A mediados de junio, correspondiendo con el inicio de temporada en el el macizo del Canigó, en el sur de Francia –en el departamento de Pirineos Orientales, en Languedoc-Rosellón– tuve la ocasión, junto con otros compañeros blogueros y periodistas, de acercarme a él, llegando hasta el refugio de Batère y visitando algunos de los pueblos que lo rodean. Una visita rápida en la que descubrí el significado simbólico de esta montaña y la cantidad de patrimonio natural y artístico que lo rodea. Aquí os cuento lo que vi y lo que descubrí en esta zona del Pirineo francés.
El Canigó, la montaña sagrada para los catalanes, hasta protagoniza poemas
Lo que me quedó claro, desde que lo divisé desde Perpiñán, es que el Canigó no es sólo una montaña. Hasta bien entrado el siglo XVIII, y a pesar de su altura moderada –2.784 m– se creía que era la montaña más alta de los Pirineos. Esta confusión deriva del brusco desnivel que lo separa de la llanura del Rosellón, que hace que destaque más de lo normal y que, en días despejados, se vea desde centenares de kilómetros de distancia: desde Barcelona e incluso Marsella. Su cercanía al mar –a sólo 50 km de distancia– hacía que todos los navegantes reconocieran gracias a él su entrada en Cataluña.
Sí, Cataluña: este territorio, todavía llamado “Cataluña del Norte” y donde parte de la población sigue hablando catalán, perteneció al condado de Cataluña y, por ende, al Reino de Aragón y luego al de España, antes de su conquista definitiva por el rey de Francia –con el tratado de los Pirineos en 1659–. Pero fue a finales del siglo XIX, durante la Renaixença –el resurgimiento nacional de Cataluña– cuando se convirtió, gracias sobre todo al poeta Jacint Verdaguer y su poema “Canigó”, en el símbolo por excelencia del territorio catalán, el emblema geográfico que volvía a unir las “dos Cataluñas”.
La presencia de las abadías de San Martín del Canigó y de San Miguel de Cuixá, que también tienen un significado simbólico para los catalanes, refuerzan este sentimiento.
En el primero se encuentra la tumba del conde “catalán” Wilfredo II de Cerdaña y el segundo se considera uno de los centros espirituales y culturales más importantes de Cataluña en tiempos feudales y ha sido elegido como una de “las siete maravillas del patrimonio cultural material de Cataluña”.
La llama del Canigó: madre de todas las hogueras de San Juan de Cataluña
El Canigó sigue acercando las “dos Cataluñas” con una tradición que sigue viva: la de la llama del Canigó. Cada día 22 de junio, en la Trobade, se encienden en su cima las hogueras cuyo fuego se traslada con antorchas, al día siguiente, hasta el castillet de Perpiñán y, desde ahí, a todos los rincones de Cataluña. La llama del Canigó se convierte, así, en la chispa que enciende todas las hogueras de San Juan de las “Cataluñas del norte y del sur”.
Qué hacer en el Canigó y sus alrededores, en el Pirineo francés: rutas, ascensión a la pica y más
La actividad reina en el Pirineo francés alrededor del Canigó es el senderismo. Hay muchas rutas, pero la más conocida es el “tour du Canigó” o vuelta al Canigó: un trekking de 5 etapas que se recorre durmiendo en los 5 refugios que hay en la zona (Cortalets, Batère, Mariailles, Les Conques y San Guillem) y disfrutando de los paisajes del Pirineo y del legado del patrimonio minero –en la zona hay minas de hierro explotadas hasta finales del siglo XX–. En una de las etapas, la que sale del refugio de Cortalets, se realiza la ascensión a la pica del Canigó –así se llama popularmente su cima–.
Nosotros no tuvimos tiempo de hacer el trekking aunque sí llegamos hasta el refugio de Batère –en furgoneta pero os aconsejaría hacerlo en 4×4–, edificio que anteriormente acogía los dormitorios de los mineros. Ahí pudimos disfrutar, además de de una riquísima fondue de queso para cenar, de un recorrido en BTT eléctrica por la antigua vía férrea que unía las minas del Canigó en el Pirineo francés. Era la primera vez que probaba una bicicleta eléctrica y me encantó: la sensación es como si te estuvieran empujando. Tienes que pedalear pero tienes… una ayudita. Bueno, una ayuda muy grande, aunque siempre puedes dejar de usarla. Es genial porque sigue siendo ecológico, sigues disfrutando del entorno con calma, pero con menos esfuerzo para que puedas aguantar más.
En esta parte del Prineo francés también se puede hacer canyoning, escalada, parapente, rutas en 4×4, rutas a caballo y… ¡recorridos en burro! Sí, en burro y no, no lo hice, ¡así que no, no tengo fotos! Los recorridos en burro son temáticos –montaña, patrimonio minero y paisajes pastorales– y salen, sólo en verano, desde la localidad de Fillols.
Lo mejor es informarse en una de las ocho oficinas de información de turismo que hay en la zona, y que están indicadas en el mapa que tenéis aquí abajo.
Qué ver en el Canigó y alrededores, todo en un mapa: pueblos, monasterios…
El área del Canigó es uno de los catorce “Grand Sites” de Francia, unos espacios protegidos por ley por su valor natural, artístico, histórico o científico. El área protegida del Canigó abarca unas 8.000 hectáreas, incluyendo parte del Parque Natural Regional de los Pirineos Catalanes y los valles de dos ríos: el Têt y el Tech. En ella no hay sólo paisajes espectaculares y una gran biodiversidad, sino muchos monumentos de gran valor cultural.
Éstos son algunos de ellos:
- Las abadías de San Martín del Canigó, encaramada a 1100 m de altidud en un entorno único, y de San Miguel de Cuixá
- La iglesia románica de Sant-Andreu en el pueblo de Baillestavy, con su exposición sobre el patrimonio minero y su pequeño cementerio
- En el valle del Têt, en la comarca de Conflent, su capital Prades, el pueblo y centro termal de Vernet-les-Bains y Vilafranca de Conflent –Villefranche-de-Conflent en francés–, considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia y, además, patrimonio de la UNESCO por su fortificación de Vauban. De aquí sale el recorrido ferrovial panorámico del “tren amarillo”.
- En el valle del Tech, en la comarca del Vallespir, los pueblos de Arles-sur-Tech, Amelie-les-Bains y Palalda, de los que hablaré con más detenimiento en otro artículo.
- Ya fuera del área protegida pero en las cercanías, otros de los “pueblos más bonitos de Francia”: Evol, Mosset y Eus, en el Conflent, y Castelnou, en el Rosellón; otro pueblo clasificado por la UNESCO por su fortificación de Vauban, Mont-Louis, también en el Conflent; y el priorato de Serrabona, en el Rosellón.
- Siempre fuera del área protegida, Bélesta, uno de los “balcones del Canigó”, los puntos panorámicos desde donde admirar la montaña. En la terraza del museo de la prehistoria, en el castillo de Bélesta, se tiene la mejor vista.
Está claro que el Canigó es más que una montaña, ¿no?
¿Quieres ir a visitar el Canigó? Aquí puedes hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Perpiñán aquí.
- Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en Perpiñán aquí o compara entre varios portales de alojamiento aquí.
- Alquila el coche al mejor precio en Perpiñán aquí.
- Las mejores guías de Francia aquí.
- Contrata tu tour guiado en castellano en Francia aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.