Golosos del mundo, uníos… pero uníos en Bélgica. Ya contábamos que los bombones eran uno de los grandes souvenirs para llevar a casa después de un viaje a Bélgica, pero hoy vamos más allá. Porque no sólo de recuerdos empaquetados, aunque sea en un precioso ballotin, vive el hombre.
El chocolate en Bélgica es una institución y en Flandes no faltan demostraciones: chocolaterías, museos, talleres, catas… Es imposible, por poco amante del oscuro manjar –aunque también lo hay blanco– que seas, que no acabes probándolo. Nosotros, que sí que somos amantes del chocolate, lo hemos catado, estudiado y perseguido. Para que tú lo tengas fácil, éstas son nuestras experiencia con el chocolate en Flandes: desde preparar tus propias tabletas y bombones de chocolate belga hasta conocer la historia del dulce llegado de América.
Chocolate y Bélgica
Hoy en día nadie duda de que chocolate y Bélgica son una pareja perfecta pero, ¿qué hizo que el producto de la semilla del Nuevo Mundo floreciera en Bélgica? Por si no lo sabes, uno de los primeros lugares de Europa en que se fabricó chocolate a partir de las semillas de cacao fue… Astorga, en León. El heredero del marquesado de Astorga se casó con la hija de Hernán Cortés y el resto es historia.
Pero, volviendo a la pregunta, ¿cómo llegó a Bélgica el chocolate? De la mano de un rey, de uno flamenco nada menos. Carlos I de España y V de Alemania contagió el gusto por el chocolate a sus paisanos de Flandes. Éstos, no contentos con disfrutarlo, se esforzaron en mejorarlo con nuevas recetas, cuidando la calidad de los productos y elevando el chocolate a la categoría de manjar. ¡Y vaya que lo consiguieron!
Taller de chocolate en Neuhaus, Bruselas
Adentrarse en el universo del chocolate belga es hablar de Jean Neuhaus. Su nombre va unido inevitablemente al del dulce. Fue él, llegando desde Suiza –otro paraíso chocolatero–, quien abrió la primera tienda en el país. Lo hizo en las Galerías Saint Hubert de Bruselas –las primeras galerías comerciales cubiertas del mundo– en 1857. Era una farmacia en donde el chocolate daba mejor sabor a las medicinas… hasta que, en 1912, su nieto, también Jean, creó el primer praliné.
Sin llegar al virtuosismo de los Jean Neuhaus, por supuesto, cualquiera puede fabricar sus propias tabletas de chocolate belga y sus pralinés en el taller de Neuhaus –junto a la tienda, en las Galerías Saint Hubert–. Allí nos plantamos nosotros para disfrutar de una Chocolate workshop en L’Atelier de Neuhaus.
¿Qué te parece usar el mismísimo chocolate Neuhaus fundido, los toppings –guarnición de toda la vida– de frutos secos y frutos del bosque y aprender sobre los distintos tipos de chocolate durante una hora de la mano de un chocolatero profesional? Una motivación más: la tableta, las lenguas de gato y el praliné que haces en el taller se van de “recuerdo” a casa contigo. Bueno, a casa o hasta donde lleguen antes de que te los comas.
Puedes apuntarte a la Chocolate workshop en L’Atelier de Neuhaus desde este enlace.
Tours y talleres de chocolate en Bruselas
Además del taller Neuhaus, también hay otros talleres de chocolate en Bruselas. Si el idioma es un impedimento, también lo hay en español, aquí puedes ver precios y características. Si lo que quieres es recorrer las principales tiendas de chocolate y conocer más de su historia, lo tuyo es un tour del chocolate en Bruselas, aquí puedes ver precios y características.
El museo del chocolate de Brujas: Choco-Story
Ya hemos dicho en muchas ocasiones que nos gustan los museos y, hablando de chocolate, tampoco nos íbamos a quedar con las ganas de visitar uno de los más famosos del mundo. Entre canal y canal, entre puente y puente, entre suspiro romántico y suspiro romántico, sacamos tiempo para entrar al Choco-Story en Brujas.
