Seguro que te suenan los pueblos blancos de Andalucía. Pues en Puglia, el “tacón de la bota” de Italia, tienen una prima: la città bianca. Hablamos de Ostuni, una pequeña ciudad de casitas encaladas rodeada de olivares que bajan hasta el mar. ¿Olivares? ¿Mar? Sí, siguen las similitudes con Andalucía. Al fin y al cabo, estamos en el Mediterráneo.

Al llegar a Ostuni en autobús, después de los olivares, apareció esa postal perfecta de la ciudad blanca de Apulia. Pero esta pequeña ciudad es mucho más que una postal. Tras cruzar la antigua muralla aragonesa –sí, ¡aragonesa!– descubrimos que hay mucho que ver en Ostuni. Bueno, que ver y que degustar, que se come de vicio. Orecchiette, burrata, polpette –albóndigas–, taralli… ¿quién da más?
Ven con nosotros a descubrir todos los monumentos que hay que visitar en Ostuni, dónde encontrar esa postal perfecta, dónde degustar sus platos típicos y todo lo que no puedes perderte en una de las etapas más bonitas de nuestra ruta por Puglia en transporte público. Playas incluidas, porque sí, también hay playas en Ostuni para elegir.
Qué ver en Ostuni
Ostuni se divide en dos partes: el centro, con sus monumentos y sus casitas encaladas, y la Marina, con sus playas. Primero nos vamos al centro, donde está la mayoría de lugares que visitar en Ostuni. Aquí los tienes todos o, por lo menos, los más importantes.
La Plaza de la Libertad y el obelisco de San Oronzo
¿Lo primero que ver en Ostuni? Sin duda, la Plaza de la Libertad, Piazza della Libertà en italiano. Es la plaza principal de la ciudad, la más animada, con sus bares y cafés, y el punto de encuentro más habitual de los locales. Desde luego, fue lo primero que nos llamó la atención tras bajar del autobús antes de meternos por las callejuelas del casco histórico. Y no fue por esa animación –que en invierno, cuando fuimos nosotros, no era tanta–, sino por su obelisco barroco de casi 21 metros de altura. Es el obelisco de Sant’Oronzo, el santo patrono de la ciudad que, según la tradición, la habría protegido de la peste en 1657. Sí, has adivinado, la estatua del santo en lo alto del obelisco representa a San Oronzo, bendiciendo y protegiendo Ostuni.

¿Sabías que…?
Parece que en ese mismo 1657 se originaron las fiestas patronales de Ostuni, que se siguen celebrando a finales de agosto –25, 26 y 27 para ser exactos–. Hay una gran procesión de caballeros, la Cavalcata di Sant’Oronzo, que llevan una figura del santo desde su santuario, en las afueras de la ciudad, hasta la plaza de la catedral. Lo más curioso son las mantas de los caballos, rojas para recordar la sangre del martirio y decoradas con arabescos y cientos de lentejuelas.
En la Plaza de la Libertad es también donde se alza el palacio municipal de Ostuni, el neoclásico Palacio de San Francisco, antiguo convento franciscano. A su lado, de hecho, está la iglesia de San Francisco. No dejes de acercarte a las estatuas de San Francisco y San Antonio y cruzar el umbral de la iglesia entre ellas.

La muralla aragonesa
Ostuni estuvo en su día totalmente rodeado por una muralla. Una muralla que, entre otros, levantaron los Anjou –en el siglo XIV para proteger la ciudad de los sarracenos– y los aragoneses –en el siglo XV para protegerla de los turcos y los piratas–. De ahí el nombre de “muralla aragonesa” que, a lo mejor, te sorprende un poco. Es un “recuerdo” de la época en la que el Reino de Nápoles –y, por ende, Apulia–, estaba bajo el dominio del Reino de Aragón.

La muralla se mantuvo intacta hasta 1743, cuando la zona fue golpeada por un gran terremoto. Algunas partes se tiraron y otras se englobaron en nuevos edificios. Pero, que no cunda el pánico, aunque ya no rodea todo el casco histórico, quedan paños bien conservados: el más grande, entre Porta Nuova y el Palazzo Scalona.
Las callejuelas del casco histórico
¿Y qué tienes que ver en Ostuni dentro de su casco histórico? Pues hay plazas, iglesias, palacios y museos dignos de visitar, como en muchas otras ciudades europeas. Pero lo mejor es recorrer sin rumbo sus callejuelas. Subir las escalinatas, pasar bajo los arcos y asomarse a las terrazas panorámicas buscando la foto y el instante perfectos. ¡Siempre con fondo blanco, claro!

