Con una fotografía desde uno de sus miradores, así descubrí Matera. Fue hace ya más de diez años. Estaba en un curso de italiano y teníamos que escribir una redacción sobre uno de los lugares que aparecía en el libro. A mí me tocaron los Sassi de Matera, un lugar del que no había oído hablar nunca y que, a pesar de verlo con mis ojos en esa fotografía, me pareció que no podía ser real. Al llegar a casa le pregunté a Sara y me confirmó que sí, que existía y que era así de especial, además de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Hemos tardado más años de los que habíamos previsto, pero, por fin, hemos ido y no hemos dejado ni uno de los miradores de Matera sin pisar.
Esa imagen tan especial lo es todavía más cuando “se anima”. Todas las veces que nos asomábamos a un mirador teníamos la sensación de ver una maqueta a través de una lupa gigantesca. Así que, cuando aparecían personitas moviéndose por las callejuelas de los sassi o camionetas pasar rozando las paredes de los edificios, la imagen era todavía más irreal. ¿No estaríamos siendo engañados por nuestros sentidos y nuestra imaginación?
Un par de notas antes de entrar con la lista de miradores de Matera. La primera, cualquier rincón de la ciudad desde el que puedas ver algo de paisaje es un mirador. Como decíamos mientras paseábamos: no hay vista fea de Matera. La segunda, las vistas son una preciosidad en su conjunto. No hablamos de un decorado en el que cada detalle está cuidado, hay muchas zonas que todavía están siendo restauradas y otras, directamente, abandonadas.
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No solo de miradores vive la ciudad habitada más antigua de Europa, echa un vistazo a nuestra lista de lugares que ver en Matera y donde comer en Matera para completar tu viaje. Y recuerda pasarte por los consejos para viajar a Italia antes de comenzar tu viaje.
Los Sassi de Matera, del Neolítico a James Bond
¿Qué son los sassi? Son formaciones rocosas en las que se han excavado casas-gruta desde el Neolítico y que todavía siguen en uso. En concreto hay dos sassi habitados: el Sasso Barisano y el Sasso Caveoso. Y no solo veras fotos suyas en los libros de italiano, también los encuentras en la última de James Bond, Sin tiempo para morir, o como “decorado” de La Pasión de Cristo de Mel Gibson, por mencionar solo un par de películas.
El Belvedere Luigi Guerricchio: el más famoso de Matera
El Belvedere Luigi Guerricchio, también conocido como de los Tre Archi –tres arcos–, es el mirador de Matera con mayúsculas. La foto que todos los turistas que visitan la ciudad se llevan de recuerdo en sus cámaras y móviles. La joya de la corona, que puede llegar a pasar desapercibida si no sabes que está ahí. ¿Por qué? Porque es un mirador que se abre en el centro de Matera, pero de una forma muy discreta. Tres arcos en la Piazza Vittorio Veneto, tres arcos que no son la entrada de ningún edificio sino la antesala del mirador.
Da igual la hora a la que te acerques –eso sí, a primera hora los edificios no están iluminados–, siempre te encontrarás a alguien más disfrutando de esa vista. Fue nuestro mirador de Matera recurrente durante los tres días que pasamos en la ciudad: nos asomamos desde primera hora –por eso sabemos que no es el mejor momento– hasta con noche cerrada y las callejuelas del Sasso Barisano iluminadas.
¿Cuántas veces serás capaz de pasar por allí buscando la foto perfecta?
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No le damos categoría de mirador de Matera propiamente dicho porque la vista es prácticamente la misma, pero no dejes de bajar las escaleras hacia la entrada del Palombaro para tener la vista desde otra altura.
Piazza Duomo: el Sasso Barisano desde el otro lado
Pocas veces la Piazza Duomo, la plaza de la catedral, de una ciudad es al mismo tiempo un mirador. En Matera, por un lado de la plaza tendrás la fachada de la catedral y, por el otro, un mirador del Sasso Barisano. Tendrás frente a ti una pared hecha de fachadas de casas en las que el techo de una es el suelo de su vecina de arriba. Casi te parecerá que la roca es así de forma natural, que las casas venían de serie cuando se formó hace millones de años.
