La visita al museo Thyssen de Madrid tras el confinamiento por coronavirus

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid ha vuelto a abrir sus puertas el 6 de junio tras la fase más dura del confinamiento debido a la COVID-19. Después de tres meses de cierre, los madrileños podemos volver a disfrutar de unas de las pinacotecas más importantes del país. Y, que no se diga, ahí estuvimos nosotros el día de la reapertura. Te contamos nuestra experiencia junto con toda la información práctica que necesitas para la visita.

¿Cómo comprar las entradas, online o en taquilla? ¿Los precios son los mismos o han bajado? ¿Y los horarios? ¿Se puede visitar la colección completa? ¿Y las exposiciones? ¿Cuáles son las nuevas “normas covid”? ¿Es agobiante visitar el museo? Te lo contamos todo punto por punto.

Cómo comprar las entradas al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en época de coronavirus

Como en el caso del Reina Sofía y el Prado, tras la reapertura posconfinamiento del coronavirus, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid también siguen estando abiertas las taquillas físicas. Eso sí, se recomienda la compra online o telefónica –es de agradecer que el teléfono sea un 91–. Nosotros nos hicimos con la entrada en la página web oficial del museo, y el proceso nos pareció muy sencillo. De hecho, es la misma plataforma que utiliza el Reina Sofía con la misma interfaz.

En nuestro caso, al ir el primer día con la entrada gratuita, no pudimos escoger el horario: solo se podía elegir el día. Eso sí que fue un poco confuso, porque en el correo electrónico ponía la hora –las 10 h– pero, en realidad, se podía entrar en cualquier momento del día –nos lo confirmaron vía email–. En cualquier caso, una vez pasado el fin de semana de reapertura, sí que hay que escoger la hora, hay entradas cada 15 minutos.

En el correo de confirmación que te llegará tras la compra online tendrás tu número de localizador y la entrada en pdf adjunta con el código QR que tendrás que presentar directamente en el acceso al museo –también está disponible en formato Passbook–. No hace falta imprimirla, con llevarla en el móvil es suficiente. Una vez llegado al museo, no te pares en la taquilla, dirígete directamente a la entrada a las exposiciones, al fondo del vestíbulo.

Un detalle del Reina Sofía y del Prado del que podrían tomar de ejemplo aquí: en sus entradas se indican las normativas covid, además de las genéricas de los museos. En el billete del Thyssen no aparecen, y no estaría de más indicarlas en la misma entrada o en el correo de confirmación.

Precios y horarios, ¿cuándo es gratis? ¿Han bajado los precios?

Como el Prado y el Reina Sofía, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid fue gratis los primeros dos días de la reapertura: el 6 y el 7 de junio. Pero, además, el Thyssen sigue siendo, como antes del cierre, gratis todos los lunes. Eso sí, para los lunes no es posible reservar la entrada online: hay que hacerse con ella en el museo. No entendemos muy bien el porqué, en El Prado en los horarios de gratuidad se puede reservar la entrada online y en el Reina Sofía y en el mismo Thyssen en los días reapertura, cuando eran gratis, también se podía.

Llamamos al museo para confirmar que así fuera y nos comentaron que sí, que es porque para la exposición permanente no hay límite de aforo. Y parece ser que es verdad: hay límite de aforo en cada sala y espacio pero no en la totalidad del museo, porque a la salida no te vuelven a escanear el billete como en el Reina Sofía. Si hubiera límite de aforo, sería un poco faena que no se pueda reservar hora, ya que habría riesgo de quedarse sin plaza e ir para nada.

