Morella se convirtió en uno de esos lugares que levanta pasiones. Era decir que íbamos a visitar la capital de Els Ports, en el interior de Castellón, y todo el mundo se deshacía en halagos. Incluso el mismo Jaume I dijo de ella que era lugar para un rey –bueno, dijo que no era para ningún hombre de mundo sino para un rey–. Con esas expectativas, preparamos la visita para tratar de no perdernos ninguna de las cosas que ver en Morella y de quedarnos tan fascinados como todos.
Digo tratamos, porque la ciudad parecía tener otros planes. Se “maquilló” con una capa de nieve que hacía que las fotos, desde lejos, quedaran preciosas… pero que nos dejó fuera de su muralla, al restringir la Guardia Civil el acceso. Dos días después, tras las Santantontadas de Cinctorres, conseguimos entrar a la ciudad, aunque la nieve seguía dándole toques blancos. ¿Cuántas de las planeadas cosas que hacer y que ver en Morella cumplimos? Te lo contamos, y también las que no, para que tú puedas completar la misión.
Qué hacer y qué ver en Morella, Castellón: visitas turísticas imprescindibles
Vaya por delante que, además de todos los halagos de la gente –Jaume I incluido–, Morella tiene la categoría de Pueblo más bonito de España. No, no es que sea “el más bonito de España”, sino que está dentro de la asociación Los pueblos más bonitos de España. Y muchos no dudaban en describírnosla como el pueblo más bonito de Castellón. Sí, las expectativas estaban muy altas.
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Anímate a recorrer la ciudad de la mano de un guía para conocer más en profundidad su historia. Nosotros lo hicimos con la oficina de turismo pero también lo puedes hacer con agencias con más libertad de horarios. Echa un vistazo aquí a los precios y horarios de tu visita guiada a Morella.
El orden en que presentamos los lugares de interés que ver en Morella es el de la visita habitual. Así fue como nosotros la recorrimos, con una visita guiada, y como lo hacen todos los turistas. No hay pérdida.
El perfil de Morella desde lejos, con la muralla y el castillo
Como he dicho, la nieve se encargó de dejarnos fuera de la ciudad y de hacer que su vista desde lejos fuera todavía más bonita. Y digo “todavía”, porque la imagen de Morella completamente rodeada por su muralla –más de dos kilómetros con seis puertas– subiendo por la colina hasta llegar al pico que forma su castillo es probablemente su seña de identidad más reconocida y admirada.
¿Desde dónde disfrutar de ese perfil? Nosotros lo hicimos desde la carretera que une Morella con Forcall. La ciudad se alza orgullosa sobre el observador como si estuviera todavía creciendo y elevándose más y más.
Pero, no contentos con eso –y gracias al GPS– también pudimos admirarla desde otra perspectiva. Al no poder entrar en Morella, nuestro destino pasó a ser Cinctorres y la carretera que une la primera con la segunda nos ofreció una imagen totalmente diferente: desde arriba.
El museo Tiempo de Dinosaurios
Nada más superar la Puerta de San Miguel, el acceso principal a la ciudad amurallada, los dinosaurios salen al encuentro del turista. El museo Temps de dinosaures, Tiempo de dinosaurios, recuerda que toda la zona fue hábitat de varias especies –principalmente iguanodón, polacanthus, hypsilophodon o neotetanurs– hace millones de años.
Las salas históricas del ayuntamiento de Morella
Aunque la mayoría de la estructura urbana es del siglo XIV, el edificio que alberga el ayuntamiento morellano es del siglo XV. En su interior, restaurado en los años ‘90, están las salas del consejo y de justicia, junto con la antigua lonja y la cárcel que no se visitan.
¿Sabías que…?
En 1414 se reunieron en Morella tres importantes personajes para poner fin a un cisma religioso: el rey Fernando I de Aragón, San Vicente Ferrer –que, evidentemente no era santo todavía en ese momento, sólo fray– y Benedicto XIII, el Papa Luna. La idea era conseguir que el Papa Luna abdicara de su mitra papal para unificar el pontificado en Roma. Tras cincuenta días de negociaciones, no se logró el objetivo. En la sala del consejo del ayuntamiento se puede ver la conocida como cruz de las tres cabezas coronadas con las efigies de los tres personajes como recuerdo del encuentro. Es la original, hay una copia en una columna al lado de la puerta de San Miguel, donde estaba inicialmente.
