En lo alto de una colina, en plena campiña toscana, se encuentra el pueblo ideal de Italia: Pienza. Lo de ideal aquí no es un decir, si no, tendría muchísima competencia. No es solo que sea bonito y esté en una posición privilegiada, que también. Es que, literalmente, fue construido para ser el pueblo ideal. Bueno, ciudad ideal, aunque supere por poco los 2.000 habitantes.
Pienza recibió su nombre en honor al más célebre de sus vecinos: el Papa Pío II. Papa que mandó levantar palacios renacentistas sobre el entramado de callejuelas medievales de su antiguo pueblo natal. No suena mal la combinación, ¿no? Estamos en el siglo XV y nace la ciudad ideal del Renacimiento que, en 1996, recibirá el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Te contamos todo lo que hay que ver en Pienza, aunque su casco histórico sea más bien pequeñito, y te damos consejos prácticos sobre la visita, desde dónde comer hasta dónde dormir o dónde aparcar. ¿Nos vamos de visita “ideal”?
Saltaconmiconsejo
Si estás preparando tu viaje, no olvides leer nuestros consejos para viajar a Italia, nuestras rutas por la Toscana en coche y qué ver en la Toscana, además del artículo sobre la Val d’Orcia, el valle en el que se encuentra Pienza y que también es patrimonio UNESCO.
Un poco de historia de la ciudad ideal UNESCO de Italia
En la Edad Media, Corsignano era un pueblo amurallado más de la República de Siena. Su única peculiaridad, haber sido mencionado en un gran libro de la época: el Decamerón de Giovanni Boccaccio. Pero, en el siglo XV, todo cambiaría. A principios de ese siglo, en 1405, nació aquí un niño que revolucionaría por completo la historia de esta localidad toscana: Enea Silvio Piccolomini. Este noble humanista se convertiría en Papa, con el nombre de Pío II. Y no fue el único que cambió de nombre. En 1462, con una bula papal, rebautizó Corsignano: nacía Pienza, la ciudad de Pío.
Pero el cambio de Pienza iba mucho más allá de un nombre. El Papa quiso rediseñar por completo la antigua Corsignano. Para ello, había que buscar a un crack de la época. Dicho y hecho. Contrató a Bernardo Rossellino, alumno de Leon Battista Alberti, el gran arquitecto que había soñado con la creación de una “ciudad ideal” del Renacimiento. Pienza iba a ser ese sueño hecho realidad.
Rossellino conservó en su mayoría el trazado medieval de Corsignano, aunque añadió un nuevo eje, hoy corso Rossellino, para conectar las dos puertas principales de la muralla medieval, que también fue reconstruida. Alrededor de la plaza grande –dedicada, cómo no, a Pío II– se fueron levantando los edificios más importantes de Pienza. En total se construyeron o reconstruyeron unos cuarenta edificios públicos y privados en el pequeño casco histórico. El pueblo medieval de Corsignano se había transformado en la ciudad ideal de Pienza. La primera ciudad toscana donde se aplicaron los conceptos urbanísticos del Renacimiento. Hecho que le valdría, cinco siglos después, el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Qué ver en Pienza: la Toscana en un pueblo
¿Qué ver en Pienza? Muy fácil: todo. El casco histórico es muy pequeño, así que no hay pérdida –no, lo siento, no hay manera de hacer eso de “piérdete por sus calles”– y puedes recorrerlo entero, callejuela a callejuela. Aún así, aquí te indicamos sus puntos de interés principales, donde tienes que pararte un ratito más o entrar.
La piazza Pio II: lo primero que visitar en Pienza
Si tienes que empezar por algún sitio tu visita, que sea por el centro más centro: la plaza Pío II. Aunque haya habido alguna modificación posterior, todo aquí es original, proyectado por Rossellino. Su forma trapezoidal, sus ladrillos dispuestos en forma de espiga, su pozo central y, por supuesto, sus edificios. En la plaza Pío II se alzan los más importantes de Pienza: la catedral, el palacio Piccolomini, el ayuntamiento y el palacio Borgia –del cardenal Rodrigo de Borja, futuro Papa Alejandro VI–. Este último, junto al palacio del cardenal Francesco Jouffroy di Arras en la calle Rossellino, forma el palacio episcopal, ahora sede del museo diocesano.
¿Sabías que…?
Rossellino no tenía mucho espacio, pero usó todas las técnicas a su alcance para que la plaza fuera, y pareciera, lo más grande posible. Tuvo en cuenta todo: su forma trapezoidal, la colocación geométrica de los ladrillos y del travertino del suelo, la disposición de los palacios según los puntos de vista desde los que se admiraba la plaza… Además, la iglesia fue construida lo más cerca posible del final del peñasco de arenisca sobre la que se alza la ciudad. Cosa que le provocó, ya desde el siglo XV, problemas de agrietamientos y hundimientos que todavía sufre.
