Goya en el Museo Taurino de Las Ventas, seguro que los disfrutas como el resto de sus obras. Nosotros no la compartimos y nos encantaron.
La Real Fábrica de Tapices
Ya dijimos que Goya llegó a Madrid para trabajar como cartonista en la Real Fábrica de Tapices, así que es aquí donde dio sus primeros pasos en la capital. Hoy es posible visitar su sede actual, a la que se trasladó en 1889 –en 1775, cuando Goya entregó su primera serie de cartones para tapices, y durante el resto de su vida, se encontraba en las inmediaciones de la hoy desaparecida Puerta de Santa Bárbara, en Alonso Martínez–. En ella puedes aprender sobre la producción artesanal de tapices y admirar, entre muchos otros, la colección de algunos de los tapices tejidos según los 63 cartones diseñados por Goya para esta fábrica.
El Palacio Real de El Pardo
Muchos de los tapices producidos en la Real Fábrica de Santa Bárbara tenían como destino el Palacio Real de El Pardo. No lo hemos visitado nunca, pero sí sabemos que en él se conservan todavía tapices realizados según cartones de Goya.
El Palacio de Buenavista
No muchos saben en Madrid que es posible visitar, además gratuitamente, el Palacio de Buenavista, sede del Ejército de Tierra. La visita es interesante por las estancias palaciegas en sí y porque están decoradas con objetos de Patrimonio Nacional, incluyendo algunos provenientes del Pardo. Entre estas obras se encuentran el primer cartón realizado por Goya para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara y, en el Salón Goya, el tapiz La Era o El Verano, de la serie Las Cuatro Estaciones y otras escenas Campestres, confeccionado en hilos de plata, seda y lana para el Palacio Real de El Pardo. Es el mayor tapiz que tiene como modelo un cartón de Goya. Y sí, es el del boceto en el Museo Lázaro Galdiano y del cartón en el Prado.
Colección Banco de España
El Banco de España decidió mostrar al público parte de su colección a mediados de 2021 y, en su primera exposición hizo un homenaje a Goya y a su vinculación con los orígenes de la colección. La exposición estará abierta al público hasta finales de abril y no sabemos si, después, seguirá habiendo obras de Goya a la vista. La entrada es gratuita, pero hay que reservar la plaza desde su página oficial.
Más obras de Goya en Madrid
Hay muchas más obras de Goya en Madrid. Algunas conservadas en colecciones privadas que no se pueden visitar nunca y otras en lugares que admiten visitas solo en algunas ocasiones, como la Real Academia de la Historia o la Colección de las Escuelas Pías de los padres escolapios. Fuera de la capital, en el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial también hay tapices realizados a partir de cartones de Goya y en las iglesias parroquiales dedicadas a Nuestra Señora de la Asunción en Valdemoro y Chinchón, una pintura religiosa de Goya en cada una: Aparición de la Virgen a San Julián en la primera y La Asunción de la Virgen en la segunda.
En el completísimo catálogo de la Fundación Goya Aragón puedes encontrar detalles y ubicación de la mayoría de las obras de Goya en la capital y en todo el mundo.
Conocer la obra de Goya en Madrid es un viaje en sí, no deberías perdértelo.
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