¿Sabías que Alcalá de Henares fue la primera ciudad universitaria planificada del mundo y que sirvió de modelo a universidades europeas y de todo el planeta? Pues nosotros no teníamos ni idea, pero en nuestra última visita nos enteramos de que esta fue una de las razones que le valió el codiciado “título” de ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Lo que sí recordábamos era la maravillosa fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso y sus patios renacentistas.
Porque sí, el sueño del cardenal Cisneros se hizo realidad y la Universidad Cisneriana se convirtió en el Siglo de Oro en un gran centro del saber donde enseñaron y estudiaron maestros de la talla de Nebrija, Lope de Vega, Quevedo o Calderón, solo por nombrar algunos. Y en el siglo XVIII llegó aquí Jovellanos y se otorgó el grado de doctora en Filosofía a la primera mujer en España, María Isidra de Guzmán y de la Cerda. Vamos, es pura historia del saber. Pero, más allá de su valor histórico, en el Colegio Mayor de San Ildefonso hay alto riesgo de sufrir síndrome de Stendhal. Vale, no es Florencia, pero el Renacimiento está muy presente.
Así que, si te gusta el arte, no deberías pararte solo ante esa fachada. Además, si entras, como plus podrás acceder a la sala en la que se entregan los Premios Cervantes. Tampoco deberías perderte los Colegios Menores de la Universidad Cisneriana. ¿Qué tal asomarte a edificios con siglos de historia en los que siguen estudiando alumnos de la Universidad de Alcalá de Henares del siglo XXI? La mezcla de decoración renacentista y barroca con sus toques contemporáneos es, cuanto menos, curiosa.
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Precios y horarios de las visitas guiadas a la Universidad de Alcalá de Henares
La visita al Colegio Mayor de la Universidad Cisneriana y a la capilla de San Ildefonso se puede hacer solo con visita guiada. Hay visitas en grupo de 45 minutos de duración todos los días por las mañanas. Salen cada media hora desde las 10:00 hasta las 13:00 y la tarifa es de 6 €. Los horarios van cambiando según la temporada, y más ahora con la pandemia, así que te aconsejamos contactar con ellos antes de la visita al teléfono o al correo electrónico que tienes en la página web oficial de la Universidad de Alcalá, donde hay, además, información sobre las tarifas reducidas. También es aconsejable reservar, ya que el aforo es limitado a 9 personas por grupo. Los horarios de las visitas no están actualizados en la web.
Aquí te damos unas pinceladas de esa historia que te contarán en la visita guiada, para que vayas preparado. En la visita también te enterarás de alguna que otra curiosidad sobre la vida universitaria de hace cinco siglos.
La Universidad Cisneriana: un poco de historia
Todo empieza el 13 de abril de 1499. Es entonces cuando el cardenal Cisneros consigue del Papa Alejandro VI la bula para la fundación de la Universidad Complutense –en recuerdo de la ciudad romana de Complutum–, donde se impartirían artes liberales, teología y derecho canónico.
Cisneros concibió la universidad como una ciudad independiente, con su hospital, su cárcel e incluso sus propias leyes. Eso sí, aunque la estructura fue ideada por él, no la vio acabada: el paraninfo y la capilla universitaria son las dos únicas construcciones de su época. En 1499 tenía más de 60 años y algo de prisa por cumplir su sueño. Por ello, construyó el Colegio Mayor de San Ildefonso con materiales pobres –ladrillo y adobe–, nada que ver con lo que encontrarás hoy en día. Pero sabía que no quedaría así. Como le dijo a Fernando II en la inauguración: “Otros harán en piedra lo que yo he hecho en barro”. Y así fue.
En 1836, con la desamortización de Mendizábal, la universidad, fundada por la Iglesia, se clausuró. Se trasladó a Madrid, donde se mantiene como Universidad Complutense, mientras que su sede original volvió a abrir en 1977 como Universidad de Alcalá de Henares. En 1988 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¿Sabías que…?
Con la desamortización, el Conde de Quinto compró el Colegio Mayor, vendió sus obras e instaló ¡una fábrica de gusanos de seda en un patio! Iba incluso a vender la fachada piedra a piedra. Por suerte, en 1850, diferentes familias de Alcalá se unieron para comprarlo, junto a algunos colegios menores. Constituyeron la Sociedad de Condueños, actual propietaria de los edificios, aunque estén cedidos a la Universidad de Alcalá de Henares. Fue la primera sociedad particular creada en España para salvar y conservar un patrimonio artístico.
La visita al Colegio Mayor de San Ildefonso: qué vas a a ver
El conjunto del Colegio Mayor de San Ildefonso y actual rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares es bastante grande y hay diferentes espacios a los que podrás acceder con la visita guiada. Además de la fachada –que por supuesto puedes ver sin visita, aunque con ella la entenderás un poco más–, están los tres patios de la Universidad Cisneriana, su paraninfo y la capilla de San Ildefonso, con otro patio más que le da acceso.