La vista desde la barandilla de Via Duomo
Bajando desde la catedral por la Via Duomo no vas a tardar mucho en parar, echar mano a la cámara o al móvil y empezar a sacar más fotos. Será asomado a la barandilla que encontrarás a tu derecha, poco después de cruzar el arco que da acceso a la calle. Ya hemos dicho que, en cuanto se abre la vista, el panorama siempre merece la pena en Matera.
La vista desde los Gradoni di Sant’Antonio y la Via Tre Corone
Siguiendo por la Via Duomo, te encontrarás con unos escalones bajo un arco. Son los Gradoni di Sant’Antonio que llegan hasta la Via Tre Corone y otro de los miradores de Matera que te dejarán un rato con la boca abierta. Muévete adelante y atrás por la calle buscando el mejor ángulo… o, simplemente, disfrutando de todos, porque, ya sabes, no hay vista mala.
La vista desde la fuente de Via San Rocco
Nos internamos en el Sasso Barisano bajando por sus callejuelas y confiando en no perdernos… O confiando en perdernos, que ya sabíamos que Matera no nos iba a defraudar desde ningún ángulo. ¿Te parece raro buscar un mirador bajando por la ladera de una montaña? Pues en otro lugar podría ser, pero en Matera es de lo más normal y, cuando llegues a la Via San Rocco te darás cuenta de que tenía todo el sentido.
La vista desde la puerta de la Casa Cava, en la Via San Pietro Barisano
El mirador de la Via San Pietro Barisano lo descubrimos por casualidad. Nuestro destino era la Casa Cava, una de las casas-cueva de Matera transformada en auditorio subterráneo –según nos dijeron en la visita, el más grande excavado del mundo–. Pero es que, antes incluso de entrar, ya estábamos tirando de la cámara y marcando el punto en el mapa para acordarnos de que esas vistas también merecían ser compartidas.
La vista desde la Piazza di San Pietro Caveoso
Entre el Sasso Barisano y el Sasso Caveoso hay una plaza a “ras de suelo”. Es irónico hablar de “ras de suelo” cuando el torrente Gravina corre unas decenas de metros por debajo del nivel de la Piazza di San Pietro Caveoso, pero es la parte más baja de Matera. Te sorprenderá, como a nosotros, encontrarte una plaza de ese tamaño entre las callejuelas y las cuestas. Pero, cuando dejes de mirar la fachada de la iglesia y te des la vuelta, te encontrarás con otra de las vistas de Matera que no te puedes perder. Y, tal vez, la más cómoda…
Las vistas desde la entrada de la iglesia de Santa María de Idris
Junto a la Piazza di San Pietro Caveoso, hay una gran roca que se eleva sobre el nivel de la calle y que se va estrechando. En su cima hay una de las iglesias rupestres –sí, también las iglesias están excavadas en la roca– más importante de Matera. Hablamos de la iglesia de Santa María de Idris y, como sabemos que acabarás por visitarla, te recordamos que te des la vuelta y mires el paisaje antes de entrar o después de salir. Es la excusa perfecta para recuperar el resuello después de la subida… aunque la vista te puede quitar la respiración también.
El Belvedere Piazzetta Pascoli
Cambiamos de sasso y nos vamos al Sasso Caveoso. Eso sí, la vista desde la Piazzetta Pascoli sigue siendo del, ya conocido, Sasso Barisano. Pero, además de cambiar el ángulo, la vista de la Matera habitada se completa con parte de la Murgia Materana –la otra ladera rocosa que forma el valle del torrente Gravina–. Una comparación, en una imagen, de la roca natural –aunque en la Murgia también hay cuevas, en su mayoría iglesias rupestres– y la roca “civilizada”.
