Dónde comer en Cascais: restaurantes, marisquerías, tabernas… y más

Que el pulpo y el bacalao son pilares en la gastronomía portuguesa no es algo que vayamos a descubrirle a nadie. Pero hay vida más allá de ellos. Mientras recorríamos el antiguo pueblo de pescadores buscando los lugares que ver en Cascais, íbamos haciendo hambre para disfrutar también de su gastronomía y tomando nota de dónde comer en Cascais.

Como no podía ser de otra manera, probamos el bacalao y el pulpo en muchas variantes, pero también otros pescados, mariscos, carnes y hasta helados. En marisquerías, tabernas y restaurantes de toda la vida. Animados y tranquilos, pequeños y grandes, en el casco histórico y en el puerto… Dicho así, parece que pasamos más tiempo comiendo que recorriendo la ciudad. Pero, ya verás que es que resulta muy difícil alejarse de la comida en Cascais: todo está delicioso.

Si lo tuyo es el dulce, un goloso en toda regla, también tenemos sugerencias para ti. Si no probar el pulpo y el bacalao es no viajar a Portugal, no disfrutar de los pastéis de nata es pecado.

Qué comer en Cascais: platos típicos

Pulpo y bacalao. Era evidente que no podían faltar. Una de las recetas más típicas de los dos es á lagareiro: asados con patatas, cebolla, ajo y aceite. Pero también encontramos el pulpo frito, pulpitos guisados y hasta arroz con pulpo. Con el bacalao tampoco se quedan atrás: brás de bacalao –bacalao con huevo cocido y patatas fritas–, bacalao con nata y hasta risotto de bacalao.

El antiguo pueblo pesquero sigue manteniendo su tradición marinera y son muchos los platos de pescado y marisco, guisados y a la plancha, con los que nos lamimos los dedos. Cascais es el lugar perfecto para disfrutar del sabor del mar… y eso que nosotros somos de los más carnívoro.

Por supuesto, el queso es el entrante básico que aparece en la mesa nada más sentarte. Aunque tenemos que decir que menos que en Lisboa –en algunos restaurantes de pescado no estaba en la carta–.

Dado que nosotros no bebemos más que agua con las comidas, todos los precios de los restaurantes los ponemos sin indicar el precio de las bebidas.

Dónde comer en Cascais: empezamos por marisco en Mariscaria

En un puerto pesquero, es evidente que el mar tiene un lugar de honor en la gastronomía. ¿Qué hicimos nosotros? Ir a una marisquería a las primeras de cambio. No había razón para esperar más. Y, puestos a elegir, una que directamente se llama Mariscaria. En realidad, nos llevaron, fue una parada en la visita guiada a Cascais.

Lo bueno de comer tres es que hubo posibilidad de disfrutar de más platos del restaurante. Tenemos que confesar que ya nos costó decidir pero, al menos, pudimos probar la feijoada de camarão –judías blancas con gambas–, además del plato estrella de la casa. Plato que no es otro que la travessa marinero, una bandeja con dorada y calamares a la plancha, mejillones al natural y guarnición de patatas “a murro”. En una palabra “el mar”, con guarnición. Como no podía ser de otra manera, de entrante llegaron los quesos –de Azeitao y otra variedad– y unas almejas.

Más allá de las almejas –no soy nada fan de ellas, aunque Sara dijo que estaban muy buenas–, no sería capaz de decir qué me gustó más. Todo delicioso y lo bastante contundente como para que no hubiera necesidad de postre.

Dirección: R. das Flores 8, 2750-348
Precio: unos 75 euros sin bebida, tres personas

El restaurante de Cascais donde tienes que comer pulpo: Polvo Vadio

Ya he dicho que hay vida más allá del pulpo, pero tampoco hace falta dejar de disfrutarlo. Si para el marisco el restaurante se llamaba Mariscaria, para el pulpo fue Polvo Vadio, “pulpo perdido” en español.