La fachada: maravilla plateresca
Si has estado en Alcalá de Henares, aunque solo hayas dado un paseo rápido por su casco histórico, se te habrá grabado en la memoria la gran fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso. Y no es casualidad: además de ser la obra más emblemática de la Universidad de Alcalá de Henares sus relieves platerescos son considerados toda una obra maestra del Renacimiento español. Eso sí, Cisneros no la vio nunca: se realizó entre 1537 y 1553 cuando el cardenal ya había pasado a mejor vida. ¡Vaya si hubo piedra después de usted, cardenal!
¿Sabías que…?
La fachada fue construida por Rodrigo Gil de Hontañón, arquitecto de las catedrales de Salamanca y Segovia. En su decoración trabajaron algunos de los mejores entalladores de la época y sus rejas fueron forjadas por maestros de la catedral de Toledo.
En la visita guiada te explicarán su significado y te hablarán de los “protagonistas” de sus relieves. Desde el cordón franciscano o su escudo, que recuerda la fundación de Cisneros, hasta San Ildefonso en la ventana central. Pasando por los atlantes y los alabarderos de los Tercios de Flandes sustentando y protegiendo el saber de la biblioteca; los santos y doctores de la Iglesia, y, cómo no, el emperador Carlos V –con su escudo junto a las columnas de Hércules y el lema “Plus Ultra”– y la Santísima Trinidad. Lo que puede que no te digan es dónde encontrar el cerdo… como pasa con la rana de la Universidad de Salamanca, tendrás que buscarlo tú si quieres aprobar.
El patio de Santo Tomás de Villanueva: otros lo hicieron en piedra…
Ya es hora de cruzar el umbral de esa fachada y de encontrarte con los tres patios de la Universidad Cisneriana. El primero y más espectacular es el patio Mayor de Escuela o patio de Santo Tomás de Villanueva, el primer estudiante canonizado de la Universidad de Alcalá de Henares. Lo realizó Juan Gómez de Mora –el de la plaza Mayor de Madrid– alrededor de 1618 así que, de nuevo, Cisneros no lo vio nunca. Bajo cada pináculo en lo alto del patio hay una letra que forma la frase en latín «En luteam olim celebra marmoream«, “Antes en barro, ahora en piedra”, para recordar lo que le comentó el cardenal al rey. Y de nuevo, ¡vaya trabajo en piedra! Granito gris para ser exactos.
El patio de Filósofos
El segundo es el patio de Filósofos, este sí en ladrillo –aunque el actual no es el original de principios del siglo XVI: es del siglo XX–. Aquí se abrían diferentes edificios administrativos y almacenes y se accedía a la cárcel y al hospital de la universidad. Antes de irte, no olvides saludar al artífice de todo esto, el cardenal Cisneros: hay una estatua de él de principios del siglo XXI. También puedes pasar por la Puerta de la Gloria, atravesada en su día por los estudiantes que aprobaban. Pero si no has aprobado no podrás pasar por la Puerta de los Burros, desapareció con la reforma del siglo XX.
¿Sabías que…?
Quevedo “visitó” en más de una ocasión la cárcel universitaria y es protagonista de unas cuantas historias peculiares. Los estudiantes tenían prohibido salir por la noche y él una vez ¡se ató a unas sábanas y se descolgó por la fachada de la universidad! Se quedó enganchado en una reja colgando y se dice que un centinela de ronda preguntó: “¿Quién va?”. A lo que Quevedo respondió: “Soy Quevedo, que ni sube, ni baja y aquí está quedo”.
El patio Trilingüe
El tercero y último es el renacentista patio Trilingüe, que pertenece en realidad al antiguo Colegio Menor de San Jerónimo o Colegio Trilingüe. El nombre se debe a que ahí se estudiaban las tres lenguas clásicas: latín, griego y hebreo, representadas hoy por los tres grandes cipreses que se alzan ahí.
El paraninfo universitario: donde se entregan los premios Cervantes
En el patio Trilingüe se abre también el Aula Magna de la universidad, la sala más emblemática del Colegio Mayor de San Ildefonso: su paraninfo o teatro escolástico. Aquí se imponían los grados y tenían lugar los actos académicos más solemnes. De hecho, todavía hoy en ella reciben la orla los estudiantes de Letras.
Aunque ahora es más conocido por otro motivo: aquí es donde se entregan los Premios Cervantes. Sí, aquí es donde los reyes se encargan de la entrega cada 23 de abril. Antes de acceder al paraninfo, fíjate en la pared conmemorativa con los nombres de todos los ganadores desde su primera edición en 1976. Dentro de la sala hay una réplica a gran tamaño de la medalla que se entrega al ganador.
