La visita al museo Reina Sofía tras el confinamiento por coronavirus

Tras la fase más dura del confinamiento en la crisis del coronavirus, y después de tres meses de cierre, el 6 de junio volvían a abrir los tres grandes museos del Paseo del Arte madrileño. En cuanto nos enteramos, nos lanzamos a la caza de la plaza libre. La primera que encontramos fue en el Museo Nacional Reina Sofía: estábamos ahí en cuanto abrieron sus puertas el día de la reapertura, a las 10 de la mañana del sábado 6 de junio. No íbamos a perder la ocasión de disfrutar del Guernica sin turistas, ¿no? Entre los aplausos de los pocos visitantes que nos acompañaban –el aforo se ha reducido– y las cámaras de los periodistas, metimos pie en un museo por primera vez desde hacía cinco meses, en nuestro último viaje.

Con la visita “fresca”, te contamos las nuevas normas, junto con los nuevos precios, cómo comprar las entradas, etc. Y también nuestras impresiones y nuestra experiencia. Teníamos ganas de volver a hacer turismo, aunque solo fuera por nuestra ciudad, pero teníamos dudas de cómo sería la experiencia tras la crisis del coronavirus. ¿Sería agobiante encontrarse con tanta gente en un espacio cerrado? ¿Y llevar mascarilla durante un tiempo relativamente largo? ¿Disfutaríamos de las obras como antes?

Cómo comprar las entradas al Museo Nacional Reina Sofía tras el coronavirus

En el Museo Nacional Reina Sofía, como en los otros dos del Paseo del Arte, se pueden seguir comprando los billetes en taquilla. Aunque es recomendable hacerlo online en su página web oficial para asegurarse la plaza antes de ir, al haber bajado el aforo a un tercio durante la crisis del coronavirus. Nosotros lo hicimos así y el proceso fue muy simple. La entrada va con horario –se puede acceder cada media hora– y en el correo electrónico de confirmación tendrás tu número de localizador y todos los datos prácticos sobre la visita –cómo llegar, normas generales, las nuevas normas covid, etc.–. Se pueden reservar online también las visitas en horario gratuito.

No hace falta imprimir la entrada: en el correo electrónico viene adjunta en pdf con su código QR, lo puedes enseñar directamente en el móvil. Hay que conservar el billete hasta la salida, donde tendrás que volver a presentarlo para que el personal pueda controlar el aforo.

Ambas taquillas, la de la entrada del edificio Sabatini y la de la ampliación de Jean Nouvel, están abiertas. Nosotros entramos por la primera y salimos por la segunda.

Precios y horarios, ¿cuándo es gratis? ¿Han bajado los precios?

Con la reapertura, el museo Reina Sofía fue gratis durante dos días: el 6 y el 7 de junio. Ahora sigue siendo gratis las dos últimas horas de visita –de 19:00 a 21:00–, el lunes y de miércoles a sábado. En el resto de horarios ya no es gratis, pero la entrada es reducida: se ha bajado el precio a la mitad y seguirá así hasta que se normalicen los accesos y se vuelva a abrir la colección completa.

La entrada general ha pasado de 10 a 5 euros en taquilla y de 8 más gastos (8,90 €) a 4 euros más gastos (4,90 €) online. La verdad es que ahora solo hay 10 céntimos de diferencia entre la entrada en taquilla y la entrada online, pero sigue mereciendo la pena la segunda opción para asegurarse la plaza y evitar la cola y un contacto añadido.

En cuanto a los horarios, se han reducido un poco cerrando ahora el domingo por la tarde. Los nuevos horarios son: de miércoles a sábado y los lunes de 10:00 a 21:00 y los domingos de 10:00 a 14:30. Abre todos los días del año menos los martes, el 1 y el 6 de enero, 1 de mayo, 15 de mayo, 9 de noviembre y 24, 25 y 31 de diciembre. Más información en su página oficial.