En el exterior del edificio, además de los arcos y detalles góticos en las ventanas, te llamará la atención el gran contrafuerte para contrarrestar la inclinación de la pared lateral. Paseando por Morella fíjate en las muchas casonas inclinadas: es por culpa de los corrimientos de tierra frecuentes en la ciudad.
Un paseo bajo los soportales del Carrer d’En Blasco d’Alagó con su mercado y sus terrazas
En 1356, un gran incendio arrasó la ciudad de Morella. Hasta ese momento, según las crónicas de la época, era posible ir de un lado a otro de la ciudad sin mojarse: como la ardilla que podía ir de un lado a otro de la Península Ibérica sin tocar el suelo, pero de soportal en soportal. Era algo así como la Bolonia de la Península Ibérica. En la reconstrucción, se decidió que sólo el Carrer d’En Blasco d’Alagó volviera a estar porticado.
Si pasas por aquí en domingo o jueves, te encontrarás con el mercado. Los puestos ocupan sus lugares bajo los soportales para protegerse del frío, de la lluvia o, como nos pasó a nosotros, de la nieve. Esos mismos días, y el resto, también podrás sentarte en una de las terrazas de los bares y restaurantes a resguardo bajo los porches.
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Camino de la iglesia de Santa María la Mayor, subiendo por el Carrer de la Mare de Déu de Vallivana, te encontrarás con unos azulejos en una casa que recuerdan el paso de San Vicente Ferrer por la ciudad: la casa de San Vicente Ferrer. Durante las conversaciones con el Papa Luna, el santo se alojó aquí. Cuenta la leyenda que la señora de la casa, un poco desequilibrada, no halló mejor manjar para ofrecer al futuro santo que su propio hijo. Cuando llegó el momento de comer, San Vicente, descubriendo que aquello que estaba en el plato era un niño, hizo el milagro de volverlo a su “estado crudo”.
Visitar la iglesia de Santa María la Mayor y el Museo Arciprestal
La iglesia arciprestal de Santa María la Mayor de Morella es Bien de interés cultural desde 1931. Construida en el siglo XIII, lo primero que nos llamó la atención fue que las dos puertas de acceso están en mismo lado, en un lateral de la misma. ¿Por qué? Porque la iglesia se apoya sobre la roca que sirve de base al castillo.
Las dos puertas toman el nombre de sus esculturas: la de los Apóstoles –la más grande– y la de las Vírgenes –por la que se entra a la iglesia–. La tradición cuenta que son obra de un padre y un hijo que rivalizaron tratando de crear la más bonita.
Nada más entrar en la iglesia, nos encontramos con un coro “flotante”. En plena nave central, como encajado entre las columnas, elevado y completamente plano. En el trascoro, la parte trasera, verás que falta un apóstol: lo robaron hace más de cincuenta años y nunca se ha localizado.
Aunque no puedas subir al coro, echa un vistazo a la escalera. Recién restaurada, se pueden observar escenas de la vida de Jesús, decoración floral, animales mitológicos… Incluso, si te fijas, un león con cara de hombre que, según dicen, podría ser un autorretrato del artista.
El altar barroco churrigueresco y el órgano, con más de 4.000 tubos, demuestran también la importancia de la ciudad de Morella.
Si eres observador, notarás que no hay ventanas en la parte opuesta a las puertas. Como dije, la iglesia se apoya directamente en la roca, aunque sí que hay dos rosetones de piedra –sin vidriera–: uno circular y otro triangular, cerca del altar.
El Museo arciprestal, a la izquierda del altar, guarda orfebrería, casullas y cuadros. Uno de ellos, de San Pedro Apóstol, se dice que es un retrato del Papa Luna.
Recorrer las ruinas del convento de San Francisco
Las ruinas del convento de San Francisco tienen un aire de abandono y de sufrimiento unido a uno de grandeza de tiempos pasados. Los bombardeos de las guerras carlistas son las responsable de su estado actual pero el esplendor de su arquitectura sigue, en parte, vivo.
