Hola, Pirineos. Hola, paisajes de naturaleza sobrecogedora. Hola, iglesias románicas. Podríamos seguir unas cuantas líneas más “saludando” los lugares que ver en la Val d’Aran: pueblecitos, miradores, museos, cascadas… sin olvidar la gastronomía. De hecho, tantas cosas que, en lugar de ponerlas una tras otra en un párrafo infinito, vamos a organizarlas y contarte un poco lo que es cada una.
Si estás pensando en viajar a uno de los valles más famosos de Lleida, no hace falta que te digamos que rutas de senderismo, montañas y lagos van a formar parte del menú. Pero seguro que no te quieres perder ningún entrante, ningún postre y hasta, si tienes más tiempo, comer algo a media tarde. Y es que te vas a llevar más de una sorpresa con nuestra lista de lugares que visitar en la Val d’Aran, que no todo es naturaleza, por muy impresionante que sea.
Ahora mismo quieres visitar la Val d’Aran. Cuando acabes de leer este artículo, vas a tener la necesidad de hacerlo y de estar más días de los que tenías pensado.
Saltaconmiconsejo
Si, además de buscar qué lugares ver en la Val d’Aran, te interesa saber cómo organizar las visitas, echa un vistazo a nuestra ruta en coche por la Val d’Aran de 4 días. No te va a faltar nada.
Vielha e Mijaran
Empezamos nuestra lista de lugares que ver en la Val d’Aran con la capital de la comarca: Vielha. Es la ciudad más grande del valle, la que cuenta con más servicios –una buena base para hacer noche– y, en nuestra opinión, la mejor manera de acercarse a una cultura con unos cuantos siglos de historia. En nuestro artículo Qué ver en Vielha te damos más detalles de lo que no deberías perderte. Pero ya te avisamos: no dejes de entrar en la iglesia de Sant Miquèu para ver el Cristo de Mijaran ni en el Museo de la Val d’Aran para conocer la historia del valle, su organización, su forma de ser…
En el municipio de Vielha e Mijaran, además de la propia Vielha, hay otros ¡doce pueblos! Saca un rato para darte una vuelta por alguno de ellos. Nosotros te recomendamos Vilac, Escunhau y Gausac. Los tres con sus iglesias románicas. Si vas fuera de temporada, las encontrarás cerradas, pero merece la pena echar un vistazo a sus portadas.
El Circo de Colomèrs y sus lagos
No dejamos pasar más tiempo antes de cumplir con lo que esperabas encontrar. Seguro que un ruta de senderismo que pase junto a lagos de altura es algo que querías ver en la Val d’Aran. Y la más espectacular es la de los lagos del Circo de Colomèrs. Tiene unas cuantas variantes, todas circulares, de entre 3 horas la corta y unas 7 horas la larga. Si te parece demasiado, por lo menos deberías ir desde la parada de taxis de Colomèrs –a donde solo se puede llegar con taxi entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, el resto del año se puede ir con tu propio coche– hasta el refugio de Colomèrs junto al lago mayor. Ese trayecto supondrá “solo” algo menos de 4,5 km de paseo, dependiendo de las paradas y del ritmo, poco más de una hora.
Tenemos que confesar que esa “aproximación” fue lo único que pudimos hacer nosotros. Pero no por falta de ganas, sino porque llevaba unos días nevando y el camino estaba completamente cubierto. Eso sí, no sabríamos decir si habríamos preferido que no hubiera nieve y haber hecho la ruta entera, porque los paisajes del lago con las montañas nevadas fueron increíbles.
El Cristo de Salardú
Volvemos al románico y a los pueblecitos en nuestro listado de lugares que ver en la Val d’Aran. Nos vamos a Salardú y entramos en el Naut Aran. Aquí, además de las callejuelas y las típicas casas de montaña con techos de pizarra a dos aguas, no te puedes perder la iglesia de San Andrés. Es una de las iglesias de la ruta del románico en la Val d’Aran y de las pocas que están abiertas todo el año.
Y es una suerte que está abierta porque, aunque el exterior ya justifica la visita al pueblo, en su interior está la talla del Cristo de Salardú. Se trata de una de las obras icónicas del románico aranés, un cristo del siglo XII sobre una cruz de madera policromada y decorada con imágenes de la Virgen, ángeles, el tetramorfos –con las representaciones de los cuatro evangelistas–, el cordero pascual y hasta el mismísimo Adán. Por cierto, el interior de la iglesia está cubierto con frescos. Lo dicho, una suerte que esté abierta todo el año.
