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¿Y si no nos gustara viajar?

Puede parecer un titular clickbait. Al fin y al cabo, una servidora y su humilde esposo somos blogueros de viaje, así que, ¿cómo no nos va a gustar viajar? Pues, a veces, nos lo planteamos. Y pensamos que es hasta bueno hacerlo, ¿no crees?

Que Ver En Playa del Carmen Salto
Saltando en Playa del Carmen, México

No es obligatorio que te guste viajar

A ver, si eres bloguera o bloguero de viaje como nosotros, sí que estaría bien que te gustara, si no, algo has elegido mal y tienes que plantarte algún cambio gordo… Pero, si no lo eres, pues no pasa nada con que no te guste viajar. Esto parece una perogrullada, pero no lo es tanto. Hoy en día cualquiera diría que está mal visto que no te guste viajar. Conocer nuevas culturas, abrir nuevos horizontes, salir de tu zona de confort y bla, bla, bla. No deberíamos ser nosotros quienes lo dijéramos, pero sí, puedes tener una vida totalmente plena sin haber salido de tu pueblo. Ojo, que te habrás perdido grandes experiencias, pero los que viajamos nos podemos perder otras.

Vamos que, si no te gusta, no pasa nada, que la presión social no pueda contigo. Lo decimos porque en muy raras ocasiones hemos escuchado a alguien admitir que no le gusta viajar. Es siempre un “sí, pero”, seguido de un “tengo hijos”, “no tengo dinero”, “tengo miedo a volar”… Y, en el 90% de los casos, son puras excusas. No hacen falta excusas, es totalmente aceptable que no te guste viajar, como que no te guste cualquier otra cosa.

Primer punto, aclarado. No pasaría nada si no nos gustara viajar, más allá del cambio de profesión que tendríamos que plantearnos.

Patosos Por El Mundo Marrakech Sara Mapa
No pasa nada si no te gusta viajar

No viajar puede ser hasta bueno

Desde que viajar es barato, se ha convertido en una commodity y parece que hasta en un derecho. Al respecto, me pareció muy interesante este artículo de El Diario.

Los viajes sostenibles están en boca de todos, empresas in primis, en algunos casos con medidas realmente necesarias y en otros con clara intención de greenwashing. Pero la dura realidad es que lo más sostenible es no viajar. Y digo esto escribiendo desde un avión…

Segundo punto a favor de dejar de viajar: le estaríamos haciendo un favor al planeta.

Traviajar o si trabajas de lo que te gusta no tendrás que trabajar ni un día de tu vida…

En nuestro caso, en parte por voluntad propia y en parte por las cosas de la vida y gracias a su majestad la Fortuna, viajar se ha convertido en nuestra profesión. Sí, hacemos “eso de traviajar”. ¿Aceptará la RAE este neologismo algún día? Traviajar es trabajar mientras viajas. El trabajo, en realidad, no es viajar, es generar contenido sobre esos viajes. No, no vamos a explicar cómo se gana dinero con eso, porque hay mucha gente que ya lo hace –algunos mejor que otros, como siempre– y porque tampoco creemos que seamos los más indicados para hacerlo. Lo que sí voy a decir es que eso de “si trabajas de lo que te gusta, no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” me parece una bobada. Y es que, si es un trabajo, siempre hay algo malo. Entregas, clientes de familia de los caprinos (rama masculina), relaciones complicadas, proyectos que no salen o que no funcionan de la forma esperada…

Y sí, en nuestro caso la parte del “tra” puede estropearnos la del “viajar”. A veces, pasa.

Un punto a favor no de dejar de viajar, sino de dejar de hacerlo por trabajo. Además, así podríamos volver a tener vacaciones y fines de semana.

Traviajar Palenque
Traviajando… en una oficina inmejorable

La pandemia nos enseñó algunas cosas, casi todas olvidadas

Ya dijimos en su momento que los que afirmaban que saldríamos mejores de la pandemia o bien eran unos ilusos o bien se estaban mintiendo a sí mismos. Nosotros, desde luego, no hemos salido mejores y muchas de las cosas que aprendimos, para qué negarlo, ya las hemos “desaprendido”. Aunque una se nos ha quedado en la cabeza y es que no pasa nada cuando no viajas. Soportamos el “encierro” –y eso que se nos inundó el piso, se nos llenó de moho y tuvimos que esperar hasta después del confinamiento para hacer la obra– mucho mejor de lo esperado. Y, no, no pasó nada por no viajar. De hecho, fuimos de los primeros en dejar de hacerlo y de los últimos en retomar nuestros viajes. Con narices vírgenes de palitos de PCR. Contamos nuestra extraña sensación cuando volvimos a volar, solo después de las dos dosis de vacuna, para ir a Chequia.