El local es pequeño y lleno de mesas, que están muy juntas unas de otras: la camarera tenía que hacer verdaderos equilibrios para pasar entre ellas con los platos. Eso sí, lleno hasta la bandera y no nos extraña porque ¡cómo hacen el pulpo!

Nosotros probamos pulpo frito con mayonesa de ajo, pulpitos guisados en vino tinto y pulpo á lagareiro. ¿No querías pulpo? Toma tres tazas. Y más no, porque ya estábamos llenos, pero todavía lo preparan con más recetas. Si, como nosotros, eliges Polvo Vadio para cenar en Cascais, reserva antes… ya hemos dicho que se llena.

Dirección: Rua Afonso Sanches 47
Precio: entre los dos 37 € sin bebida
Web: Polvo Vadio

Uno de los mejores restaurantes de Cascais: el restaurante Maria Pia

El restaurante Maria Pia, junto al Club Naval de Cascais, tiene unas vistas del puerto y de la muralla de la ciudadela por las que ya valdría la pena entrar. Eso sí, una vez dentro y con la comida delante, olvidas mirar por los enormes ventanales y te centras en lo que tienes en el plato.

Nos lanzamos a la carta y, como queríamos probarlo todo, acabamos con entrantes, plato principal y postre. Los entrantes consistieron en tempura de camarón, mejillón y calamar y ceviche de lubina. De plato principal, arroz de pulpo –sí, el pulpo nos encanta– y atún braseado. Para cerrar con a laranjeira –una tarta de naranja con la que todavía soñamos– y chocolate con fresas. Sí, salimos casi rodando y con una sonrisa de felicidad que nos duró toda la tarde.

El local es muy elegante y los camareros muy simpáticos, aunque el servicio es algo lento. Tenlo en cuenta si tienes visitas con hora después de comer.

Dirección: Passeio Dona Maria Pia
Precio: entre los dos 57 € sin bebida
Web: Restaurante Maria Pia

Otro de nuestros lugares favoritos donde comer en Cascais: la Taberna da Praça

La antigua ciudadela de Cascais, además de uno de los palacios de la República, hoy acoge galerías de arte, un hotel y una taberna –en realidad, el restaurante del hotel, aunque tenga acceso separado–. El hotel es una de las Pousadas portuguesas, al estilo de los Paradores españoles, se trata de la Pousada Cascais Cidadela Historic Hotel.

La Taberna da Praça, en plena plaza interior de la ciudadela, es un lugar en el que comer pestiscos, pequeñas porciones –aunque algunos fueron casi platos completos– de platos tradicionales, algo así como las raciones españolas. De hecho, tienen “menús” según el número y el tipo de raciones que elijas. Nosotros probamos las bolinhas de al-heira de caça, una especie de croquetas de pollo y cerdo; pão de mafra con queijo da ilha, pan relleno de queso y bacon, tan rico como suena; brás de bacalao, no puede faltar el bacalao, y garoupa em suco de caldeirada, otro delicioso plato de pescado. De postre, abade de priscos –un pudding de huevo– y una mousse de chocolate. Todo delicioso, aunque un escalón por encima el brás de bacalao y el pão de mafra con queijo da ilha.

Una elección perfecta en un lugar muy tranquilo para cenar en Cascais.

Dirección: Cidadela de Cascais, Av. Dom Carlos I
Precio: todos estos petiscos por 50 € sin bebida
Web: La del hotel

Comer con niños en Cascais (y no solo): Pizzaria Gordinni Marina Cascais

¿Una pizzería en un listado de lugares donde comer en Cascais? ¿Una pizzería en Portugal en la que ha comido una italiana? Pues sí, es una opción extraña para nosotros que somos más de probar restaurantes locales… pero nos sorprendió muy gratamente. Además, el lugar era perfecto para coger después el barco que nos llevaba por la costa hasta Lisboa. Esa fue la razón principal para comer en la pizzaria Gordinni Marina: quedaba bien situada para después… y tenemos que confesar que no esperábamos mucho.

