En Múnich no faltan cervecerías, como en toda Alemania. Eso lo tenemos claro. Es más, es el lugar en el que se celebra el Oktoberfest –ojo, que es a mediados de septiembre–. Pero, para alguien como nosotros, a los que no nos gusta la cerveza, tiene que haber algo más para elegir la ciudad como destino. Venga, incluso aunque te guste la cerveza, no será lo único por lo que irás, ¿no? Para convencerte de salir de los biergarten, te vamos a mostrar 10 lugares que ver en Múnich que no son cervecerías.

Ten en cuenta que, aunque relativamente “jóven”, tiene casi nueve siglos –se le concedió el título de ciudad en 1158–, así que algo de historia ya atesora. Historia y plazas, iglesias, mercados, palacios, museos, parques… hasta arte urbano. ¿Cuántos lugares que ver en Múnich necesitas para elegirlo como destino de tu próxima escapada? Estamos seguros de que estos 10 serán más que suficientes.
Y, por el camino, seguro que encuentras alguna cervecería en la que comer y tomarte una buena cerveza. Busca el “+1”… ¿Te animas?
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Cuando no tengas dudas de que estás ante tu próximo destino, echa un vistazo a nuestro itinerario de 3 días por Múnich para tenerlo todo organizado y aprovechar el tiempo al máximo.
La Marienplatz, el lugar que ver en Múnich por excelencia
Resulta un poco extraño que el lugar más popular de Múnich sea una plaza. Ni una iglesia, ni un palacio, ni un museo –y eso que tiene de todos esos para elegir–. Hablamos de la Marienplatz, la plaza de María. Está ahí desde la fundación de la ciudad y en ella se han celebrado mercados y torneos –¿te imaginas ver a un jinete con su lanza?–. Hoy sigue siendo el centro de la ciudad y no hay recorrido por Múnich que se precie que no pase por ella.

¿Sabías que…?
La columna con la imagen dorada de la Virgen patrona de Baviera, la Mariensäule, lleva en el centro de la plaza desde 1638 para celebrar el final de la ocupación sueca. Y, desde entonces, da nombre a la Marienplatz.
Otro motivo para visitar la Marienplatz es el nuevo ayuntamiento, el Neues Rathaus, del siglo XIX con su fachada neogótica. En ella, además, está el carillón de Múnich, el Glockenspiel, el mayor de Alemania con 32 figuritas. Si quieres verlo en funcionamiento, tendrás que ir a las 11 h o a las 12 h –en verano también a las 17 h–.

No se vayan todavía, aún hay más. Nos queda por ver el ayuntamiento viejo, el Altes Rathaus. Bueno, principalmente su torre del reloj, porque no queda casi nada del edificio original del siglo XV.
La catedral de Múnich
Nos vamos a otro imprescindible que ver en Múnich: la catedral. Hablando con propiedad, la Dom zu Unserer Lieben Frau, la Catedral de Nuestra Querida Señora. La habrás visto paseando por el Altstadt, el casco histórico de Múnich, porque sus torres de 99 metros la convierten en la construcción más alta de la ciudad.

¿Sabías que…?
Las dos torres de la catedral de Múnich no son igual de altas. No hay mucha diferencia y casi es inapreciable desde el suelo, pero la de la izquierda mide unos 20 centímetros más.
El edificio de ladrillo con sus torres te obligará a pararte un rato delante, pero no te quedes fuera. En su interior te espera la joya de la corona: el cenotafio de Ludwig el Bávaro. Si te decimos que Ludwig fue emperador del Sacro Imperio Romano a mediados del siglo XIV, ya imaginarás que no hablamos de una cosa pequeña ni discreta. Nosotros alucinamos con él, entramos varias veces varios días solo para admirarlo. Mármol negro y bronce, guerreros de tamaño natural, el detalle de las figuras…

Viktualienmarkt, el mercado de Múnich
Antes hemos dicho que en la Marienplatz se celebraba el mercado en la Edad Media, y así fue durante siglos. Hasta principios del XIX, cuando se trasladó a otra plaza que recibió el nombre de Viktualienmarkt, dejando claro cuál iba a ser su función. Desde entonces sigue abriendo todos los días menos los domingos y, además de los puestos en los que comprar, también están los puestos en los que comer. Prueba las clásicas salchichas y el leberkäse o entra en alguno de sus restaurantes –uno de ellos, el der Pschorr am Viktualienmarkt, está entre nuestros Restaurantes donde comer en Múnich–.

La iglesia de San Juan Nepomuceno
Elegir entre las iglesias que visitar en Múnich no es tarea fácil. Además de la catedral, te recomendamos entrar en la iglesia de San Juan Nepomuceno, conocida como Asamkirche por los hermanos Asam que la construyeron a mediados del siglo XVIII. Hermanos que no escatimaron en la decoración: guirnaldas de oro, querubines, estucos, columnas salomónicas… Y frescos como el del techo que representa la vida de San Juan Nepomuceno.

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No podemos dejar de mencionar los estucos barrocos de la iglesia del Espíritu Santo, la Heilig-Geist-Kirche. Se reformó en los siglos XVIII y XIX, pero es una de las iglesias más antiguas de Múnich, del siglo XIV.
La Odeonsplatz
Si hay más de una iglesia, también tiene que haber más de una plaza. Además de a la Marienplatz, tienes que acercarte a la Odeonsplatz, conocida como la “pequeña Italia”. Si te resulta familiar esa galería, es porque es una copia de la de la Piazza della Signoria de Florencia –aquí también han colocado estatuas como un museo al aire libre–.

