Parece que todo en Nimes gira alrededor de su pasado romano. La llaman “la Roma francesa” –con permiso de la vecina Arles–, tiene uno de los anfiteatros y uno de los templos mejor conservados y a sus puertas está el puente más alto del mundo romano… Pero Nimes es también sus edificios contemporáneos –uno dedicado a la romanidad, vale–, sus palacetes de los siglos XVII-XVIII o las callejuelas de su casco viejo. Te contamos todo lo que tienes que ver en Nimes y sus alrededores para no te pierdas nada.

Para ponértelo aún más fácil, dividimos nuestro listado en tres categorías. Primero, nuestros 7 imprescindibles que ver en Nimes, lo que no te puedes perder aunque pases solo un día en la ciudad. Luego 4 lugares más que te aconsejamos visitar en Nimes si tienes un poco de tiempo extra. Y, finalmente, 3 sitios de los alrededores de la ciudad a los que puedes llegar si vas en coche.
No se hable más, aquí van nuestros 7+7 lugares que ver en Nimes y alrededores. Te espera una de las ciudades más interesantes del sur de Francia.
Los 7 imprescindibles que ver en Nimes
¿Quieres saber que ver en Nimes en un día? Aquí van, como prometimos, nuestros imprescindibles.
La arena de Nimes
Está claro que lo primero que tienes que ver en Nimes es la arena, el antiguo anfiteatro romano de la ciudad. Según escuchamos en la audioguía con la que se hace la visita, es el anfiteatro romano mejor conservado de los alrededor de cuatrocientos que quedan en pie. También está entre los treinta más grandes: cabían casi 24.000 espectadores.

Nos extraña que se haya conservado tan bien, porque ha tenido una vida la mar de intensa en sus más de 2.000 años de antigüedad –se levantó en el 27 a.C.–. Incluso hubo casas y una iglesia en su interior.
Lo bueno es que se sigue usando para diferentes espectáculos a lo largo del año. No de gladiadores, claro… Aunque en las Jornadas Romanas de Nimes los gladiadores vuelven a la arena, junto a los romanos y a los galos.

Saltaconmiconsejo
Si, además de la arena de Nimes, quieres visitar algún museo, echa un vistazo a los precios del Nîmes City Pass. Merece la pena si entras al menos en tres monumentos/museos –puedes verlo aquí–. Tampoco dejes de pasar por la oficina de turismo, cerca de la arena, para que te pongan el vídeo en español proyectado sobre una maqueta con la historia de la ciudad.
Aquí tienes los horarios y precios de la arena de Nimes.
El Museo de la Romanidad
Si lo primero que tienes que ver en Nimes es la arena, el museo que tienes que visitar en Nimes sí o sí es el Museo de la Romanidad, Musée de la Romanité. Y no tendrás que moverte mucho, está justo al lado. Pocos metros, pero más de 2.000 años de historia de la arquitectura separan los dos edificios: uno del 27 a.C. y el otro inaugurado en 2018.

El del museo, obra de la arquitecta franco-brasileña Elizabeth de Portzamparc, evoca una toga romana, con sus “pliegues”, y sus 7.000 láminas de vidrio, las teselas de un mosaico. Todo un homenaje a esa “romanidad” representada en el interior, con 5.000 piezas entre mosaicos –espectacular el de Penteo–, estatuas, objetos cotidianos, objetos de culto a las divinidades, la reconstrucción de una domus romana… Es uno de esos museos de nueva generación e interactivos que hacen la visita de lo más entretenida. En resumen: ¡no te lo puedes perder! Aquí puedes comprar la entrada con antelación al precio oficial y no hacer la cola.

¿Sabías que…?
En el Museo de la Romanidad descubrirás por qué el símbolo de Nimes es un cocodrilo encadenado a una palmera. Dos pistas: la sumisión de Egipto a Roma y unas monedas…
La Maison Carrée (al menos, desde fuera)
Seguimos con la Nimes romana en la Maison Carrée, la Casa Cuadrada, de principios de nuestra era. Se alzaba en el foro, el centro de la vida ciudadana de Nemausus. Según leímos en sus paneles, junto con el Panteón, es el templo mejor conservado del mundo romano. Y esto gracias a que nunca se ha dejado de utilizar: ha sido la sede de una asamblea de justicia, una casa privada, una iglesia, la sede del departamento de Gard, el primer Museo de Bellas Artes de la ciudad, galería de arqueología y espacio expositivo. Vaya vida, ¿no?

¿Sabías que…?
También leímos que el diseño de la Maison Carrée se inspiró en el de los desaparecidos templos de Apolo y de Marte el Vengador de Roma. ¿Significa eso que los arquitectos de Nemausus fueron a Roma? No, les enviaron unas maquetas.
Hay que decir que lo mejor es el exterior. No queda nada de la decoración de la única sala del templo. Eso sí, los paneles con la historia son interesantes y, si tienes el Nîmes City Pass, la entrada está incluida.
El Carré d’Art, con el Museo de Arte Contemporáneo
Al lado de la Maison Carrée, Casa Cuadrada, está el Carré d’Art, Cuadrado del Arte. Un “templo” contemporáneo, obra de Norman Foster inspirada en el Centro Pompidou, junto a uno romano. El centro incluye bibliotecas, una mediateca y un museo de arte contemporáneo con una colección de unas quinientas obras y exposiciones temporales.

