En las guías y en las agencias de viajes os dirán que el trekking de ascenso al tepuy Roraima, en Venezuela, es duro pero que puede hacerlo sin problemas cualquiera que goce de buena salud y esté medianamente en forma. Yo creo entrar en esta amplia categoría pero puedo asegurar que fue realmente muy duro y que viví momentos de verdadera desesperación, llegando a pensar en que no podría seguir adelante.
Cruzamos ríos en calcetines (la única manera de no resbalarse en las piedras), subimos pendientes utilizando las manos, pasamos por debajo de una cascada de más de 100 metros de altura sobre piedras resbaladizas que no paraban de moverse –el que no se equivocaron en llamar el Paso de las lagrimas–. Los puri-puri salían de todas partes y el tiempo tampoco ayudó: hubo momentos de extremo calor, bastante frío en la noche en la cima y llovió muchísimo. Ropa mojada, calcetines mojados, zapatillas mojadas… y a la vuelta: más de lo mismo pero hacia abajo, lo que complica todo, sobre todo considerando que los caminos estaban llenos de barro. Ah, y todo esto con la mochila a la espalda con la ropa, el saco de dormir, el aislante, agua… Vamos, nada que preocupe lo más mínimo a un experto en trekking, pero que, desde luego, no es para cualquiera.
Además, al tercero de los seis días de trekking empecé a tener un dolor de muelas terrible que me acompañaría por el resto del viaje, aliviado sólo por mis queridas pastillas de ibuprofeno, que me convirtieron por unos días en una adicta, la House del grupo… Así, con la mejilla hinchada y los pies y las piernas destrozadas conseguí llegar al final satisfecha por haberme superado pero… ¿de verdad había merecido la pena? La respuesta es… «creo que sí, pero seguramente no volvería a hacerlo».
Saltaconmiconsejo
Para acabar de convencerte de que el país merece una visita, aquí tienes nuestras 5 maravillas naturales de Venezuela que tienes que visitar. Por supuesto, el Roraima está en la lista.
Por qué subir al Roraima
En el camino los paisajes de la Gran Sabana y del los tepuys, los altiplanos de la zona, ya son espectaculares pero al llegar al tope del Roraima se entra en otro mundo. Aquí sigue subsistiendo uno de los ecosistemas más antiguos de nuestro planeta, algo completamente diferente: paisajes, rocas, flora y faunas únicos y sorprendentes. Aquí vive, por ejemplo, una pequeña rana negra, de no más de 1 cm, llamada Oreophrynella, que se supone que sólo se desliza y no salta, ¡pero nosotros la vimos saltar! ¿Cómo no iba a saltar con SaltaConmigo? Un ambiente tan aislado, extremo y único no podía pasar desapercibido a escritores y cineastas: desde fuente de inspiración para El Mundo Perdido de Sir Arthur Conan Doyle hasta «localización» para la película de animación de Pixar Up.
En nuestro caso, la gente que nos acompañó fue el verdadero punto fuerte de la subida. Subimos nueve personas de siete países diferentes. Desde Japón hasta Brasil, pasando por Francia, Polonia, Suiza, Italia y España, además del guía y la porteadora de Venezuela. Hemos reído, cantado, bailado, jugado… hubo un gran feeling desde el principio y se formó un grupo realmente muy especial. Sabemos que sin ellos no hubiera sido lo mismo.
Preparación para la subida al Roraima
Lo que está claro es que para el trekking hay que estar preparado física y mentalmente y llevar todo el equipo necesario. Si, como yo, no estáis acostumbrados a hacer caminatas de dificultad alta tenéis que estar bien concienciados: durante la mayoría del tiempo tendréis que estar concentrados al 100% para decidir cómo dar el siguiente paso, hecho que provoca un cansancio mental comparable al físico.
En cuanto a equipo, he aquí una lista de lo fundamental.
- Crema solar con protección alta (nosotros llevábamos 50) y gorra para el Sol y la lluvia
- Repelente de mosquito fuerte, apto para zonas tropicales (nosotros llevábamos Relec Extra Fuerte) para protegerse de los puri-puri, los mosquitos que se encuentran en toda la Gran Sabana. Muy importante: hay que echarse el repelente en todos y cada uno de los centímetros descubiertos de vuestro cuerpo, si uno queda descubierto os aseguro que el puri-puri llegará y os morderá. Sí, no pican, ¡muerden y dejan herida! Lo bueno es que no transmiten ninguna enfermedad y para ir al Roraima no hay que vacunarse de nada ni tomar medicamentos contra la malaria.
- Un buen poncho de lluvia
- Camisetas de manga larga y pantalones largos para protegerse de los mosquitos
- Bolsas de plástico para poner la ropa dentro de la mochila –normalmente os las darán las agencias –, las fundas de las mochilas no son suficientes para poner la ropa a salvo del agua, y vimos gente que sufrió las consecuencias de no llevarlas. Otras bolsas las necesitaréis para las cámaras, los documentos y el aislante, éstas también suelen darlas las agencias, pero aseguraos que así sea.
- Botas de montaña resistentes al agua
- Muchos calcetines, contad con algunos para cruzar los ríos
- Ropa de abrigo, incluídos calcetines de lana, para dormir en la cima
- Frontales
- Medicinas (aunque suelan llevar los guías): ibuprofeno, cremas para dolores musculares e incluso antibióticos, por si os pasa lo que me pasó a mí con la muela
- Si queréis, vuestro saco de dormir y aislante, aunque los podréis alquilar.

Cuando subir: estación seca y estación húmeda o lluviosa
Estad preparados a que llueve, sobre todo en la cima: es lo más común. Aquí la estación húmeda dura prácticamente 10 meses, con 3 de relativa sequía: de enero a marzo, la mejor época para subir, que se puede extender de diciembre a abril.
Como llegar y elegir la agencia para el tour
No se puede subir al Roraima solos, está prohibido hacerlo por cuenta propia, o sea que es obligatorio contratar una agencia. Las agencias que organizan las excursiones o, mejor dicho, las expediciones al Roraima se encuentran en Santa Elena de Uairén, en el estado venezolano de Bolivar, muy cerca a la frontera con Brasil. Suelen ofrecer casi todas más o menos lo mismo y tienen precios muy parecidos, variando de los 5.300 BsF a los 6.200 BsF– entre 150 y 200 euros, que es lo que marca el precio debido al cambio negro de divisa– para la opción «todo incluido» con el alquiler del saco de dormir y del aislante –en alguna agencia existe la posibilidad de tener planes sin comidas y sin porteador o con comida pero siendo tú uno de los porteadores del grupo, a precios más baratos–. Además, muchas veces habrá sólo una que salga el día que queráis (o el día más próximo posible, a veces hay que esperar unos días), así que no habrá mucha elección. Lo mejor, es contactar con algunas por correo electrónico antes de llegar y que os informen sobre los días de salida cercanos a vuestra llegada. Lo que tendréis que averiguar es:
- que las tiendas de campaña (allí las llaman carpas) que se usarán en los diferentes campamentos sean buenas, tiendas de montaña preparadas para mucha lluvia
- que tengan buenos sacos de dormir, para el frío en la cima
- que la comida sea abundante
- que os proporcionen las bolsas de plástico
- quién va con vosotros, el grupo y el tipo de gente es muy importante, tendréis que pasar con ellos seis días
Después de la subida
Al final conseguimos volver, con agujetas, ampollas, uñas moradas, heridas, tobillos hinchados y yo, además, con la mejilla hinchada, pero volvimos. Si tenéis tiempo os aconsejo fervientemente que descanséis unos tres días, para lavar toda la ropa y recuperar fuerzas y energías.
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