Que las Canarias son islas volcánicas lo sabe todo el mundo. Lo que es menos conocido es que, solo en Tenerife, se han contabilizado ¡321 volcanes! Sí, 321, que se dice pronto… un volcán casi para cada día del año. ¿Lo sabías? Puede que no, porque toda la fama se la lleva uno: el Teide. Entre las cosas que hacer en Tenerife no te pedimos que visites todos y cada uno de ellos… pero al menos el más famoso.
Visible desde casi cualquier parte de la isla y, cuando las nubes lo permiten, casi desde cualquiera de las siete islas del archipiélago. Es la referencia cuando se llega en avión, cuando se conduce por la isla o cuando se buscan las mejores vistas de Tenerife. Por si fuera poco, es el pico más alto de España. Puede que la primera mención a las islas Canarias que un niño escucha, o que escuchaba antes, en el colegio. Junto con la coletilla del “una hora menos en Canarias”.
Si tú también has querido siempre acercarte a este “monstruo” y hasta subirlo, te vamos a contar unas cuantas cosas para que puedas cumplir ese sueño de altura. Ven con nosotros al Teide.
El Teide, el volcán más famoso de Tenerife
Como decíamos, es difícil pensar en un volcán en Tenerife más allá del Teide. Parte de la culpa la tiene el hecho de que a la mayoría de los volcanes se les llame comúnmente montañas o picos. Sí, todos los “picos” de Tenerife son, en realidad, volcanes.
La fama del Teide no es cosa moderna. Algunos investigadores consideran que la mención a una gigantesca montaña en una isla por parte de Ulises es una referencia al Teide. Durante el Renacimiento, asociaron las islas Canarias con la desaparecida Atlántida y al Teide con el monte Atlas. Incluso hay quienes afirman que el Purgatorio de Dante se basa en una imagen del volcán. Sin olvidar la referencia marcada a fuego en la memoria de todos los españoles de cierta edad del billete de mil pesetas.
El Teide, además de ser el volcán más alto de Tenerife, es el “mejor situado”. Justo en el centro de la isla, para que todo el mundo pueda verlo… y para que él pueda controlar a todo el mundo. No nos contaron ninguna leyenda relativa a los volcanes, como sí oímos en Sudamérica, pero estamos seguros de que los antiguos guanches las tenían. De hecho, el Teide era sagrado para ellos. Era la residencia de Guayota, el demonio del mal. Fueron ellos, los guanches, los que le pusieron el nombre, Echeyde, que significa algo así como infierno.
¿Sabías que…?
Muchos picos, volcanes, de Tenerife reciben nombres de princesas y guerreros guanches que se lanzaron desde ellos para morir por amor, por desamor, por honor, por orgullo… Sí, los guanches eran muy dados al suicidio desde las alturas.
La montaña más alta de España pero ¿cuánto mide el Teide?
La cima del Teide se encuentra a 3.718 metros sobre el nivel del mar. Puede que, si piensas en los Alpes, los Andes, las Rocosas o en los ocho miles de Asia, no te parezca tan impresionante… Espera que te contamos más.
Desde la base del lecho oceánico –si “quitáramos” todo el agua del océano– la cima del Teide estaría a 7.500 metros de altura. La cosa se va poniendo más seria. Como volcán, es el tercer volcán más alto del planeta –desde el lecho oceánico–, sólo por detrás del Mauna Kea y el Mauna Loa de Hawai. Además, convierte a Tenerife en la décima isla más alta del mundo.
¿Un poco más impresionante?
Y eso es ahora. Nuestra guía nos contó que, hace unos cuantos millones de años, el Teide medía más de 4.500 metros sobre el nivel del mar. Su colapso creó las Cañadas del Teide. Zona que, desde 1954, conforma el Parque Nacional del Teide, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2007.
Subir al Teide: teleférico o sendero
¡Qué tendrán las montañas que siempre generan en los humanos el deseo de subirlas! Después de ver tantas imágenes del Teide y de verlo en persona desde cualquier punto de Tenerife, no pudimos menos que plantearnos poner el pie en la cima. Es inevitable, más aún cuando te dicen que, desde arriba, se pueden ver las siete islas Canarias –en un día con condiciones excepcionales, tampoco vayas a creer que es llegar y besar el santo–.
