La poco conocida Rávena, Ravenna en italiano, está a punto de hacerse con un hueco en tu lista de ciudades más bonitas de Italia. La que fuera última capital del Imperio Romano de Occidente siguió aumentando su patrimonio a lo largo de los siglos. Genios del arte y la cultura como el mismísimo Dante o el inglés Lord Byron encontraron en sus palacios la tranquilidad y la inspiración. Hoy son miles de estudiantes los que buscan el conocimiento en su universidad. Tú serás uno de los turistas que disfrutará con lo muchísimo que hay que ver en Rávena.
¿Cuántos días hacen falta para visitar una ciudad con siglos y siglos de historia? En nuestra opinión, un mínimo de dos. Nosotros, de hecho, estuvimos tres… y luego hemos vuelto. Pero, como sabemos que las grandes ciudades italianas tiran mucho y que siempre se recorre la península itálica con prisa, hemos preparado una lista de lugares que ver en Rávena en un día y te vamos a tentar con otros para que decidas hacer noche o noches…
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Como siempre que hablamos de viajar a mi país, no olvides leer nuestros consejos para viajar a Italia para ayudarte con la organización.
Qué ver en Rávena en un día: lo imprescindible
Si solo tienes un día para visitar Rávena, nuestro consejo solo puede ser uno: llega lo más pronto posible y aprovecha hasta que se ponga el sol. Un consejo extra, verás que los raveneses viven pegados a una bicicleta y, aunque casi todos los lugares que te recomendamos están en el centro histórico de la ciudad, puede que tú también quieras ganar algo de tiempo pedaleando.
La basílica de San Vital y el mausoleo de Gala Placidia
La basílica de San Vital y el mausoleo de Gala Placidia son los lugares que no te puedes perder bajo ningún concepto en Ravenna. Dos obras maestras del arte bizantino y paleocristiano –la culminación del mosaico– de las que te contamos más detalles en nuestro artículo sobre los mosaicos de Rávena y los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La basílica de San Apolinar el Nuevo y el palacio de Teodorico
Si quieres encontrarte con los nombres de los Reyes Magos escritos por primera vez, el origen de la palabra “palacio” para designar una residencia de clase alta y más mosaicos, la siguiente parada tiene que ser la basílica de San Apolinar el Nuevo. También Patrimonio de la Humanidad y también en nuestro artículo sobre los monumentos UNESCO de Rávena.
Al lado de la basílica están las ruinas del palacio de Teodorico. Aunque no alcanzan la belleza del resto de lugares que ver en Rávena en un día, como están al lado y la entrada es gratuita, puedes dar una vuelta rápida. No dejes de subir a la planta de arriba donde hay un pequeño museo del palacio.
El baptisterio neoniano
Rávena tiene dos baptisterios de la época en que fue capital del Imperio Romano: el neoniano y el arriano. Elegir entre los dos no es fácil, los dos son obras maestras. Pero, puestos a ver uno, nuestra recomendación es el neoniano, más antiguo y más grande. Antes de que lo preguntes, sí, también es Patrimonio de la Humanidad y sí, también damos más detalles en el artículo sobre los monumentos UNESCO de Rávena.
La biblioteca classense
La biblioteca classense es una de las más importantes de Italia. Pero no es por el valor de su catálogo por lo que recomendamos la visita –tampoco tendrías mucho tiempo para ponerte a leer–, sino por la belleza del edificio y por la historia que atesoran sus paredes. Los monjes de Classe se jactaban de tener una biblioteca para el estudio y no para la ostentación, aunque algo de ostentación sí que hay.
La biblioteca guarda un ejemplar, de los diecisiete que quedan, del primer libro impreso en Italia, De Oratore de Cicerón, junto con otros incunables y manuscritos de gran valor. Además, cuenta con la colección más completa, y que no deja de crecer, sobre la obra de Dante. Todo lo que se publica sobre el poeta y las nuevas ediciones de sus obras son incorporadas cada año, junto con las antiguas que se van descubriendo y comprando. No solo eso, aquí se conserva también el féretro de cristal en que se pasearon los restos de Dante cuando… bueno, eso lo descubrirás el segundo día si te quedas en la ciudad.
Globos terráqueos de Coronelli, salas construidas por Camillo Morigia –el arquitecto de la tumba de Dante–, el armario de las biblias o el de los libros prohibidos que el abad guardaba bajo llave… son otros de los motivos para visitar la biblioteca. Todos en la espectacular Aula Magna, visitable de 10 a 12 de martes a sábado. El resto de días puedes visitar la biblioteca pública con sus paredes de ladrillos y las celdas de los monjes del monasterio de camaldulenses hoy convertidas en cuartos de lectura.
