Has decidido que ya es hora de visitar los castillos de las Highlands escocesas y de buscar al monstruo más famoso del mundo –con permiso del Yeti–. De lo que tienes algunas dudas es de qué comer en Escocia. Seguro que has oído hablar del salmón escocés y del Full Scottish Breakfast –que es prácticamente igual a todos los demás Breakfasts de Gran Bretaña e Irlanda, todo hay que decirlo–. Pues no creas que solo vas a poder desayunar fuerte y comer salmón… No dejes que los prejuicios te hagan llenar tu equipaje de sobres de jamón envasados al vacío, de fuets y de paquetes de frutos secos. Echa un vistazo a estos 10 platos típicos de Escocia y dale una oportunidad a su cocina.
Lo primero que tenemos que decir es que los sabores de la cocina escocesa nos parecieron “muy cercanos”. A pesar de ser una comida “nórdica”, no hubo nada que nos pareciera raro al paladar –como nos pasó con los arenques en salsa agria de Lübeck o fermentados en La Haya–. Es más, no solo no nos pareció raro, sino que nos gustó mucho y eso que hay platos que no tienen muy buena fama…
Prepárate para recuperar las calorías que tanta ruta por la naturaleza, tanta escalera en los castillos y tantos kilómetros caminando en ciudades te van a hacer gastar. Los platos típicos de Escocia te esperan.
Saltaconmiconsejo
Como no solo de comida vive el viajero y seguro que tienes muchas más dudas para tu viaje, echa un vistazo a nuestros consejos para viajar a Escocia: la guía con las respuestas a todas las preguntas que puedas tener antes de viajar al país. Y, para organizar tu viaje: Ruta en coche por Escocia de 10 días
1. El haggis: el plato típico escocés por excelencia
Empezamos por uno de esos platos escoceses que, a pesar de ser el más popular –se podría considerar el plato nacional de Escocia–, no tiene muy buena fama. Porque, a ver, cuando lees que el haggis está preparado a base de entrañas de oveja o cordero –para ser más explícitos: corazón, pulmón, hígado, estómago…–, pues no te entran muchas ganas de pedirlo en un restaurante. Y eso que verás que hay muchos platos con haggis, de hecho es más bien un ingrediente que un plato propiamente dicho.
Párate a pensar qué pensarían en algunos países si leyeran de qué está hecha la morcilla. Los escoceses ni se inmutarían, porque tienen su propio black pudding, pero para entendernos. Dale una oportunidad –la cebolla picada, la harina de avena y las especias también ayudan– y verás que, no solo no está malo, sino que lo vas a pedir más de una vez. Ojo, que también hay versión vegetariana del haggis, con harina de avena, frutos secos, especias y vegetales como lentejas y cebolla.
Nosotros, además de en el desayuno escocés, lo probamos en formato “croqueta” empanado y frito, con mayonesa. ¡Y nos encantó! Lo que no probamos es el acompañamiento clásico de los haggis: Neeps & Tatties.
¿Sabías que…?
Si te estás preguntando qué son los Neeps y los Tatties, son purés. El primero es de nabo y el segundo de patata.
2. El fish & chips
Sí, en Escocia también le dan al fish & chips. El plato típico por excelencia de todo el Reino Unido aquí se prepara, además de con bacalao, con eglefino –haddock, como el capitán de Tintín–. Que, ¿qué es el eglefino? Pues otro pescado de la misma familia del bacalao no muy utilizado en España, pero que frito al estilo británico está delicioso. Además, las patatas también son marca de la casa y las disfrutarás como un niño pequeño.
¿Sabías que…?
Además de eglefino, también puedes encontrar este pescado bajo el nombre de bila, merlán, burro o anón. En muchas ocasiones se vende como bacalao… aunque no lo sea.