Las nuevas normas del museo Reina Sofía en época de la Covid-19

Te resumimos los puntos de la nueva “normativa Covid” del Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.

• El uso de mascarilla es obligatorio –salvo en las excepciones indicadas por las autoridades sanitarias–.
• Se recomienda el uso de solución hidroalcohólica –hay dispensadores repartidos por todo el museo–.
• Hay que mantener una distancia de seguridad de 2 metros con los demás visitantes.
• El uso de los ascensores se limita a los casos estrictamente necesarios, se aconseja utilizar las escaleras.

No hay control de temperatura como en el Prado ni se pasa por alfombras para desinfectar la suela de los zapatos.

Algunos detalles más.

• Hay acceso preferente para mayores de 65 años y personas con necesidades especiales.
• No está disponible el servicio de consigna.
• No están disponibles las audioguías, folletos y otro material impreso.
• La asistencia a cada sala y al museo en general está limitada a cierto aforo: se podrán alterar los recorridos, la ordenación de entradas y salidas o el acceso a salas por motivos de seguridad.

Un detalle que comprobamos nosotros: el acceso a los baños está limitado a una persona. En cada baño solo hay un aseo disponible, el resto están cerrados.

¿Fotografías sí o no?

Respecto a las fotografías, se han mantenido las normas anteriores: se pueden hacer fotos sin flash, sin trípode y sin palo selfie en todas las salas menos en el ala del Guernica –sala 206–.

Qué salas se pueden visitar: ¿puedo ver el Guernica?

De los tres museos del Paseo del Arte, el Reina Sofía es el que menos porcentaje de sus salas deja visitar tras la reapertura postconfinamiento. ¿Qué se puede visitar entonces? Prácticamente toda la segunda planta del edificio Sabatini está abierta, con la mayoría de la Colección 1: La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos. Aunque el primer día alguna sala de la planta estaba cerrada, parecía que iba a abrir pronto, ya estaban fuera los carteles con el aforo máximo permitido. La Colección 1 es la primera y más icónica de las colecciones del museo, puedes consultar sus obras aquí. Sí, es donde está el Guernica.

También se puede acceder al Jardín Sabatini, en el claustro del edificio Sabatini, y a las terrazas del edificio Nouvel, en la tercera planta. En estas últimas no encontramos casi a nadie, no creemos que muchos se enteraran de que estaban abiertas, de hecho nosotros lo hicimos por casualidad, al preguntarle a un guardia de seguridad.

Según leímos, se irán añadiendo gradualmente otras áreas expositivas.

La ampliación de Nouvel, las tiendas, el restaurante…

En el edificio de la ampliación de Nouvel solo es accesible la terraza: las salas de exposiciones están, de momento, todas cerradas. Tampoco están abiertas las tiendas y el restaurante, pero sí la biblioteca.

Qué ver en el museo Reina Sofía tras la reapertura: cuadros y obras más importantes

La mayoría de obras más importantes del museo Reina Sofía se encuentran en las salas que han vuelto a abrir al público tras el confinamiento.

El Guernica de Picasso

Entre ellas, por supuesto, está el Guernica –sala 206–. La gran obra maestra de Picasso sigue siendo el principal reclamo del museo así que no podía faltar en la reapertura. Como nos pasó en la entrada, cuando llegamos ante ella había más periodistas que espectadores. Al marcharse, quedamos los pocos afortunados visitantes. ¿Cuánto tiempo haría que el Guernica no se encontraba en tan poca compañía? No te pierdas tampoco las salas que rodean a la del gran mural de Picasso, con los dibujos preparatorios para el Guernica, como el de la cabeza del caballo y el de la madre con el niño muerto, y los postscriptos, la mayoría de cabezas de mujer llorando.