Hay dos formas de subir al Teide: la cómoda, en la cabina del teleférico, y la dura, a pie desde las cañadas del Teide. Cuestión de forma física y de tiempo disponible.
Teleférico del Teide
La forma sencilla de subir al Teide, en teleférico, nos llevó desde la estación base, a 2.356 msnm, hasta la superior, en la zona de La Rambleta, a 3.555 msnm, en unos ocho minutos. Sí, subimos de forma fácil… las horas que hacen falta para la caminata estaban ya organizadas en nuestro viaje a Tenerife. Tampoco estamos diciendo que si hubiéramos tenido más tiempo hubiéramos subido a pie seguro, pero así ni nos lo planteamos. Las cabinas tienen una capacidad de 44 personas, todas de pie. Lo más recomendable es reservar la hora de la subida con tiempo para no tener que esperar en la base hasta que haya sitio. Y si no, llegar pronto para subir lo antes posible.
A pesar de que la subida comienza ya a una altura importante, 2.356 msnm, es posible que se tengan síntomas de mal de altura al ganar 1.200 metros en ocho minutos. Lo mejor es descansar un rato en la plataforma-mirador de la estación superior al llegar y moverse con calma y sin hacer mucho esfuerzo hasta aclimatarse.
¿Sabías que…?
El tiempo de permanencia en la estación superior del teleférico está limitado a una hora. Si tienes permiso para llegar al pico, tendrás un máximo de dos horas disponibles.
El horario del teleférico del Teide es de 9.00 a 16.00 las subidas –dependiendo de la temporada, hasta las 17:40– y la última bajada es a las 16.50 –dependiendo de la temporada, hasta las 18:30–. El precio del billete ida y vuelta es de 40 € para los adultos no residentes. Residentes canarios y menores tienen descuentos. También se puede comprar solo un trayecto, 22 €.
Sendero de Montaña Blanca, la subida andando al Teide
Si se puede subir de una manera cómoda, es que hay una difícil y dura de hacerlo. Se trata de la subida por el sendero que parte de Montaña Blanca y que lleva hasta La Rambleta. Los mismos metros de desnivel pero, en lugar de 8 minutos, hablamos de unas seis horas de caminata. Es habitual hacer noche en el refugio de Altavista, a 3.250 m, y acceder a la cima del Teide al amanecer.
Los consejos para esta ruta de trekking son los normales para rutas de montaña: ropa cómoda y de abrigo –muchas capas, porque habrá momentos de calor–, calzado adecuado y protección para el sol y agua para hidratarse. Y, en caso de síntomas de mal de altura, parar para tratar de aclimatarse o descender si los síntomas no desaparecen.
Tienes más información sobre la ascensión a pie al Teide en la web de turismo de Tenerife y la ruta detallada en Wikiloc.
Cómo llegar al Teide
Hay dos líneas de autobuses –o, mejor dicho, guaguas– que llegan hasta el Parque Nacional del Teide, en la base del teleférico: desde Puerto de la Cruz la línea 348 y desde Costa Adeje la línea 342. Los tinerfeños no estaban particularmente orgullosos de su sistema de transporte público que, según decían, además de tener poca frecuencia, era muy caro…
Otra opción, la que escogimos nosotros, es en coche. Desde el norte por la TF-21 (La Orotava-Granadilla) o la TF-24 (La Laguna-El Portillo); desde el sur, TF-21; y desde el oeste, TF-38 (Boca Tauce-Chío). De esta forma, además, podrás parar en los miradores del Teide. Hay un aparcamiento gratuito en la estación inferior del teleférico.
Excursiones al Teide con más opciones
Si los horarios y los precios de las guaguas no te convencen y tampoco te apetece alquilar un coche solo para eso, siempre puedes contratar una excursión al Teide con subida en teleférico. Reserva tu subida al Teide desde el norte o desde el sur. No solo eso, también puedes reservar tu plaza en el teleférico y tu subida a la cima del pico del Teide –reserva desde el norte o desde el sur–.
Si quieres visitar el Parque Nacional del Teide, reserva un free tour –no incluye la subida– o una ruta nocturna de senderismo por las Cañadas del Teide. Aprovechando los cielos del parque, también puedes ver las estrellas –echa un vistazo a los precios aquí–.
