Tilín, tilín, tilín, tilín. La campanilla de las ocho de la mañana. Hora de despertarnos, ducharnos e ir al comedor a desayunar. Pero hay algo diferente… ¡estamos en un tren! Un tren que es nuestra habitación, salón, restaurante y lugar de encuentro, además de medio de transporte, durante seis días. El viaje en el Costa Verde Express, el tren turístico de Renfe que recorre el norte de España y es heredero del Transcantábrico clásico, ha sido nuestra primera experiencia en un tren turístico de varios días. Y la primera vez en un “crucero ferroviario” no se olvida.

Ducharnos al “chacachá del tren”, disfrutar del verde del norte desde la comodidad de la cama, dejarnos llevar por el “todo incluido” sin preocuparnos de nada… Siempre nos han encantado los viajes en tren, desde los panorámicos como el Bernina Express hasta los bala en Japón. Pero vivir en un tren es otra cosa. Y más si es con esa atmósfera tan evocadora que solo tienen los trenes antiguos. Porque el Costa Verde Express, como ellos mismos dicen, “te traslada a la época dorada de los grandes viajes en ferrocarril”.
Después de vivir la experiencia, te contamos cómo nos fue, sigue leyendo si buscas opiniones sobre el Costa Verdes Express. También te hablamos de precios, rutas y diferencias con su “hermano mayor”: el Transcantábrico Gran Lujo. Pero empezamos por decirte qué es y contándote un poco de su historia. Piensa que el Transcantábrico cumplió cuarenta años en 2023, hablamos de más de 1.500 viajes y 60.500 viajeros…
¡Viajeros al tren!
¿Qué es el tren Costa Verde Express de Renfe?
El Costa Verde Express es uno de los trenes turísticos de lujo de Renfe, el que cubre la ruta de la “España verde”. Una ruta por el norte del país que recorre parte de la Costa Verde asturiana y del resto de la Cornisa Cantábrica.

Un viaje de seis días de Santiago de Compostela a Bilbao o viceversa por las vías de la antigua compañía FEVE –Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha–, hoy integrada en Renfe.
Es el más joven de los trenes turísticos de Renfe, casi un bebé: nació en 2020. Pero, aunque su nombre y su color –ha pasado del azul al verde– sean nuevos y su recorrido se haya modificado un poco, el tren tiene mucha historia a sus espaldas… Y es que no es otro sino el heredero del Transcantábrico clásico.
La historia: de Transcantábrico clásico a Costa Verde Express
¿Tanta historia tienen estos trenes? Pues hablamos de casi un siglo. De principios del siglo XX, 1927 para ser exacta, son los coches salón que se utilizaron para dar vida al Transcantábrico. Un encargo de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados a la empresa británica The Leeds Forges para cubrir principalmente la ruta Bilbao – San Sebastián.
Esos coches estaban destinados a chatarra cuando, en 1982, decidieron recuperarlos en FEVE. ¿Para qué? Pues para crear un tren turístico que recorriera el trayecto del antiguo Ferrocarril de La Robla. Un tren hullero que transportaba carbón de León a Vizcaya, alimentando los hornos siderúrgicos vascos, y volviendo con pasajeros.

Por entonces no había ningún tren de estas características en España. Con el primer tren turístico del país se quiso evocar el exotismo y el glamour de trenes míticos como el Orient Express o el Transiberiano. De hecho, en este último está inspirado su nombre. Si el tren de vía ancha más largo de Europa era el Transiberiano, el de vía estrecha sería el Transcantábrico.
¿Sabías que…?
El nombre y la idea del Transcantábrico fueron del escritor Juan Pedro Aparicio. Así, El Trancantábrico, se titula su libro de viajes, también de 1982.
El Transcantábrico fue diseñado y fabricado en el tiempo récord de 14 meses y el 26 de julio de 1983 hizo su primer viaje. Su recorrido inicial era de León a Ferrol, pasando por Bilbao, y sus coches tenían literas y baños compartidos. Con el tiempo, tanto el recorrido como los trenes se fueron modificando, con suites con cama de matrimonio y baño privado entre otras cosas.
En 2000, nació su “hermano gemelo”. En 2011, uno se transformó en Transcantábrico Gran Lujo, diferenciándose del Transcantábrico Clásico. En 2020, este último pasó a llamarse Costa Verde Express.
La ruta por el norte de España, “España Verde”
Ya hemos dicho que el Costa Verde Express hace un trayecto de seis días desde Santiago de Compostela hasta Bilbao o viceversa. En realidad, el recorrido en tren es de Ferrol a Bilbao. El trayecto Santiago de Compostela – Ferrol se hace en autobús. Un autobús que sigue el tren en todo momento y con el que se hacen las excursiones para llegar a sitios como la Playa de las Catedrales o la Cueva de Altamira. En esta esta sección de la web de Renfe puedes bajarte el folleto con los detalles.
Los viajes son siempre de sábado a jueves, empiezan el primer día a las 10 h y acaban el último a las 16 h en el Parador de Santiago o en la estación Concordia de Bilbao.

