Puede que no te hayas planteado nunca hacer turismo gastronómico en el Gran Ducado –es más, puede que nunca te hayas planteado hacer turismo allí, punto–. Pero un país “encajado” entre Francia y Bélgica es garantía de que se va a comer bien. Vale, también tiene frontera con Alemania y, aunque no sea un país famoso por su cocina, también tienen sus platos ricos. Nosotros nos llevamos una sorpresa y, por eso, hemos decidido contarte dónde comer en Luxemburgo para que tú también lo disfrutes.

Vaya por delante que es un artículo un tanto “ambicioso”. Nunca nos habíamos planteado abarcar un país entero hasta ahora. Porque sí, el “dónde comer en Luxemburgo” no se limita a la ciudad de Luxemburgo, también vamos a mencionar restaurantes de otras ciudades/pueblos del Gran Ducado. Que es “Gran Ducado”, pero bastante pequeño… Para que te hagas una idea, es la mitad que La Rioja, algo menos que Álava y poco más que Vizcaya. Así que sí, se puede escribir un “dónde comer en Luxemburgo país” sin exagerar, ¿no?
En cualquier caso, vamos a separar los restaurantes de Luxemburgo en los de la capital y los del resto del país. Así te será más fácil ubicarlos y, si solo vas a hacer una escapada, los tendrás mejor organizados. ¡Que aproveche!
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Además de la comida, hay muchas más cosas que saber antes de viajar al Gran Ducado: echa un vistazo a nuestros lugares que ver en Luxemburgo y consejos para viajar a Luxemburgo.
Qué comer en Luxemburgo: comida típica y platos internacionales
Ya hemos comentado que Luxemburgo está “encajado” entre Francia, Bélgica y Alemania, así que encontrarás platos de los tres países –desde croissants hasta schnitzel, que no solo hay en Austria, pasando por mejillones con patatas fritas–. Pero, además, hay que tener en cuenta que el número de inmigrantes es casi mayor que el de la población local –sobre todo en la capital–. Entre los expatriados, destacan las comunidades de portugueses y de italianos, con lo que no es raro encontrar platos como el bacalhau com natas o el carpaccio en las cartas de casi cualquier restaurante en Luxemburgo.
¿Significa eso que no hay platos típicos de Luxemburgo? No, no. Claro que hay. Eso sí, dado que hay tres idiomas oficiales en el país –luxemburgués, francés y alemán–, puedes encontrarlos escritos de más de una forma.

Algunos de esos platos típicos de Luxemburgo son: Bouchée à la reine, pollo en hojaldre con salsa de nata y champiñones; Judd mat Gaardebounen, cogote de cerdo ahumado con habas; carne de caballo, en filete y en guiso y, en algunas zonas, carne de caza. Si coincides con una feria, como la Schueberfouer en la capital, puedes probar Gromperekichelcher, una especie de tortitas de patata con ingredientes parecidos a los de la tortilla española; Gebackene Fësch, pescado frito, o Lëtzebuerger Grillwurst, salchicha a la parrilla.
¿Cuánto cuesta comer en Luxemburgo? ¿Se puede comer barato?
Vamos a dejar clara una cosa desde el principio, comer en Luxemburgo no es barato. En realidad, nada en Luxemburgo lo es y es que hay que tener en cuenta que es el segundo país del mundo con el sueldo mínimo más alto –solo por detrás de Suiza–. Prácticamente el doble que en España.
Dicho esto, no hay lugares donde comer barato en Luxemburgo para alguien que no tenga un sueldo del país –bueno, para los suizos también es barato–. Como oímos en uno de los miradores de Luxemburgo en una conversación telefónica, si quieres comer barato, tendrás que ir al McDonald’s o al Burger King. Pero, ¿te vas a perder esa parte del viaje?

