Plovdiv está de moda. Por lo menos en Bulgaria… Desde que se hizo con la capitalidad de la cultura europea para 2019, la segunda ciudad del país ha pegado un cambio enorme –o eso nos han comentado, porque nosotros no la vimos antes, claro–. Siempre ha habido muchísimo que ver en Plovdiv, al fin y al cabo es una de las ciudades con más historia de Bulgaria. Pero ahora, además, es una ciudad mucho más viva, fácil de recorrer andando y moderna.
Nos sorprendimos al encontrarnos con ruinas milenarias, un casco histórico salpicado con preciosas y coloridas casa del Renacimiento Nacional búlgaro perfectamente cuidadas, un barrio hipster peatonalizado… Y nosotros fuimos en invierno. En verano, por lo visto, la ciudad está llena de festivales de música y de arte. Lo dicho, hay muchísimo que ver en Plovdiv, aquí está nuestra selección. Y no te olvides de echarle un vistazo a nuestros consejos para viajar a Bulgaria antes de tu viaje.
Lo primero que tienes que ver en Plovdiv: la ciudad vieja
Aunque sea la segunda ciudad de Bulgaria, el centro de Plovdiv es relativamente pequeño. Es una ventaja más: si quieres hacer turismo puedes llegar a cualquier sitio caminando. Y eso, callejear y tomarle el pulso a la ciudad, es lo primero que tienes hacer en Plovdiv. Tienes que empezar, como no, por la ciudad vieja. Allí te encontrarás con el pasado prehistórico, tracio, helenístico, romano, medieval y, sobre todo, del Renacimiento Nacional búlgaro de la ciudad.
¿Sabías que…?
Como Roma, Plovdiv se construyó sobre siete colinas. Eso sí, es más antigua que Roma, de hecho es la ciudad más antigua de Europa habitada de forma continuada. ¡Tiene vestigios del año 7000 a.C.!
Todo el casco histórico, sobre tres de las siete colinas –Nebet Tepe, Taksim Tepe y Dzhambaz Tepe– forma parte de la “Reserva Arquitectónica e Histórica del Plovdiv Antiguo”. Estarás caminando por una gran área protegida.
El complejo arqueológico de Nebet Tepe y las vistas de Plovdiv
El mejor lugar para empezar ese paseo es el complejo arqueológico de Nebet Tepe. Aquí fue donde los tracios llegaron en el quinto milenio antes de Cristo y levantaron su fortaleza. Los romanos, como no, también pasaron por aquí. Ahí siguen los restos de sus murallas para demostrarlo.
El complejo arqueológico es pequeño y está siempre abierto: se ha transformado en un parque. Lo bueno es que, puesto que sigue dominando la colina donde se construyó, hay bonitas vistas sobre Plovdiv y las montañas que lo rodean.
Las coloridas casas del Renacimiento Nacional búlgaro
De los tracios y los romanos saltamos unos cuantos siglos hasta finales del XVIII para ser exactos. Desde entonces, y hasta los años ‘80 del siglo XIX, el país vivió una época de gran esplendor social y económico conocida como Renacimiento Nacional búlgaro. Todavía bajo el dominio otomano, los búlgaros comenzaron a reivindicar su independencia política y religiosa. Ese renacer del espíritu nacional búlgaro dio nueva vida al folklore y a las artes, que desarrollaron sus propios estilos. Si hablamos de la arquitectura, los edificios de esta época son inconfundibles: altos muros de piedra, decoraciones en madera finamente tallada, grandes patios, paredes externas de colores vivos…
Este estilo nació en pueblos de montaña de los Balcanes como Koprivshtitsa, pero no tardó en llegar a Plovdiv, una de las ciudades donde más fuerte “pegó” el Renacimiento Nacional. En la primera época, a finales del siglo XVIII, las casas eran todavía parecidas a las de esos pueblos, más pequeñas y de estructura irregular, adaptada al terreno normalmente inclinado –el que se conoce como “tipo asimétrico”–. Más adelante, las casas empezaron a ser más estructuradas, más grandes, con salones más amplios y luminosos y decoración más rica: las influencias del barroco europeo se hacían notar en Plovdiv –llegaba el “estilo simétrico”–.