Además de Santiago de Compostela y Bilbao, se visitan algunos lugares emblemáticos de Galicia, Asturias y Cantabria. La paradas de tren intermedias son:
- Viveiro;
- Ribadeo, con traslado a la Playa de las Catedrales;
- Luarca;
- Oviedo, con excursión en autobús a Gijón;
- Llanes, con excursión al Lago Enol y al Santuario de Covadonga –pasando, sin parada, por el casco histórico de Cangas de Onís junto a su puente romano–;
- Cabezón de la Sal, con salida hacia Santillana del Mar y la Neocueva de Altamira;
- Santander.
En Santiago de Compostela, Viveiro, Oviedo, Gijón, Santillana del Mar, la Neocueva de Altamira, Santander y Bilbao hay visitas guiadas con guías locales. En Bilbao, además, se incluye la entrada al Museo Guggenheim.

También está la opción de Microviaje de cuatro días y tres noches, de Santiago de Compostela a Oviedo o viceversa, y de tres días y dos noches, de Oviedo a Bilbao o viceversa.
Un viaje gastronómico
Uno de los puntos fuertes del viaje es la experiencia gastronómica. Nos gustaría empezar haciendo una mención especial a una de nuestros momentos favoritos en el Costa Verde Express: el del desayuno.
Nosotros somos muy amantes de la primera comida del día. Es uno de los aspectos en el que más nos fijamos de los hoteles. Hace unos días, leímos en El País este artículo, Qué debe tener un buen desayuno de hotel. Pues el del Costa Verde Express lo tenía todo. Zumo rigurosamente natural; macedonia con fruta recién cortada; pastelería artesana que variaba todos los días con toques locales, como la quesada pasiega; jamón ibérico, cecina, embutidos y quesos variados; panes que también cambiaban según el día, y huevos hechos al gusto y al momento, junto con otros platos a la carta. De la calidad del café no podemos hablar, porque no lo bebemos, pero el chocolate a la taza estaba exquisito. Un 10 a los desayunos.

Respecto a las cenas, todas son a bordo del tren, excepto la última de despedida. Una vez más, la calidad es máxima, con ingredientes frescos locales. Son siempre cuatro pases, con raciones perfectas para no acabar empachados.
Sobre las comidas fuera del tren, la calidad varía cada año, ya que los restaurantes incluidos en el recorrido se sacan a concurso y no son siempre los mismos. En algunos casos, tienen estrella Michelin. Nosotros estuvimos en uno, El Corral del Indianu, en Arriondas, y nos enamoró. ¡Ay esa fabada y ese arroz con leche! También nos gustaron mucho el Querida Margarita –Bib Gourmand de Michelin–, en Santander, y la última comida en el Aspaldiko de Bilbao. ¿Puede haber mejor despedida que esos postres?

Cómo son las suites, las habitaciones del tren, y los salones
Hay tres coches salón, las zonas comunes del tren donde se sirven los desayunos, las cenas y donde se puede pasar el rato charlando con los compañeros de viaje. Todos tienen una decoración que evoca a los trenes antiguos, con su madera, sus acolchados, sus lámparas de mesa de latón y sus guiños a ferrocarriles históricos de diferentes países.
En los coches cama, las llamadas Suites Gran Clase mantienen el mismo estilo de decoración, con revestimientos de madera. Tienen baño privado completo con ducha, cama de matrimonio, armario, maletero bajo la cama, minibar y caja fuerte y están climatizadas con regulador independiente.