Pero lo mejor del paraninfo es su artesonado mudejar del siglo XVI –¡con las piezas de madera encajadas sin clavos!–; la decoración en yesería plateresca de la galería que recorre todo el piso superior, y el suelo, también original, de azulejería mudejar realizado con piezas de cerámica talaverana encajadas en arena. No vas a tener ojos para tantos detalles. Por cierto, ese suelo sobrevivió a pesar de –o gracias a– ser cubierto con cemento en los tiempos de la granja de gusanos de seda…
En los muros se recuerdan los nombres de muchos personajes famosos que pasaron por la universidad. Aunque no acabaran los estudios, como Ignacio de Loyola, quien no aprobó nada y se licenció en la Sorbona de París.
La capilla de San Ildefonso y el sepulcro de Cisneros
Lo último que se visita, tras pasar por otro patio del siglo XVII –el patio de las Lenguas–, es uno de los lugares más antiguos de la universidad: la capilla de San Ildefonso, de principios del siglo XVI. Está dedicada, como el Colegio Mayor, al santo patrono de Toledo: San Ildefonso. Cisneros era arzobispo de Toledo y de su archidiócesis dependía Alcalá de Henares.
Aquí se encuentra el gran sepulcro –hoy cenotafio, su cuerpo reposa en la catedral– del cardenal, realizado en Génova con mármol de Carrara y colocado en la capilla en 1521. Según nos comentó la guía, es uno de los sepulcros más caros de la historia de España. Lo que está claro es que es otra joya del Renacimiento, aunque haya sufrido sus penas, sobre todo en la Guerra Civil. No te pierdas ni un detalle de sus relieves. Entre motivos animales y vegetales, santos y escenas bíblicas, hay también alusiones a las enseñanzas impartidas en la universidad, con las las figuras del Quadrivium –aritmética, música, astronomía y geometría– y las del Trivium –gramática, dialéctica y retórica–, además de la teología, claro. Aquí tienes una explicación de todos los relieves.
Pero el sepulcro no es lo único ni lo primero que te llamará la atención en la capilla de San Ildefonso. Porque ¿qué tal ese pedazo de artesonado mudejar –una vez más, encajado sin clavos– y esas yeserías con motivos entre árabes, góticos y renacentistas de sus muros? Siento repetirme pero… son otras joyas del primer Renacimiento español. Está claro que si te gusta el arte renacentista, la Universidad de Alcalá de Henares es tu sitio.
La visita a los colegios menores de la Universidad Cisneriana
En los siglos XVI y XVII la Universidad Complutense de Alcalá de Henares se convirtió en un gran centro académico y esa ciudad universitaria ideada por Cisneros se fue desarrollando cada vez más. Alrededor del Colegio Mayor se levantaron, como complemento a él y para el servicio de la Universidad, los diferentes Colegios Menores. ¡Llegó a haber más de medio centenar! Hoy algunos siguen siendo edificios administrativos o facultades de la Universidad de Alcalá de Henares. Sí, los estudiantes tienen el privilegio de estudiar entre arte renacentista y barroco.
Lo bueno es que, al ser facultades, se puede entrar a echar un vistazo a los edificios, muchos de ellos en la llamada calle Colegios, en un alarde de creatividad. Aquí tienes algunos de los más interesantes.
- El Colegio de Málaga, hoy sede de los estudios de Historia y Humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH, con sus dos grandes claustros separados por una escalera monumental con una cúpula –fíjate en su fresco contemporáneo–.
- El Colegio de Caracciolos, sede de los estudios de Filología Hispánica e Inglesa, también de la Facultad de Filosofía y Letras, con una estructura muy parecida a la del Colegio de Málaga. Su iglesia es hoy una sala de exposiciones.
- El Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, sede de la Facultad de Derecho de la UAH, con su gran escalera monumental y su iglesia, hoy Santa María la Mayor.
- El Colegio Convento de Carmelitas Calzados, sede de la Escuela de Arquitectura de la UAH, con su gran patio reformado y decorado por los estudiantes.
- El Colegio de Trinitarios, del Centro de Lenguas Extranjeras de la UAH. Su iglesia se ha transformado en la biblioteca de Estudios Norteamericanos y es visitable.
Cómo llegar a la Universidad de Alcalá de Henares
Aquí tienes un mapa con el Colegio Mayor y los diferentes Colegios Menores, para que te vayas ubicando y entres a curiosear en los que te pillen de camino.
La dirección del Colegio Mayor de San Ildefonso y rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares es plaza San Diego sin número. Está en pleno centro de Alcalá de Henares y, desde la estación de Cercanías es un paseo de diez minutos. Con el mapa de arriba y la inestimable ayuda del amigo Google Maps, tendrás fácil llegar.
Ahora ya solo te queda ir a Alcalá de Henares para encontrarte con esas maravillas renacentistas.
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