Más obras importantes del museo Reina Sofía

El cubismo no está representado solo por Picasso –del que, por cierto, hay más obras– en el Reina Sofía. Tras hacer, durante el confinamiento, el curso de cubismo de Miríadax –te lo recomendamos mucho, es gratuito–, teníamos ganas de revisitar las obras de la colección cubista de Telefónica. Sobre todo, las del madrileño Juan Gris, pero también las de otros pintores, como María Blanchard. En la 208 nos esperaban las naturalezas muertas cubistas de María Blanchard y nuestra favorita: La ventana abierta de Juan Gris.

Salvador Dalí es otro ilustre en la Colección 1 del Reina Sofía. El cuadro más famoso, y el que más ganas teníamos de volver a ver tras descubrir su inspiración en el Parque Natural del Cap de Creus, es el Rostro del Gran Masturbador –sala 205–. En la misma sala 205 están Los esfuerzos estériles y el Enigma sin fin, con el inconfundible rostro de Gala “flotando” en el extremo derecho del cuadro. Y en la sala 207, Retrato y Figura en una ventana.

En la sala 207 está también una de nuestras obras favoritas del museo: Un mundo, de la pintora Ángeles Santos, el gran lienzo de 3×3 metros que causó sensación en el Salón de Otoño de Madrid de 1929 y sigue causándola. Aquí puedes verlo en detalle.

Si buscas obras de Joan Miró, ve a la sala 206.04, ahí te encontrarás, entre otras, con Mujer, pájaro y estrella (Homenaje a Picasso). En el jardín, no te pierdas su Pájaro lunar.

En las salas 206.7 y 206.9 las obras de la República Española y de la Guerra Civil nos sorprendieron, no tanto por su valor artístico, sino por el histórico, te recomendamos no saltártelas.

En la página web del museo hay una selección de las 80 obras indispensables del museo.

Nuestra experiencia en este versus los otros grandes museos de Madrid

La experiencia con la compra online, como comentamos anteriormente, fue muy buena. Sencilla y sin problemas. No comprobamos cómo es la de la compra en las taquillas, la verdad es que nos pareció que estaban vacías y todos tenían su entrada reservada.

En cuanto al acceso, al ser a primera hora, con el museo cerrado, la gente se fue agrupando en la entrada sin respetar mucho la distancia de seguridad. No hay marcas en el suelo ni había personal del museo controlando. Por cierto, la cola para entrar se forma en el exterior y no hay manera de resguardarse del sol –o de la lluvia, menos probable en Madrid–. En pleno verano va a ser complicado… Tras la cola, el acceso fue sencillo: pasamos el código QR para entrar y cruzamos el control sin problemas.

Ya dentro del museo, nos encontramos con otro problema: se supone que el recorrido es único, pero no nos pareció que estuviera muy claro. En un par de ocasiones nos perdimos, se podía ir en diferentes direcciones. Por otro lado, fuera de cada sala hay un cartel con el aforo máximo de la misma. En la primera ya no se respetaba: ponía 5, había más de cinco personas y el guardia nos dijo que pasáramos…

Respecto a la mascarilla, todo el mundo la llevaba. Algunos de los visitantes mal –con la nariz fuera–, pero era una cantidad muy pequeña. No vimos que nadie les dijera nada, eso sí.

Impresiones y sensaciones en nuestra primera visita a un museo en pandemia

En general, no nos sentimos agobiados en ningún momento y pudimos disfrutar de las obras tranquilos, sin estrés. Pero, si quieren que se respeten las normas que ellos mismos han formulado, a lo mejor haría falta un poco más de control. En el museo Thyssen-Bornemisza y en el Prado el recorrido único está más claro y, en algunas salas, el personal controlaba el acceso aunque, en general, había mucha más gente. Desde luego, había mucha más gente que en el Prado, pero también es cierto que al Prado fuimos de lunes, el fin de semana no sabemos cómo estaría.

En conclusión: te aconsejamos sin duda la visita. Cinco euros para reencontrarte con obras como el Guernica o Rostro del Gran Masturbador es una ganga. Y qué mejor que un museo para volver a disfrutar del turismo.