Otro punto a favor: hay pruebas de que sobrevivimos sin viajar.

Viajes largos, viajes de reflexión

Para que lo de traviajar no nos estropee los viajes, en los últimos años –excluyendo los de la pandemia, claro–, hemos adoptado la costumbre de hacer un viaje más largo hacia finales del año. Más allá del año y una semana de viaje por Sudamérica y Antártida, no habíamos viajado nunca más de tres semanas. Así que hubo Bulgaria –un mes– en 2018, Camboya y Bangkok –un mes y medio– en 2019 y, en este 2022, nos hemos ido a la península de Yucatán, en México, dos meses. Son todas zonas relativamente pequeñas que se pueden visitar en mucho menos tiempo yendo más rápido, y no es casual.

En los tres casos con solo un avión para llegar y otro para irnos, moviéndonos en transporte público, muy lento y alternando días de visitas con días de descanso y de trabajo.

Con estos viajes hemos descubierto unas cuantas cosas. Una de ellas tiene poco que ver con la reflexión de hoy, pero no queríamos dejar de mencionarla. Lo más sostenible, más allá de los compromisos de las varias empresas que elijas, es viajar así: lento y en transporte público. Lo malo es que a la mayoría de gente le falta un recurso fundamental: el tiempo. Pero menos viajes en avión y más largos y lentos debería ser el primer mantra de cualquier viajero o viajera responsable. Y nos lo decimos también a nosotros mismos.

Volviendo al tema, en los viajes cortos vamos a tope, viendo cosas todo el rato y no nos da tiempo ni de pensar en más cosas. Es en los viajes un poco más largos cuando podemos sacar nuestro viajeganómetro y medir nuestras ganas de viajar. Muchas veces, el primer día estamos pensando –y luego diciéndonos el uno al otro–, ¿en serio vamos a estar aquí x semanas? ¿Con este calor/frío? ¿Sin pan ni aceite de oliva? Etc, etc, etc. Sí, nos pasa eso, no somos viajeros guays. Pero luego, por suerte, siempre sucede algo. Algo que enciende esa chispa. Un encuentro, una sensación, un pequeño reto…

Dia de Muertos Janal Pixan Merida Maquillaje
Maquillados de calaveras en el Paseo de Ánimas de Mérida (México)

¿Dónde te ves en 5 años?

¿Sabes esa pregunta que te hacen en las entrevistas de trabajo? Pues yo nunca tuve el valor de decir la verdad, lo que pensaba, o sea que lo más emocionante y estimulante me parece no tener ni idea de dónde estaré dentro de 5 años ni de qué haré. Por un lado me da miedo, pero por el otro me parece lo mejor que hay en la vida. No tenía ni idea de que estudiaría lo que estudié hasta un mes antes de empezar la carrera, ni de que trabajaría en las grandes empresas en las que trabajé, ni de que lo dejaría para viajar, ni del país en que viviría… Y encontrarme en una situación y pensar “nunca me imaginaba que estaría aquí haciendo/viendo/viviendo esto” es, para mí, lo mejor que hay.

Y eso que a mí me encanta planificar y organizarlo todo, al contrario que a JAAC.

Esa sensación, con los viajes, y más con los viajes lentos en los que tienes mucho margen de maniobra, no deja de aflorar. Y hay que decir que tener un blog de viajes, que al fin y al cabo es un medio de comunicación, a veces te da acceso a experiencias que no todo el mundo puede vivir. Un plus, sin duda.

Volar Globo Segovia Festival Sara
Sara en el globo durante el festival accesible de globos en Segovia

Conclusión

De momento, nos sigue encantando viajar. Examen aprobado. Pero seguiremos preguntándonoslo, porque no pasaría nada si un día dejara de gustarnos. Aunque dudamos de que llegue ese día… Lo más probable es que cambiemos, como hemos ido haciendo, nuestra forma de viajar. Y que, por favor, no tengamos ni idea de dónde estaremos dentro de cinco años.

¡Hasta el próximo examen y feliz 2023 viajero (o no)!

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Comentarios

  • 26 diciembre, 2022 a las 16:40

    Me ha gustado mucho el post. Estoy totalmente de acuerdo: viajar es fantástico si nos gusta, pero no hay que sentirse obligado a ello. También se puede cambiar la manera en la que viajamos a lo largo del tiempo. No hay reglas ni dogmas: que cada cuál disfrute el viaje o no, pero sin presiones. ¡Un abrazo! Concha

    Responder
    • 27 diciembre, 2022 a las 20:18

      ¡Hola, Concha! muchas gracias por tu comentario. Eso es, no hay dogmas y ¡que todos viajemos solo si y cómo más nos apetezca! ¡Un abrazo!

      Responder