En un antiguo edificio del siglo XV se muestra la historia del chocolate, desde sus usos y creencias en América –mayas y aztecas– hasta su aceptación como bebida dulce por las cortes europeas. Si sientes curiosidad, explican por qué el chocolate belga es tan bueno. También encontrarás recetas, tazas y chocolateras y hasta estatuas moldeadas con chocolate.
Al finalizar la visita, puedes asistir a una demostración: un maestro chocolatero prepara varios tipos de chocolate mientras explica el proceso y te pone los dientes largos.
Más información, horarios, precios, etc. en la página oficial de Choco-Story.
Cata de chocolate y cerveza en Lovaina
¿Qué puede haber más belga que el chocolate? Sí, has adivinado: la cerveza. Si pensabas que no sería posible unir dos mundos tan dispares, el dulzor del chocolate y el amargor de la cerveza, es que no conoces a los belgas.
En Lovaina disfrutamos de esa mezcla tan especial: una cata-maridaje de cerveza con chocolate. Desde cervezas dulces a chocolates amargos, porque en la variedad está el gusto y ni a la cerveza ni al chocolate belga les faltan variedades precisamente. Sebastiaan, de Leuven Leisure, se encargó de demostrarnos que era posible y que, incluso, podíamos encontrar una cerveza que nos “gustase” –no somos muy cerveceros–. Eso sí, los chocolates nos encantaron todos, sin discusión.
Chocolate en las visitas Sense-Sational de Malinas
En Malinas tampoco se quedan atrás en el tema del chocolate. Nada más llegar nos hicimos con Sense-Sational de Malinas, una ruta autoguiada que te lleva a descubrir los productos más característicos de la ciudad. Entre los quesos, las galletas y las cervezas no podían faltar los chocolates.
Recorriendo tiendas de chocolate en Flandes: Bruselas, Brujas, Amberes…
Pasear frente a los escaparates de las chocolaterías de Bruselas es una obligación cuando visitas la capital belga. No sólo en las Galerías Saint Hubert, también en las calles del centro histórico encontrarás tiendas de chocolate que te harán disfrutar de este manjar también con la vista. Camina con los ojos bien abiertos. Si prefieres que te lleven a ver los escaparates más clásicos y, además, a probar los chocolates de las tiendas, puedes reservar un tour de chocolate, aquí puedes ver los precios.
Ya comentamos en nuestra artículo Tiendas diferentes en Brujas, que hay varias tiendas de chocolate en la ciudad con tradición y que bien pueden ser el origen del regalo perfecto. Nos recomendaron Chocolaterie Spegelaere, pero la encontramos cerrada. Eso sí, no perdonamos la Chocolaterie Sukerbuyc ni la moderna The Chocolate Line. Pero no sólo tradicionales, en Brujas hay 63 tiendas de chocolate, ¿podrás evitar la tentación?
Si Brujas tiene a Dominique Persoone, el dueño de The Chocolate Line, Amberes tiene a Jitsk Heyninck con Jitsk Chocolates. No sabíamos que estaba la última vez que fuimos, es el “descubrimiento” del año 2016 según Gault-Millau –una especie de Guía Michelin–, y nos la apuntamos para otra vez. Sus 32 variedades de chocolates nos llaman.
Ahora sí que no podrás dejar de pensar en Bélgica cuando tu cuerpo te pida algo dulce, chocolate, tal vez. Golosos del mundo, ¡ya sabéis cuál es vuestro destino!
¿Te quieres ir de viaje a Bélgica a disfrutar del chocolate belga? Aquí te ayudamos a hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Bélgica aquí.
- Alquila el coche en Bélgica al mejor precio comparando entre varias compañías con aquí o contrata tu traslado desde el aeropuerto a tu hotel aquí.
- Hazte con las mejores guías de Bélgica aquí.
- Contrata tu tour guiado en Bélgica aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.