Una de nuestras callejuelas favoritas es la Via Bixio Continelli, con sus arcos y la pequeña iglesia de Santiago. Y lo de callejuelas no es una forma de hablar, son todas muy estrechas y muchas no tienen salida. La única calle que se puede definir como tal es la Via Cattedrale, la calle principal, que separa en dos el casco histórico y llega, sorpresa sorpresa, hasta la catedral.

Cerca de la catedral hay tres rincones “clásicos” del casco histórico de Ostuni que no puedes perderte. Uno es el Arco Scoppa, que enmarca la fachada de la catedral en una de las postales más clásicas de Ostuni. Otro, la Porta Blu, la puerta azul de un edificio blanco –un alojamiento turístico– que se ha convertido en uno de los rincones más instagrameados de la ciudad. Y el último es la vista panorámica que hay junto a ella, que da hacia el mar.

¿Sabías que…?
El Arco Scoppa, que une el palacio episcopal con el del antiguo seminario, es de 1750 y sustituye uno anterior en madera. Lo mandó construir en estilo barroco el arzobispo Scoppa y parece, aunque no sabemos cuánta verdad habrá en ello, que está inspirado ¡en el Puente de los Suspiros de Venecia! Nosotros no le vemos mucho el parecido, la verdad.
La catedral de Ostuni
El monumento más importante de la ciudad es la Cattedrale di Ostuni, en realidad Concattedrale di Santa Maria dell’Assunzione. Si te preguntas qué edificio tienes que visitar en Ostuni… ya sabes. Eso sí, su horario, sobre todo en invierno, es un poco “flexible”. Un paisano tiene la llave para abrirlo y lo de respetar el horario de apertura pues, no siempre se cumple. Tómatelo con calma.

En cualquier caso, ya el exterior no tiene desperdicio, desde la fachada tardogótica con su curiosa forma y sus tres portales y tres rosetones, hasta su cúpula de mayólica de colores. El interior se retocó en los siglos XVIII y XIX y hay unas cuantas capillas con obras barrocas.

Los museos, ¿sí o no?
Junto a la catedral, en el antiguo palacio episcopal, está el Museo Diocesano. Nosotros no entramos, pero nos enteramos después de la existencia de una obra muy curiosa que se conserva aquí: el Crucifijo anatómico en cera. Un crucifijo en cera de finales del siglo XVII – principios del XVIII con una “puertecilla” en el abdomen que deja ver el corazón, los pulmones, el intestino y la caja torácica. No sabemos si merece la pena la visita solo por él, pero curioso es un rato… También hay piezas arqueológicas y los típicos paramentos litúrgicos de los museos diocesanos.
Tampoco entramos en el otro museo del casco histórico, el Museo Cívico de Ostuni, ubicado en la iglesia de San Vito Mártir –la otra iglesia con cúpula de mayólica de colores– y en el exmonasterio carmelita de Santa María Magdalena de los Pazzi. Es un museo arqueológico con restos encontrados en yacimientos de los alrededores de Ostuni. Aquí también hay una pieza muy curiosa: el esqueleto de la mujer embarazada más antiguo encontrado en todo el mundo. Nada menos que de hace unos 25.000 años, del Paleolítico. Es la llamada “mujer de Ostuni” o “Delia” y también hay una reconstrucción del enterramiento donde se encontró.
Probablemente, como nosotros, no tengas tiempo para ellos si estás dando vueltas por toda la región de Puglia. Pero no queríamos dejar de mencionar estas dos piezas tan curiosas para que no te pase como a nosotros, que nos enteramos a posteriori.
La vista panorámica de Ostuni al amanecer y al atardecer
Cuando buscamos información sobre lugares que visitar en Ostuni, nadie mencionaba desde dónde ver la panorámica que sale en todas las postales de la ciudad. Y es que, si el casco histórico es bonito desde dentro, desde lejos y con algo de perspectiva puede que lo sea aún más. Esa colinita de edificios blancos que nace en la muralla y está coronada por la catedral es todo un clásico de Puglia. Teníamos que encontrar el lugar desde donde Ostuni lucía más que en ninguno su apodo de ciudad blanca. Así que preguntamos en el hotel y, al final, encontramos el sitio, bueno, los sitios: la Piazzetta Martiri delle Foibe y una callejuela cercana. Te indicamos ambas en el mapa de Ostuni.