Hay que decir que la habitación no es muy espaciosa y la cama de matrimonio, aunque muy cómoda, es pequeña: 1,20 x 1,85 m. Es lo que tiene estar en un tren que circula por vía estrecha. De hecho, los pasillos son también muy estrechos. Si no estás en marcha, siempre es mejor salir al andén para ir a otros vagones.
Nosotros no tenemos problemas para dormir en un tren en marcha, pero, por comodidad, el tren está siempre parado de noche. Aunque uno de los días la llegada es un poco tarde y otro la salida es pronto por la mañana.
El personal y la experiencia a bordo
Uno de los detalles que más valoramos del viaje en tren en el Costa Verde Express fue la amabilidad del personal y la experiencia a bordo en general. La tripulación, capitaneada por la jefa de expedición, estuvo en todo momento atenta a nuestra comodidad y a nuestras peticiones. Los camareros, las guías acompañantes, los cocineros y todo el personal en general es de diez. Un trato de hotel de lujo.

Los guías externos también fueron grandes profesionales. Por otro lado, respecto al entretenimiento, hubo una noche con pianista y otra con violinista. Tenemos que admitir que la elección de temas –temas populares de películas o parecidos– no nos llamó mucho la atención, nos habríamos ido más a música clásica, jazz o parecido. Esa parte sí que la vemos mejorable. Eso sí, la fiesta de despedida del último día fue muy divertida.
Precio del Costa Verde Express, qué incluye y dónde comprarlo
Ninguno de los trenes turísticos/trenes de lujo es barato. Ni los de Renfe en España ni los de fuera. El Costa Verde Express no es una excepción. En 2023 el precio de la cabina doble era de 8.000 € y en 2024, 9.000 €.
Saltaconmiconsejo
Mira los precios de los viajes de julio, suelen ser hasta un 20% más baratos. Son los que se llenan más tarde.
Sí que es verdad que este precio incluye absolutamente todo: además del alojamiento en el tren, todos los desayunos y las comidas –cuatro pases, vino, agua, refrescos y café– , todos los traslados en autobús y las visitas, con sus entradas y guías, y el agua del minibar. Además, los billetes de tren de Renfe hasta el punto de inicio del viaje y desde el punto de regreso –en nuestro caso, el Madrid-Santiago de Compostela y el Bilbao-Madrid–, el acceso a las Salas Club de las estaciones tanto a la ida como a la vuelta y un asesor de viaje para la gestión y ayuda de contratación de servicios como las noches de hotel antes y después del viaje.

Los billetes se pueden comprar directamente en la web de Renfe o en las pocas agencias comercializadoras que tienen acuerdo con ellos y los venden exactamente al mismo precio y con un trato más personalizado. Una de ellas es Nattivus, la agencia que nos invitó a vivir esta experiencia a nosotros. Tienen, además, una web exclusiva dedicada al Costa Verde Express. También comercializan el resto de trenes turísticos de Renfe, como el Transcantábrico Gran Lujo, que también tiene su web.
Las diferencias entre el Transcantábrico Gran Lujo y el Costa Verde Express
¿Tren turístico o tren de lujo? Tanto el Costa Verde Express como el Transcantábrico Gran Lujo entran en la categoría de Trenes Turísticos de Lujo de Renfe.
¿Cuál es entonces la diferencia entre el Transcantábrico Gran Lujo y el Costa Verde Express?

La primera y más importante es el tren en sí. Los dos trenes se cruzan en Llanes, así que tuvimos ocasión de echarle un vistazo al Transcantábrico Gran Lujo. Ya en los coches salón se nota mucho ese nivel de categoría. Pero lo más importante son las suites: las del Transcantábrico Gran Lujo tienen un tamaño que es exactamente el doble de las del Costa Verde Express. Cada coche del Costa Verde Express está dividido en cuatro suites –excepto el último con tres– y los del Transcantábrico Gran Lujo en dos. Con seis coches-hotel en cada uno, hablamos de 23 suites frente a 14.
Otra diferencia es el itinerario: el trayecto del Transcantábrico Gran Lujo es de ocho días, añadiendo San Sebastián –conectada con Bilbao en autobús– y una excursión intermedia más que incluye Potes, Comillas y un circuito termal en el Balneario de la Hermida.
La última diferencia es que el grupo de pasajeros es más reducido: 28 en el Transcantábrico Gran Lujo –puede haber más en el caso de que haya niños, que duermen en la misma suite que los padres–, frente a un máximo de 46 en el Costa Verde Express.