El museo no es imprescindible si no eres un amante del arte contemporáneo –aunque también está incluido en el Nîmes City Pass–. Pero sí deberías entrar en el edificio y subir por su impresionante escalera transparente.
¿Sabías que…?
El Carré d’Art no es el único edificio de Nimes diseñado por un arquitecto ganador de un Premio Pritzker, el más prestigioso de este arte. También hay uno de Jean Nouvel: el Neumausus 1, un complejo futurista de viviendas sociales. Está un poco en las afueras. Nosotros pasamos a verlo, pero es un desvío solo para amantes de la arquitectura contemporánea.
El casco histórico de Nimes
Junto a la arena, rodeado por la ronda de bulevares interiores de la ciudad, está el casco viejo de Nimes. Con sus callejuelas estrechas, sus edificios de colores cálidos y sus palacetes, nos recordó mucho al casco histórico de Niza. Fíjate en las fachadas de esos palacetes, como las esculturas románicas de la Maison Romaine. Entra o echa un ojo a sus patios cuando puedas, descubrirás joyas como la escalera del Hôtel de Fontfroide o los sarcófagos paleocristianos encajados en el paso abovedado de la entrada del Hôtel Meynier de Salinelles. Estos últimos solo los vimos en foto porque estaban cerrados, pero nunca se sabe…

No puedes perderte cuatro plazas en el casco viejo de Nimes. La Place aux Herbes, con la catedral de San Castor. La Place de l’Horloge, con la Torre del Reloj reconstruida en el siglo XVIII donde en su día se encontraba un campanario del siglo XV. La Place du Marché, con su palmera y su fuente con el cocodrilo símbolos de Nimes. Y la Place de l’Hôtel de Ville, con el edificio frente al ayuntamiento y su curioso reloj.
La Puerta de Augusto
Volvemos a la “romanidad” con la Puerta de Augusto o Puerta de Arles. Una de las entradas más importantes a la ciudad de Nemausus, ya que aquí llegaba la Via Domitia. Tenía dos arcos centrales para el paso de los vehículos, otros dos para los peatones y, en su día, estaba flanqueada por dos torres. Detrás, en 1939, se colocó una estatua de Augusto en bronce, copia de una obra antigua conservada en los Museos Vaticanos que estuvo a punto de ser fundida durante la Segunda Guerra Mundial.

La Puerta de Augusto, junto a la menos vistosa Puerta de Francia –o Puerta de España– es la única que se conserva de las diez que se abrían en su día en la muralla de la ciudad romana. Esta tenía un perímetro de 7 kilómetros, unos 9 metros de altura, dos de espesor y protegía un área de 220 hectáreas. Nada mal, ¿no?
Rincón Salta Conmigo
Cerca de la Puerta de Augusto, en el cruce entre las calles Rangueil y Bourgogne, hay una representación más del cocodrilo y de la palmera en formato grafiti. Es obra del artista L’Insecte. En el barrio, Gambetta, hay muchas otras obras de arte urbano.
Los Jardins de La Fontaine con el templo de Diana
Los Jardins de La Fontaine, Jardines de la Fuente, son otro de esos lugares que tienes que visitar en Nimes casi por obligación. Y es que, además de que este parque del siglo XVIII es uno de los rincones más agradables de la ciudad, también se creó en un sitio lleno de historia. Esa “fuente” que da nombre al parque es también el origen de Nimes: a su alrededor se instaló la tribu celta de los volcas arecómicos allá por el siglo VI a.C fundando la ciudad. Y, más tarde, los romanos levantaron allí el santuario imperial de la Fuente.

En el parque nos encontramos con el Templo de Diana, que en realidad nunca fue un templo ni, obviamente, estuvo dedicado a Diana… Parece que fue un santuario dedicado al culto a Augusto y su familia y que se usó también como biblioteca. No está tan bien conservado, pero tiene un aire romántico que le da un je ne sais quoi.
Otras 4 cosas que ver en Nimes si tienes más tiempo
¿Tienes un poco más de tiempo? Aquí tienes otras cuatro visitas interesantes en la ciudad.
La Tour Magne y su mirador
Dentro de los mismos Jardins de La Fontaine, en la parte más alta, está la Tour Magne, la Torre Magna. Su origen también es celta, más tarde fue integrada en la muralla romana –era la más alta de sus 80 torres– y allí sigue. No lo incluimos entre los imprescindibles, pero puedes entrar para conocer su historia y admirar el paisaje desde su mirador. Se ve todo Nimes, aunque admitimos que nos gusta más a pie de calle.