El mirador de Via Rione Casalnuovo en el Sasso Caveoso: uno de nuestros favoritos
El mirador de Via Rione Casalnuovo fue nuestro primer contacto cara a cara con Matera. Llegamos a la ciudad de noche y, a la mañana siguiente, salimos a buscar una vista desde el Sasso Caveoso. Nos encontramos con la Murgia Materana que, aunque bonita, no era lo que buscábamos. Hasta que, detrás de una roca, al girar la cabeza nos salió del alma un “¡Qué bonito!”. Allí estaba la imagen de Matera, la primera y la que más nos impactó. Además, pudimos disfrutarla en total soledad. Era nuestro rincón, al que volvimos al día siguiente para ver amanecer desde allí.
Se trata de uno de los miradores de Matera menos conocidos y visitados. Es de los que está más alejado del centro y tienes que ir a buscarlo, no se te aparece como los demás mientras caminas por el Sasso Barisano. Ahora que lo has visto, seguro que te compensa el paseo para llegar.
El mirador junto al convento de San Agustín
La primera imagen de Matera en la película de James Bond Sin tiempo para morir fue nuestra última. Íbamos en el minibus que lleva de los sassi a la estación y, cuando nos giramos para despedirnos del casco histórico tras una curva, allí estaba, junto al convento de San Agustín. No busques el túnel del que sale James Bond con su coche, porque no existe. Tampoco el puente que une la ciudad con el cementerio al otro lado del torrente: ni hay puente ni hay cementerio. Pero la vista es preciosa, tanto como para volver andando con las mochilas desde la estación para sacar esa última foto de Matera.
El Belvedere Murgia Timone
Si has pensado que desde el otro lado del torrente la vista debe ser increíble, tienes razón. Sin darte cuenta, estarás “viajando” al Gólgota en la época de Jesucristo… ¿Cómo? La explicación es sencilla: ahí se rodó la crucifixión de La Pasión de Cristo de Mel Gibson y, antes, la de El Evangelio según San Mateo de Pasolini. Los Sassi de Matera se convirtieron en Jerusalén en las dos películas y ahí estarás tú.
No tendrás que pasar un viacrucis, pero avisamos de que el camino desde el centro hasta el Belvedere Murgia Timone, poco más de un par de kilómetros, no es precisamente cómodo y agradable –¿qué tal te llevas con los puentes tibetanos?–. Vale, si, como nos pasó a nosotros, se pone a granizar en mitad de la caminata y sopla un viento que casi te tira es todavía menos amigable. Eso sí, la vista desde el mirador hizo que se nos olvidara todo. Sobre todo cuando ese viento que nos había acompañado se llevó las nubes que cubrían la ciudad y el sol. Lo bueno es que puedes encontrar cuevas-gruta en la ladera de la Murgia Materana en las que resguardarte y alguna iglesia rupestre a la que asomarte.
Si quieres disfrutar de la vista pero el paseo y el puente tibetano sobre el torrente no acaban de llamarte, también puedes llegar en minibus desde la Piazza di San Pietro Caveoso, con la Linea Speciale Cava del Sole – Parco delle Chiese Rupestri. Echa un vistazo a los horarios aquí, aunque te perderás la vista a primera hora –fines de semana y festivos comienzan a las 9:30 y los viernes a las 14:30–.
Mapa con todos los miradores de Matera
No sabemos si ya tendrás tu favorito. Pero, para que no te pierdas ninguno, aquí tienes un mapa con todos los miradores de Matera que te hemos enseñado y las indicaciones del camino hasta el Belvedere Murgia Timone. Están tan cerca que no querrás dejar de asomarte a ninguno y lo mismo cambias de preferencia.
Yo me enamoré de Matera contemplando una foto sacada desde uno de sus miradores. Apuesto a que cuando te asomes a cualquiera de ellos tampoco podrás evitar el flechazo.
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