Siempre has pensado en las bibliotecas como lugares de silencio y lectura, ¿verdad? Pues la biblioteca classense era justamente lo contrario: los monjes no podían hablar en todo el monasterio excepto en la biblioteca, donde se discutía y se debatía sobre todos los temas del conocimiento.
¿Sabías que…?
Un poco de chismorreo… en el Aula Magna se guarda el baúl de viaje de la condesa Guiccioli, Teresa Gamba –a la que Stendhal llamó en una ocasión “la tetona”, ¿a qué se referiría?–, que tuvo como amante oficial, Cavalier Servente, a Lord Byron durante años. No solo amante oficial, incluso vivía en el palacio de la familia, el palacio Rasponi, con su marido, el conde Guiccioli. También se conservan cartas que se escribieron, miniaturas con sus caras y camafeos con pelo de los amantes que se entregaban el uno al otro para recordarse.
La basílica de San Apolinar en Classe
Tendrás que dejar tu bicicleta aparcada y coger el autobús o el tren para llegar hasta Classe, la antigua ciudad puerto de Rávena donde se encuentra la basílica de San Apolinar. Si hemos seleccionado los lugares para un único día y te recomendamos uno fuera de la ciudad… está claro que merece la pena el “esfuerzo” de llegar hasta allí. Más arte paleocristiano, más mosaicos pero también pino romano y praderas. ¿Patrimonio UNESCO? Sí, no podía ser de otra forma… así que también hay más detalles en el artículo sobre los monumentos UNESCO de Ravenna.
Rincón Salta Conmigo
En nuestra segunda visita a la ciudad descubrimos el nuevo Museo della Città e del Territorio – Classis Ravenna. Está a cinco minutos andando de la basílica de San Apolinar en Classe, en el edificio de una antigua azucarera cerrada en 1982. En un día no tendrás tiempo de entrar, aunque sí te recomendamos acercarte para ver su cascada exterior de mosaico. Si te animas a visitarlo, conocerás la historia de la ciudad organizada en la Linea del tempo que recorre el edificio.
Por qué quedarte más tiempo: más cosas que ver en Rávena
Habrás pasado un día corriendo con la mandíbula desencajada ante tanta obra maestra y pensarás que lo has visto todo… Lo siento. No, no has visto casi nada. Si puedes pasar más días en Ravenna, sigue leyendo, si no, va a ser una tortura descubrir todo lo que dejarás de visitar.
La Domus dei tappeti di pietra
Bajo el suelo de la iglesia de Santa Eufemia, se descubrió una nueva muestra del pasado de Rávena: la Domus dei tappeti di pietra. ¿Tappeti di pietra? Literalmente significa “alfombras de piedra” y vaya que lo son. Todo el suelo de la domus, las trece salas, estaba cubierto con mosaicos que van desde elementos geométricos hasta representaciones de la naturaleza y humanas.
Fueron las obras de construcción de un garaje en 1993 las que sacaron a la luz la antigua casa romana unos seis metros por debajo del nivel del suelo. En esos seis metros se encuentran una casa medieval, una necrópolis, un pequeño palacio bizantino, una calle pavimentada, un edificio de finales del Imperio romano, unas termas romanas, una domus del siglo II y estructuras anteriores, de la época de la república. Pocas veces tanta historia en tan poca profundidad.
¿Sabías que…?
Davide, el arqueólogo que nos acompañaba, nos explicó a qué se debían los huecos redondos que se veían en algunos de los mosaicos. Rávena se encuentra sobre gran cantidad de agua y, cada vez que se descubre una antigua casa romana, suele ser necesario utilizar bombas para extraerla. Los tubos que extraen el agua se colocan con cuidado, buscando una zona que no tenga restos pero, como no se sabe con certeza cómo será el suelo, no son pocas las veces que el tubo, además del agua, se lleva un trozo de mosaico. La mala fortuna hizo que, tanto en la danza de los genios de las estaciones como en la figura del buen pastor, los tubos de extracción encontrasen teselas.
Los otros monumentos bizantinos y paleocristianos Patrimonio de la Humanidad de Ravenna
Después de haber visitado cinco monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pensarás que Rávena está llena de ellos. Es cierto, pero no por esos cinco solo. En Rávena hay un total de ¡ocho monumentos Patrimonio de la Humanidad! Aprovecha el segundo día para visitar el baptisterio arriano, la capilla arzobispal y el mausoleo de Teodorico. Te los colocamos todos en un mapa en el artículo sobre los monumentos UNESCO de Rávena.