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Los muniqueses contrarios a las ideas del Tercer Reich utilizaban la Viscardigasse para llegar a la Odeonsplatz y evitar tener que hacer el saludo nazi frente al Mahnmal der Bewegung, memorial del movimiento. Hoy, para recordar aquella forma de protesta, hay unos adoquines dorados en la calle que forman el “camino dorado”.
La Residenz y su teatro
Durante siglos, Múnich fue el lugar de residencia de los príncipes electores bávaros –los mandamases de la región– y, obviamente, no podían vivir en cualquier sitio. Comenzamos con los palacios que ver en Múnich por la residencia oficial de los soberanos bávaros: la Residenz. Es tan imponente –unas 140 salas– y tan impresionante –pinturas, esculturas, mobiliario, estucos, frescos, dorados…– que le hemos dedicado un artículo en exclusiva: La visita a la Residenz de Múnich.

Además de la propia residencia –que te recomendamos visitar con un tour guiado si no quieres morir en el intento–, también están los jardines y el Residenztheater. Los primeros, Hofgarten, hoy están abiertos al público. El segundo, el teatro de la Residenz, con entrada de pago, es una joya rococó de mediados del siglo XVIII.
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Dependiendo de la cantidad de museos que quieras visitar en tu paso por la ciudad, puede resultarte interesante hacerte con una Munich City Pass. Mira lo que incluye, por ejemplo la visita a la Residenz, y echa cuentas.

El palacio de Nymphenburg y su parque
También hay más de un palacio que ver en Múnich. Si la Residenz nos dejó con la boca abierta, cuando descubrimos que los príncipes electores tenían una residencia de verano a poco menos de 6 km del centro, decidimos que también teníamos que visitarla. Hablamos del palacio de Nymphenburg, y esos 6 km hoy siguen siendo Múnich ciudad. Estuvo en uso desde mediados del siglo XVII hasta 1918 y no tiene nada que envidiar a la residencia de invierno. Bueno, es un poco más fácil de recorrer sin acabar agotados por los dorados, los estucos y el resto de obras de arte. ¿Quieres saber más? Pues echa un vistazo a nuestro artículo La visita al palacio de Nymphenburg y su parque.

Ojo, que el parque del palacio ocupa una superficie de 200 hectáreas y en él hay cuatro pequeños pabellones o palacios, además de un gran canal, esculturas, fuentes…

La Städtische Galerie im Lenbachhaus, el museo que visitar en Múnich
La oferta cultural en forma de museos en la ciudad es tremenda y resulta complicado elegir –echa un vistazo a nuestros 3 museos que ver en Múnich–. Eso sí, si quieres ver uno solo, tendría que ser la Städtische Galerie im Lenbachhaus. ¿Por qué? Pues porque es aquí donde está la mayor colección de obras de los pintores del grupo Der Blaue Reiter. ¿No te suena? Bueno, seguro que has oído hablar de Kandisky, uno de sus fundadores junto con Franz Marc. El detalle final es que El jinete azul, el nombre en español, se fundó en Múnich.

El parque inglés, Englischer Garten
Después del parque del palacio de Nymphenburg puedes pensar que todo te va a parecer pequeño. Olvídate. El parque inglés, Englischer Garten, es uno de los más grandes de Europa. Praderas inmensas y un monóptero, una pagoda, un Biergarten… Además, por si fuera poco, tiene dos zonas en las que hacer surf en el río Eisbach –un río artificial por dentro del parque a partir del río Isar–.

¿Sabías que…?
El Englischer Garten fue el primer parque creado en Alemania con la idea de ser un lugar de diversión para sus habitantes. ¿Cuándo? A mediados del siglo XVIII.
Arte urbano en Múnich
Tal vez sea por su “juventud” –menos de nueve siglos, ya sabes–, pero no puedes viajar a Múnich si ver alguno de sus grafitis. La ciudad está llena y los irás encontrando según pasees. En cualquier caso, hay dos zonas en las que la concentración es más alta: en un pasillo subterráneo junto al monumento del Ángel de la Paz, Friedensengel, y en Werksviertel-Mitte, uno de los barrios de moda de Múnich.

El “+1”, la cervecería Hofbräuhaus
Hemos dicho que hay muchas y no te va a costar nada encontrarlas, pero hay una cervecería en Múnich que destaca por encima de las demás. Es la Hofbräuhaus y lleva ahí desde 1589. Primero solo como fábrica de cerveza y como cervecería abierta al público desde mediados del siglo XIX –momento del que es el edificio actual–.

Fíjate bien en las mesas corridas, en los techos pintados, en los parroquianos… incluso hay taquillas en las que guardan las jarras de cerveza de los habituales bajo llave. Bebas o no cerveza, es una visita obligada en Múnich.
Dónde dormir en Múnich
Si hay dos iglesias, dos palacios, dos parques… tenía que haber dos hoteles recomendados en Múnich.
El primero está junto a la estación central y es un hotel de cadena, el NH Collection München Bavaria. Todo lo que puedes esperar de un cuatro estrellas, con un desayuno estupendo y relativamente cerca de la Karlsplatz, la entrada al casco histórico de Múnich. El segundo, en el barrio de Werksviertel-Mitte, es un hotel moderno, casi de diseño: el Gambino Hotel Werksviertel. Con grafitis en las zonas comunes, un personal muy amable y hasta puedes hacer el check-in online. Si no te convencen, aquí tienes todos los hoteles de Múnich.

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