Elegimos un ingrediente básico portugués –incluso en la pizzería tenían– en formato risotto de bacalao y un clásico sencillo de la cocina italiana: mozzarella de búfala. Los segundos fueron tournedó con salsa, bacon y chorizo –espectacular– y seguimos fieles al bacalao, esta vez con nata –también muy bueno–. Platos algo menos refinados, más sencillos –aptos para niños, había unos cuantos– y contundentes, pero también muy ricos.

Entramos con prejuicios y salimos encantados. A pesar de ser bastante grande y estar lleno de turistas, el servicio también fue rápido. Una grata sorpresa, aunque si lo tuyo es comer con la vista no lo disfrutarás tanto, no emplatan para Instagram.

Dirección: Marina de Cascais Lj 50-51
Precio: entre los dos 60 € sin bebida

Fora de Pé: ¡más pescado y marisco, es la guerra!

Dejamos para el final el que, dentro que también nos gustó, nos pareció el más flojo de los restaurantes de Cascais que probamos: Fora de Pé. Vaya por delante que nos encontramos con un exceso de pimiento que, en nuestro caso, es cualquier cantidad de pimiento superior a nada: no nos gusta. Si no tienes ese pequeño handicap, seguro que lo disfrutas más.

La cosa comenzó muy bien con un delicioso tartar de atún, pero cuando descubrimos el pimiento en el ceviche… De nuevo, si te gusta el pimiento no hay problema, aunque desde luego la receta peruana no lo lleva –lleva ají, que es otra historia–. De segundo pedimos un mixto de pez y marisco a la parrilla para compartir. Tenemos que confesar que nos vinimos arriba, era para un mínimo de dos personas y, a pesar de lo que comemos nosotros, fue demasiado. Lubina, dorada, mero, pulpo, atún, camarones, mejillones, navajas, ostras… que se apilaban sin mucho orden en la bandeja.

El pescado a la plancha estaba un poco seco –aunque puede ser que se fuera enfriando según pasaba el tiempo e íbamos excavando en esa bandeja– y acabamos dejando unos cuantos trozos porque ya no podíamos más. Postre está claro que no pedimos.

Dirección: Rua Flores 10A
Precio: 75 € sin bebida
Web: Fora da Pé

Dónde comer en Cascais para golosos: pastelerías y una heladería

Uno no puede viajar a Portugal y no probar los pastéis de nata. En Cascais, bueno, en Estoril, nos recomendaron los del Hotel Palacio y allá que fuimos por el paseo marítimo. Es una caminata de una media hora desde el centro histórico de Cascais, perfecta para ir abriendo el apetito. ¿Por qué ir “tan lejos”? Porque los pastéis de nata del Hotel Palacio han ganado premios al mejor pastel de nata de Portugal… No diremos más.

También en Estoril –ojo, que si quieres andar menos también se puede llegar en cercanías, en autobús o en taxi–, pasamos por la Pastelaria Garrett. Otra institución en lo que a golosos se refiere en la zona. Es casi imposible decidirse por uno de sus muchos dulces, pero nosotros probamos tres. Claudinos, milhojas con merengue. Empuerados, una especia de yemas de Santa Teresa. Y las típicas Areias de Cascais, pastas hechas con harina, azúcar y mantequilla. Areia significa arena: porque, al desmenuzarse, parecen literalmente hechas de arena de playa.

Y, ¿nada en Cascais? Sí, también hay Cascais para golosos. Nos hablaron mucho de una heladería de toda la vida. Una heladería abierta por un italiano en 1949 y que sigue en manos de la misma familia: la heladería Santini. Tenemos que decir que no llegan al nivel de las heladerías de Bolonia, pero estaban bastante buenos. Si recuerdas haber visto una heladería Santini en Portugal y nunca has estado el Cascais, no te estás confundiendo, tienen diez locales en todo el país. Aunque el primero fue este.

Está claro que no vas a pasar hambre en Cascais.