La capilla arzobispal se encuentra dentro del museo arzobispal. Allí, además de la propia capilla, no te puedes perder la cátedra del obispo Maximiano. Una silla episcopal con 26 paneles de marfil que representan pasajes de la vida de Jesús y de José el Hebreo, junto con tallas de San Juan Bautista y los cuatro evangelistas. Obra maestra del arte bizantino, no todo iban a ser mosaicos, de una belleza y una delicadeza que parece imposible que se fabricara en el siglo VI.
La tumba de Dante
Dante, el genial poeta y padre de la lengua italiana, acabó sus días en Rávena. Cierto es que porque fue desterrado de su amada Florencia. Tras recorrer diferentes puntos de la península, y por motivos desconocidos, acabó finalmente en Ravenna, en la corte del señor local Guido Novello da Polenta.
Aquí se encuentra su tumba, que guarda una historia llena de intrigas e intentos de robo. Nada más morir Dante, los florentinos quisieron hacerse con sus restos para enterrarlos en su ciudad. Los frailes de San Francisco, la iglesia donde se había oficiado el funeral, estaban preocupados porque los florentinos robaran el féretro. Abrieron en él un pequeño agujero y extrajeron los restos del poeta –solo quedó la falange de un dedo–. Colocaron los huesos dentro de una caja de madera y la ocultaron en un muro cercano a la tumba. Finalmente, los florentinos consiguieron hacerse con el féretro y, al abrirlo, descubrieron que estaba vacío. Siglos después, cuando los restos de Dante ya se daban por perdidos, se encontró la caja en el muro. Estaban todos, menos la falange que quedó en el féretro y que estaba en Florencia.
Ahora sabrás para qué se usó el féretro de la biblioteca classense. Tras la recuperación de los huesos de Dante en 1865, se recompuso su esqueleto y fue enseñado a la ciudad en él.
¿Sabías que…?
A pesar de todas las imágenes de Dante que has visto en tu vida… el escritor llevaba barba. Nunca se le ha representado con ella.
Los restos reposan, ya con seguridad, en la tumba de Dante, construida casi 100 años antes de encontrar sus huesos, en 1780. Cada segundo domingo de septiembre –Dante murió el 14 de septiembre de 1321–, tiene lugar la Offerta dell’olio: una ceremonia en la que el ayuntamiento de Florencia hace entrega del aceite que mantiene encendida la lámpara dentro de la tumba del poeta.
El resto de la zona dantesca: la Rávena de Dante
Aunque toda Ravenna está intrínsecamente relacionada con Dante, es en la zona cercana a su tumba, la zona dantesca –que en italiano no da miedo–, donde más referencias al poeta saltan a la vista. Desde la basílica de San Francisco, donde se celebró su funeral, hasta el museo dantesco, en los antiguos claustros franciscanos. Es ahí donde se encuentra una de las colecciones más completas sobre Dante, con retratos, bustos y elementos multimedia que cuentan su relación con la ciudad. Por cierto, debajo del altar de San Francisco hay una especie de aljibe inundado en el que nadan peces.
Justo detrás de la tumba, en medio de un jardín, está el Quadrarco di Braccioforte: un antiguo oratorio en cuyo interior se encuentran dos sarcófagos del siglo V. Durante un tiempo, Rávena fue conocida como “la ciudad de los muertos”, porque había más sarcófagos que habitantes. En todas las iglesias descubrirás algún sarcófago bizantino que era usado a lo largo de los años por familias enteras.
Rincón Salta Conmigo
Fuera de la zona dantesca, pero totalmente relacionado, no te puedes perder el colorido grafiti de Kobra mostrando un retrato de Dante –te lo colocamos en el mapa más abajo también–. Fíjate en los cuadros de luz por la calle, porque también te puedes encontrar con el escritor –y otros personajes famosos– llevando unas gafas de buceo, obra de Blub.
El teatro Alighieri
Los constructores de la Fenice de Venecia, los hermanos Meduna, levantaron el teatro Alighieri en Rávena, una pequeña joya veneciana en tierra de Romaña. Desde el día de su inauguración en 1852, cuando se representó la ópera Roberto el diablo, estuvo dedicado al poeta italiano.
No disfrutamos de ninguna ópera en el teatro, pero sí que lo hicimos del propio edificio. El patio de butacas con forma de herradura, la lámpara de araña de Cesena con cinco mil prismas de cristal, la decoración del techo con bailarines… pero, lo que más nos sorprendió fue el concepto de “retropalco”. Cada uno de los palcos señoriales del teatro contaba con una pequeña sala, al otro lado del pasillo, en la que era posible cambiarse de ropa, recibir huéspedes o incluso comer.
Si eres aficionado a la obra de Dante, no deberías dejar de visitar Ravenna en los próximos años. En el marco del Ravenna Festival se representa la Divina Comedia teatralizada: el Infierno en verano de 2017, el Purgatorio en verano de 2019 y el Paraíso en verano del 2021. Todavía estás a tiempo de llegar al paraíso en Ravenna.