Más allá de la iglesia conventual y de los restos del claustro gótico, lo que más nos sorprendió fue la sala de profundis, donde se velaban los muertos del convento. Allí, en una de las paredes, todavía sobrevive el fresco de la danza de la muerte o danza macabra. Alrededor del muerto están representados todos los estamentos sociales, del rey a la prostituta, en una danza de la que también está escrita la música –se pueden ver las notas sobre un pentagrama–.
Junto a la danza de la muerte, está también representado el árbol de la vida al que la muerte dispara con un arco. En la base del árbol, dos ratas, consideradas portadoras de enfermedades.
Subir al castillo de Morella
Dos en uno. Dos de las joyas que ver en Morella en una única visita: el acceso al castillo se hace a través del convento de San Francisco. Ojo, que no es que el castillo y el convento tengan una historia común, es el acceso que se utiliza hoy en día.
Poco queda ya del orgulloso castillo medieval levantado sobre una fortaleza árabe, levantado sobre… vamos, se han encontrado hasta restos de época neolítica en la zona del castillo. Sabemos que tiene tres recintos fortificados y que desde su plaza de armas se tiene una panorámica completa de la ciudad y de la comarca. Lo sabemos pero, de nuevo, la nieve nos impidió comprobarlo. El acceso desde el claustro hasta el castillo estaba impracticable y, además, las nubes bajas cubrían todo el paisaje. Otra vez será.
Las pinturas rupestres de Morella la Vella, Patrimonio de la Humanidad
A unos 6 km de Morella, se encuentran las pinturas rupestres de Morella la Vella. Junto con otras pinturas rupestres del arco mediterráneo, están declaradas Patrimonio de la Humanidad. Sólo se pueden visitar sábados, domingos y festivos con guía y reserva –hay pocas plazas–. Si ya resultaba “complicado” encajar la visita, la nieve hizo que el acceso a la zona fuera imposible.
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Si tienes tiempo para salir de la ciudad, echa un vistazo a nuestro artículo Pueblos y rincones con encanto en los alrededores de Morella, para que veas lo que tendrás cerca.
Mapa con todos los lugares de interés que ver en Morella
Aquí tienes un mapa con todos los lugares de interés que ver en Morella, para que no te pierdas ni uno.
Las fiestas de Morella: una razón más para visitar la ciudad
Después de ver las Santantonadas de Cinctorres, buscamos las huellas de la fiesta en Morella. Sí, aquí también se celebran, justo una semana antes. ¿Dónde se coloca la barraca? En plena plaza de la iglesia. Todavía se podía ver la marca del fuego en el suelo.
Pero la fiesta grande de Morella es el Sexenni, fiesta de interés turístico nacional y bien de interés cultural inmaterial, celebrado desde el siglo XVII. Cada seis años, en honor a la Virgen de Vallivana por cuya intercesión acabó un brote de peste en 1672, la ciudad se engalana durante diez días. Las calles por las que pasa la Procesión General, en la que desfilan más de 600 personas de los diferentes gremios, se decoran con tapices hechos a mano con papel de seda rizado. Los adornos eran inicialmente ramas y flores que, con el paso del tiempo, pasaron a ser flores de papel y que hoy se conocen como les flors. La próxima edición del Sexenni de Morella tendrá lugar entre el 17 y el 26 de agosto de 2024.
La tradición perdida de la manta morellana
La manta morellana ha sido tradicionalmente el producto artesanal más famoso de la ciudad. A pesar de que en las tiendas de souvenirs hay mantas con la palabra Morella tejida, nos explicaron que la tradición artesana se ha perdido. El último taller cerró hace unos años y, aunque se siguen vendiendo como recuerdo, ya no están hechas a mano. Una curiosidad: las coloridas mantas eran, en su origen, de color negro, gris o marrón, sin dibujos, filigranas ni, por supuesto, la palabra Morella.
Gastronomía en Morella: cecina, trufa, miel, flaóns, cuajadas…
No sólo de mantas y de historia vive el hombre, por mucho Papa Luna que haya atravesado sus murallas. En Morella también se va a comer y vaya que se come bien. La miel, verás antiguas colmenas de corcho como reclamo frente alguna tienda; la trufa negra, llegamos en plenas Jornadas gastronómicas de la trufa en Morella; la cecina, que, a diferencia de la leonesa, aquí se prepara como el jamón: secando la pata de la vaca… son algunas de las delicatesen morellanas.
Durante las Santantonadas en Morella lo que se preparan son flaóns rellenos de requesón, almendra y azúcar, con canela espolvoreada por encima.
