Tengo que reconocer que cuando visité los museos de la Ciudad del Vaticano acabé cansado. La Capilla Sixtina, con su increíble belleza, apareció ante mis ojos después de salas y salas de obras de arte a cual más virtuosa que iban acabando con mi capacidad de sorpresa y casi de admiración. La maravilla de Miguel Ángel quedaba ensombrecida por el cansancio acumulado de aquel interrail y por el abotargamiento de mis sentidos –Stendhal tendría que haber pasado por aquí antes de llegar a Florencia–. En Valencia no iba a pasarme lo mismo. La visita a la “Capilla Sixtina valenciana” fue la primera del día, del primer día de viaje por tierras de Valencia y Alicante. Con los sentidos a pleno rendimiento, sin cansancio acumulado y preparados para disfrutar, nos plantamos en el barrio de La Seu.
Vaya por delante que en la propia página web de la Capilla Sixtina valenciana aparece como iglesia en algunos lugares y como parroquia en otros, pero ¿qué importa el nombre ante semejante muestra de maestría humana?
La iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir
Puede que estemos frente a una de las primeras iglesias de Valencia tras la Reconquista. La parroquia de San Nicolás fue construida –como siempre sucede en estos casos sobre una antigua mezquita, erigida sobre un antiguo templo, levantado sobre un edificio de culto romano…– en tiempo de Jaime I el Conquistador, siglo XIII, aunque la decoración de su techo no se llevó a cabo hasta principios del siglo XVIII. ¿Qué pasó durante esos quinientos años? Pues de todo. Tanto como que el edificio cambió por completo siguiendo las modas de los estilos arquitectónicos que iban triunfando en cada momento pasando del románico severo al exuberante barroco.
San Nicolás de Bari
Puede que no hayas oído hablar de San Nicolás de Bari –la ciudad italiana en la que se encuentran sus restos– o de Mira –la ciudad de la actual Turquía en la que ejerció como obispo y murió– pero estoy seguro de que conoces perfectamente al personaje que se creó a partir de su vida: Santa Claus, Papá Noel. San Nicolás vivió en el siglo IV y su espíritu generoso le hizo donar toda la fortuna que había heredado de sus padres para ayudar a los pobres.
¿Por qué hay un templo dedicado a San Nicolás de Bari en plena Ciutat Vella de Valencia? Por lo mismo que hay más de dos mil templos en su honor en todo el mundo; además de ser santo patrón de Rusia, de Grecia y de Turquía, en cuyo territorio vivió –cuando todavía no existía Turquía, por supuesto–: por los asombrosos milagros que realizó en vida y por ser protector de la infancia y de la juventud, además de patrón de los marineros.
San Pedro Mártir
La vida está llena de giros inesperados y, después de recorrer el País Cátaro en Francia siguiendo las huellas de la herejía cátara o albigense –por la cantidad de adeptos en la ciudad de Albi– nos encontramos con San Pedro Mártir en la parroquia de San Nicolás de Valencia. Hijo de padres heréticos albigenses, predicó contra la fe de sus padres y familia. Fueron dos herejes los que lo asesinaron cerca de Milán a mitad del siglo XIII.
Los frescos de la Capilla Sixtina valenciana
¿Cómo nos enteramos de la historia de estos dos santos? Pues gracias a los espectaculares frescos que decoran la bóveda de la parroquia de San Nicolás, los que le han dado el sobrenombre de Capilla Sixtina valenciana. En ellos se representan escenas de la vida de San Nicolás de Bari en el lado de la Epístola –a la izquierda del altar mayor– y de San Pedro Mártir en el del Evangelio –a la derecha del altar mayor–.
Pero no sólo están representadas historias de sus vidas: no hay un centímetro cuadrado de bóveda, columnas o paredes que no esté decorado y que no te deje con la sensación de que estás ante una auténtica maravilla escondida. Y que sea “escondida” es lo que más sorprende cuando se aprecia el tamaño: hablamos de 1.900 metros cuadrados de frescos –la Capilla Sixtina “original” tiene un tamaño de 800 metros cuadrados, menos de la mitad–.
A diferencia de Miguel Ángel, Dionís Vidal –el autor de la obra– y Antonio Palomino –el autor de los diseños– son mucho menos conocidos. Eso sí, cuando veas su obra, sus nombres quedarán grabados en tu memoria para siempre. Sus caras también pueden hacerlo porque Dionís Vidal se pintó, junto a su maestro, en uno de los frescos de la parroquia.
Restauración de la Capilla Sixtina valenciana
El perfecto estado de conservación de los frescos que tanto llama la atención se debe a las obras de restauración que han tenido lugar en el templo durante casi cuatro años –recientemente finalizadas, en febrero de 2016–, llevadas a cabo con la financiación de la Fundación Hortensia Herrero.
Las cifras del proceso asombran: “Más de 41.000 horas de trabajo de un centenar de profesionales; 6.000 hojas de papel japonés para la fijación de las pinturas, 10.000 litros de agua destilada; 500 pinceles o 100 kilos de algodón” según el periódico Levante. Pero es que se trata de un ciclo de frescos del doble de superficie que los de la Capilla Sixtina vaticana, alabados por el propio Gianluigi Colalucci, restaurador de la obra de Miguel Ángel que también ha colaborado en la restauración de la valenciana.
Allí descubrimos que las bacterias se pueden educar en laboratorios para ayudar en las tareas de restauración junto con luces ultravioletas e infrarrojos: última tecnología para recuperar los colores de los frescos de la Capilla Sixtina valenciana que, tras más de trescientos años, ya lucían oscuros.
Visitar la Capilla Sixtina valenciana
Más información en la página web de la parroquia de San Nicolás
Dónde está la Capilla Sixtina valenciana: en la calle de Caballeros, 35, en el barrio de La Seu.
Horarios: De martes a viernes de 11.00 a 19.00 (10.00-19.00 en agosto); sábados de 11.30 a 18.30 (10.00-18.30 en agosto); y domingos de 13.00 a 19.00 (11.30-19.00 en agosto). No se permiten las visitas durante el culto. Recomendamos llamar para confirmar el horario 96 391 33 17.
Precios: El precio de la entrada es de 7 euros. Puedes comprarla con antelación desde aquí, incluye audioguía.
Visitas guiadas: Es posible solicitar visitas guiadas por teléfono, por un precio mayor
Una pequeña parroquia que protege una muestra de arte de principios del siglo XVIII que emociona por su belleza y asombra por su estado: la iglesia de San Nicolás conocida como la Capilla Sixtina valenciana,
La capital del Turia no dejaba de sorprendernos en el primer día de nuestro viaje –además de con la Capilla Sixtina valenciana con la ruta de street art– y la provincia lo haría hasta el último día con la Toscana valenciana. ¿Fijación con Italia en la provincia de Valencia?
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