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El Castillo de Moeche: la fortaleza de las revueltas irmandiñas

Lo confesamos, nos encantan los castillos. Si hay un castillo que visitar cerca del lugar por el que pasamos… nos desviamos para hacerlo. En realidad, eso no fue lo que pasó con el castillo de Moeche, en Galicia. No lo descubrimos por casualidad y cambiamos la ruta para acercarnos. Formaba parte de la ruta desde el principio y es que la historia de este castillo da para una novela de las buenas.

Castillo de Moeche Patio Armas Salto

Haremos un resumen rápido de sus siete siglos de historia –Ramón fue un gran guía–. Pero no creas que se trata solo de recuerdos, el castillo está bastante bien conservado y restaurado. Vamos, que también lo visitamos por su arquitectura. ¿Qué te parece un castillo de planta octogonal irregular? Por no hablar de que está construido en un valle, en lugar de en una zona elevada, o de sus sucesivas ampliaciones y reformas.

Sublevaciones, incendios, trabajos forzados, cárcel…y museo y escenario para un festival histórico. Estamos seguros de que el castillo de Moeche también será una parada de tu ruta.

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El castillo de Moeche: horarios, precios y cómo llegar

El nombre del castillo de Moeche ya da pistas de su localización. Correcto, está en Moeche, en la provincia de A Coruña, en Galicia. Concretamente, en la rua Castelo de Moeche, S/N. Te podríamos dar más detalles sobre cómo llegar al castillo de Moeche, pero, como siempre, Google Maps sabe mejor cómo hacerlo.

Castillo de Moeche Exterior

El castillo de Moeche abre de abril a mediados de octubre. En abril abre solo festivos y fines de semana de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00. En mayo y junio, además, abre de miércoles a viernes de 16.30 a 19.00h. De julio a mediados de octubre abre los martes de 17.00 a 19.30; miércoles, jueves y viernes de 11.30 a 14.00 y de 17.00 a 19.30, y festivos y fines de semana de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Como el horario es un tanto enrevesado, te recomendamos que lo compruebes en la página oficial del ayuntamiento de Moeche y casi que llames (981 404 006) o les escribas un correo electrónico a turismo@moeche.gal para confirmar.

El precio de la entrada al castillo de Moeche es de 2,50 €. También hay visitas guiadas al castillo, son gratuitas pero hay que reservar la plaza en el teléfono o correo que indicamos antes. Ya te hemos adelantado que nosotros nos apuntamos a una, con Ramón y le da una vida especial a los muros centenarios.

Un poco de historia

El castillo de Moeche se levantó –posiblemente sobre un antiguo castro– en el siglo XIV. Su función era controlar el valle, muy fértil, y a los campesinos. Tanto los controló, a los campesinos, que se levantaron en armas contra el señor. Bueno, no se levantaron solo ellos contra este señor en particular, hablamos de las Guerras Irmandiñas, las primeras revueltas de clase de Europa, allá por el siglo XV.

Castillo de Moeche Camino Ronda Adarve

Los irmandiños prendieron fuego al castillo, que acabó destruido. El señor, Nuno Freire de Andrade, o Mao –cuando te apodan “el malo”, poco más hay que añadir– había huido en cuanto tuvo noticias de las intenciones de los campesinos.

Entonces, ¿hay castillo o no hay castillo? Lo hay. Tras la derrota de los irmandiños en 1468, el Conde de Lemos mandó reconstruirlo y ampliarlo –los nuevos muros alcanzan los doce metros de altura, mientras que los viejos se cree que median unos cinco–. La obra sería costosa, pero la mano de obra saldría gratis: serían los propios irmandiños los que lo levantarían como trabajos forzados. Lo mismo que hizo Pedro Madruga con el Castillo de Sobroso en Pontevedra.

Castillo de Moeche Patio Armas

A finales del siglo XVI el castillo se convierte en prisión y se abandonan sus estancias. Para el siglo XVIII está en estado de ruina y se utiliza como cantera. Matrimonios entre nobles y grandes de España llevaron al castillo de Moeche a manos de la Casa de Alba. Y aquí estamos a punto de quedarnos otra vez –y de forma definitiva– sin castillo. En 1890, los Alba decidieron subastarlo como “piedra del montón”. Al final no se vendió, pero siguió abandonado… hasta fue escenario de las fiestas del pueblo.

Hoy, aún en manos de la Casa de Alba, es un museo en usufructo del ayuntamiento tras una importante restauración en la década de los 90 del siglo pasado.

La visita: qué te vas a encontrar

Lo primero que vas a ver es el foso del castillo excavado en roca. Según nos contó Ramón, el foso original, o del segundo castillo, no era tan imponente. Lo que se ve es el foso y las excavaciones arqueológicas que se hacen en el castillo desde hace décadas.

Castillo de Moeche Camino Ronda Ojo Pez

Ahora sí, tras atravesar la puerta, estarás en la plaza de armas. La primera zona de defensa del castillo. Y es que los nobles no las tenían todas consigo y buscaron defenderse de una posible nueva revuelta irmandiña con un castillo a la vieja usanza.

Más allá de la historia, las etapas de la construcción del castillo de Moeche son visibles en el suelo: tras la revuelta irmandiña se utilizó otro tipo de piedra. Nada más pasar la puerta y la plaza de armas del nuevo castillo, vimos en el suelo del patio de armas la estructura del original con su torre del homenaje y el pozo marcados durante la restauración. Ojo, que el “nuevo” tiene más de quinientos años. Es ahí, al patio de armas, donde dan todas las estancias.

