Desde el siglo IV a.C. ya vivía gente en la actual Vic. Ausetanos, romanos, visigodos, sarracenos… todos pasaron por su territorio, pero pocas de aquellas huellas siguen visibles hoy en día en la capital de la comarca de Osona, en la provincia de Barcelona. Tras la Reconquista, en el siglo IX, la ciudad fue destruida y apenas quedaron restos de todos esos pueblos. Con todo y con eso, en los siguientes once siglos no han dejado de aparecer motivos por los que merece la pena hacerle una visita a la ciudad… o eso pensamos nosotros al recorrer los alrededores de Barcelona.
Con tantos siglos de historia en la ciudad, nos ha parecido simpático ordenar los lugares de interés turístico de Vic por orden cronológico, comenzando por lo más antiguo y llegando al siglo XXI. Sí, también hay cosas que ver en Vic del siglo XXI, la ciudad sigue muy viva.
El templo romano, un imprescindible que ver en Vic
Decía que pocas huellas eran todavía visibles del pasado de Vic, pero hay una que nos lleva casi hasta sus orígenes. Viajamos hasta el siglo II de nuestra era y nos “trasladamos” a Vicus Ausonae, el nombre con el que los romanos rebautizaron a la antigua Asua de los ausetanos. En ese momento se construyó un templo en el punto más alto de la ciudad. Un templo que después desapareció durante siglos dentro de los muros de un castillo: el castillo de los Moncada.
¿Cómo puede desaparecer un templo romano? Dicho así uno se imagina a David Copperfield realizando uno de sus trucos o a Harry Potter lanzandole su capa de invisibilidad por encima… Pero no, fue algo mucho más sencillo: se utilizaron los muros del templo en la estructura del castillo construido en el siglo XI. Los constructores debieron pensar “estos muros tienen pinta de llevar aquí mucho tiempo y han aguantado… vamos a aprovecharlos”.
Hasta 1882, nadie en Vic –en aquella época Vich– sabía que había un templo romano en su ciudad. Fue entonces cuando, al ir a derribar el viejo castillo, se descubrieron uno de sus capiteles y sus muros. Porque sí, hay un templo romano en Vic, pero lo que vemos hoy en día es una reconstrucción ideal del siglo XIX a partir del capitel. Sólo ese capitel, un trocito de columna y los muros son originales. Aún así, los más de cien años que han pasado desde la reconstrucción lo han vuelto a convertir en un edificio histórico. Hasta se pueden ver restos de metralla de la Guerra Civil en las columnas.
La plaza mayor, sea o no el día del mercado
La plaza mayor de Vic es una de las plazas porticadas más grandes de Cataluña y, aunque los edificios que la circundan son “relativamente” modernos, es uno de los lugares con más historia de la ciudad. Las primeras construcciones alrededor de la plaza del mercado se levantaron en los siglos XII y XIII –no te pongas a buscar edificios tan antiguos porque no quedan restos–, pero el mercado se realizaba desde mucho antes en esa explanada.
¿Sabías que…?
¿Por qué hay pórticos en la plaza mayor de Vic? Para que hubiera un lugar donde resguardarse de la lluvia los días de mercado. Si te sorprende, como a nosotros, la altura de los pórticos, el motivo es una ley de la época que obligaba a permitir el paso de un hombre a caballo debajo de los mismos.
Si tienes ocasión de visitar la plaza mayor en martes o sábado, no la desaproveches. Es en esos días cuando se celebra el mercado. Dos días por semana como vestigio de dos antiguos mercados diferentes. Durante siglos, la ciudad estuvo dividida en dos partes: una bajo el control del obispo y otra del conde, cada una con su mercado semanal. Esta curiosidad histórica, y otras muchas, nos la contó Xavier, guía de Forum Vicus, que nos acompañó por la ciudad.
Lo “malo” de visitar la plaza en día de mercado es que es más difícil darse cuenta de que su interior no está empedrado ni asfaltado, sigue siendo de arena. Una curiosidad más: hay una ordenanza municipal que obliga a colocar los tenderetes sobre los puestos y que regula las mercancías a la venta para mantener su carácter histórico, con frutas, verduras y hasta aves.
Los restos de la muralla: vestigios de la Vic medieval
Una ciudad medieval no podía no tener muralla. Sí, Vic también estuvo amurallada aunque, una vez más, no son muchos los restos que han resistido hasta nuestros días. Paseando por la Rambla de Montcada –los del castillo del templo romano– te encontrarás con uno de los paños mejor conservados. De hecho, todavía cuelgan de él las anillas donde se ataba al ganado los días de mercado.