Resumen de horarios y precios

Para el resto de días, los horarios y los precios del museo no han cambiado, no hay bajada de precio como en el caso del Reina Sofía y del Prado –también es cierto que aquí se puede visitar la colección completa–. La entrada general (para mayores de 18 años) cuesta 13 € y la de estudiante o adulto de familia numerosa 9 €. Respecto a los horarios, el Thyssen abre en verano –de junio al 29 de agosto– de martes a sábado de 10:00 a 21:00 y los domingos de 10:00 a 19:00. En invierno, de martes a domingo de 10:00 a 19:00. La taquilla cierra media hora antes. Los lunes de todo el año las taquillas están cerradas, se accede directamente al museo, y las visitas son de 12:00 a 16:00. Cierra el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre y hay horario reducido, de 10:00 a 15:00, el 24 y el 31 de diciembre.

Las exposiciones

En el precio de la entrada están incluidas, además de la colección permanente, las exposiciones temporales. Eso sí, los lunes, día de entrada gratuita, no hay acceso a ellas, solo a la colección permanente.

Las nuevas normas del museo Thyssen de Madrid en época de la COVID-19

Como los demás museos del Paseo del arte, el Thyssen también ha establecido sus nuevas normas de seguridad para prevenir la difusión del coronavirus entre sus visitantes. En su página web oficial tienes todas las medidas, pero aquí te las recordamos también.

• El uso de mascarilla es obligatorio.
• Hay que mantener la distancia de seguridad –aunque no se indique cuál es–.

Se recomienda:

• lavarse las manos con frecuencia –observación nuestra: muchos de los baños seguían cerrados durante nuestra visita, pero había algunos dispensadores de gel hidroalcohólico en la entrada, a la salida y en las escaleras–;
• comprar la entrada online o por teléfono o, en caso de hacerlo en taquilla, utilizando tarjeta contactless;
• descargar en el móvil el plano del museo –lo tienes aquí– y la información de las exposiciones temporales y utilizar los códigos QR al lado de las obras más importantes de la colección para obtener más información sobre ellas ya que no hay material en papel;
• realizar la visita individualmente o junto a personas con las que se convive.

Las audioguías estándar tampoco están disponibles, pero se pueden comprar, por 5 €, estas audioguías descargables en el móvil. En el museo hay wifi gratuito.

Se ha reducido el aforo en todas las salas. En la entrada del edificio, hay alfombras desinfectantes y, según comentan en la web, hay desinfección continua de instalaciones y superficies. Además, hay mamparas protectoras en las taquillas y en todos los puntos de atención al visitante. No hay toma de temperatura como en el Prado.

¿Fotografías sí o no?

La normativa en cuanto a fotografías no ha cambiado: se pueden hacer, en principio, en todas las salas de la exposición permanente –no en las exposiciones temporales–. No hemos encontrado la normativa específica del museo en su página web pero entendemos que, como en el Reina Sofía, no se podrán hacer, por supuesto, con flash y tampoco con trípode o palo selfie.

Qué salas se pueden visitar

En la reapertura posconfinamiento por el coronavirus el museo Thyssen ha vuelto a abrir todas sus salas, de hecho ha prorrogado también la exposición temporal Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, 1590-1670 hasta el 30 de agosto de 2020.

La tienda del museo Thyssen

A diferencia del Reina Sofía, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid también ha reabierto su tienda. En la entrada, se facilitan guantes y gel hidroalcohólico. La cafetería todavía no estaba abierta el primer día –Madrid seguía en fase 1 de la desescalada–.

Qué ver en el Thyssen-Bornemisza de Madrid tras la reapertura: cuadros y obras más importantes

Como decía arriba, todas las salas de la colección permanente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza están abiertas al público. En su web oficial puedes consultar su selección de las 33 obras más representativas del museo, también tienes estos vídeos.

Entre ellas, nuestras 10 favoritas expuestas actualmente son:

• Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni de Ghirlandaio –sala 5–;
• Santa Catalina de Alejandría de Caravaggio –sala 12–;
• Venus y Cupido de Rubens –sala 19–;
• Les Vessenots en Auvers de Van Gogh –sala 32– ;
• Bailarina basculando (Bailarina Verde) de Degas –sala 33–;

• El puente de Waterloo de André Derain –sala 34–;
• El sueño de Franz Marc –sala 38–;
• Metrópolis de George Grosz –sala 39–;
• Habitación de hotel de Edward Hopper –sala 40–;
• Casa giratoria de Paul Klee –sala 44–.

