Si nuestra civilización no se puede entender sin conocer la antigua Roma, a su vez la antigua Roma no se puede entender sin conocer la civilización etrusca. Así que, ya sabes, por la propiedad transitiva, no nos vendría mal saber un poco sobre los etruscos… Por eso, y por las maravillas que acoge, si estás en Roma y tienes algo de tiempo extra, te aconsejamos visitar el Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia. Al fin y al cabo, es el museo etrusco más importante del mundo, así que no hay mejor sitio para un “primer encuentro” con esta civilización y su arte.
Para los “no iniciados” en el mundo etrusco, tenemos una pequeña introducción histórica. Si no es tu caso, puedes saltártela. Más abajo, te contamos qué obras no deberías perderte bajo ningún concepto en el museo. ¿Te suena el Sarcófago de los esposos? Es la más famosa, pero no la única.
Al final, tienes también algo de información práctica sobre el museo, que no te falte ni un dato para conocer en primera persona algunas de las obras maestras de esta civilización algo misteriosa. ¿Sabías que sus orígenes todavía no están del todo claros y que su idioma tampoco está completamente descifrado?
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Si es tu primera vez en la Ciudad Eterna, mira nuestros itinerarios de Roma en 3 días o Roma en 2 días. En tan poco tiempo, no podrás visitar el museo, pero sí que lo incluimos en nuestras 60 cosas que hacer y que ver en Roma. Pásate también por los consejos para viajar a Roma y consejos para viajar a Italia y por nuestro grupo de Facebook Consejos para viajar a Italia – BUON VIAGGIO!
Los etruscos y su arte
Los etruscos fueron los primeros en construir ciudades en la península itálica –y en toda Europa occidental–. Fue en el siglo VIII a.C., en el área comprendida entre el río Arno –el de Florencia– y el Tíber –el de Roma–, en las actuales regiones italianas de Toscana, Lacio y Umbría. Durante siete siglos tuvieron un poder económico y cultural enorme y se expandieron desde esa zona, la que los romanos llamaron Etruria, por casi toda la península.
¿Sabías que…?
Al conjunto de doce ciudades-estado que, según la tradición, constituyeron Etruria, se le llama “dodecápolis etrusca”. De algunas de esas ciudades, como Arezzo, Volterra y Perugia, ya hemos hablado.
La sociedad etrusca era una sociedad moderna, en la que la mujer tenía un rol importante, con su propia religión y que desarrolló su propio arte, con influencias griegas y locales. Un arte que, en el periodo de máximo esplendor de los etruscos, allá por el siglo IV a.C., llegó a niveles de gran sofisticación. Anterior incluso a esa época, del siglo VI a.C., es la obra etrusca más famosa: el Sarcófago de los esposos, conservado en el Museo Nacional Etrusco de Roma.
Sí, porque religión más arte igual a arte funerario. Es el del que más restos se han encontrado en las necrópolis descubiertas en Italia. Pero también hay otras obras maestras etruscas. Como la famosa Loba Capitolina conservada en los Museos Capitolinos de Roma –aunque ahora se duda de que sea etrusca, podría ser medieval–. O la modernísima Ombra della Sera –“sombra de la tarde”, conservada en el Museo Etrusco Guarnacci de Volterra–, que inspiró al artista Giacometti en el siglo XX.
El Museo Nacional Etrusco de Roma en Villa Giulia
Si te hemos convencido y quieres conocer el arte etrusco, el mejor sitio para empezar es, sin duda, el Museo Nacional Etrusco de Roma. ¿Por qué? Pues porque es el museo etrusco más importante del mundo. Como razón, no está mal, ¿no? Aquí se conservan algunas de las obras maestras de esta civilización. En total, hablamos de 6.000 objetos distribuidos en 50 salas… unos 3.000 m².
Pero no te preocupes: si no tienes mucho tiempo, te indicamos en qué tienes que fijarte, en cuáles son sus obras más icónicas. El recorrido es único, sencillo de seguir y las obras están divididas por un criterio topográfico: en secciones dedicadas a los centros etruscos más importantes como Vulci, Cerveteri, Pirgi o Veyes. Aquí puedes bajarte un mapa del museo para hacerte una idea y seguirlo durante tu visita.
Una razón más para visitar el museo es su ubicación. El edificio en el que se encuentra el museo, la Villa Giulia, es una villa renacentista mandada construir por el Papa Julio III en el siglo XVI. En su proyecto participaron algunos de los mayores artistas de la época, Miguel Ángel incluido. No te pierdas su ninfeo, en el jardín, con sus frescos grotescos. Fíjate también en el ciclo de frescos de la planta noble, por ejemplo en la representación de las siete colinas de Roma.
Desde el jardín se accede también al templo de Alatri: una reproducción a escala 1:1 de un templo etrusco-itálico de los siglos III-II a.C. Se realizó en 1889 para la inauguración del museo, entonces llamado “Museo de las Antigüedades Prerromanas”.