Siguiendo por la rambla se llega al puente de Queralt, del siglo XI, que daba paso al portal de Queralt, la puerta de entrada a Vic desde Barcelona. Más actuales, pero también desde el puente, se ven las antiguas curtidurías de la ciudad. Como en el caso de Igualada, la industria del curtido de piel era una de las más antiguas de la ciudad, aunque aquí haya desaparecido. Nosotros no tuvimos ocasión de hacerlo pero, si a ti te interesa el tema, puedes visitar el Museo del arte de la piel, en el Carrer de l’Arquebisbe Alemany.
La catedral de San Pedro de Vic
Nos mantenemos en la Edad Media y nos encontramos con el campanario y la cripta de la catedral de San Pedro. Los dos del siglo XI y los únicos restos de la antigua catedral –los incluimos en nuestras joyas del románico en Barcelona–. Por cierto, el campanario románico es el más alto de Cataluña, más incluso que los de las iglesias de la Vall de Boi.
Vale, damos un salto en el tiempo pero, ya que estamos delante del campanario, no podemos dejar de hablar de la propia catedral. Aunque pueda parecer más antigua, se trata de un edificio de estilo neoclásico del siglo XVIII.
Los murales de Josep Maria Sert
Lo más famoso de la catedral, y una de las cosas que no puedes dejar de ver en Vic, son los murales del pintor Josep Maria Sert, conocido como el “escultor de la pintura” por su dominio de la anatomía. El artista recibió el encargo de decorar las paredes de la catedral en el año 1900. Se convirtió en su obra cumbre, la que le hizo famoso y le abrió las puertas del Rockefeller Center o del edificio de Naciones Unidas de Ginebra que también decoró.
La obra que cubre las paredes de la catedral es mucho más oscura y enfadada que la original. La primera idea del pintor se basaba en la exaltación triunfal de la Iglesia, mientras que la que se ve hoy se centra en la pasión, el sufrimiento de la humanidad. ¿Por qué el cambio? Porque su obra original desapareció en un incendio durante la Guerra Civil y esa guerra se llevó también parte de su “alegría” a la hora de volver a crear los murales.
Los 2.000 metros cuadrados de murales de Sert con sus colores oscuros, en el oscuro interior de la catedral, te golpean nada más atravesar su pórtico. Desde la parte superior de las capillas laterales hasta el ábside y la contrafachada, te será difícil no sobrecogerte.
El Ayuntamiento de Vic
No te dejes engañar: el tamaño del edificio del ayuntamiento te puede hacer pensar que hemos vuelto a saltar en el tiempo, pero no. La parte más antigua, la lonja del trigo –que hoy acoge la oficina de turismo–, es del siglo XIV.
Salas de estilo barroco, ventanales góticos y un balcón a la plaza mayor que ofrece una vista inmejorable son los motivos por los que incluir el ayuntamiento entre las cosas que ver en Vic. Por no mencionar las obras de Josep Maria Sert que cuelgan en sus muros y algunos trabajos preparatorios para el proyecto de decoración del Hotel Waldorf Astoria de Manhattan (1929-1931). Atento a las cariátides embarazadas, por la gestación de las ideas políticas.
Rincón SaltaConmigo
Las calles del casco histórico de Vic eran antiguos caminos irregulares por los que pasaban los carros con las mercancías que se vendían los días de mercado. Siglos y siglos de paso de carros dejaron su marca indeleble en los adoquines. Marca indeleble que se llevó por delante el asfalto en los años 80 del siglo pasado. ¿Por qué lo comentamos entonces? Porque se conservó una calle con el pavimento original como recuerdo: la calle Canyelles, donde todavía es posible imaginar el paso de carros tirados por bueyes camino de la plaza mayor.
La Casa Riera Ordeix, la fábrica de salchichón de Vic del casco histórico
Más allá de las curtidurías, Vic es famoso por sus embutidos, en especial por el salchichón de Vic. De hecho, el salchichón de Vic, llonganissa de Vic en catalán, tiene indicación geográfica protegida, IGP. Llegó a haber treinta y una fábricas de embutido en el interior de la ciudad, pero sólo una queda en su emplazamiento original. Se trata de la Casa Riera Ordeix, en la plaza de los mártires desde 1852.
