Olvídate de eso de sol y playa. Vale, no vamos a decir que no haya unas playas preciosas en Las Palmas de Gran Canaria y de sol también van sobrados. Pero, repetimos: olvídate del sol y playa por un rato. Acércate a los barrios donde nació la ciudad y alucina con las casas coloniales, las plazas, las iglesias, los museos… si hasta hay un castillo. ¿No te lo crees? Mira nuestra ruta por Triana y Vegueta y verás cómo te animas a alejarte de la arena y la sal.
Igual que se dice que los árboles no dejan ver el bosque, que las playas y los riscos no te oculten el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria. Hablamos de dos barrios, Triana y Vegueta, con más de cinco siglos de historia. Por ellos pasó Colón en su camino a descubrir América, ¿no vas a acercarte tú estando ya en la ciudad?
Vente con nosotros. Además de todo lo que tienes que ver en Vegueta y Triana, también te vamos a recomendar unos restaurantes en los barrios y hasta un hotel, para que todo te pille a mano.
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Echa un vistazo a nuestro artículo Qué ver en Las Palmas de Gran Canaria para hacerte una idea de lo que te espera en los cien kilómetros cuadrados de la ciudad.
- Un poco de historia de los barrios de Vegueta y Triana
- Qué ver en Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria
- Qué ver en el barrio de Triana, Las Palmas de Gran Canaria
- El Teatro Pérez Galdós
- La Plaza de Caraisco
- La Plaza de las Ranas
- La Casa-museo Pérez Galdós
- Las casas coloniales de la calle Mayor de Triana, el paraíso de las compras
- La Casa de Colón
- La Plaza de San Antonio Abad y la Ermita de San Antonio Abad
- El Parque San Telmo y la ermita de San Telmo
- El Castillo de Mata
- Dónde comer: restaurantes en Triana y Vegueta
- Dónde dormir: nuestro hotel entre Vegueta y Triana
- Mapa con los lugares que ver en Vegueta y Triana, más los restaurantes y el hotel
Un poco de historia de los barrios de Vegueta y Triana
La historia de los barrios de Vegueta y Triana es tan antigua como la de Las Palmas de Gran Canaria. Fue junto al palmeral del barranco de Guiniguada donde el capitán Juan Rejón, el 24 de junio de 1478, instaló el campamento militar –el Real de las Palmas– que daría origen a la ciudad. Al sur de la desembocadura del Guiniguada estaba el barrio fundacional, el de Vegueta. Su nombre se debe a la “vegueta de Santa Ana”, la vega cercana a la iglesia dedicada a esa santa. Y al norte del Guiniguada, casi al mismo tiempo, apareció el barrio de marineros y comerciantes, el de Triana. La procedencia andaluza de muchos de sus habitantes explica el “Triana” de su nombre.
¿Sabías que…?
Según cuenta la leyenda, fue la propia Santa Ana quien le indicó el lugar en el que instalar el campamento militar a Juan Rejón. Lo cierto es que parece que fue un poco menos “idílico” y tuvo más que ver con el apresamiento de una canaria que, bajo amenazas, les llevó a la mejor zona. Allí donde destacaban tres grandes “palmas”, hoy llamadas palmeras.
Nacía así la primera ciudad de la Corona de Castilla en el Atlántico, la que serviría de ejemplo para levantar tantas otras en América. Por eso el centro histórico de Las Palmas de Gran Canaria nos resultó un “viejo conocido” ya desde el primer momento en que lo pisamos. No porque ya lo hubiéramos visitado anteriormente, sino porque lo “habíamos visto” en todas las ciudades coloniales de Sudamérica. Y es que Vegueta fue el “test” para ese tipo de ciudad que se exportaría al Nuevo Mundo.
Te lo vamos a contar todo, pero si quieres que te lo expliquen mientras caminas por las calles del centro, reserva tu plaza en un free tour por Las Palmas de Gran Canaria desde aquí.
Qué ver en Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria
Comenzamos nuestro recorrido histórico por Las Palmas de Gran Canaria con los lugares que visitar en el barrio de Vegueta, el origen de la ciudad.