Una comida normal con entrante para compartir, plato principal y postre, sin vino, ronda los 45-50 € por persona en la mayoría de restaurantes. Los bocadillos para picar algo rápido, dependiendo de los ingredientes y del lugar, cuestan entre 8 y 13 €. Es más, el medio litro de agua varía entre los 4 y los 5,50 €. Tenemos que decir que siempre desayunamos en los hoteles, pero el precio estaba alrededor de los 15-20 € por persona –eso sí, esa pastelería francesa y los buffets compensaban con creces–.
Algunos restaurantes, aunque no sea muy común, tienen menú del día entre semana a la hora de comer –de 12 h a 14 h–. Pregunta por si acaso…
Dónde comer en Luxemburgo ciudad: restaurantes recomendados
Comenzamos nuestro repaso gastronómico por el Gran Ducado con los restaurantes de Luxemburgo capital. De regalo, también incluimos un café para picar algo rápido o comer una tarta a media tarde y seguir haciendo turismo.
Um Dierfegen: un restaurante de comida típica luxemburguesa en pleno casco histórico
Nuestra primera cena en Luxemburgo fue en pleno centro, en el interior de la fortaleza que hoy es el casco histórico de la capital del Gran Ducado. Un restaurante de comida típica luxemburguesa de nombre Um Dierfegen y que, para nosotros, es de los mejores de la capital. Con una ventaja extra: los camareros eran sudamericanos y nos pudieron explicar qué era cada plato. El luxemburgués no está al alcance de todo el mundo y dentro de los edificios antiguos con gruesas paredes de piedra la cobertura no suele ser buena para preguntarle a Google.

Comenzamos con un plato de fiambres locales y carne cocida con huevo duro, para seguir con dos clásicos del país: filete de caballo y Judd mat Gaardebounen. De postre, tarta de la casa con helado de vainilla. Nos encantó todo, el servicio, la rapidez y, por supuesto, la comida: deliciosa y abundante. Un lugar perfecto para cenar en Luxemburgo.

Dirección: 6, Côte d’Eich
Precio: Los dos, con agua, 95 €
Web
Hertz Pop/Up: otro buen sitio donde cenar en Luxemburgo ciudad
A menos de dos minutos de Um Dierfegen, ergo en pleno centro de Luxemburgo, está Hertz Pop/Up. Desde el exterior, tiene aspecto de cafetería o de lugar al que ir a tomar algo tranquilo con mesas y música, pero no te dejes engañar: también es un restaurante en toda regla y con una muy buena carta.

Fue nuestra noche de pescado en la ciudad: ceviche de atún para empezar –delicioso, pero con un parecido muy lejano a un ceviche peruano– y dorada real al horno y salmón a la plancha de platos principales, con ensalada y legumbres. Si estás pensado que fue poco para nuestros estándares, era la última cena del viaje y, después de una semana, ya no quedaba mucho sitio. De hecho, ni postre pedimos porque ya no podíamos más.

Dirección: 44, Grand-Rue
Precio: Los dos, con agua, 92 € –los platos de pescado suelen ser más caros–
Web
Mama Shelter: un buen restaurante en el barrio europeo de Luxemburgo, Kirchberg
No somos muy fans de comer en los restaurantes de los hoteles, sobre todo cuando son cadenas hoteleras, pero tenemos que decir que el restaurante del hotel Mama Shelter de Luxemburgo nos hizo comernos nuestras palabras. Bueno, no nos las comimos porque la comida estaba demasiado rica como para dejarla ahí por llenarse el estómago con palabras… –chistaco–. Nos alejamos del centro de la ciudad y nos vamos al barrio europeo de Luxemburgo, Kirchberg, entre rascacielos, centros de negocios y sedes de instituciones de la UE.

Decidimos que sería el lugar en el que nos despediríamos de los restaurantes de Luxemburgo después de probar su riquísimo desayuno esa misma mañana. Y la comida estuvo al mismo nivel o incluso mejor. Empezamos con un camembert a la parrilla para chuparse los dedos. Seguimos con una cazuela de mejillones con patatas fritas –recuerda que Bélgica está al lado– y un tradicional Bouchée à la reine, con los que seguimos disfrutando. Y acabamos con una tarta de fresa con pistachos y crema de almendras. Pues eso, que se acabó lo de pensar que los restaurantes de los hoteles no son buenos.

Dirección: 2, rue du Fort Niedergruenewald
Precio: Los dos, con agua, 75 €
Web
Café Konrad: un café para tomar algo rápido y económico
También tuvimos tiempo en la capital de probar un café en el que tomar algo rápido, el Café Konrad. Si estás buscando un lugar en el que no pasar mucho tiempo a la mesa es porque estás en el centro de la ciudad y quieres seguir tachando lugares de la lista de qué ver en Luxemburgo. El Café Konrad lo está, muy cerca del Palacio Gran Ducal, de hecho.

