Que la fama de los grandes castillos del Loira no te impida ver el bosque. Y por bosque nos referimos a las decenas de castillos visitables en esta zona de Francia. Sabemos que el castillo de Meung-sur-Loire no es de los más conocidos, ni está en las rutas clásicas. Es poco probable que nunca nadie te pregunte si lo visitaste después de viajar al Valle del Loira. Pero, ¿qué tal preguntarlo tú? Te aseguramos que, cuando veas sus dos caras, te convencerás de que merece la pena y hablarás maravillas de él a tus amigos.

Nos vamos a la comuna –la división territorial francesa– de Meung-sur-Loire, en el distrito de Orleans. Es más probable que te suene el nombre de Meung porque aquí situó Alejandro Dumas el comienzo de Los tres mosqueteros: es donde nos encontramos por primera vez a d’Artagnan. Pero no creas que son solo personajes de ficción los que han pasado por sus calles… y por su castillo –castillo que no pisó d’Artagnan–.
Prepárate para visitar un castillo-museo lleno de objetos históricos y curiosos, uno de los más antiguos del valle del Loira.
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¿Cuántos castillos visitar en la zona? Echa un vistazo a nuestro artículo Castillos imprescindibles del valle del Loira y a nuestra ruta en coche por los castillos del Loira para organizar tu viaje. Y, si el tiempo te lo permite, ¿qué tal una ruta en coche por Normandía y el valle del Loira?
Un poco de historia del castillo de Meung-sur-Loire
Hemos dicho que el castillo de Meung-sur-Loire es de los más antiguos del valle del Loira. Sus dos torres del siglo XIII dan fe de ello. Pero ya desde el siglo VI aquí había un convento de madera, reconstruido en piedra en el siglo XI. A partir del siguiente siglo, el XII, el obispo empezó a vivir en una torre junto a la iglesia. Y en el sucesivo, el XIII, abandonó sus habitaciones en la torre. A partir de entonces, el castillo de Meung-sur-Loire se convirtió en su residencia y la de sus sucesores. ¿Por qué construyó un castillo un obispo? Porque tuvo unas “diferencias” con el rey y quiso dejar claro que él también tenía poder.

El castillo cayó en manos inglesas durante la Guerra de los Cien Años y fue la mismísima Juana de Arco la que lo liberó después de su victoria en la batalla de Orleans de 1429. También pasaron por sus salas reyes de Francia, como Luis XI o Francisco I. Otro huésped ilustre fue el poeta François Villon, aunque en este caso de sus calabozos, donde estuvo encarcelado.

El espaldarazo de esplendor definitivo se lo dio Louis-Gaston Fleuriau d’Armenonville –por supuesto, obispo– quien invirtió toda su fortuna en transformarlo en palacio. Construyó una nueva fachada y el ala sur. Su sucesor, Louis-Sextius Jarente de La Bruyère, lo dotó de unos jardines a imagen de Versalles. ¿Quién iba a pensar que pocos años después se iba a sublevar el pueblo francés? Sí, las obras se llevaron a cabo desde principios del siglo XVIII hasta poco antes de la Revolución Francesa.

Tras la Revolución Francesa, el castillo de Meung-sur-Loire se vendió a una familia de banqueros y, desde entonces, es una residencia privada. Privada, aunque con visitas guiadas.
El castillo de las dos caras
Con el rápido repaso histórico, ya te habrás dado cuenta del motivo por el que el castillo de Meung-sur-Loire recibe el apelativo de “castillo de las dos caras”. Hasta que Louis-Gaston Fleuriau d’Armenonville decidió levantar una segunda fachada, solo había una cara en Meung-sur-Loire. Concretamente, la medieval, que daba hacia la comuna. Para evitar a los invitados el tener que acercarse al pueblo, construyó una fachada de estilo neoclásico en la cara opuesta del edificio. Cuando veas las fotografías de una y otra fachada, pensarás que son dos edificios diferentes.

La visita: con qué te vas a encontrar
Nada menos que veinte salas completamente amuebladas y más de 2.000 objetos expuestos –los actuales propietarios son grandes coleccionistas– te esperan en tu visita al castillo de Meung-sur-Loire. Además de, por supuesto, un recorrido por la arquitectura de seis siglos –del XIII al XVIII– y un listado impresionante de personajes, batallas y hechos históricos ocurridos en sus dominios.

¿Sabías que…?
El castillo de Meung-sur-Loire es el segundo más grande de los castillos del Loira, solo por detrás de Chambord. Hablamos de ¡131 habitaciones!
El castillo de Meung-sur-Loire está “para entrar a vivir”. Eso sí, según la sala en la que decidas hacerlo, estarás en un siglo o en otro. El salón de la damas –donde recibían su educación las damas del castillo en el siglo XIX–, la biblioteca, la habitación de los dueños tras la Revolución, el cuarto del lino –donde se guardaban las sábanas y resto de ropa de casa–, la habitación de las enfermedades, el almacén de las velas, el ático –donde se tendía la ropa–… Ya hemos dicho que hay veinte salas, no te vas a aburrir. Nosotros te aseguramos que no lo hicimos en ningún momento.

Mención aparte merecen dos estancias de lo más humilde, pero las que más nos gustaron: el baño y la cocina. El baño es casi un spa, el obispo se cuidaba con mimo y es de los pocos de este estilo en los castillos del Loira –también hay un baño medieval–. La cocina, del siglo XVIII, tiene todos los enseres de la época y una enorme chimenea que todavía funciona y en la que se preparan platos de época en verano.

El subterráneo del castillo de Meung-sur-Loire
Eso sí, lo que más nos sorprendió fue la planta subterránea del castillo. Estrechos y oscuros túneles que recorren todo el edificio de fachada a fachada. Fueron utilizados como nevera y bodega por su temperatura constante de unos 12 grados. Pero el morbo es el que más tira: también fueron utilizados como lugar de tortura. Aunque encontramos una celda, hay que decir que la prisión como tal estaba bajo la torre, la celda es una recreación.

¿Sabías que…?
Al tratarse de un edificio religioso –la residencia del obispo– y por la cercanía a la iglesia, no podía haber tortura con sangre. Se utilizaba agua, más de la que podían beber. De hecho, las condenas no eran a muerte, sino a vida –cadenas perpétuas, vamos–. Solo uno de los presos fue liberado: François Villon, por el propio Luis XI.
Información práctica: ubicación, precios y horarios
El castillo de Meung-sur-Loire está en plena comuna de Meung, concretamente en el número 16 de la Place du Martroi. La estación de tren, Meung-sur-Loire, está a unos 750 metros. La manera más sencilla de llegar en tren es viajando a Orleans –hay trayecto directo desde París– y, desde allí, cambiar. De Orleans a Meung-sur-Loire son 12 minutos de viaje. Si vas en coche, no tienes más que seguir las indicaciones o preguntarle cómo llegar a Google Maps.

La entrada completa al castillo de Meung-sur-Loire tiene un precio de 9,50 €. El castillo abre de febrero a octubre, con un horario muy cambiante según el día, así que te recomendamos que eches un vistazo a su calendario actualizado para estar seguro de que no te encuentras las puertas cerradas cuando llegues.

Rincón Salta Conmigo
No forma parte del castillo en sí misma, pero no deberías dejar de visitar la colegiata de Saint-Liphard, la de las torres del siglo XII y la antigua residencia del obispo. Está justo frente al castillo.

Siempre quedan más castillos que visitar en el valle del Loira, ahora que conoces el castillo de Meung-sur-Loire, ¿no vas a ir a verlo?
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