La Plaza de Santa Ana
La Plaza de Santa Ana fue más un recuerdo que un descubrimiento. Como decíamos, sin haberla visto antes, la conocíamos casi a la perfección. Aquí se encuentran, como luego se repetiría en las plazas mayores de América, las sedes del poder político y religioso de la ciudad: por un lado las Casas Consistoriales y por otro la Catedral y el Palacio Episcopal. Su forma también se usó como referencia para las grandes plazas barrocas de la Península que se abrirían más tarde. ¿Qué mejor lugar para empezar tu recorrido por el barrio de Vegueta?
Además de las sedes de los poderes, en la Plaza de Santa Ana destacan las estatuas de ocho grandes perros que parecen vigilar la catedral. Son los llamados “guardias de Santa Ana”.
¿Sabías que…?
Una de las hipótesis, poco admitida, sobre el origen del nombre de Gran Canaria se basa en que los castellanos divisaron grandes perros desde sus barcos: de “gran can”, Gran Canaria. Se cree más posible que el nombre provenga del latín canis, al confundir los romanos en sus primeras travesías, los aullidos de los lobos marinos con los de grandes perros.
No está muy claro cómo llegaron los perros a la plaza en 1895, pero sí se sabe que son de origen francés, concretamente del taller Val d’Osne. También se sabe que son diseño de Alfred Jacquemar, sus iniciales, AJ, se pueden ver grabadas en las esculturas.
La Catedral de Canarias
La Catedral de Canarias, Catedral Basílica de Santa Ana, destaca dentro del centro histórico por dos motivos: su altura y el color de la piedra de su fachada. Quieras o no, llamará tu atención. No te resistas, tacharás uno de los lugares que visitar en el barrio de Vegueta.
Fueron los Reyes Católicos los que ordenaron su construcción en 1497… Cierto que no parece muy gótica, pero es que las obras estuvieron paradas durante más de dos siglos y los estilos cambian. De hecho, se considera de estilo ecléctico.
Las palmas siguen teniendo su importancia incluso dentro de la catedral: fíjate en la forma de las columnas y en cómo se abren para soportar las bóvedas del techo. Uno de los hijos más ilustres de Gran Canaria, Fernando León y Castillo, está enterrado en la catedral en un imponente mausoleo.
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El órgano, de finales del XIX, también tiene su historia. Camille Saint-Saëns, uno de los mayores compositores y organistas de la segunda mitad del XIX y principios del XX, se autoexilió en Las Palmas de Gran Canaria huyendo de la fama que le perseguía por centroeuropa. Nadie le conocía en la ciudad y se convirtió en “el francés”. Eso sí, cuando comenzó a tocar el órgano de la catedral, después de pedir permiso al cabildo, todos se dieron cuenta de que no era un “francés” cualquiera.
Además de la catedral en sí, merece la pena que te des una vuelta por la sala capitular, decorada con azulejos, y el museo. Otro de los puntos destacados de la catedral, su coro, se puede ver directamente en la calle… Sí, está colocado en la calle Codina delimitando el jardín episcopal. Puedes contratar una visita a la Catedral de Santa Ana desde aquí, incluye la Casa de Colón.
La terraza de la Catedral de Canarias
La entrada a la Catedral de Canarias no incluye la subida a la terraza desde la que ver la Plaza de Santa Ana en todo su esplendor. En todo su esplendor si no te encuentras, como nosotros, al equipo de producción de la película The Mother de J. Lo. ocupándola con sus carpas. Incluso con la plaza ocupada, la vista de los riscos que rodean el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria y el mar, al otro lado de la plaza, ya compensan el “esfuerzo”. Entre comillas, porque hay un ascensor para subir.
Las Casas Consistoriales
Frente al poder religioso se levantó el poder civil. Fueron también los Reyes Católicos los que decidieron que las reuniones de virreyes, gobernadores y otros cargos tenían que llevarse a cabo en edificios públicos en lugar de las casas privadas. Ya en aquel entonces sobrevolaba la sombra de la corrupción y se quiso alejar el trabajo de la propiedad privada de los que ostentaban el poder.
