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Sitges, más que un festival de cine

Tengo que reconocer que, como mucha gente, tenía dos ideas muy claras antes de visitar Sitges en mi viaje por los alrededores de Barcelona. La primera cosa que me venía a la cabeza era su famoso festival internacional de cine fantástico de Cataluña, el Sitges Film Festival. La segunda esa imagen de ciudad gay friendly que se ha desarrollado durante años. Con estas premisas, ¿pensaba encontrarme a gente con peluca al estilo The Ring?, ¿a un par de soldados imperiales paseando cogidos de la mano por el paseo marítimo?, ¿apariciones, fantasmas o extraterrestres compartiendo hotel con nosotros?… Lamentablemente esto no lo encontré –habría cumplido las expectativas y colmado mi vena friki–, pero, a cambio, descubrí que hay una Sitges más allá de los estereotipos y que hay que visitarla para disfrutarla.

Sitges Iglesia Bartolome Tecla Sirena Salto

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No te quedes solo en Sitges y recorre la costa del Garraf: playas, calas, parque natural y hasta un monasterio budista.

Sitges, sol y playa

Para empezar, hay que saber que Sitges disfruta, de media, de 300 días de sol al año. De acuerdo, hay que llevar gorra, gafas de sol y protector solar para recorrer sus calles. Pero no sólo de calles vive el bronceado –al menos el que no deja la marca de la camiseta–. Otro dato: en Sitges hay ¡26 playas! Sí, 26. No diga sol y playa, diga Sitges.

Sitges Centro Playa

Si quieres llegar en tu barco, tampoco hay que preocuparse, Sitges está preparada con tres puertos deportivos. Entre ellos, Port Ginesta, el más grande de Cataluña.

Arte en Sitges

Sitges es la Colliure a este lado de los Pirineos. Si Matisse decía que la luz de Colliure era especial, Santiago Rusiñol y otros pintores del XIX hablaban de Sitges como un “pueblo con sensibilidad artística”. Son muchos los museos relacionados con esa época del romanticismo en la ciudad.

Sitges Centro Pati Blau Patio Azul

El arte no se quedó en ese momento histórico ni en los museos. Pasear por las calles del centro de Sitges es admirar un tipo de arte que no se ve en las galerías: un arte vivo, en las calles de casas blancas con detalles en azul y en los patios decorados con flores que recuerdan Andalucía. También hay que fijarse en toda esa arquitectura modernista al pasear por la ciudad. En el Palacio Museo Maricel, además de ser el propio edificio modernista, encontraréis maquetas del modernismo catalán.

¿Sabías que en Sitges hay una sirena? Estas mitológicas criaturas no sólo llegaron a Copenhague y Varsovia –aunque esas eran hermanas–, también se estableció una de ellas en la costa de Sitges. Se trata de una escultura de Pere Jou situada junto a la escalera de la Punta, frente a la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, que también merece una visita y que es famosa por aparecer en todos los carteles del festival de cine.

Barcelona Sitges Sirenita

Comer en el puerto de Sitges, La Cucanya

Lo sentimos. El restaurante nos encantó y el lugar era estupendo… pero, no podrás repetir nuestra experiencia porque ha cerrado.

Puestos a comer en Sitges, ¿qué mejor lugar que junto al mar? Ahí, en el Port d’Aiguadolç está el restaurante La Cucanya con sus platos de pescados y mariscos recién sacados del agua. Atentos a los postres, en nuestro caso sólo se puede definir como una orgía de dulces sobre ruedas. Fue ver llegar el carrito de los postres y tener que sujetarnos los ojos para que no se nos salieran… y lo mejor es que, cuando los probamos, nos dimos cuenta de que estaban más ricos de lo que se veían.

Sitges Restaurante La Cucanya Mosaico

Fiesta en Sitges, la calle del Pecado y más

Aunque pueda parecer que son los turistas de sol y playa los que quieren completar más su experiencia con fiestas nocturnas, los de arte tampoco se quedan en el hotel por la noche. Sitges es fiesta y animación. No sólo durante sus festivales, el carnaval –uno de los más animados de Barcelona– o la Semana del Orgullo Gay: cualquier época del año es buena para divertirse en Sitges, ¡recordad esos 300 días de buen clima! Tanto es así que incluso hay una ¡calle del Pecado! Pero no seáis mal pensados, no es un barrio rojo, es una calle con bares y mucha animación.

¿Cómo no iba a haber fiesta y animación en la ciudad que vió nacer a Facundo Bacardi y a Andrés Brugal? Cierto que ninguno de los dos desarrolló su actividad licorera en la ciudad –los dos emigraron a América–, pero no deja de resultar curioso que dos de las marcas de ron más conocidas surgieran del trabajo de dos hijos de la misma ciudad.

Experiencia Casa Bacardi

Si ya me sorprendió descubrir que el Anís del Mono se destilaba en Badalona, tampoco sabía que Sitges era la cuna del Ron Bacardí –vale, cuna del ron no, cuna de su inventor–. A pesar de que la producción del ron comenzó casi 20 años después de que don Facundo emigrara a Cuba, es posible conocer toda la historia y probar el ron en la casa Bacardi que la marca tiene en la plaza del ayuntamiento.

Sitges Casa Bacardi Copa

Allí, además de contarnos las desventuras de Facundo en su periplo por Cuba, descubrimos algunas curiosidades de la marca, como el origen del murciélago de su logo o la leyenda de la palmera de La Habana… Tendréis que ir para conocerlas también vosotros.

Sitges Centro Palau Maricel

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Comentarios

  • 28 mayo, 2015 a las 12:24

    Por eso vivir al lado de Sitges mola tanto. Sol, playa cerca, buena gastronomía…Ahora que vivo en Madrid no sabéis lo que se echa de menos, oye!

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    • 29 mayo, 2015 a las 19:16

      Para un madrileño, el que no haya playa no es un problema 😉 llevamos toda la vida sin mar, y por gastronomía no será :-p

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  • 22 octubre, 2014 a las 15:04

    La verdad es que tiene muy buena pinta. Y la comida más. ¡Por favor, cómo tenían que estar esos platos!

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    • 25 octubre, 2014 a las 10:59

      Los platos estaban deliciosos 😉 no te quepa la menor duda!!
      La ciudad es una pequeña maravilla que habrá que volver a visitar para recorrerla más en profundidad y con más calma… de entrada, hace un par de semanas hemos visitado su «prima» al otro lado de la frontera: Colliure 🙂

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