Bagergue: uno de los pueblos más bonitos de España
Otro de los pueblos del Naut Aran que no te puedes perder es Bagergue. Y no lo decimos solo nosotros, que también está en la lista de pueblos más bonitos de España. Con sus casas de piedra de techos de pizarra negra subiendo por las laderas y con las montañas nevadas al final de cada callejuela. Un auténtico decorado alpino –en este caso pirenaico– que está esperando ansioso tus fotografías.
¿Sabías que…?
Con sus 1.490 metros sobre el nivel del mar, Bagergue es el pueblo habitado más alto de la Val d’Aran.
¿Quieres otra razón para visitar Bagergue? Pues, si te gustan los quesos, acércate a la Hormatgeria Tarrau, una quesería en la Val d’Aran que hace sus quesos con leche cruda de vaca. Nosotros nos llevamos un recuerdo a casa…
El Naut Aran: más románico y pueblos
Salardú y Bagergue no son los únicos pueblos del Naut Aran que tienes que visitar en la Val d’Aran. También se merecen tus fotos Arties, Unha y Tredòs.
Arties tiene entrada al Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici que la Val d’Aran comparte con la Vall de Boí, además de una iglesia románica y varias casas renacentistas. Unha, en lo alto de un montículo y a la sombra del Pui d’Unha, cuenta con otra iglesia románica y algunas casas de mediados del siglo XVI. Por Tredòs tendrás que pasar para hacer la ruta de los lagos de Colomèrs, pero no es solo un punto por el que pasar con el coche. Date una vuelta por sus callejuelas, te servirá como calentamiento o como relajación para las piernas y para los ojos, con las piedras y la pizarra de sus casas y calles.
El Ecomusèu Çò de Joanchiquet de Vilamòs
Vilamòs está considerado como el pueblo más antiguo de la Val d’Aran, así que no hay que dejar de visitarlo. Aquí, además del mirador en la entrada del pueblo, de las callejuelas, las casas de piedra y la iglesia románica –la iglesia de Santa María–, tienes que visitar un museo.
Un museo, pero no uno cualquiera, una casa convertida en museo. Una de las casas más antiguas y ricas del pueblo que hoy es el Ecomusèu Çò de Joanchiquet. La organización de la casa y de la familia en su interior, los utensilios de cocina, el ajuar, la zona de granja… Un viaje en el tiempo, pero a un tiempo no muy lejano: a mediados del siglo pasado. Ten en cuenta que el valle estuvo aislado hasta principios del siglo XX, cuando se abrió un túnel para comunicarlo con el resto de la provincia de Lleida.
Los pueblos del Baish Aran
Después del Naut Aran, toca hablar del Baish Aran –aunque Vilamòs ya forma parte de él– y de sus pueblos. Te recomendamos Bossòst, Bausen y Canejan. Desde este último parte una ruta de senderismo muy sencilla hasta el cercano pueblo abandonado de Porcingles. Callejuelas, casas de piedra, vistas de picos nevados asomándose entre los techos a dos aguas y mucha tranquilidad –también hay que decir que nosotros no fuimos en temporada alta–.
¿Quieres más detalles? Pues en Bossòst no te puedes perder la románica Iglesia dera Mair de Diu dera Purificacion, abierta todo el año. Bausen es de los pueblos más tradicionales de la Val d’Aran, con las casas y las calles de toda la vida, allí no se han levantado hoteles ni urbanizaciones para turistas. Y Canejan, casi en la frontera con Francia, tiene una de las mejores vistas del valle además de una foto desde la carretera que tienes que llevarte a casa. Y en la ruta a Porcingles puedes cruzarte con unos “amigos salvajes” en formato de corzos, a nosotros se nos cruzó uno en el camino.
El mirador de Beret
En nuestra opinión, el pueblo de Baqueira no es de los más bonitos de la Val d’Aran. Está lleno de urbanizaciones –aquí llamadas “pletas”– y de hoteles para los miles de turistas que disfrutan de las pistas de esquí de la estación de Baqueira Beret. Pero, visto desde arriba, gana mucho…
¿Desde dónde concretamente? Pues desde el mirador del Beret. El valle se abre a tus pies, las casitas de Baqueira parecen piezas de Tente –uno tiene sus años– y todo encaja a la perfección. Bueno, las grúas que levantan más complejos turísticos no acaban de encajar del todo, pero…
El Pla de Beret y el Monasterio de Montgarri
Siguiendo por la zona, el Pla de Beret también tiene su hueco en la lista de lugares que visitar en la Val d’Aran. Y, ¿qué es el Pla de Beret? Pues una planicie en altura, concretamente a 1.860 metros sobre el nivel del mar. Si viajas a la Val d’Aran en invierno, pasarás por aquí para esquiar: la Pla de Beret forma parte de la estación de Baqueira Beret y tiene una pista de esquí de fondo. También es zona ciclista, con varios finales de etapa tanto de la Vuelta a España como del Tour de Francia.