La catedral de Santa María de la Asunción
Lo más llamativo de la plaza Pío II es la fachada de la catedral –en realidad, concatedral– de Santa María de la Asunción. Una fachada al más puro estilo renacentista, como no podía ser de otra manera. Eso sí, en el interior te encontrarás con formas góticas. No es que sea anterior, toda la iglesia fue proyectada por Rossellino, es que Pío II era amante del gótico, en particular del alemán, y había que contentarle. No te pierdas el coro gótico de madera.
Si te parece que el interior es particularmente luminoso, no eres el único. Para que entrara más luz, Rossellino orientó el ábside, con sus grandes vidrieras, hacia el sur. Según el mismo Papa Pío II, esto hace que, cuando les da el sol a las vidrieras, “los que se encuentran en la iglesia tengan la sensación de no estar entre paredes de piedra sino de cristal”. Por eso la rebautizó Domus Vitrea.
¿Sabías que…?
Pío II estaba muy satisfecho de su luminosidad y de sus obras de arte, que encargó personalmente a los mejores artistas sieneses de la época. Tanto, que castigó con la excomunión por bula papal a cualquiera que osara en el futuro pintar al fresco, redecorar o quitar luminosidad a la iglesia de cualquier forma.
A la izquierda de la catedral se accede a la chiesa di San Giovanni, llamada también cripta. Ahí se conservan, entre otras cosas, una fuente bautismal diseñada por Rossellino y restos de la decoración de la iglesia medieval de Santa María –sobre la que fue construida la catedral–. Desde aquí se puede entrar al “laberinto de la catedral”, un sistema de galerías de drenaje excavadas bajo el ábside para frenar sus problemas de hundimiento.
El palazzo Piccolomini
No puedes visitar Pienza y no entrar en el palazzo Piccolomini, la residencia del Papa Pío II y de su familia. Y es que si el pueblo fue recreado por orden del Papa, está claro que para él no se iba a dejar un mal sitio… Rossellino construyó el palacio sobre el antiguo edificio donde había nacido Enea Silvio Piccolomini en 1405, pero lo replanteó totalmente. Lo más espectacular es la galería que da al jardín colgante renacentista, con unas vistas sobre la Val d’Orcia que probablemente sean de las más bonitas de la Toscana, que no es moco de pavo.
El interior del palacio no conserva la decoración original de la época del Papa, aunque sí está lleno de muebles antiguos –algunos del siglo XV o del XVI, como la cama en la habitación de Pío II–; de pinturas y esculturas desde el Renacimiento hasta el siglo XX –incluyendo un retrato de Pío II–; de tapices flamencos; de armas y antigüedades de todo tipo, y, en su biblioteca, de incunables, obras raras y documentos de gran valor. Los últimos condes Piccolomini, propietarios del palacio hasta los años ‘60 del siglo XX, fueron quienes se encargaron de devolverle el esplendor palaciego a la residencia de su ancestro y vaya si lo consiguieron.
Al palacio se puede entrar solo con una visita guiada. En su página oficial tienes los horarios y los precios actualizados. En esta otra web tienes información sobre el All Inclusive Pass que da acceso también al museo diocesano y a la cripta de la catedral.
El corso Rossellino
Hemos hablado de la plaza principal, de la catedral, del palacio del Papa… solo nos falta la calle principal: el corso Rossellino. Sí, aquí lo que no tiene nombre del Papa o de su familia lo tiene de “su” arquitecto. Recórrelo entero, desde la Porta al Murello hasta la Porta al Ciglio, y no te pierdas ninguno de sus palacios: el palacio Salomone Piccolomini, el palacio Ammannati, el palacio Jouffroy, el palacio Gonzaga, el palacio del cardenal Atrebatense… Muchos de ellos fueron construidos para acoger a los cardenales de la corte del Papa que quiso convertir Pienza en su residencia veraniega.
¿Sabías que…?
Para construir los nuevos palacios, Rossellino tuvo que demoler muchas casas de los habitantes de la antigua Corsignano. ¿Qué pasó con ellos? Fueron trasladados a doce casas construidas en paralelo a los grandes palacios del corso Rossellino. Esas doce casas, todas iguales, siguen en el casco histórico de Pienza, en la “via Case nuove”, calle Casas nuevas.
En el corso Rossellino se alzan también edificios anteriores a la reforma: como la iglesia de San Francisco –del siglo XIII y con restos de frescos del siglo XIV– o el Conservatorio San Carlo, antigua fortaleza medieval convertida en instituto religioso y, hoy, museo arqueológico.