Se levantaron las Casas Consistoriales a principios del siglo XVI. La fachada que vemos hoy no es la original porque el edificio se quemó en 1842. Eso sí, en su interior todavía se conservan algunos muros originales. El edificio sigue manteniendo su actividad y una vez al mes se celebran los plenos en el Salón Dorado. Además también es un depósito del Museo del Prado y algunas de sus obras están colgadas en sus paredes. Si te han entrado ganas de verlo, abre gratis los domingos por la mañana –del 10 h a 13 h– con visita guiada.
¿Sabías que…?
Durante la visita descubrimos el motivo por el que la bandera de Gran Canaria tiene los colores amarillo y azul. Tras su fundación, el puerto de la isla dependía del puerto de Cádiz y, por tanto, tenía sus colores. Colores, amarillo y azul, que pasaron después a la bandera de la isla.
La guinda de la visita es la vista de la Plaza de Santa Ana y de la Catedral de Canarias desde su terraza en la azotea.
La Plaza del Espíritu Santo
Muy cerca de la Plaza Santa Ana hay otra plaza que no deberías perderte: la Plaza del Espíritu Santo. Se trata del kilómetro cero original y el punto de partida de la red de aguas de Gran Canaria. Es uno de los rincones más bonitos de Vegueta y la reconocerás fácilmente por su fuente cubierta. Sí, una fuente cubierta, según el humor de los palmenses, para que no se moje cuando llueve.
El Museo Canario
El museo Canario, creado en 1880, es una visita obligada y eso que no son pocos los museos de la ciudad. El primer Museo Canario se encontraba en las Casas Consistoriales, en un espacio mucho más pequeño del actual. Más allá de la –no sabría qué adjetivo utilizar– sala de calaveras y momias, el museo cuenta la historia de los primeros pobladores del archipiélago.
Allí aprendimos que los aborígenes estaban organizados en dos “reinos” cuando llegaron los castellanos: los guanartematos de Gáldar y Telde. También descubrimos la forma en que construían sus casas y sus herramientas y hasta sus medicinas y su alimentación. Te hablamos más en detalle en nuestro artículo Museos de Las Palmas de Gran Canaria: nuestros imprescindibles.
¿Sabías que…?
El término guanche hace referencia a los aborígenes de la isla de Tenerife exclusivamente, no a todos los del archipiélago. De hecho, a los de Gran Canaria se les llamó canarios durante la conquista.
La Casa de Colón
Colón no tuvo nunca casa en Las Palmas de Gran Canaria. Entonces ¿qué es eso de la casa de Colón? En realidad es la casa del gobernador de la isla que, casi con seguridad, alojó a Colón en uno de sus pasos por la ciudad. Las malas lenguas dicen que el almirante se lo “agradeció” manteniendo un romance con su mujer, Beatriz de Bobadilla.
Como el gobernador no hizo nada que le granjeara un lugar en la historia, la casa se quedó con el nombre de su ocupante más ilustre. Hoy, convertida en museo, es una visita imprescindible en Vegueta y en toda la ciudad. En su interior encontramos cuadernos de bitácora –Colón, como todos los capitanes de barco, ya era un “bloguero”–, mapas, diarios, elementos de navegación… y también pudimos entrar en la recreación de la cámara del almirante de La Niña. En nuestro artículo sobre museos de Las Palmas de Gran Canaria te contamos más.
¿Sabías que…?
Una placa en la casa de Colón nos informa sobre otro ilustre que pasó por ella. De hecho, nació. Alfredo Kraus nació en una de las habitaciones de la planta superior.
Hemos dicho que no era de Colón, sino del gobernador de la isla, pero tenemos que puntualizar un poco más: solo una de las varias casas que hoy forman el museo era del gobernador. Otro detalle a tener en cuenta es que todas las fachadas, menos una –la única original–, fueron creadas en los años 50 del siglo pasado con el asesoramiento de Néstor Álamo, primer director del museo. Si quieres saber más, puedes contratar una visita guiada a la Casa de Colón y a la Catedral de Santa Ana desde aquí.