Encontrarás fish & chips en casi todos los pubs y restaurantes tradicionales, pero también hay restaurantes especializados en ese plato. Puestos a catarlos, además de en algunos pubs, nos fuimos a Anstruther, donde está el Anstruther Fish Bar. Ha ganado varias veces el premio al mejor fish & chips de Escocia y no podemos estar más de acuerdo –bueno, sin conocer muchos de los demás, claro–. Delicioso y con una ración muy generosa. No nos extraña que hubiera cola a todas horas para llevárselo al paseo marítimo y comer con vistas al mar.
3. El marisco
Además de las gaitas y de las raíces celtas, Escocia también comparte con Galicia el buen marisco. Reconozco que no soy muy fan de cigalas, langostas o cangrejos, pero sí que probamos un par de fuentes de mejillones que no tenían nada que envidiar a los famosos mejillones con patatas de Bélgica. Bueno, que no tenían patatas fritas de acompañante, aunque sí pan con ajo.
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Hablando de pan con ajo, si ves en alguna carta Cheesy garlic bread, no dejes de pedirlo. Una rebanada de pan cubierta de queso fundido y con un toque de ajo por encima… Para que luego Victoria Beckham se quejara del olor a ajo en España.
Otra “delicia” –aunque a mí tampoco me van mucho– del Atlántico escocés son las ostras.
4. El Cullen Skink
En cuanto mires un par de cartas de restaurante, te darás cuenta de que es muy habitual que una comida escocesa comience con una sopa. De hecho, en muchos menús verás directamente Soup of the day. Nosotros nos dejamos llevar en un par de ocasiones por la del día y disfrutamos de unas deliciosas cremas de setas.
¿Sabías que…?
Además de la sopa del día, en muchos restaurantes también encontramos la Pie of the day, la tarta salada del día. Probamos la de carne, aunque no la famosa Scotch Pie con haggis.
Pero el plato típico escocés del que queremos hablar es el Cullen Skink, que también es una sopa. Una sopa a base de eglefino ahumado –no solo lo fríen, también lo ahuman–, patata y cebolla. Cremoso, suave y con un sabor fantástico.
5. La vaca escocesa
A poco que conduzcas, o viajes en coche, autobús o tren, por Escocia, verás que no faltan vacas pastando en los verdes prados. De las “clásicas”, que ver las vacas de las Tierras Altas, la raza Highland Cattle, es más complicado. Así que, no es de extrañar que siempre haya cortes de carne de vaca entre los platos de los restaurantes escoceses.
¿Sabías que…?
Además de las vacas Highland Cattle, la otra raza más famosa de Escocia es la Angus. Su carne es una de las más preciadas en parrillas de todo el mundo.
Preparados a la parrilla o a la plancha, encontrarás Rib-Eye –el corazón del chuletón– y Sirloin –solomillo– acompañados de patatas fritas. También los verás con mantequilla con ajo –más ajo, Victoria–, champiñones, tomate a la parrilla y salsas, como la whisky sauce. No te preocupes por las salsas, las colocan en salseras y tú decides si quieres usarlas o no. Y, como con los fish & chips, disfruta también de las patatas, incluso probamos unas fritas tres veces.
6. El salmón, sí, hay salmón
No solo en Noruega hay salmón, también está en Escocia. El poco salmón salvaje escocés que queda casi no se comercializa en ningún sitio, pero hay muchas piscifactorías en la costa oeste de Escocia y en las islas Shetland. Eso sí, lo encontramos mucho menos de lo que pensábamos al principio del viaje –unos amigos nos dijeron que solo íbamos a comer salmón cuando se enteraron de que íbamos a Escocia, que nosotros tampoco nos lo habíamos planteado–.
¿Sabías que…?
No pudimos verlo porque estaban trabajando cuando pasamos por allí. Pero, si quieres ver los salmones salvajes remontando la corriente, puedes acercarte a la presa de Pitlochry donde les construyeron una escalera. Según leímos, la mejor época es el verano –de abril a agosto– y cuando es más fácil verlos es a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
En casi todas las cartas hay un entrante con salmón, pero no todas tienen un plato principal con este pescado. Entre los entrantes, no falta el salmón ahumado y curado/marinado con whisky –aunque tenemos que decir que no se notó mucho el whisky en ninguno de los que probamos–. Y, entre los platos principales, hecho en sartén o plancha, pero depende mucho de la “captura del día” –catch of the day– que, a veces, es salmón. Aunque si es de piscifactoría no parece que haya mucha “captura”…
Si quieres más salmón ahumado, también lo encontrarás a menudo entre las opciones del desayuno. Normalmente acompañado de huevos pochados.