Castellum Aquae
Tampoco lo incluimos entre los sitios imprescindibles que visitar en Nimes porque visualmente, hoy en día, no es gran cosa. Pero, desde un punto de vista histórico y arqueológico, el Castellum Aquae es una joya. Hablamos de uno de los dos únicos depósitos de distribución de agua romanos conservados en el mundo –el otro está en Pompeya–. Tras un recorrido de 50 kilómetros y pasar por el Pont du Gard, el agua de la fuente del Eure en Uzés llegaba hasta aquí. Sus diez tuberías de plomo aseguraban su distribución por los diferentes barrios de la ciudad. Toda una obra maestra de la ingeniería romana.

La Explanada Charles de Gaulle con la Fuente Pradier
Está muy cerca de la arena, así que seguramente pasarás por la Explanada Charles de Gaulle, una plaza ajardinada de las más animadas y más grandes de la ciudad. Allí, desde 1845, está la Fuente Pradier, Pradier fue su escultor. Si te fijas, verás que la mujer en su centro, alegoría de Nimes, tiene una corona curiosa: es un templo, la Maison Carrée. Las otras cuatro alegorías son dos náyades –la fuente Nemausa, la de Nimes, y la del Eure– y dos colosos –los ríos Ródano y Vidourle–.

Rincón Salta Conmigo
Cerca de la explanada está el Abribus, una curiosa obra de mobiliario urbano de mármol oscuro. Una gran marquesina que representa –a lo bestia– el escudo de armas de Nimes. Lo de la palmera está claro. Tienes que buscar el cocodrilo…
El mosaico romano del Museo de Bellas Artes
En el Museo de la Romanidad verás muchos mosaicos, por eso no incluímos este entre los lugares de visita obligada. Pero, si te quedas con ganas, hay otro espectacular en el Museo de Bellas Artes de Nimes: La boda de Admeto. Además, el edificio en sí, con su escalera monumental, también merece la pena, junto a la pinacoteca con obras francesas, flamencas, holandesas e italianas de los siglos XVI al XIX. Nos encontramos, por ejemplo, con cerámicas de De la Robbia, obras de pintores románticos como Delaroche o de Rubens. La entrada está incluida en el Nîmes City Pass.

3 lugares que ver en los alrededores de Nimes
Nos vamos a los alrededores de Nimes. A tres sitios a los que, eso sí, solo puedes llegar si vas con coche.
El Pont du Gard
Un viaje a Nimes no está completo sin una excursión al Pont du Gard, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este puente sobre el río Gard, levantado en el siglo I, es un tramo del acueducto romano de cincuenta kilómetros que llevaba el agua desde la fuente del Eure en Uzès hasta el Castellum Aquae. Con sus tres niveles, sus 275 metros de largo y sus 48 metros de alto, es toda una proeza técnica. Y es el puente más alto del mundo romano. Además de encontrarse en un rincón de lo más bucólico, rodeado de senderos y naturaleza. El Pont du Gard es de acceso libre, pero son de pago el aparcamiento –9 euros– y el museo, incluido en el Nîmes City Pass. Tan espectacular es y tanto nos gustó, que tenemos un artículo solo sobre la visita al Pont du Gard.

El pueblo y el castillo de Uzès
Ese Uzès desde el que salía el acueducto romano hacia Nimes es hoy un pueblo lleno de encanto. Nos atreveríamos a decir que uno de los pueblos más bonitos de Francia, bueno, de la Francia que hemos visitado hasta el momento. El castillo, la catedral con su campanario románico cilíndrico, la iglesia de Saint-Etienne con su fachada convexa, la animación de la Place aux Herbes, sus callejuelas… Toda una joyita.

La abadía de Saint-Gilles
Al sur de Nimes, hacia la Camarga, está la abadía de Saint-Gilles, del siglo XII, también incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como parte de los Caminos de Santiago de Compostela. En la Edad Media fue un gran centro de peregrinación. La tumba de San Egidio, meta de la peregrinación, sigue en su cripta. Eso sí, la iglesia fue destruida en gran parte por los protestantes en el siglo XVI. Por fortuna se conservó una obra maestra: su grandiosa fachada románica esculpida. Ella sola merece un desvío. La entrada está incluida en el Nîmes City Pass.

Mapa con los lugares que ver en Nimes
Aquí tienes un mapa con todos los lugares que ver en Nimes para que lo tengas más fácil a la hora de organizar tu visita.
Dónde dormir: nuestro hotel en Nimes
Si busca un hotel céntrico, a nosotros nos encantó el Square Hôtel, al lado de la Explanada y a cinco minutos exactos andando de la arena. Es un hotel tres estrellas con una relación calidad-precio genial, habitación cómoda y un desayuno bastante variado. Puedes mirar precios y disponibilidad o buscar otros hoteles en Nimes si este no te convence o está lleno.

Ya lo sabes todo, ¡la ciudad del cocodrilo y la palmera te espera!
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