La Plaza de San Antonio Abad y la Ermita de San Antonio Abad
No puedes irte del barrio de Vegueta sin pasar por su centro que, además, fue el lugar de fundación de aquel campamento militar. Hablamos de la Plaza de San Antonio Abad. Según el cartel informativo, esta plaza fue la que se copió más tarde para abrir la de Santa Anta. Es más, aquí estaban la primera catedral –ya dedicada a Santa Ana, aunque también conocida como ermita de San Antonio Abad– y las instituciones civiles. En un lateral de la ermita hay una placa que recuerda la fundación de la ciudad en el lugar preciso.
Dos curiosidades de la plaza: en la catedral/ermita oró Cristóbal Colón de camino a las Indias orientales y el callejón que llega a ella, callejón de San Antonio Abad, puede que sea la primera calle como tal de Las Palmas de Gran Canaria.
El mercado de Vegueta
Nos gusta visitar los mercados en todos nuestros viajes por definición. Además, siendo este el más antiguo de todo el archipiélago, inaugurado en 1858, estaba claro que era uno de los lugares que teníamos que ver en Vegueta. El recuerdo de los coloridos puestos de fruta de Brasil nos asaltó. De hecho, como nos pasaba allí, muchas de esas piezas no sabemos ni cómo se llaman.
Qué ver en el barrio de Triana, Las Palmas de Gran Canaria
Al otro lado del barranco del Guiniguada también fue creciendo Las Palmas de Gran Canaria. Separados de la nobleza y del clero, los marineros y los comerciantes buscaron su propio lugar en la nueva ciudad. No creas que por ser de origen más pobre no hay nada que ver en el barrio de Triana. Sigue leyendo, que con ese nombre, Triana es mucha Triana.
El Teatro Pérez Galdós
Si en Vegueta era Colón el que “partía el bacalao”, en Triana es Don Benito Pérez Galdós, uno de los palmenses más famosos. Comenzamos la visita al barrio de Triana por su teatro, bueno, el teatro que le dedicaron. Pero vayamos por partes. Cuando se planeó, a finales del siglo XIX, se le conocía como Nuevo Teatro. En su apertura, en 1890, era el Teatro Tirso de Molina. No fue hasta 1902 que recibió el nombre del famoso autor. Ojo, que Galdós, en su momento, había ridiculizado el hecho de que se hubiera elegido una ubicación tan cercana al mar para construir el teatro.
Lo que vemos hoy en día, además de una importante reestructuración de 2007, es de los años 20 del siglo pasado. Un incendio destruyó el edificio el 28 de junio de 1918 y fue Miguel Martín-Fernández de la Torre el encargado de reconstruirlo. Si te suena el apellido Martín-Fernández de la Torre será, seguramente, por su hermano Néstor. Fue él quien decoró el interior del edificio con frescos y vidrieras que levantaron algunas ampollas en la época.
En el Teatro Pérez Galdós también encontramos un recuerdo a “el francés”, aquel que tocaba el órgano de la Catedral de Canarias: la sala Camille Saint-Saëns. Y un busto de Alfredo Kraus, otro ilustre palmense, que dió aquí su última actuación. Asistas o no a una obra, puedes entrar en el teatro con una visita guiada, tienes la información en su web.
La Plaza de Caraisco
La plaza más importante del barrio de Triana es la Plaza de Caraisco. Aquí estaba el primer teatro de la ciudad y sigue estando el hotel más famoso.
El Teatro Cairasco solo “aguantó” unos años. Tenía bastantes deficiencias como teatro y la llegada del Gabinete Literario al mismo edificio fue su puntilla. El edificio se reformó a finales del siglo XIX y sigue siendo la sede del Gabinete Literario. Seguro que caerán unas cuantas fotos del exterior y también se pueden hacer visitas guiadas.