La carta es a base de sándwiches y cestas de pan de pita que preparan al momento y tartas que tienen toda la pinta de ser caseras. Nosotros comimos un sándwich de jamón ahumado, queso francés y tomates secos y una cesta de pan de pita con jamón ahumado y queso gouda. Muy rápidos y ricos. Pero, como no se iba a quedar la cosa ahí, también un trozo de tarta de chocolate y otro de tarta de queso con pistachos. No vamos a decir que sea barato, pero sí más económico que el resto de lugares… aunque será un bocadillo.

Dirección: 7, Rue du Nord
Precio: Los dos, con agua, 48 €
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Dónde comer en Luxemburgo país: restaurantes recomendados
Nos volvemos ambiciosos y salimos de la capital para recomendarte restaurantes de Luxemburgo país. Ya hemos dicho que es pequeño, así que es casi seguro que tendrás alguno cerca mientras lo visites.
Beim Hunn: uno de nuestros restaurantes favoritos, cerca del castillo de Vianden
El castillo de Vianden es una parada obligatoria en cualquier viaje a Luxemburgo, así que estamos seguros de que pasarás por allí. También sabemos que estarás un rato –ese castillo es enorme– y que acabará por entrarte hambre. Tenemos el lugar perfecto: el restaurante Beim Hunn, uno de nuestros restaurantes favoritos de Luxemburgo. En plena calle principal de Vianden, con una decoración clásica y con un servicio fantástico –aquí el camarero era portugués y también nos recomendó alguna cosa–.

Estábamos en un asador y todo tenía tan buena pinta sobre el papel que quisimos comprobar si en la boca la mantenía. Y vaya que sí: espectacular. Nos controlamos, dentro de lo que cabe, y pedimos un chuletón y un costillar de cordero, acompañados de patata cocida y de patata gratinada que nos recomendó el camarero –¡muy buena recomendación!–. Para acabar con una crème brûlée a la que prendieron fuego en la mesa. Riquísimo todo y bastante rápido, que fue a mediodía y había que seguir la ruta.

Dirección: 114, Grand Rue, Vianden
Precio: Los dos, con agua, 87 €
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Brasserie du Vieux Moulin “Am Keller”: comida típica y de caza en Bourscheid
Junto al meandro más famoso del río Sûre y bastante cerca del castillo de Bourscheid nos encontramos con un restaurante de platos a base de caza, la Brasserie du Vieux Moulin “Am Keller”. La forma en que la camarera nos trató de explicar que los platos estaban hechos, en su mayoría, a base de carne de ciervo –aquí tampoco había cobertura y el idioma de la camarera no era el inglés– fue un aperitivo perfecto para lo bien que lo íbamos a pasar comiéndolos.

Comenzamos con un carpaccio y unas croquetas de ciervo de entrante. Seguimos con un chuletón de ternera local y paletilla de ciervo con spaetzle –una “pasta” típica del sur de Alemania que ya habíamos probado en Múnich–. Para acabar con un Café Glacé. Uno de los grandes recuerdos del viaje, todo riquísimo y, teniendo en cuenta todo lo que comimos, bastante económico.

Dirección: 7, Buurschter Millen, Bourscheid
Precio: Los dos, con agua, 96 €
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Restaurant Lenert: un restaurante internacional ideal para una cena en Berdorf, Mullerthal
No puedes viajar a Luxemburgo sin pasar por Berdorf, el epicentro del senderismo en la región de Mullerthal. Nosotros fuimos para hacer un par de rutas y la noche de antes quisimos prepararnos con una buena cena. Justo enfrente de nuestro alojamiento, el Berdorfer Eck, estaba el Restaurant Lenert. Nos recibió con La Kabra –sí, esa de “la cabra, la cabra, la… de la cabra”– sonando en la entrada y nos quedamos con la boca abierta. Confesamos que no nos dio mucha confianza, pero… fue una grata sorpresa.

Empezamos con otro carpaccio y seguimos con un cordon bleu y un salmón a la parrilla. De postre, una vez más crème brûlée. Tenemos que decir que no fue el mejor restaurante de Luxemburgo, pero la relación calidad-precio fue muy buena para el país.

