Al viajar lo que más nos preocupan es coger todo lo que hace falta. Tanto es así que casi siempre se cogen cosas que al final no se usan, los famosos «por si…«. Si viajas con mochila lo de coger cosas que no se usan es algo que en un par de salidas dejas de hacer, llevar peso extra en la espalda es una técnica de aprendizaje muy motivadora.
Una vez que te has decidido por una mochila para llevar tu equipaje hay que elegir la que más te convenga. Todo el mundo sabe que hay mochilas de diferentes tamaños –lo que puede que te sorprenda es que se miden en litros de capacidad–, pero ¿sabías que hay mochilas para hombre y para mujer? Ventilación dorsal, refuerzo lumbar, correas adaptables, tirantes acolchados…
Luego está el tema de la cómo preparar la mochila: piensa que vas a llevar todo en la espalda y que es buena idea que esté bien colocado para que no se muevan, no se claven y vayas cómodo.
Qué meter en la mochila
Respecto a qué ropa llevar en la mochila, cada uno coge lo que considera imprescindible, teniendo en cuenta que casi siempre podrás encontrar una lavandería a mitad del viaje en la que poner el contador de camisetas sucias a cero. Cierto es que no siempre hay, si haces un viaje por los parques naturales de Tanzania durmiendo en campings sin agua corriente ni luz eléctrica o te vas de ruta a subir al Roraima caminando por un parque natural durante seis días, todo se complica un poco, pero esos viajes no duran más de una semana y camisetas para siete días no son tanto peso.
Lo que uno se suele olvidar es lo que no da calor: papeles, medicamentos, gadgets… por eso, desde hace años, escribimos una lista con todo lo que llevar en la mochila, lo que no es ropa pero tiene que ir en alguna de las mochilas. Una forma de comprobar que va todo y que va creciendo con lo que echamos en falta cada vez.
Qué tecnología meter en la mochila
Definitivamente, nada de esto debería ser facturado, ni colocado en el maletero de un autobús: la tecnología es delicada y cara y aunque te la lleves de viaje, tiene que ser con cuidado.
- Cámaras de fotos con tarjetas de memoria, disco duro, cargadores, trípode, …
- Portátil, tablet, libro electrónico…
- Móviles, con sus cargadores y baterías externas –cada vez se usan más y las baterías se acaban antes–.
- Adaptador de enchufes –si sabes que no hace falta adaptador de enchufes en tu destino no hay que llevarlos: evitas un peso extra y la posibilidad de perderlos–
- Ladrón de enchufes, cada vez hay más aparatos que cargar y las habitaciones no suelen tener suficientes tomas de corriente para todas.
Qué papeles y documentación llevar en la mochila
Otra cosa que, no sólo no hay que facturar, sino que no hay que separarse de ella casi en ningún momento. Por otra parte, también recomendamos colgar una versión digital de todos los documentos en la nube para poder acceder a ellos en caso de pérdida o robo desde cualquier lugar del mundo.
- Documentación:
- Pasaporte o carné de identidad.
- Carné de conducir, dependiendo del destino puedes necesitar también el carné de conducir internacional, sobre todo si piensas alquilar un coche.
- Cartilla de vacunación, depende del destino pero nunca sobra, infórmate en tu centro de vacunación internacional más cercano.
- Carné de alberguista, nunca se sabe y, en muchos casos, es obligatorio para poder dormir en algunos albergues, además de conseguir descuentos en otros.
- La tarjeta de crédito, cada vez más viajamos con dinero de plástico por seguridad y comodidad –además de que para reservas puede ser imprescindible–.
- El teléfono y la dirección de vuestra embajada en el país al que vayáis de viaje, si vais al extranjero, claro.
- Otros papeles (en este caso no todos son físicos, pero está bien controlar que los llevas):
- Tarjeta de embarque del avión. Si vuelas con una compañía que te cobre por sacarla en el aeropuerto tienes que llevarla impresa. La mayoría de las compañías aéreas no cobran por ello y también permiten facturar por internet y llevar la tarjeta de embarque en el móvil. Una cosa menos que llevar y por la que preocuparse.
- Seguro de viaje, sobre todo el número de póliza y los números de teléfono de contacto en un papel. El condicionado de la póliza y el contrato colgados en la nube para poder acceder a ellos en caso de necesidad.
- Reserva de hotel, si es que tenemos alguna. Como con la tarjeta de embarque, cada vez es más habitual llevar el correo en el móvil y no cargar con papel.