Al norte del Pla de Beret, hacia la frontera con Francia, todavía queda un pueblo más que visitar en la Val d’Aran: Montgarri. Un pueblo abandonado en el que los caballos son los amos y un santuario, el Santuario de Montgarri, junto a un refugio de montaña. Ahí se va por los paisajes: las montañas asomadas tras la torre del santuario como queriendo reflejarse en el pequeño río. Para llegar hasta allí puedes caminar o jugarte los bajos del coche, el hecho de que el pueblo esté abandonado es lo que tiene. Por cierto, cuidado en la carretera con los corzos, se nos cruzaron un par de grupitos.
El Bosque de Baricauba y la Bassa d’Oles
Más lagos, que no se diga. No pudimos ver los siete lagos de Colomèrs por la nieve, pero sí que buscamos nuestro reflejo en las aguas de la Bassa d’Oles, otro lago natural de montaña. Para llegar hasta allí hay que pasar por el Bosque de Baricauba, un bosque de abetos por el que la carretera es una estrecha línea negra en mitad del espeso verde.
Aparca en algún hueco que encuentres y date una vuelta por entre los árboles. Hay varias rutas de senderismo, pero, aunque no quieras hacer una completa, meterse entre los troncos y quedarse a la sombra de las ramas es casi una obligación.
Ya que pasas por la zona, para el coche en el Guardadèr de Betlan para disfrutar de otra de las vistas de la Val d’Aran que no se olvidan.
La Artiga de Lin y la cascada de Es Uelhs deth Joeu
Después del Bosque de Baricauba, seguimos con la naturaleza en la Artiga de Lin. Un valle con mucha vegetación, barrancos y, por supuesto, sus rutas de senderismo. La clásica, y muy sencilla, tiene 2,5 km –aquí tienes más información–.
Dentro de la Artiga de Lin, muy cerca del aparcamiento abierto en temporada baja –no tendrás prácticamente que andar– está uno de los lugares más conocidos de la zona. Hablamos de la cascada de Es Uelhs deth Joeu –los ojos de Júpiter–. Una cortina de agua que se desliza por la ladera pintando con el blanco de la espuma el negro de las rocas.
¿Sabías que…?
El agua de la cascada de Es Uelhs deth Joeu proviene del glaciar Aneto. Una vez fundida, el agua desaparece en el Forau d’Aigualluts y vuelve a aparecer aquí. Lo demostró Norbert Casteret, en 1931, con 60 kg de colorante…
Cascada Saut deth Pish
Nuestro último lugar que ver en la Val d’Aran sigue en nuestra lista de pendientes. El acceso a la cascada Saut deth Pish se hace a través de una pista forestal que, cuando fuimos nosotros, estaba cerrada por desprendimientos en la montaña provocados por las lluvias y nevadas de esos días. Nos quedamos con las ganas de ver la caída de agua de 35 metros… Siempre es bueno tener una razón para volver a los sitios, ¿no?
Mapa con los lugares que ver en la Val d’Aran
Si quieres ir a todos, te recomendamos que eches un vistazo a nuestra ruta en coche por la Val d’Aran de 4 días. En cualquier caso, aquí tienes un mapa con los lugares que ver en la Val d’Aran, es el de la ruta, así que tienes un dos por uno.
Dormir en la Val d’Aran
Nosotros, siguiendo nuestro propio consejo, hicimos noche todos los días en la ciudad de Vielha. Concretamente en el Hotel Arán la Abuela. Muy bien situado en el centro de la ciudad, con aparcamientos públicos cerca y con un desayuno contundente. Su restaurante también es bastante bueno, por si te pilla cerca la hora de comer. Si quieres mirar otros alojamientos, echa un vistazo a los hoteles de la Val d’Aran.
¿Cuántos de los lugares que ver en la Val d’Aran de los que te hemos hablado conocías? Ahora, además de querer, necesitas ir a la Val d’Aran.
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