Las casas del Renacimiento Nacional búlgaro más bonitas de Plovdiv
Callejeando por el centro histórico de Plovdiv no vas a tener problemas para encontrarte con casas de este estilo, ¡están por todas partes! Muchas de ellas son visitables, se han convertido en casas-museo o son sede de grandes museos con sus importantes colecciones. Una de las casas-museo más espectaculares es la casa de Balabanovd, si solo tienes tiempo para una, deberías visitar ésta. En el mapa más abajo te indicamos las casas más interesantes.
Saltaconmiconsejo
Si quieres visitar más de una casa, existe un billete combinado por 15 BGN que incluye cinco sitios a elegir entre la casa Balabanov, la casa de Hindliyan, la casa de Nedkovich, la casa de Veren Stambolyan, la casa Klianti, la Galería de Zlatyu Boyadzhiev y la farmacia Hipócrates –también del mismo estilo–, además del teatro romano, el estadio romano, la basílica menor y el odeón. Si quieres comprarlo, nuestra elección para visitar sería la casa Balabanov, la casa Hindliyan, la casa de Nedkovich, el teatro romano y la basílica menor. Tienes más información en inglés en su web oficial.
El Museo Etnográfico Regional de Plovdiv y su precioso patio
Además de las casas incluidas en el bono, como decía, otras son sede de grandes museos. Es el caso de dos de los edificios del Museo de Historia, de la Galería de Arte de la Ciudad –en particular a su edificio dedicado a Tsanko Lavrenov y el arte mexicano– y, sobre todo, al Museo Etnográfico Regional de Plovdiv. Éste último, junto con la casa de Balabanovd, es la otra visita obligada en la ciudad en cuanto a arquitectura del Renacimiento Nacional se refiere. Su patio, visitable aunque no entres al museo, es ya una pequeña joya en sí.
La puerta Hisar Kapia: uno de los rincones más bonitos de Plovdiv
Entre una casa del Renacimiento Nacional y otra, hay un rincón que tienes que ver en Plovdiv sí o sí: la puerta Hisar Kapia. Su nombre, de origen turco, recuerda su función: significa literalmente “puerta de la fortaleza”. Muy cerca, verás los restos de una gran torre de la muralla. Al otro lado, te encontrarás la “calle de la artesanía”, con alguna tienda de recuerdos. La calle Sramna, de camino, es muy bonita.
No te olvides de recorrer la calle Tsanko Lavrenov, que sale de esta puerta hacia el exterior de la ciudadela, es una de las más bonitas de Plovdiv. Y tampoco de pasar por una de sus paralelas, la calle del arquitecto Hristo Peev.
El teatro romano de Plovdiv: el más famoso de Bulgaria
El gran símbolo de Plovdiv no es de la época del Renacimiento Nacional búlgaro, es bastante más antiguo. Hablamos de su teatro romano, construido en el siglo I aprovechando el pequeño valle entre Taksim Tepe y Dzhambaz Tepe.
En esa época, la ciudad romana de Philippopolis era suficientemente importante como para tener un teatro con capacidad para 6.000 espectadores. Se utilizó hasta finales del siglo IV, además de para las representaciones teatrales, para espectáculos de gladiadores y caza y como sede de la Asamblea General de la provincia romana de Tracia.
Leímos que era uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo… aunque también que se reconstruyó bastante en los años ‘80 del siglo XX. Aún así, no le falta encanto. Ah, la verdad es que, si no quieres pagar la entrada, desde fuera, desde la reja, se ve perfectamente, aunque no puedas pisar sus escalones. Otra opción es ir a uno de los espectáculos que se siguen representando ahí hoy en día, desde obras de teatro y óperas hasta conciertos de todo tipo de música.
Las iglesias de la ciudad vieja de Plovdiv
Las casas del Renacimiento Nacional y el teatro romano se llevan la palma, pero que no cunda el pánico entre los amantes de la arquitectura religiosa: también hay unas cuantas iglesias que ver en Plovdiv.
Entre ellas no deberías perderte la iglesia de Santa Nedelya, con su gran iconostasio tallado en madera; la iglesia de los Santos Constantino y Elena, la más antigua de la ciudad, con su gran torre blanca, su pórtico exterior lleno de frescos y su iconostasio barroco; la de Sveta Bogoroditsa –la catedral ortodoxa dedicada a la Virgen–, con sus iconos y murales; la iglesia de Santo Nicolás, ahí al lado, con su iconostasio de 1355 –el más antiguo de la ciudad–, y la de Santa Marina, con su gran campanario de madera y sus frescos.