La via del Casello y sus vistas al valle del Orcia
La otra calle que no puedes perderte en Pienza es la via del Casello, con sus magníficas vistas de la campiña de la Val d’Orcia, de los Apeninos –con el pico volcánico del Monte Amiata– y de los pueblos de Radicofani, Montalcino, Rocca d’Orcia y San Quirico. Desde aquí puedes también salir del casco histórico y dar un paseo de un cuarto de hora hasta la Pieve di Corsignano, la bonita iglesia románica donde fue bautizado el Papa Pío II.
Tampoco te pierdas la calle Gozzante, donde está el núcleo más antiguo del casco histórico, con sus pequeñas casas levantadas sobre el peñasco sobre el que está construido el pueblo.
Pueblo de cine: no solo Gladiator
Ya contamos en el artículo sobre la Val d’Orcia que en esta zona se han rodado muchas películas. La campiña toscana tiene mucho tirón no solo para el turismo, también para los localizadores de exteriores. Seguramente la más famosa sea Gladiator. Los Campos Elíseos de los delirios de Máximo Décimo Meridio son en realidad parte del Agriturismo Terrapille. Esos cipreses se pueden ver desde la via del Casello.
El paciente inglés también fue rodado aquí: la Piazza Pío II aparece en el baile al final de la guerra. Y también sale el monasterio de Sant’Anna in Camprena, en las afueras, donde se hospeda el protagonista.
El sueño de una noche de verano, con Kevin Klain, Michelle Pfeiffer y Rupert Everett, tiene muchas vistas de la campiña de los alrededores de Pienza y también Bajo el sol de la Toscana.
El palazzo Piccolomini ha sido también protagonista de unas cuantas películas y series, aunque todas italianas. L’arcidiavolo y Las noches agradables con Vittorio Gassman, el Romeo y Julieta de 1968, ganador de dos Oscar, de Franco Zeffirelli o la miniserie Medici: Masters of Florence son algunas de ellas.
Qué y dónde comer: La buca delle fate
La gastronomía de la Toscana está, como la de casi toda Italia, para chuparse los dedos. Y la zona de Pienza no es la excepción. Una vez más, en el artículo sobre el valle del Orcia te hablamos de qué deberías comer aquí. Un recordatorio: no te olvides del queso Pecorino di Pienza y de un buen plato de pici, la pasta típica de aquí. ¿Dónde comerlos? A nosotros nos encantaron los de La buca delle fate, en pleno corso Rossellino.
Dónde dormir: hoteles
Los alrededores de Pienza están llenos de agriturismi –casas rurales–, pero nosotros preferimos dormir en el casco histórico –también es que encontramos una muy buena oferta–. Nos quedamos en el hotel Relais il Chiostro di Pienza, prácticamente al lado de la piazza Pío II, ubicado en el ex convento franciscano del siglo XIII con un bonito claustro. Nuestra habitación era muy pequeña, pero con esa posición, qué más íbamos a pedir.
Dónde está, cómo llegar y dónde aparcar en Pienza (gratis)
Pienza está en pleno valle del Orcia, a unos 55 km y una hora de coche aproximadamente de Siena, la capital de su provincia, y unos 120 km y una hora y media de Florencia.
La estación de tren más cercana es la de Chiusi-Chianciano Terme –en la línea Roma-Florencia–, desde donde hay autobuses al pueblo coordinados con las llegadas de los trenes. Desde Siena está la línea de autobuses 112, Siena-Buonconvento-Montepulciano, que para en Pienza. Eso sí, no hay mucha frecuencia. Lo mejor en esta zona es alquilar un coche si no tienes mucho tiempo.
Si llegas en coche, recuerda que en Italia los cascos históricos son las ZTL, Zone di Traffico Limitato. Ten cuidado con los carteles para no entrar, porque si no te multarán. Los aparcamientos al lado de la muralla son o bien para residentes o bien de pago o bien con tiempo limitado. Eso sí, solo hay que alejarse un poco más para encontrar las calles donde se puede aparcar gratis. Por ejemplo, en la via Mario Mencatelli o en la via T. Niccolò Piccolomini.
Nuestro mapa de Pienza
Aquí tienes un mapa donde te indicamos todos los lugares que ver en Pienza de los que te hemos hablado, nuestro restaurante, el hotel y hasta la calle donde aparcamos gratis.
La ciudad ideal del Renacimiento te espera en la Toscana italiana.
¿Quieres viajar a Pienza, la ciudad ideal de Italia? Aquí puedes hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Italia aquí.
- Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en Pienza aquí.
- Alquila el coche en Italia con SIXT aquí.
- Hazte con las mejores guías de Toscana aquí.
- Contrata tu tour guiado en Italia aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.
2 Comentarios
Que bonito! Ultimamente estoy pensando mucho en irme de viaje a Toscana.
¡Hola, Jula y bienvenida al blog! Si vas, Pienza debería estar entre tus paradas. ¡Un saludo!