El hotel más famoso es el Hotel Madrid, además de uno de los más antiguos de Las Palmas de Gran Canaria, de 1910. En una de sus habitaciones pasó la última noche antes de la sublevación Francisco Franco. Noche que, según nos contaron, se fue sin pagar.
En el tercer lado de la plaza se abre la Alameda de Colón –no se iba a quedar solo en el barrio de Vegueta–, con un busto del almirante justo frente a la iglesia de San Francisco.
La Plaza de las Ranas
Otra plaza que no te puedes perder en Triana es la conocida como Plaza de las Ranas. Conocida, porque su nombre oficial es Plaza Hurtado de Mendoza, el que fuera alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. Lo de las ranas es por la decoración de la fuente que ocupa la mayor parte de la plaza.
Aquí está el monumento a la Bella Loreto –que tampoco es suyo y que, como la plaza, en realidad está dedicado a Ambrosio Hurtado de Mendoza–. Hemos escuchado dos versiones de su historia. En la primera, Loreto era la amante del alcalde de la isla en el momento de la visita de Alfonso XIII a la ciudad. La amante y la madame de un prostíbulo que se encargó de hacer lo más llevadera posible la visita del monarca. En la segunda, la propia Loreto era la prostituta de la que se enamoró Alfonso XIII en esa misma visita. Sea como fuere, aquí está su estatua eclipsando al alcalde.
La Casa-museo Pérez Galdós
Ya decíamos que Don Benito Pérez Galdós era un palmense de pro y, como tal, él sí que tuvo casa en Las Palmas de Gran Canaria. Ese edificio, una casa típica canaria con patio abierto, balcón de madera y pozo en el barrio de Triana, es hoy la Casa-museo Pérez Galdós. El escritor –de novela y de teatro–, periodista y político vivió aquí sus primeros 19 años antes de partir hacia Madrid.
La propia casa ya merece una visita, pero, además, en sus habitaciones nos topamos con la cuna que ocupó Don Benito –así es como se refería a él la guía del museo en la visita–, colocada en la habitación en la que nació, y la cama en la que falleció. Entre un momento y otro: muebles diseñados por él, sus ropas, bastones, libros, recuerdos… La vida de Benito Pérez Galdós en objetos. Por cierto, después de visitar el Roque Cinchado en Tenerife, completamos nuestro recorrido por el antiguo billete de mil pesetas con el retrato del escritor, obra de Sorolla, que cuelga en su despacho. Te contamos más en nuestro artículo Museos imprescindibles de Las Palmas de Gran Canaria.
Las casas coloniales de la calle Mayor de Triana, el paraíso de las compras
Los comerciantes que se asentaron en Triana le dieron forma al barrio también a través de sus edificios: en casi todos, la planta baja se utilizaba como tienda. Cosa que sigue sucediendo hoy en día, puesto que el barrio acoge la calle más popular para el shopping en el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria: la calle Mayor de Triana.
Tres de las tiendas de la calle son un muestrario de los diferentes estilos de los edificios. La primera es una casa colonial primigenia, hoy reconvertida en tienda de Zara. La segunda es una casa de la época del comercio británico, la tienda de Mango. Y la tercera, el bazar hindú Metharan, es de estilo colonial indostánico con un balcón sostenido por trompas de elefantes. Aunque no vayas a comprar, estas tiendas son visita obligada en el barrio de Triana.
El Parque San Telmo y la ermita de San Telmo
Una zona verde más que visitar en Triana: el Parque San Telmo. El hoy parque fue, en sus orígenes, el primer muelle de la ciudad y por donde pasaba la muralla norte. Fíjate en el quiosco de estilo modernista de 1923 y no dejes de entrar en la pequeña ermita de San Telmo por su retablo y por los barcos que la decoran.
El Castillo de Mata
El Castillo de Mata se reformó con la idea de albergar el Museo de Historia de la Ciudad. Abierto en marzo de 2016, es uno de los más nuevos de Las Palmas de Gran Canaria.