Dirección: 55, Rue d’Echternach
Precio: Los dos, con agua, 76,50 €
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Bistro Martbusch: un sitio para comer bien, con raciones enormes y bastante barato en el Mullerthal Trail
Si antes de empezar las rutas decidimos “cargar las pilas”, no íbamos a hacer menos al terminar. Nos acercamos al Bistro Martbusch antes de comenzar el pateo para confirmar el horario –de 8 h a 22 h– y, seis kilómetros después, llegamos de nuevo a su puerta tras recorrer el sendero B2. Sí, así de fácil, porque el sendero sale delante del restaurante y es circular. Más fácil aún, hay un aparcamiento delante para dejar el coche y está junto a la oficina de turismo donde conseguir los mapas de las rutas.

Eso sí, cuando vimos el tamaño de los platos que llevaban a las mesas decidimos que sería mejor controlarse un poco, por muchas calorías que hubiéramos gastado andando. Nos decantamos por un bacalhau com natas y un schnitzel y casi no fuimos capaces de acabarlos… Bueno, quedó espacio para un trozo de pastel de chocolate. Rico, abundante y barato.

Dirección: 3, beim Martbusch, Berdorf
Precio: Los dos, con agua, 52 €
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Al Trotto: un buen restaurante italiano en la región de Mullerthal
No solemos ir a restaurantes italianos fuera de Italia por razones obvias –en Madrid hacemos una excepción porque los conocemos–, así que no estábamos del todo seguros de lo que nos encontraríamos en el restaurante Al Trotto. El hecho de que haya una gran comunidad de inmigrantes italianos en el país nos animó un poco y que el camarero nos saludara con un perfecto “buongiorno!” al entrar nos acabó por convencer. Más aún, cuando le oímos hablar con el cocinero en italiano. Era el lugar perfecto para comer pasta… y eso hicimos. Una cosa más, Al Trotto significa, en italiano, “al trote” y es que el restaurante está dentro de un centro internacional de hípica y desde las mesas se puede ver la zona de entreno de los caballos y jinetes. Sí, comida con vistas.

No pudimos probar el menú del día –baratísimo para Luxemburgo– porque fuimos un sábado, así que comenzamos con un entrante Al Trotto con carpaccio, vitello tonnato, caprese di bufala y verduras a la parrilla. Y seguimos con unas tagliatelle al ragù –¡riquísimas!– y unos spaghetti alla carbonara –una carbonara “atípica”, con speck y queso de oveja–. Acabamos con un postre Al Trotto con tiramisù, panna cotta y mousse de chocolate. Por un momento, nos trasladamos a Italia desde Luxemburgo, hasta el agua era Acqua Panna. Solo un par de detalles nos recordaron que no estábamos en Italia: la carbonara tenía nata –se nos hizo un poco pesada a pesar de estar rica– y ¡trajeron cucharas junto a los tenedores para la pasta!

Dirección: 14 Rte d’Eppeldorf, Beaufort
Precio: Los dos, con agua, 62 € Tienen menú entre semana por 14,50 €
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Manoir Kasselslay: un hotel-restaurante con encanto en Clervaux
Clervaux es otro clásico en cualquier viaje a Luxemburgo. No le falta el castillo –en su interior está la exposición The Family of Man– y está en pleno Parque Natural de Our. Después de visitarlo, nos quedamos a dormir en la Manoir Kasselslay y, como nos habían recomendado, también cenamos allí.

Además de la carta, tiene varios menús cerrados. Nosotros nos decidimos por el menú del terruño –menu du terroir– con una vinagreta de lentejas, farro y jamón y un tartar de trucha asalmonada con patatas de entrante. De principales, cabrito Bëtschel y trucha. Y acabamos con una Île flotante –un merengue gigante– y queso fresco de cabra ‘Geessenhaff Gillen’. El sitio es bastante elegante –lo que no pegaba mucho con nuestra ropa de turista activo–, pero la comida es buena, aunque es un poco caro para no estar en la capital.

Dirección: 9769 Clervaux
Precio: El menu du terroir, el más barato, cuesta 52 € por cabeza, sin bebida
Web
No será barato, pero no deberías dejar de comer en Luxemburgo porque lo vas a disfrutar mucho más de lo que pensabas.
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