Algo le falló en la comunicación a San Andrés porque, aunque son muchos los peregrinos –y turistas– que se acercan a su santuario gallego en San Andrés de Teixido, debería ser toda la cristiandad. De hecho, más allá de Galicia, no es tan conocido el hecho de que es “obligatorio” visitar el santuario de San Andrés de Teixido para poder entrar en el reino de los cielos.

Como nunca se sabe lo que puede pasar y tanto el santuario de Santo André de Teixido como sus alrededores merecen mucho la pena, no es mala idea ir a visitarlo. Lo dicho, por el placer visual en esta vida… y por un permiso de acceso al paraíso. Ojo, que es solo permiso de acceso, no una entrada asegurada.
Prepárate para la postal perfecta: la piedra de la iglesia, los árboles, los acantilados y el océano Atlántico. Nunca cumplir una obligación fue tan placentero.
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No te quedes sólo en San Andrés de Teixido y echa un vistazo a nuestros artículos La Costa Ártabra, la Serra da Capelada y sus infinitos acantilados, Las fragas do Eume y Las playas más bonitas de Ferrolterra para completar tu viaje por las Rías Altas. Y, si lo que quieres es un resumen: qué ver en los alrededores de Ferrol, Ferrolterra.
La leyenda de San Andrés de Teixido: vai de morto o que non foi de vivo
¿Cómo consiguió San Andrés ser parada obligatoria en la “autopista hacia el cielo”? No, no busques a Michael Landon, que esto es mucho más espiritual.

A pesar de su santidad, San Andrés no estaba nada contento con el hecho de que nadie fuera a su santuario mientras miles de peregrinos viajaban cada año hasta Santiago de Compostela. Y podía quejarse, San Andrés fue el primero de los apóstoles de Jesús, el hermano de Simón Pedro, posteriormente San Pedro. El caso es que, atendiendo a su frustración, Dios, junto con su hermano San Pedro, le prometió que nadie entraría en el paraíso sin antes ir a visitarlo. Y, no contento con eso –tal vez pensando en que se le iba a quedar vacío–, acabó diciendo que el que no fuera vivo, tendría que hacerlo después de muerto. Así nació el vai de morto o que non foi de vivo.
¿Sabías que…?
La parte en la que se va de muerto tenía letra pequeña: se podía ir como un alma en pena –porque no podías entrar en el cielo– o como una vida nueva. Y la vida nueva sería una de “tercera división”: un lagarto, un sapo, una culebra… Ten cuidado cuando vayas y no pises a ningún otro visitante.
Hay más versiones del origen del vai de morto quen non foi de vivo –otra forma de decirlo en gallego–. Una cuenta que San Andrés naufragó en la costa, no recibió ayuda y Dios, apiadándose de él, decidió que todo el mundo tendría que ir a presentarle sus respetos si quería entrar en el paraíso. Y otra habla de una visita turística de Jesús y San Pedro a las Rías Altas y una manzana, pero es demasiado fantasiosa. Imagina cómo será, como si las otras fueran de lo más realistas…
De las tiendas de souvenirs y amuletos al santuario y la imagen de San Andrés
Sea como fuere, el santuario que te encontrarás después de un paseo entre tiendas de souvenirs, sanandresiños y exvotos es de principios del XVIII, en estilo neogótico marinero –nosotros también nos quedamos locos con la coletilla del neogótico– de paredes encaladas y torre campanario.
¿Sabías que…?
¿Sanandresiños? Sí, así se conocen los amuletos típicos de San Andrés de Teixido. Se fabrican a mano con miga de pan, que después se cuece y colorea. Hemos leído que antes había más diseños, pero hoy quedan ocho según lo que busques:
– el santo: salud y amistad;
– la flor: amor;
– la mano: estudios;
– el pez: comida –no sabemos si hoy será muy buscado–;
– la escalera: trabajo y negocios;
– la barca: viajes;
– la corona de San Andrés: protección;
– la paloma: paz.
No vayas a pensar que la cosa empezó hace tan poco tiempo. Se sabe de un monasterio en el lugar desde el siglo XII y, aunque la primera constancia escrita de una peregrina es de finales del siglo XIV, se cree que las peregrinaciones comenzaron en la Edad del Hierro –mucho antes de San Andrés–. Fue propiedad de la orden de San Juan de Jerusalén y de los condes de Andrade –los del castillo de Moeche y la torre de Pontedeume–, al mismo tiempo… lo que generó unas cuantas disputas por las donaciones de los peregrinos.