Kapana: el barrio de “la trampa” y su arte urbano
No puedes dejar de visitar la ciudad vieja, por supuesto. Pero, si tienes un poco más de tiempo, también te recomendamos recorrer el barrio de Kapana. Se trata de una zona bastante pequeña, en el mapa te la indicamos en naranja.
Kapana literalmente significa “trampa”. ¿Por qué trampa? Por el trazado irregular de sus callejuelas, que antes acogían los talleres de los artesanos de la ciudad. El barrio nació hace cinco siglos justamente como distrito de artesanos. De ahí los nombres de algunas de sus calles como Kozhuharska –calle de la piel/de los curtidores–, Zhelezarska –calle del hierro/de los herreros– o Zlatarska –calle del oro/de los orfebres–.
Este barrio céntrico hace unos años estaba bastante degradado, pero, gracias al proyecto que ha llevado a la ciudad a ser Capital Europea de la Cultura en 2019, se ha peatonalizado y revitalizado por completo: un lavado de cara en toda regla. Ahora es el barrio hipster de Plovdiv, con sus hostels de diseño, casas de colores, pequeñas galerías de arte, talleres de artesanos, bares y restaurantes bohemios, etc. No es Londres, ¿eh? Pero es algo que no te esperas en Bulgaria. Y también hay bastantes obras de arte urbano, sobre todo alrededor de la calle Zhelezarska.
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Uno de nuestros grafitis favoritos es el del gran león, símbolo de Bulgaria, con los colores de la bandera. Está bajo el túnel de la avenida Tsar Boris III Obedinitel que conecta Kapana con la ciudad vieja.
La mezquita de Plovdiv y su deliciosa pastelería
Iglesias sí, pero también hay una mezquita en el centro de Plovdiv. Y no una cualquiera: la mezquita Dzhumaya es la primera que se construyó en el actual territorio de Bulgaria, en 1364. Eso sí, el edificio original fue demolido y reconstruido en el siglo XV y la decoración es posterior pero, aún así, espectacular. No quedan muchas mezquitas otomanas en Bulgaria –tras la liberación del Imperio Otomano no se veían “con buenos ojos”–, así que no te la pierdas. Su minarete, en cualquier caso, te irá acompañando por todo el centro.
No dejes de entrar en la mezquita… y tampoco en su pastelería, la pastelería Dzhumaya. ¡Qué rica está la baklava!
La calle de Alejandro I y la estatua de Milo
Desde Kapana puedes ir hacia la calle de Alejandro I, la principal arteria comercial del centro histórico. Ahí están las grandes tiendas internacionales mezcladas con algunas más pequeñas que parecen salidas de los años ‘80.
No te olvides de saludar a Milo “el loco”. Bueno, a su estatua. Milo fue un cómico y mimo local al que la gente de Plovdiv le tenía particular cariño.
El estadio romano y los otros restos romanos que tienes que ver en Plovdiv
La calle de Alejandro I empieza en el lugar del segundo de los restos romanos más importante de Plovdiv: los del antiguo estadio de la ciudad.
Rincón SaltaConmigo
El estadio de Philippopolis era, como buen estadio romano, enorme. En la plaza en la que empieza la calle Alejandro I se visita –gratuitamente– la parte más grande de los restos, pero también puedes encontrar otros ¡dentro de dos tiendas! Bueno una tienda, el H&M, y el pequeño centro comercial Excelsior de la calle Alexandro I. Este último, además, de puro hortera da la vuelta, con su decoración «clásica».
Siguiendo por la calle Alejandro I hacia el sur dimos con más restos romanos: los del odeón y los del foro. Estaban en obras cuando fuimos nosotros, eso sí. Cerca están también los de la basílica mayor y, un poco más alejados del centro, los de la basílica menor. Estos últimos se han restaurado y se ha construido un edificio moderno para protegerlos. El suelo todavía está en parte recubierto de mosaicos: el más famoso es el de un ciervo.
El jardín del zar Simeón y la “fuente cantarina”
Bajando por la calle Alejandro I se llega hasta el jardín del zar Simeón. Es un parque de finales del siglo XIX que ha sido restaurado hace poco. Busca la fuente de la diosa Deméter, el pabellón vienés –una réplica del original de 1936– y, sobre todo, la gran “fuente cantarina” con espectáculos de luz y sonido.
Eso sí, la fuente “canta” solo en verano… nosotros la encontramos sin agua en invierno. En verano hay espectáculos todos los jueves, viernes y sábados a las 21 h.