Las estancias de la servidumbre

En la parte sur del castillo están las estancias de la servidumbre. Solo se conservan las paredes, puesto que tanto el techo como el segundo piso han desaparecido. En la planta baja, la zona más fría, oscura y húmeda del castillo, vivían los sirvientes. Alucinamos cuando el guía nos dijo que eran unos 80-100, el nivel de hacinamiento da una idea de que el sucesor de o Mao tampoco era muy buena persona.

Castillo de Moeche Estancias Servidumbre

Las estancias de los soldados y el camino de ronda

Sobre las estancias de la servidumbre y al otro lado de la torre del homenaje estaban las estancias de los soldados, la gente de armas. No había comunicación entre ellas: los sirvientes no podían subir a saludar a los soldados, ni los soldados bajar a hablar con los sirvientes. El acceso a la planta superior se hacía desde el otro lado de la torre del homenaje. En este caso, tampoco hay techo sobre nuestras cabezas, ni el suelo de las estancias, que estaban en una planta superior a la altura de la que se encontraba sobre las habitaciones de la servidumbre.

Castillo de Moeche Estancias Soldados

Es en esta zona, en la esquina norte de la estancia, donde se encuentra la escalera de caracol original que lleva al adarve, o camino de ronda. Un camino que, como el castillo, tiene forma de octógono irregular.

La torre del homenaje

El camino de ronda pasa por la torre del homenaje donde se encontraba la zona más noble del castillo de Moeche, con piedra trabajada por maestros canteros y techo abovedado. Como castigo a los irmandiños, que no eran solo campesinos sino pueblo llano en general, se contrató a maestros canteros vizcaínos para trabajar la piedra del nuevo castillo y evitar dar trabajo a los locales. Se sabe que eran vizcaínos por las marcas de cantería que hay en las piedras.

Castillo de Moeche Torre Homenaje Juzgado

¿Sabías que…?


Si te fijas bien, verás unas marcas un tanto “especiales” que hacen pensar que eran una burla de los maestros vizcaínos que simpatizaban con los ideales de los irmandiños.

Castillo de Moeche Torre Homenaje Marca Canteros

Una de las estancias se cree que sirvió de juzgado para toda la comarca… las celdas estaban en el sótano, los condenados tenían poco camino que hacer. Fíjate en las marcas de cantero de la sala, puedes contar hasta diez diferentes.

Castillo de Moeche Torre Homaneje Vista

Desde lo alto de la torre del homenaje se tiene una vista completa del valle, preciosa, pero poco útil en caso de ataque. La confirmación de que el castillo no se levantó para defenderse en batalla, es la cantidad de faladoiros. ¿Qué son los faladoiros? Los que en castellano se conocen como festejadores o cortejadores: parejas de bancos de piedra enfrentados colocados a los lados de las ventanas, que, en el castillo de Moeche, están a los lados de las almenas. Se colocaron para que los invitados de la nobleza pudieran sentarse y charlar en las visitas al castillo. A pesar de saber que no habría batalla, lo que también mandaron construir, además de las almenas, fueron saeteras.

Castillo de Moeche Camino Ronda Faladoiros

La cocina y aposentos

Las zonas más restauradas del castillo de Moeche –vamos, con techo– son la cocina y los aposentos. En ellas nos encontramos con una exposición temporal que me llevó a mi más tierna infancia… ¿Has oído hablar de Exin Castillos? Entonces eres de mi generación y habrías disfrutado como un niño con las reproducciones de castillos, casonas y hasta de la catedral de Santiago de Compostela con las piezas de este juego de construcciones.

Castillo de Moeche Exposicion Exin Castillos

También en esta zona se encuentra información sobre la historia del castillo. Es un pequeño centro de interpretación, para el caso de que no hagas la visita guiada.

El Festival Irmandiño

Desde 1980 se celebra en el castillo de Moeche el Festival Irmandiño el fin de semana más cercano al 18 de agosto. El propósito inicial era proteger al castillo que, por aquel entonces, amenazaba ruina. Hoy, es una celebración de los habitantes de Moeche con música folk, teatro, artesanía, pintura y hasta un concurso de carteles y un premio de investigación histórica. El momento grande del festival es la recreación del asalto al castillo por parte de los irmandiños con un espectáculo de luces y fuegos artificiales. 

Una parada imprescindible en Moeche: el restaurante Casa Pena

Cuando le dijimos a Ramón dónde habíamos comido, nos respondió: “Todo el mundo va allí”. Y la verdad es que lo entendemos perfectamente. El “allí” es el restaurante Casa Pena, recomendado en la guía Michelin, y el motivo son sus carnes gallegas a la piedra. Bueno, al menos el motivo que nos llevó a nosotros hasta allí, además del pulpo a la gallega, las cañitas rellenas y el requesón con nueces y miel… Todo delicioso. Vamos, que el castillo es la excusa perfecta para visitar el restaurante y el restaurante para visitar el castillo. Todo sin salir de Moeche.

Restaurante Casa Pena Moeche Chuleton Vaca

Un castillo levantado por los que lo derribaron, con casi 700 años de historia, de planta octogonal y en el fondo de un valle. ¿Qué más motivos necesitas para visitar el castillo de Moeche?

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Comentarios

  • 27 agosto, 2021 a las 13:05

    Gracias por esta información tan detallada del Castillo de Moeche y por hablar de la exposición «Galicia con Exin Castillos».

    Responder
    • 9 septiembre, 2021 a las 10:20

      Hola, Fran. ¡Bienvenido al blog!
      Muchas gracias por tu comentario, nos gustó mucho el castillo y, como no podía ser de otra manera, la exposición 🙂 Me recordó mi niñez y, además, son auténticas obras de arte.
      ¡Un saludo viajero!

      Responder