- Guías de viaje, en papel o en formato electrónico cargadas en la tablet o el libro electrónico.
- En nuestro caso además:
- Block y lápices de dibujo.
- Libreta para tomar notas.
Qué artículos de higiene meter en las mochilas
Los artículos de higiene sí que pueden –dependiendo del volumen de los líquidos, deben– ser facturados, por lo que se meten en la mochila grande.
- «Toallas mágicas», unas toallas que trajimos de Japón, son muy pequeñas y se secan rápidamente. Las del Decathlon son otra opción.
- Pañuelos de tela, sí, de los clásicos de toda la vida. Son más ecológicos –los lavas y no produces basura– y evitan que cargues con paquetes y paquetes de pañuelos de papel.
- Toallitas húmedas.
- Desinfectante de manos líquido.
- Papel higiénico tradicional y papel higiénico en bolsas, el húmedo.
- Cepillo de dientes, dentífrico y seda dental.
- Desodorante.
- Artículos para la menstruación.
- Secador de pelo. Ojo, depende de tu pelo y de tu forma de tratarlo. Nosotros lo llevamos en nuestro viaje de un año por Sudamérica y Antártida
- Máquina de cortar el pelo. Ojo, depende de ti, de tu barba y de tu pelo. También la llevamos en nuestro viaje de un año por Sudamérica y Antártida
Qué medicinas meter en la mochila, el botiquín de viaje
Las medicinas también pueden –dependiendo del volumen de los líquidos, deben– ser facturadas, por lo que se meten en la mochila grande. Aunque, recomendamos llevar un blister de paracetamol y de ibuprofeno a mano por si se necesitan durante el viaje hasta el destino.
- Botiquín de viaje:
- Ibuprofeno
- Paracetamol
- Antidiarréico
- Pastillas para la fiebre
- Yodo
- Vendas
- Esparadrapo
- Pastillas para el mareo
- Repelente de mosquitos –Relec Extra-fuerte– dependiendo del destino y la época del año claro. También puede estar bien llevar una pomada para las picaduras por si se nos olvida echarnos el repelente en algún momento.
- Cuchilla, pinzas, cortauñas y lima (esto va en la navaja suiza)
- Cacao para labios
- Protector solar y after sun, también dependiendo del destino y de lo que vayas a hacer.
Otras cosas que no deberían faltar en tu mochila
Dependiendo de cada una pueden o deben ir en la mochila grande –a facturar– o deben estar a mano –durante las esperas en los aeropuertos te pueden venir bien–.
- Navaja suiza, básica: desde cortar las uñas hasta apretar un tornillo.
- Linterna, tan útiles en casa como fuera: cuevas, calles no iluminadas, habitaciones de noche…
- Cartas, los naipes de toda la vida: las esperas pueden ser largas y aburridas.
- Prismáticos, los hay que ocupan poco y siempre puede venir bien un zoom.
- Candados, siempre se puede encontrar un sitio para guardar las mochilas
- Gorras, el mejor invento del mundo: quitan el sol, dan calor, protegen de la lluvia…
- Gafas de sol, siempre.
Tela que meter en las mochilas, más allá de la ropa
- Pañuelos grandes, chales, que vienen bien para el sol, para la arena del desierto, para cubrir la garganta en el avión…
- Bañador, ocupa poco y nunca se sabe donde encontraremos un balneario, una piscina, un baño turco, un onsen, …
- Chubasquero, a no ser que ya lleves una cazadora que soporte la lluvia nunca está de más llevarlo.
- Sábanas saco, también depende del destino, pero no molestan
- Sacos de dormir, nosotros no solemos llevarlos a no ser que vayamos a acampar, pero tenemos unos de los pequeños que no ocupan casi nada.
- Aislantes, como no llevamos los sacos no llevamos aislantes. Las veces que hemos acampado el aislante y la tienda los ponía la organización.
Qué comida meter en las mochilas
Siempre algo que no caduque y que no necesite frío. Nosotros solemos llevar: fuets–algunos países no permiten la entrada con alimentos frescos o de origen vegetal o animal–, crackers, chocolates, pates, barritas energéticas y frutos secos.
Consejos para comprar una mochila para viajar
Si te estás preguntando qué mochila me compro para ir de viajelitros de capacidad de la mochila que necesitarás. Ten en cuenta que, una vez se superan las dos semanas de viaje, el equipaje no crece: nosotros llevamos las mismas mochilas para estar tres semanas en Japón que para estar un año por Sudamérica, en Japón lavamos una vez y en Sudamérica… pues ni se sabe cuántas.