El pico del Teide y el permiso para subir
El pico del Teide no es accesible para todo el mundo. Bueno, en realidad sí lo es para todo el mundo, pero solo para 200 personas cada día. En La Rambleta comienza el sendero Telesforo Bravo que llega hasta lo más alto del volcán. Si quieres recorrerlo y llegar a la cima, tienes que solicitar el permiso con antelación en la web de reservas de parques nacionales. Es gratuito, pero, al tratarse de un número limitado de plazas, te recomendamos hacerlo con bastante tiempo.
Saltaconmiconsejo
Puedes reservar tu billete del teleférico y tu plaza para la subida al pico en un solo paso: aquí desde el norte y aquí desde el sur. Ellos se encargan de la gestión del permiso y te confirman tu plaza en 72 horas.
Si has subido andando y has hecho noche en el refugio de Altavista, puedes acceder a la cima sin reserva abandonando la zona antes de las 9.00.
Qué hacer en lo alto del Teide
Si no tienes el permiso para acceder a la cima, no creas que no podrás hacer nada una vez arriba. Hay otros dos senderos desde la zona de La Rambleta que llevan al mirador de la Fortaleza y al de Pico Viejo.
Fueron los que recorrimos nosotros que no sabíamos nada del permiso, así que no lo habíamos pedido. La sensación es estar andando en otro planeta. Uno ocre, casi rojo, de lava seca. Uno poco amante del ser humano. Uno en el que hay que tener cuidado con dónde pones el pie cada vez que lo mueves, porque la lava es traicionera. Uno casi desértico en el que te sorprenden lagartos y algún insecto que, al verte, parecen resoplar pensando “ya están invadiendo mi casa estos humanos”.
Incluso en un día poco despejado, las islas de La Gomera, La Palma y Gran Canaria deberían verse desde lo alto del Teide. Esforzándote también verás El Hierro. Ahora bien, ¿serás capaz de saber cuál es cada una?
La flora y la fauna del Parque Nacional del Teide
El Parque Nacional del Teide no es solo un lugar de geología imposible lleno de cañadas, quebradas, fumarolas, cráteres, volcanes… también hay flora y fauna aunque, a primera vista, pueda parecer un lugar prácticamente desértico.
Nosotros visitamos el parque en primavera, en plena floración de los tajinastes rojos. Una locura de planta de hasta tres metros de altura que florece solo una vez en su vida. Además de los tajinastes en floración, vimos retoños que florecerán en los próximos años –siempre cerca unos de otros– y los “esqueletos” de los que habían florecido en años anteriores, casi momificados, como una mezcla entre madera muy seca y piedra gris. La otra flor más popular del parque, de hecho es su emblema, es la violeta del Teide.
Mucha de la fauna del Parque Nacional del Teide está compuesta por pequeños insectos difícilmente visibles en los caminos de lava. Como en toda la isla, los lagartos también tienen su lugar en el parque –son un poco más fáciles de ver–. También hay algunas aves y, aunque no vimos ninguno –ni huellas, ni rastro– se supone que también hay muflones de Córcega. ¿De Córcega? Sí, evidentemente no son autóctonos.
Un volcán durmiente, la última erupción del Teide
El Teide no es un volcán extinto, es un volcán durmiente. Esto significa que es posible que vuelva a erupcionar en algún momento. Tanto es así que está incluido en de la lista de Volcanes de la Década de las Naciones Unidas. Una lista formada por los 16 volcanes que se consideran los más peligrosos del mundo.
A pesar de esto y de las fumarolas que se pueden ver al pasear por la cima, hay que decir que la última erupción que ha tenido lugar en el área del complejo volcánico Teide-Pico Viejo, la de Narices del Teide, fue en 1798. ¿Cuándo será la próxima? ¡Quién sabe!
El Roque Cinchado, un poco más de Parque Nacional del Teide
Si la imagen del Teide te ha recordado a la de los billetes de mil pesetas, no deberías dejar de visitar el Roque Cinchado al bajar del volcán. Para los que no lo reconozcan por el nombre –nosotros mismos no sabíamos que se llamaba así–, se trata de la formación rocosa con forma de dedo que aparecía también en los billetes. Muy cerca del parador de Cañadas del Teide, está la indicación a los Roques de García –el nombre del conjunto– con su aparcamiento y mirador.
No te quedes con las ganas y pon tu pie en lo alto del volcán más famoso de España: el Teide, en Tenerife.
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