El Museo Arqueológico Regional y el Monumento a la Unificación Búlgara
Al otro extremo del centro de Plovdiv está el Museo Arqueológico Regional, otro de los museos más importantes de la ciudad, con sus más de 10.000 objetos entre restos tracios, romanos, iconos, etc. Nosotros admitimos que no entramos. Habíamos visto ya muchos museos arqueológicos por el país y, aunque nos habían encantado, en Plovdiv ya decidimos “dejarlo”.
Pero no dejamos de ir hasta la plaza donde se encuentra para admirar el Monumento a la Unificación Búlgara. Se creó en 1985 para conmemorar el centenario de la unificación y, como no podía ser de otra forma, es imponente. Te sentirás un poco intimidado por la enorme Madre Patria con la corona de laurel de la victoria en sus manos y las alas que simbolizan la unificación de las dos partes que forman el país: el Principado de Bulgaria y Rumelia del Este. Al lado del Museo Arqueológico, en el edificio de finales del siglo XIX que hospedaba el parlamento de Rumelia del Este, hay una exposición sobre la unificación del país. Para no búlgaros no creemos que tenga mucho interés…
Mapa con todo lo que hay que ver en Plovdiv
Aquí tienes un mapa con todo lo que hemos dicho que hay que ver en Plovdiv, para que no te pierdas nada y organices la visita a tu gusto.
Cómo llegar a Plovdiv desde Sofía y cómo moverse por la ciudad
Se puede llegar a Plovdiv desde Sofía tanto en tren –2 horas y media– como en autobús –unas 2 horas–. En nuestro artículo de consejos para viajar a Bulgaria te hablamos de las páginas web donde buscar información sobre horarios de todos los medios de transporte.
Para moverse por la ciudad es muy cómodo el autobús. Hay bastantes líneas con buena frecuencia. El precio del billete es de 2 BGN (1 €) y en la página eway.bg puedes ver recorridos y horarios.
La excursión a Plovdiv desde Sofía (con o sin Koprivshtitsa)
Si estás en la capital búlgara y solo tienes un día para visitar Plovdiv, por comodidad y rapidez, además de por tener un guía en español, es buena idea idea contratar una excursión organizada desde Sofía. Aquí tienes información sobre horarios y precios del tour.
También está la opción del tour combinado con Koprivshtitsa que, si no tienes coche, no puedes ver en un solo día junto con Plovdiv por tu cuenta –no hay combinaciones de transporte público–. Aquí puedes ver cómo es el tour. Si no has oído hablar de Koprivshtitsa, es un precioso pueblo de montaña que fue clave en la época del Renacimiento Nacional búlgaro. Echa un vistazo a nuestro artículo Koprivshtitsa, uno de los pueblos más bonitos de Bulgaria para saber más..
Hoteles: donde dormir en Plovdiv
Nosotros en Plovdiv estuvimos durmiendo en dos lugares diferentes. El primero es el Downtown Plovdiv Family Hotel. Un hotel con muy buena relación calidad precio, cómodo y con muy buena ubicación. Eso sí, en nuestra habitación no llegaba bien el wifi. Aquí puedes ver precios y disponibilidad.
También estuvimos en la Mouse House, en Kapana. Una pequeña guest house con solo tres habitaciones, que son pequeñas pero modernas, muy bonitas, con camas muy cómodas ¡y el wifi funciona genial! Aquí puedes consultar precios y disponibilidad. En Plovdiv los precios de los hoteles son más altos que en el resto del país, casi comparables con los de Sofía, aquí puedes verlos.
Restaurantes: donde comer en Plovdiv
Con los restaurantes pasa lo mismo: los precios son bastante más altos que en el resto del país. Aún así, son mucho más bajos que en España y las raciones siguen siendo enormes, así que está genial, pero viniendo de otros lugares extraña un poco la diferencia.
Al lado de la zona arqueológica de Nebet Tepe está el restaurante Rahat Tepe que tiene pinta turística –suele pasar en Bulgaria– pero está bastante bien. Nosotros comimos patatas con queso y sach de cerdo y pollo.
En la calle Alejandro I hay un sitio estupendo de comida para llevar: el Витекс-90. Al final acabas gastando más que en un restaurante, pero está todo exquisito. Además, ¡siempre está el supermercado Billa con su sección de comida para llevar! Y, por supuesto, las baklava de la mezquita.
Con todo lo que hay que hacer en la ciudad, no te vas a aburrir en Plovdiv, ¡prometido!
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