Otros cinco de nuestros favoritos son:

• Expulsión. Luna y luz de fuego de Thomas Cole –sala 29–;
• Mañana de Pascua de Caspar David Friedrich –sala 31–;
• Calle con buscona de rojo de Kirchner –sala 36–;
• La Clef des champs de Magritte –sala 45–;
• Sillón nº 2 de Domenico Gnoli –sala 48–.

Sin olvidar que, en el Museo Thyssen-Bornemizsa también hay lienzos de Goya. Somos unos apasionados del artista, tanto, que le hemos dedicado un artículo Goya en Madrid: una ruta por sus obras maestras.

Por nuestros recuerdos viajeros, le tenemos especial cariño a los cuadros de Roma de Vanvitelli –¡esa plaza Navona de finales del siglo XVII!–; a los de Venecia de Canaletto –¡esa plaza San Marcos en el siglo XVIII!–; a los de Boudin de Normandía –eso sí, los acantilados de Étretat son iguales hoy que a finales del siglo XIX–, y los de otros impresionistas y posimpresionistas de París en la misma época y a principios del siglo XX –como Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia de Pissarro o La calle Clignancourt, París, el catorce de julio de Gustave Loiseau–. Podríamos decir que New York City, 3 de Mondrian nos recuerda la Gran Manzana, pero estaríamos mintiendo…

La visita virtual al museo Thyssen de Madrid

Si las mascarillas no son lo tuyo y todavía no estás preparado para volver a visitar el museo, o si quieres conocerlo antes de llegar, en su página web oficial puedes recorrerlo a través de una de las visitas virtuales al museo Thyssen.

Nuestra experiencia en el Thyssen versus el Reina Sofía y el Prado

En cuanto a nuestra experiencia, la parte de la compra online es, como comentamos arriba, sencilla, no hay ninguna complicación. Solo nos extraña que no se puedan reservar las plazas para el lunes, el día gratis, y que en las entradas no ponga nada de las nuevas “normas covid”.

Respecto a la experiencia en el museo, a la llegada nos encontramos con una alfombrilla con el texto “zona de desinfección” que no entendimos bien qué quería decir, porque no había ni gel hidroalcohólico ni te tomaban la temperatura… Suponemos que es simplemente por la alfombra desinfectante en sí misma –que no habíamos encontrado en el Reina Sofía, por cierto–.

Algo que añadiríamos, sería un cartel indicando que, si tienes tu entrada electrónica, te dirijas directamente al acceso a las colecciones, porque es un poco confuso. En la entrada están las taquillas y lo más natural es dirigirse ahí, pero si tienes reserva no hace falta.

El recorrido establecido, en este caso, nos pareció mucho más claro que en el Reina Sofía: estaba bien señalizado y no había equivocación posible. En el único punto en que puede resultar un poco confuso –el comienzo de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza–, un trabajador del museo nos indicó el camino correcto.

En cuanto al aforo, como decíamos arriba, no está indicado en el acceso a las salas y, para ser sinceros, en algunas nos pareció que había demasiada gente. También es verdad que en otras había control por parte del personal, para regular el acceso.

Impresiones y sensaciones de la visita al museo en pandemia

Como en el Reina Sofía aunque no a los niveles del Prado –en este último fuimos un lunes y no había casi nadie–, pudimos disfrutar de las obras con bastante tranquilidad y sin estrés. Es cierto que en algún momento tuvimos algo de agobio por la cantidad de gente. Aunque no esté claro cuál es la distancia de seguridad sugerida, seguro que en algunos casos no se estaba respetando. Eso sí, todo el mundo llevaba su mascarilla –siempre hay alguno que la lleva mal, con la nariz fuera, y nadie le dice nada…–.

En cualquier caso podemos decirte que visites tranquilo también al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid. Que el turismo vuelva a empezar por la belleza del arte.