Además de mantenerse en el mismo lugar, también se ha mantenido en manos de la misma familia: la actual es nada menos que la sexta generación de propietarios. Y, lo más importante, sigue fiel a sus orígenes en la elaboración de sus salchichones, utilizando el mismo proceso de secado natural que cuando abrió sus puertas.
Atravesamos el portal del número 14 de la plaza de los mártires y, de repente, nos encontramos rodeados de un olor cautivador y penetrante que nos hizo salivar en el acto. Pero los más increíble llegó al subir a las plantas superiores: allí se encuentran las vigas de madera de 160 años en las que se siguen colgando los salchichones, a mano y uno a uno.
Nos explicaron que la producción se para durante los meses de verano porque la temperatura es demasiado alta para el secado y que se cierran las ventanas en función de la dirección del viento, de la lluvia y de la niebla –ojo, que Vic es famosa por su niebla en invierno–. Si piensas que tienen un sistema automático como el de los limpiaparabrisas del coche que se ponen en marcha a la primera gota, estás equivocado. Hasta que hubo serenos, eran ellos los que avisaban al responsable si había un cambio de tiempo por la noche. Ahora es internet, pero se tiene que seguir levantando de la cama para ir a cerrar las ventanas. Por suerte, el responsable vive al lado de la fábrica.
Tan artesanal es todo el proceso, desde el llenado de la tripa –sin colorantes ni conservantes– hasta el cepillado del moho durante el secado y el colgado y el descolgado, que después se envuelven también a mano.
Podemos asegurar que son deliciosos… si se me está haciendo la boca agua mientras escribo esto y recuerdo su sabor. Eso sí, la modernidad sí que ha llegado: se puede comprar desde su web y se organizan visitas turísticas a la fábrica de una hora de duración.
El museo episcopal de Vic
Xavier nos explicó que el museo episcopal de Vic se salvó del incendio que arrasó la catedral porque el cura se vistió de paisano, se cubrió la tonsura con una boina y pidió a los bomberos que le echaran agua al museo después de que prendieran fuego a la catedral.
Creado en 1891, el edificio que lo acoge hoy en día se inauguró en el año 2002. Sí, ya hemos llegado al siglo XXI en este repaso por los principales lugares que ver en Vic. En su interior se exponen más de 29.000 piezas, una de las mejores colecciones de Europa de arte medieval. No en vano, ha sido declarado museo de interés nacional.
Mapa de lugares turísticos que ver en Vic
Si estás pensando en viajar a Vic y lo del orden cronológico te ha parecido interesante pero te estropea un poco la ruta por la ciudad, tranquilo. Como siempre, hemos preparado un mapa con los lugares de interés turístico para que te organices como quieras y optimices tus pasos por Vic.
Dónde comer en Vic
Vaya por delante que no hicimos un estudio exhaustivo de los restaurantes de Vic. De hecho, sólo estuvimos un día sin quedarnos a dormir. Así que, nuestra recomendación se basa en una única prueba, pero muy satisfactoria. Comimos en el restaurante El Jardinet, a dos pasos de museo episcopal y del templo romano.
Nuestra elección fue: berenjena con bacon y queso brie de primero y de segundo careta de cerdo al horno y arroz con boletus y butifarra. De postre, crema catalana. Todo muy bueno y era el menú del día por 15,50 €.
Te sorprenderás por el templo romano y te enamorarás por el salchichón, pero el resto de paradas te convencerán de que merece la pena una escapada a Vic.
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8 Comentarios
Excelente guía por Vic.
Tengo una duda. ¿En Vic nació Nues Catalá?
Hola, Daniel. ¡Bienvenido al blog!
Muchas gracias por tu comentario. Eso sí, no sabemos responder a tu pregunta.
¡Buenos viajes!
Excelente artículo y muy completo de la mejor ciudad de Europa y del Mundo, muchas gracias por compartir y hacer más famosa mi gran ciudad!
Hola Joan y bienvenido al blog 🙂
Muchas gracias por el comentario y por mantener tan bonita a Vic 😉
Hola! Muy buenos consejos!! Consulta…Cuanto demora en hacer la ruta que describes en Vic?
Muchas gracias!
Hola Claudia y bienvenida al blog 🙂
Puedes ver Vic tranquilamente en una mañana. Si quieres visitar el museo necesitarás algo más de tiempo, eso sí.
¡Buen viaje!
Voy a visitar Barcelona en mayo, pues este post es muy util! Gracias 🙂
Hola Andrea y bienvenida al blog 🙂
Nos alegra que te resulte interesante, seguro que no te arrepientes de hacer una escapada a Vic en ese viaje a Barcelona.