Y si vas al amanecer, cuando ese blanco se tiñe de rojo y rosado, o al atardecer con el cielo tornándose morado… ya tienes tu imagen inolvidable de Ostuni.
Las playas de Ostuni
Nosotros no somos de playas y fuimos por su casco histórico –además de hacerlo en diciembre–, pero, en Italia, Ostuni es conocido también por sus playas. Su centro marítimo, Marina di Ostuni, tiene diecisiete kilómetros de costa y una quincena de playas entre calitas y grandes arenales. Hay dos banderas azules, Lido Fontanelle y Creta Rossa; dos playas, Lido Morelli y Onda Blu, en el Parque Natural Regional de las Dunas Costeras de Torre Canne a Torre San Leonardo; playas más grandes y animadas como Rosa Marina; las calitas de la Costa Merlata como Quarto di Monte; una playa con torre del siglo XVI, Torre Pozzelle…. Vamos, que las tienes para todos los gustos.
Además, al sur de Marina di Ostuni hay otra área protegida: la Reserva Natural de Torre Guaceto, con una pequeña playa y un centro de recuperación de tortugas.
Mapa con los lugares que visitar en Ostuni
Aquí está nuestro clásico mapa. Un mapa con todos los lugares que ver en Ostuni de los que te hemos hablado. Playas aparte, todo está muy cerca.
Restaurantes de Ostuni: dónde y qué comer
Llega una parte fundamental en cualquier lugar de Italia: qué y dónde comer. Para el qué, te recomendamos nuestro artículo sobre la comida típica de Puglia, con nuestros platos favoritos. Y en cuanto al dónde, a nosotros nos encantó la Trattoria Saperi e Sapori, en pleno casco histórico. Platos regionales preparados muy bien, con ingredientes frescos, raciones abundantes –cuidado con pedir demasiado si no eres de mucho comer–, personal muy simpático y precios ajustados. ¿Qué más se puede pedir? Solo con pensar en esos orecchiette con tomate y stracciatella o con cime di rapa babeamos…

Rincón Salta Conmigo
No puedes ir a Puglia sin probar una mozzarella y una burrata artesanas recién hechas. Comprobarás que no tienen nada que ver con las industriales que encuentras fuera de Italia. Lo bueno de Ostuni es que hay un caseificio, quesería, junto al casco histórico: el Caseificio Lacarbonara. ¡Cómo estaba esa burrata!
Nuestro hotel: dónde dormir
Nuestro hotel, el Hotel La Terra, también fue todo un acierto. Ubicación ideal, en el casco histórico; habitaciones muy cómodas, en un antiguo palacio medieval restaurado; personal muy simpático, y un desayuno delicioso con pastelería local, pasticciotti incluidos. Si no sabes qué son los pasticciotti, lee nuestro artículo sobre la comida típica de Puglia.

Aquí tienes precios y disponibilidad del hotel y aquí los de otros hoteles de Ostuni si este no te convence.
Cómo llegar desde Bari, Alberobello, Locorotondo…
Desde Bari y desde Lecce es muy fácil llegar a Ostuni en transporte público: hay tren regional directo. Tarda 45 minutos desde Bari y 50 desde Lecce, vamos, que está a mitad de camino. Llegar desde Alberobello o Locorotondo, por otro lado, es un poco más complicado: hay que coger un autobús hasta Fasano y allí cambiar, te lo contamos en detalle en nuestra ruta por Puglia de 7 días en transporte público.

La parada del autobús está muy cerca del casco histórico. La parada de trenes, por otra parte, está a unos dos kilómetros y medio del casco histórico. Hay autobuses urbanos, pero no siempre coinciden con los horarios de los trenes, por lo menos en invierno cuando hay menos. Nosotros acabamos bajando a pie.
Qué, ¿ya te han entrado ganas de visitar la ciudad blanca de Puglia?
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