Qué ver en el museo etrusco de Roma: sus obras maestras
Aquí tienes un resumen de las obras más icónicas del Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia. No hemos incluido las también impresionantes reconstrucciones y musealizaciones de tumbas etruscas que encontrarás en las primeras salas por no considerarlas obras en sí, pero no te las saltes. Tampoco te saltes los “ori Castellani”, las obras de orfebrería de la familia Castellani, del siglo XIX, inspiradas en las de los orfebres etruscos.
El Sarcófago de los esposos
En la sala 12 te encontrarás con el Sarcófago de los esposos, del siglo VI a.C., encontrado en las excavaciones de Cerveteri. Es la obra más conocida no solo de este museo sino de todo el arte etrusco. El “sarcófago” es, en realidad, una urna en terracota, en su día policromada, en la que se recogieron los restos de los difuntos. Los esposos están abrazados y tumbados sobre una cama –kline– con el busto levantado, en la típica posición de los banquetes, probablemente a punto de beber vino. Una escena cotidiana, como si nunca hubieran muerto…
Están vestidos con ropajes típicos de la época como el tocado –tutulus– y los zapatos doblados hacia arriba al estilo oriental –calcei repandi– de la esposa. Las dos figuras tienen la misma importancia en la escena, de hecho, la figura femenina parece incluso la dominante, por su ropaje y sus gestos. Para los etruscos, era normal que las mujeres participaran en los banquetes con los mismos derechos y dignidad que los hombres, cosa que para los griegos era inadmisible.
¿Sabías que…?
Los esposos parecen estar sonriendo. En realidad tienen la que se ha llamado “sonrisa arcaica”. La intención no era representar una sonrisa sino resaltar las expresiones de los personajes.
Otras 7 obras maestras
Aquí tienes siete obras icónicas más del Museo Nacional Romano de Villa Giulia.
- Cabeza de Leucotea, siglo IV a.C., Pirgi, sala 13b. Esta cabeza femenina de terracota pintada, era parte de la decoración del santuario de Pirgi. Probablemente representa a la diosa etrusca Thesan, la griega Leucotea. Parece casi asustada, a punto de fugarse, con sus ojos abiertos de par en par, su boca semiabierta y sus rizos movidos por el viento.
- Altorrelieve de Pirgi, siglo V a.C., Pirgi, sala 13b. Otro altorrelieve del mismo templo, también en terracota policromada, aunque en este caso los pigmentos se han conservado mejor. Es una escena que representa dos episodios del mito de los “siete contra Tebas”, con la lucha de Tideo y Capaneo, mientras Zeus en lo alto tira su rayo contra Capaneo.
- Láminas de oro de Pirgi, siglo VI a.C, Pirgi, sala 13b. Tres láminas de oro, originalmente colgadas en la jamba de la puerta de otro templo de Pirgi. Muestran dos textos en etrusco y un tercero, síntesis de los dos, en lengua fenicia. Uno de los rarísimos ejemplos de textos bilingües que incluyen el etrusco y las inscripciones más antiguas de la Italia prerromana.
- Cista Ficoroni, siglo IV a.C., Palestrina, sala 15. Un cofre o joyero de bronce regalado por una madre a su hija, probablemente el día de su boda. Sus finísimas incisiones cuentan mitos e historias fantásticas. En la tapa hay tres estatuillas: Dionisos acompañado de dos sátiros. Y los pies que sustentan el cofre son patas de animales, acabados en forma de garra.
- Apollo dello Scasato, Falerii Veteres, sala 35. Altorrelieve de terracota policromado que representa a Apolo inspirado en el retrato de Alejandro Magno del escultor Lisipo. Formaba parte de la decoración del frontón del Tempio dello Scasato de Falerii Vetere –actual Civita Castellana–. Fíjate en sus ojos: con el blanco, el iris marrón y la pupila más oscura.
- Olpe Chigi, siglo VII a.C., Veyes, sala 38. Se trata de una obra griega, demostración de la relación comercial entre Etruria y Grecia. Es una vasija para servir vino realizada en Corinto, parte del ajuar funerario de un joven aristócrata de Veyes, sepultado en el túmulo Chigi –de ahí el nombre–. Está decorada con escenas complejas de caza, de guerra y mitológicas.
- Apolo de Veyes, siglo VI a.C, Veio, sala 40. Escultura en terracota policromada que representa a Apolo. En su origen se encontraba en el techo de un templo de Veyes, frente a otro también coronado por una estatua, la de Heracles. De ahí esta actitud amenazadora: los dos estaban a punto de luchar. Probablemente tuviera un arco en la mano.
Información práctica del museo etrusco de Roma: horarios y precios
El Museo Nazionale Etrusco di Villa Giulia abre de martes a domingo de 9 h a 20 h –entrada hasta las 19 h–. Cierra los lunes, el 1 de enero y el 25 de diciembre.
La entrada cuesta 10 € –es gratis es con la Roma Pass– y es uno de los museos de Roma gratis el primer domingo de mes. Tienes más información en su web oficial.
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