Si no es para ver una obra, solo se puede acceder al teatro con visita guiada. Las visitas, para un mínimo de cuatro personas, se deben reservar al menos con 24 horas de antelación en este correo electrónico, por 4 euros.
Rincón Salta Conmigo
A un par de manzanas del teatro Alighieri, nos encontramos con una calle con un montón de coloridos paraguas abiertos colgando de cables. Los habrás visto en muchas ciudades –como los candados del amor– pero, si los buscas en Ravéna, están en la via Mentana. Lo marcamos también en el mapa más abajo.
El museo TAMO
Otra iglesia, en este caso la de San Nicoló, es la que da paso a nuevos mosaicos. En realidad, es la propia iglesia la que se ha transformado en el museo TAMO. Siendo Rávena la ciudad de los mosaicos, no podía no tener un museo dedicado a las teselas, desde los tiempos de Bizancio y con referencias a otras partes del mundo: Siria, Jordania, Turquía…
Aquí comprobamos que la historia de los mosaicos en Rávena no es “historia antigua”: se siguen creando obras –no te pierdas la exposición de mosaicos basados en la Divina Comedia– en pleno siglo XXI.
Los mosaicos en la Rávena de hoy: el taller Koko mosaico
Ya en el museo Tamo habíamos visto obras actuales, pero todavía nos faltaba una visita relacionada con esta forma de arte. En Rávena también hay talleres-escuela en donde comprar y aprender a hacer mosaicos, desde réplicas de diseños clásicos hasta otros modernos.
En Koko mosaico nos comentaron que la tradición sigue muy viva y que ellos se esfuerzan en que también siga fiel, usando los mismos materiales que se utilizaban hace quince siglos: cristal, oro y mármol. La verdad es que no solo el mismo material, también la misma pasión, como pudimos comprobar en nuestra charla con Arianna. Pero distintos motivos: su marido, Luca, crea mosaicos sobre temas de actualidad como los refugiados, además de su proyecto ventanas, ¡tienes que verlo!
Mapa de Ravenna con todas las cosas que ver en la ciudad
Seguro que ya te hemos convencido de que un día no va a ser suficiente. Por eso, como ya no habrá diferencias entre el primer, el segundo y, quién sabe si el tercer día, colocamos todo lo que ver en Rávena en un mapa para que organices tus visitas como prefieras.
Dormir en Rávena: hotel con encanto y apartamento en el centro de la ciudad
Como ya te hemos convencido de que un día no será suficiente, toca buscar un lugar donde dormir en Rávena. En nuestro primer viaje, nosotros nos quedamos en un hotel con encanto, un antiguo palacio del siglo XVIII propiedad de la familia Rasponi –la de Teresa y Lord Byron– convertido en bed&breakfast / hotel boutique. La distinción es sutil en este caso y el nombre no ayuda a decidirse: Casa Masoli B&B Hotel Boutique Ravenna.
Vaya por delante que nosotros fuimos a Ravenna en pleno mes de diciembre, antes de la Navidad, lo que es temporada baja y los precios son más económicos. Pero la localización, a pocos pasos de la plaza principal de la ciudad, no cambia con la temporada. Eso, la amabilidad del personal, el delicioso desayuno y la habitación con chimenea lo convierten en una muy buena elección. Si quieres saber los precios en el momento en el que planees ir a Ravenna puedes verlos aquí.
En nuestro segundo paso por la ciudad de los mosaicos dormimos en el Exclusive Hotel Residence La Reunion, también en el centro de Ravenna. La mezcla perfecta entre tu casa y un hotel. Un espacioso apartamento con cocina, salón y habitación en el que nos sentimos como en casa… con los servicios de un hotel: recepción, limpieza y un delicioso desayuno, sobre todo las tartas –que puedes tomar en la zona común o pedir que te lo suban al apartamento–. Echa un vistazo a los precios aquí. Eso sí, tenemos que confesar que no cocinamos: ¿quién puede dejar de disfrutar de la cocina romagnola en vivo?
Cómo llegar a Rávena
No hay aeropuerto comercial en Ravenna –hay uno que es la sede de la escuela de vuelo– así que tendrás que llegar por tierra. Nuestra recomendación es volar hasta la capital de la región, Bolonia, y coger un tren desde allí –menos de una hora y media, aquí puedes ver los horarios y comprar tu billete–.
Al final, ¿cuántos días vas a necesitar para tu viaje a Rávena? Ya te avisamos de que uno no iba a ser suficiente. Y eso sin haberte dicho que, en los alrededores, hay playas…
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