Bueno, y el precio, claro: la suite doble del Transcantábrico Gran Lujo costaba 15.000 € en 2023 y 17.800 € en 2024. Hablamos de prácticamente el doble.
Todo lo demás es lo mismo: la calidad de las comidas e incluso los restaurantes son los mismos, el personal se va intercambiando entre los trenes, los guías en las visitas son los mismos, etc.
Nuestras opiniones del Costa Verde Express
Teníamos ganas de hacer un viaje en un tren turístico de varios días y tenemos que decir que la experiencia nos ha encantado. Al volver, hemos echado de menos ese despertar con el tilín, tilín, tilín, tilín de la campanilla por la mañana.

Lo que más nos gustó
Lo mejor es la experiencia del viaje en tren en sí. Estar tumbados en la cama con esa “pantalla de altísima definición”, la ventanilla, “proyectando” los paisajes del norte de España es algo que no olvidaremos.
Dentro de esa experiencia incluimos también el personal, amabilísimo, siempre atento e impecable. Recordamos con especial cariño a Isabel, nuestra jefa de expedición.
La comida en el tren, desayunos incluidos, y en algunos de los restaurantes, como los que mencionamos arriba, hizo que la experiencia gastronómica fuera inolvidable –la báscula también lo recordó durante unos días–.

Como nosotros siempre organizamos los viajes por nuestra cuenta, también nos encantó esa tranquilidad, que viene bien de vez en cuando, de tenerlo todo hecho yendo de la mano del personal del tren.
El hecho de que todas las entradas estuvieran incluidas –hasta la del claustro de la colegiata de Santillana del Mar– nos parece otro buen detalle.
En general, todas las visitas guiadas fueron buenas, algunas excelentes –como la de Santillana del Mar y la Neocueva de Altamira–.

No hay código de vestimenta. Si en la mayoría de restaurantes con tres estrellas Michelin no hay, ¿por qué debería haberlo en un tren, por muy de lujo que sea? En el Orient Express no se pueden llevar vaqueros… ¡qué tontería! El lujo es ir como te apetece.
La gente que encuentras en estos “viajes especiales” también suele ser especial –nos recordó un poco al crucero a la Antártida–. Como Jorge y su mujer Tania, mexicanos celebrando su 50º aniversario. Estar viviendo momentos únicos junto a gente así no tiene precio.
Lo que menos nos gustó
Siguiendo con la comida, es verdad también que, mientras en el tren fue siempre impecable, en los restaurantes había calidades dispares. Muchas fueron en restaurantes de Paradores, de buena calidad, pero a lo mejor no a la altura de un viaje de lujo de este tipo.

El espacio, un poco escaso en la suite y en los pasillos de los coches cama, es lo que hace menos “de lujo” la experiencia. Nosotros, aunque estamos acostumbrados a dormir en una cama muy grande, nos adaptamos bien y siempre dormimos fenomenal. Pero algunos pasajeros tuvieron más problemas con el espacio y el tamaño de la cama. También es verdad que estás en un tren, ¿no?
El entretenimiento a bordo, como decíamos, creemos que es mejorable.
Una de las noches se pasa en la estación de Oviedo y, al ser una estación grande, hay bastante ruido. El último día, saliendo el tren de Santander a Bilbao a las 6:35, nos despertamos a esa hora. Eso sí, para dormirnos por la noche con el tren en marcha –solo pasó un día, que llegó a destino de madrugada– no tuvimos ningún problema.

El tema sostenibilidad, en cuanto a uso de plástico, es una de las cosas que menos nos gustó. El agua del tren es potable, pero no pueden garantizarlo al 100%, con lo cual solo se puede consumir agua embotellada. Tanto la del minibar –gratuita– como la de las comidas viene en botellas de plástico y máximo de medio litro. Lo ideal sería que hubiera en el tren dispensadores de agua mineral para que cada uno rellenase su bidón –una idea de regalo de bienvenida–. También podría haber dispensadores de gel y champú en lugar que incluir botellitas de plástico en el neceser de cortesía.
La valoración final…
En resumen, más allá de estos detalles, una experiencia estupenda que nos ha abierto el apetito a esto de los viajes en tren turístico…

Te echamos de menos, tilín, tilín, tilín, tilín.