El templo es pequeño y, además de en los exvotos de cera, no podrás evitar fijarte en la imagen de San Andrés en el retablo barroco del altar mayor, con su capa de un rojo intenso. En 1970 se descubrieron unos frescos con la vida del santo tras el retablo.
Qué ver en San Andrés de Teixido además del santuario
El santuario de Santo André de Teixido es muy pequeño, como hemos dicho, pero no es lo único que tienes que ver en tu visita. Puede que, solo con entrar, ya tengas vía libre al cielo, pero ¿no te vas a quedar un rato más en los alrededores?
La gruta del santo y sus exvotos
Empezamos por la gruta del santo, una pequeña cueva en la ladera del acantilado en la que nos encontramos con otra imagen de San Andrés, muchos más exvotos de cera y unas cuantas velas y otras ofrendas para pedirle al santo favores o agradeciendo su intercesión. El espíritu marinero del santuario se convierte en pequeñas maquetas de barcos colocados en las paredes de la cueva pidiendo protección para su tripulación. En los barcos y casi en cualquier hueco de las piedras vimos fotos de personas, no sabemos si como recuerdo de difuntos o como agradecimiento por la ayuda recibida.

La fuente de los tres caños
Otra parada obligada en el santuario es la fuente de los tres caños o del santo. La leyenda cuenta que la fuente mana desde debajo del altar de la iglesia y que sus aguas son milagrosas. Milagrosas, pero según la pintada no potables. Así que, aunque la tradición manda beber agua después de hacer la petición a San Andrés, mejor mójate los labios y no tragues. El ritual se completa lanzando una miga de pan al agua. Si flota, se cumplirá tu petición.

El final del rito es llevar al santo un ramo de la herba de namorar o herba namoradeira. La encontrarás en el camino al mar por los acantilados entre las rocas. Haz el camino, pero mejor dejamos la naturaleza como está y no arranquemos las flores. Y, aunque puedes comprarla en los puestos antes de llegar a la iglesia… ¿de dónde crees que han salido esas flores más que arrancadas también?
¿Sabías que…?
El nombre de herba de namorar o herba namoradeira se debe a las supuestas propiedades mágicas de las flores para ayudar en los enamoramientos. Que otra cosa no, pero meigas en Galicia, haberlas haylas.
Los milladoiros
San Andrés estaba celoso de los peregrinos de Santiago de Compostela y, además de convertirse en parada obligada al paraíso, también vio aparecer en el camino a su santuario los milladoiros. ¿Qué son los milladoiros –amilladoiros en la comarca de Cedeira–? Montones de piedras, como en la Cruz de Fierro en León en pleno Camino de Santiago. La utilidad es doble: por un lado descargar los pecados durante la peregrinación y, por otro, dejar constancia de que has ido a visitar al santo y que no te ponga pegas San Pedro en las puertas del cielo.
Los caminos a San Andrés de Teixido
Nadie especificó que hiciera falta llegar peregrinando a San Andrés de Teixido de vivo para no tener que hacerlo después de muerto. Podrás acercarte en coche tranquilamente y cumplir igual. Eso sí, ni en la Edad de Hierro ni en el siglo XIV tenían esas facilidades, así que hay varias rutas de peregrinación. Son los llamados caminos de San Andrés de Teixido.

El Camiño Vello, camino viejo, es el primero conocido gracias al padre Sarmiento en 1755. Sale de Xuvia (Narón) y llega hasta el santuario. Los que quieran un reto mayor, pueden recorrer los casi 76 km del GR-55 desde Betanzos. Y los que busquen algo más ligero y con vistas espectaculares de los acantilados, pueden hacer la Ruta dos Peiraos, desde el Castelo da Concepción en Cedeira, o el Camiño dos Cantís, desde Cariño. Puedes verlos todos, y algunas variantes, en la web de los caminos a San Andrés de Teixido.
Qué ver en los alrededores, dónde dormir y dónde comer
Ya lo dijimos antes, pero volvemos a hacerlo: no puedes visitar San Andrés de Teixido y no recorrer los alrededores. La Serra da Capelada y la Costa Ártabra son el complemento perfecto. ¿Sabías que los acantilados más altos de la Europa continental están ahí?

No hay donde dormir en la pequeña aldea de San Andrés de Teixido –hablamos de unos 50 habitantes–. Por proximidad, te recomendamos quedarte en Cedeira. Nosotros lo hicimos en el Hostal Praia Madalena. Bien situado, frente al Paseo de la Marina y la ría de Cedeira, muy cómodo y limpio, con buen desayuno y con un personal muy agradable. Echa un vistazo aquí a los precios y aquí a otros hoteles de Cedeira.

Fue en la recepción del Hostal Praia Madalena donde descubrimos el restaurante Brisa. Lo habíamos visto al entrar, está justo al lado, pero la recomendación nos acabó de convencer. Estupendas croquetas, vieiras y raxo gallego con un precio de lo más ajustado.

Y tú, ¿irás de muerto o de vivo a San Andrés de Teixido?
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