Mención aparte merece la cuajada de Morella. Soy un apasionado de la cuajada, no la perdono en ningún restaurante que la ofrezca en su carta, pero la de Morella es… totalmente distinta. Imposible explicar con palabras. De entrada se come sin miel, otro de los productos estrella de la ciudad, porque es dulce. Sí, la propia cuajada es dulce, suave, sabrosa… deliciosa.
Los quesos de Morella y la visita a la quesería Pastor de Morella
Es leer la palabra quesos y empezar a salivar. Somos muy queseros y nos encanta probar las variedades de cada zona. Morella es famosa por ellos y es en la quesería Pastor de Morella donde no sabrás qué queso elegir para llevarte a casa . Aunque mucha gente cree que el tronchón es el queso típico del maestrazgo, se trata sólo de la forma: redondeada y con una flor de lis en la parte superior.
En la quesería Pastor de Morella hay más de veinte quesos distintos de leche de oveja o de cabra –además de queseros también son ganaderos–. De leche cruda o pasteurizada; con trufa o con romero; con molde de tronchón, mocadò o castell; fresco o curado… Nos explicaron que le dan mucha importancia al proceso de afinado y que es gracias a éste como consiguen tantas variedades diferentes a partir de pocas pastas. Auténticos maestros artesanos.
Nosotros visitamos sólo la tienda, en el casco histórico de Morella, pero en el barrio Hostal Nou, cerca de la carretera y fuera de las murallas, está la quesería y museo. Se puede concertar una visita guiada por teléfono con antelación.
Información práctica para hacer turismo en Morella
Tras la información sobre lugares de interés y gastronomía, no nos olvidamos de la parte práctica del viaje: aquí tienes alguna para tu viaje a Morella.
Restaurantes en Morella: dónde comer
Siempre que un lugar tiene clima frío, tiene una gastronomía contundente. Son necesarias calorías para mantener el calor. Podemos dar fe de ello. Nosotros comimos en el Mesón del Pastor y, aprovechando las jornadas de la trufa, probamos el medallón de conejo relleno trufado y el meloso ibérico con salsa de trufa, además de la cecina y la paletilla de cordero al horno.
Ah, y la deliciosa cuajada.
Hoteles en Morella: dónde dormir
Una de las casonas de Morella es, hoy en día, un hotel con encanto dentro de las murallas de la ciudad: el Hotel cardenal Ram. El cardenal Ram formaba parte del séquito del Papa Luna en aquellas famosas negociaciones.
Una pega, el precio del aparcamiento no está incluido en la habitación y queda bastante alejado del parking público. De todas formas, ¿quién no quiere darse el gusto de dormir en un palacio? Es el “único” mientras la obras para transformar el convento de San Francisco en Parador sigan paradas. Aquí puedes ver los precios y disponibilidad y aquí los del resto de alojamientos de Morella.
El tiempo en Morella y la ciudad bajo la nieve en invierno
“Das más calor que una manta morellana”. Eso fue lo que nos dijeron unos amigos valencianos cuando les dijimos que íbamos a Morella. Bueno, en realidad nos dijeron que nos preparáramos para pasar frío y que de ahí venía el dicho sobre la calidad de sus mantas.
La altura a la que se encuentra Morella, casi mil metros sobre el nivel del mar, hace que las temperaturas sean bajas y que sea relativamente habitual que nieve. Tenlo en cuenta si planeas visitar la ciudad en invierno. Un consejo: aprende a poner las cadenas en el coche.
Cómo llegar a Morella y dónde aparcar
Morella, como capital de la comarca de Els Ports, está muy bien comunicada. En poco más de una hora y media de coche se llega a la ciudad de Castellón y en poco más de dos a Valencia capital. También es posible llegar en autobús desde Castellón, Vinaroz y San Mateo hasta la puerta de San Miguel con Autos Mediterráneo.
Como ciudad amurallada que es, no hay muchos sitios en donde aparcar. De hecho, está prohibido entrar con el coche en la muralla interior. No te preocupes, hay una zona de aparcamiento junto a la puerta de San Miguel y la oficina de turismo. Sigue las señales de parking, no hay pérdida.
¿Podrás completar la misión y visitar todas las cosas que ver en Morella? Merece la pena.
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