7. El porridge: las gachas escocesas
Ya que hemos mencionado el desayuno –con salmón ahumado y huevos pochados–, vamos a seguir por ahí con otro plato típico escocés: el porridge. ¿Qué es el porridge? Gachas de avena con agua o leche a las que se les pueden añadir otros ingredientes, hasta pueden ser saladas. Tenemos que decir que las dulces nos gustan algo más dulces, pero que para desayunarlo todos los días es mejor así, con menos azúcar.
8. El desayuno completo escocés
Desayunarlo todos los días, el porridge, porque meterse un Full Scottish Breakfast entre pecho y espalda no es algo que se pueda hacer todas las mañanas. Bueno, también depende de cuánto tengas pensado estar en Escocia, que nosotros sí que le dimos la mayoría de días de la semana que estuvimos en el país.
Al principio dijimos que no hay mucha diferencia entre todos los “Traditional Breakfasts”. El escocés lleva los clásicos huevos –al gusto entre fritos, revueltos o pochados–, beicon –más parecido al lomo que a lo que conocemos por bacon en España–, champiñones, black pudding –una especie de morcilla local–, salchichas y tomate. Y, para ser escocés, no pueden faltar potato scones o tattie scones –puré de patata compactado en forma de triángulo y frito–, lorne sausage –una salchicha cuadrada con carne de cerdo y/o ternera y miga de pan– o haggis.
Probamos cuatro y, aunque los ingredientes principales no variaron, los extras eran diferentes cada vez. De hecho, las típicas judías cocidas solo estaban en dos de los cuatro.
9. El cranachan: el postre típico de Escocia
Volvemos a lo dulce con el postre escocés más famoso, el cranachan. El nombre no es nada explicativo. Pero cuando leas que está hecho con frambuesas, crema batida y/o queso Crowdie, whisky, miel y avena tostada, seguro que te animas a probarlo. Si en la carta aparece como “Sundae”, también incluirá una buena ración de helado de granja –y los escoceses están muy orgullosos de sus helados de granja–. Delicioso, no te decimos más, y eso que a nosotros no nos gusta el whisky.
¿Sabías que…?
Es muy habitual encontrar avena en los platos típicos escoceses. ¿Por qué? Porque hay mucho cultivo en el país y ha sido la base de la alimentación de los campesinos desde la Edad Media.
10. El Sticky Toffee Pudding
Más postres, es la guerra. Acabamos nuestro listado de 10 platos típicos escoceses que no te puedes perder con el Sticky Toffee Pudding, algo así como pudín de toffee pegajoso… Vale, no suena del todo prometedor, pero está riquísimo. Consiste en un bizcocho hecho con dátiles, cubierto con una salsa de toffee y servido con crema pastelera o helado de vainilla. Se nos hace la boca agua solo con escribirlo.
Ya ves que no vas a pasar hambre en Escocia y que no solo de Scottish Breakfast y salmón vive la gastronomía local. Gabh brath!
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2 Comentarios
En Edimburgo también son muy famosos los Scotch Eggs. Son huevos duros recubiertos de carne de salchicha y empanados en una bola, en plan croqueta. Riquísimos!
Hola, Miguel. ¡Bienvenido al blog!
Muchas gracias por el dato. Nos los apuntamos para la próxima vez que pasemos por Edimburgo, porque la última vez no nos suena haberlos visto. Eso sí, en las Highlands no los encontramos por ningún sitio…
Por cierto, además de la buena pinta que tienen 😉 , hemos mirado y parece que no son escoceses de origen, aunque se hayan hecho populares con el tiempo.
¡Buenos viajes!