Además de las muchas piezas únicas que muestra –busca el mapa con la isla de San Borondón–, también se puede ver la base del cubelo original del castillo. Fue por aquí por donde, tras mucho esfuerzo, los hombres de Pieter Van der Does abrieron una brecha en 1599 que les permitió llegar hasta la ciudad y arrasarla. Es, junto al único fragmento de la muralla de la ciudad, el Muro del Real, el único resto de la isla anterior a esa fatídica fecha.
Rincón Salta Conmigo
No dejes de ver la maqueta con las fachadas de las casas de los barrios de Vegueta y Triana en la planta baja del museo.
Maquetas de fachadas del casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria
También hablamos más en profundidad del Castillo de Mata en nuestro artículo de los museos de Las Palmas de Gran Canaria.
Dónde comer: restaurantes en Triana y Vegueta
En nuestro artículo Dónde comer en Las Palmas de Gran Canaria mencionamos unos cuantos restaurantes de la ciudad, pero aquí vamos a centrarnos en los restaurantes de Triana y Vegueta.
Uno de nuestros últimos descubrimientos ha sido el restaurante Qué Leche!, en la calle Torres, 22, en pleno barrio de Triana. Se ha convertido, sin discusión, en nuestro favorito de la ciudad, no en vano tiene la distinción Bib Gourmand de la Guía Michelín y un Sol Repsol. Todavía recordamos con lágrimas en los ojos ese niguiri de arroz a la cubana o esos huevos rotos con camarón, por no hablar del cochinillo negro. Sí, un restaurante de cocina fusión donde todo está tan bueno como parece en la carta.
También en Triana y también de cocina creativa, no podemos dejar de recomendar El Santo Restaurante, en la calle Escritor Pérez Galdós, 23. Ingredientes típicos canarios, como las papas, los quesos, el sancocho… pero recetas revisitadas. Empezando por la mantequilla del entrante y acabando por el postre, no dejamos de chuparnos los dedos con cada plato.
Cruzamos el Guiniguada y nos vamos a comer en Vegueta, concretamente a la Casa Montesdeoca Restaurante, en la calle Montesdeoca, 10. Nosotros disfrutamos como niños con el almogrote gomero, el pulpo asado y el estofado de carne de cabra. Un restaurante de comida tradicional en una casa colonial del siglo XVI con su patio interior que por sí sola ya se merece entrar.
Si prefieres ir picando, estás de enhorabuena, los bares de la calle Mendizabal son el lugar perfecto para ir probando tapas, más aún si visitas la ciudad en jueves con su ruta del pincho. Aunque no está en la misma calle, pero sí muy cerca, te recomendamos darte una vuelta por Tasca 7 viejas, en la calle Pelota, 6.
Dónde dormir: nuestro hotel entre Vegueta y Triana
En nuestro último paso por la ciudad buscamos dormir en el centro histórico de Las Palmas de Gran Canaria. Lo hicimos en Boutique Hotel Cordial Malteses, en el barrio de Triana, a dos pasos del Gabinete Literario y la Plaza de Cairasco, una ubicación ideal para conocer el casco histórico de la ciudad. Un hotel inaugurado en 2021 dentro de un palacete modernista. Un hotel pequeño con 27 habitaciones cuidadas hasta el más mínimo detalle. Un detalle en el que nos fijamos siempre y que en el Boutique Hotel Cordial Malteses no falla, el desayuno, variado y bastante rico. Echa un vistazo aquí a los precios y disponibilidad y aquí a los demás hoteles de Las Palmas de Gran Canaria.
Mapa con los lugares que ver en Vegueta y Triana, más los restaurantes y el hotel
Como siempre, te colocamos en un mapa los lugares que ver en Vegueta y en Triana. Para que sea todavía más sencillo, hemos creado una capa para cada uno de los barrios históricos de Las Palmas de Gran Canaria. También incluimos los restaurantes –y la calle de las tapas– y nuestro hotel recomendado. ¿Qué más se puede pedir?
Después de recorrer los barrios de Vegueta y de Triana tendrás claro que hay mucho más que playa en Las Palmas de Gran Canaria.
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