Una mochila de 50 litros debería ser suficiente para todo tipo de viajes. Para viajes más cortos podría bastar con una mochila de 25-30 o, con la misma de 50-60 pero con las cinchas más apretadas. Si vas a usar la mochila para viajar en avión, ten en cuenta que si la quieres llevar como equipaje de mano hay que cumplir con las medidas de cabina–aquí te explicamos las características que deben cumplir para que elijas la adecuada a la hora de comprarla–.
El consejo básico para comprar una mochila: pruébatela antes de comprarla. Ajusta los cierres, carga un poco de peso, mueve el tronco para ver cómo se comporta… hay que estar cómodo con la mochila en la espalda. Los refuerzos y ajustes en la zona lumbar y en la cadera son básicos para que todo el peso no recaiga en los hombros. La ventilación en la espalda permite que el aire se mueva y que no acabe empapada de sudor. Muchas mochilas llevan sus propias fundas de lluvia, comprueba que encaje bien y, si no estás convencido, compra una funda aparte.
Una vez que te hayas decidido, te recomendamos echar un vistazo en las tiendas online para comparar precios, las mochilas no son precisamente baratas… Aquí te dejamos el enlace a Amazon donde podrás ver las mejores mochilas para viajar y sus precios.
Cómo preparar la mochila para los viajes
La mochila se convertirá en parte de ti cuando la cargues, así que está bien dedicarle un rato a organizar la mochila para evitar que se vaya balanceando mientras andes, que te desequilibre por tener más peso en un lado que en otro o que algo se clave en tu espalda.
Preparar una mochila es fácil: lo más voluminoso y pesado tiene que colocarse lo más abajo posible para que de estabilidad a la mochila y para que su peso sea soportado por la cadera. Los elementos con puntas o bordes duros, así como los frágiles, deben colocarse en el centro de la mochila rodeados por ropa para evitar que se claven. A partir de ahí la organización de la mochila se basa en el uso: lo que consideres que vas a utilizar antes o más a menudo debería estar en un lugar de fácil acceso, mientras que lo que vayas a usar en momentos puntuales puede quedar más inaccesible.
Los huecos que vayan quedando pueden rellenarse con las camisetas o la ropa interior para conseguir una forma homogénea en la mochila y para aprovechar al máximo el espacio. Cuanto más compacta quede la mochila más fácil será de manejar: cuando acabes de llenar tu mochila tira de las cinchas para compactarla lo más posible.
Cómo organizar una mochila para un viaje largo: la vuelta al mundo, un Interrail…
En viajes largos de mochilero, como una vuelta al mundo, un Interrail, uno sin billete de vuelta…, puede ser interesante el uso de bolsas de plástico para organizar los elementos dentro de la mochila: preparar un paquete de ropa de verano y otro de ropa de invierno que puedas sacar y utilizar de forma independiente sin tener que desmontar toda la mochila. Un tercer paquete sería el de ropa sucia que ir lavando conforme avanza el viaje. Lo bueno de esta organización es que cada paquete puede ser compactado y ocupar todo el espacio dentro de la mochila de forma eficiente, sin huecos, ni balanceos.
Consejos para preparar la mochila para el camino de Santiago
Ya escribimos un artículo sobre consejos para el camino de Santiago en el que incluimos una sección dedicada a la preparación y elección de mochila.
Preparar una mochila de montaña para senderismo
Dependiendo de la ruta –duración y situación– la mochila para senderismo varía enormemente. Una ruta de unas horas por la sierra con vuelta a casa por la noche no requiere lo mismo que un trekking de seis días al Roraima pasando por la selva y lo alto de un tepuy.
Una mochila para paseos cortos debería llevar algo de comida –barritas energéticas y frutos secos– y bebida, un botiquín mínimo –por si hay alguna herida o torcedura en el paseo– y algo de ropa de abrigo para las paradas a descansar.
Para trekkings de varios días hay que añadir más ropa y un chubasquero, más comida y cocina –a no ser que la lleve la organización– y la tienda, el saco y el aislante –si se va a acampar y la organización no se encarga de llevarlo–.
Qué hacer si te pierden o te roban tu mochila: seguros y reclamaciones
Si tienes algún problema con la mochila en el avión: demora, pérdida o daño, tienes derecho a reclamar una indemnización a la compañía aérea.
De la misma forma, si te roban algo puedes dar parte a tu seguro de viaje y recibir la indemnización correspondiente.