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Baby Taj, el mausoleo de Itimad-Ud-Daulah

Sábado, 25/06/2011 (2)

En la plaza buscamos un tuctuc que nos lleve hasta el mausoleo de Itimad-Ud-Daulah, conocido como el pequeño Taj o baby Taj. Está relativamente cerca según el mapa, pero al otro lado del río Yamuna, en la margen opuesta a la del Taj Mahal. Los conductores empiezan con una cantidad que nos parece exagerada y vamos pasando de uno a otro hasta encontrar a uno que nos lleva hasta allí por 40 rupias. Todos trataban de conseguir la ida y la vuelta, junto con más visitas en la ciudad, pero no es eso lo que buscamos.

El camino hasta el Baby Taj es más largo de lo que parecía. Llegar hasta el puente que cruza el río le lleva un poco más de tiempo. No hay tantos puentes sobre el Yamuna. El río, como ya hemos visto está bastante seco y hace que pierda parte del encanto que tiene el paisaje. Pero al cruzarlo hay una vista del Taj Mahal impresionante… y con un poco de imaginación podemos completar el cauce del río y hacerlo todavía más espectacular.

La entrada al Taj Mahal incluye un descuento para el Baby Taj, son sólo 10 rupias menos, la parte de los impuestos (100 rupias y 10 de impuestos), pero debe hacerse la visita el mismo día para disfrutarlo. Hay que pagar un recargo para entrar con cámara de vídeo. Esto está tan cuidado como el Taj Mahal. Aquí los cauces de agua son más pequeños pero el jardín tiene el mismo diseño, charbagh. Como bien indica el nombre es más pequeño pero el trabajo en el mármol es exquisito.

Fue construido unos 40 años antes que el conocido Taj Mahal, desde 1622 a 1628. Evidentemente no es tan espectacular pero tiene una semejanza más que considerable, de hecho es su precursor. El edificio supone el cambio entre la arquitectura clásica mogol que utiliza como material la arcilla o roca roja, Fatehpur Sikri, al uso del mármol como elemento principal, Taj Mahal.

Itimad-Ud-Daulah, pilar del estado, es el título que se le concedió a Mirzo Ghiyas Beg, noble persa y primer ministro de Jahangir, wazir. No podía tener un nombre más conocido para nosotros. Mirzo maestro, como nuestro anfitrión en Taskent; y Beg, el título de origen turco utilizado por algunos gobernantes del Imperio Otomano, como Ulugh Beg. Era el abuelo de Mumtaz Mahal, de manera que aquí está enterrado el abuelo de la ocupante de una de las nuevas maravillas del mundo. Mirzo Ghiyas Beg era también el padre de la poetisa persa Noor Jahan esposa del gobernante mogol Jahangir, todo quedaba en casa.

No hay apenas gente dentro. Turistas extranjeros casi como en el Fuerte Nahargarh, sólo vemos a una que va con un guía que le va contando. Entendemos que hay muchas cosas que visitar en la ciudad, pero no deja de ser curioso que haya tan poco turista, tanto local como extranjero, visitando esta maravilla. Se puede uno pasar muchas horas viendo el Taj Mahal, pero hay más horas en el día para ver también esto.

El mausoleo se encuentra sobre una plataforma de un metro de alto, de roca roja, de 50 metros de lado. En este caso no hay minaretes sino torres hexagonales en las esquinas del edificio. Como en el otro, las paredes de mármol tienen piedras preciosas y semipreciosas incrustadas. En cualquier caso los diseños son todavía más espectaculares.

Al salir nos encontramos con un problema. Al igual que en Fatehpur Sikri estamos en un sitio en el que no hay conductores que nos busquen. Es más, nos cuesta encontrar uno que nos lleve al Fuerte Rojo, la siguiente parada en la ciudad. El único tuctuc que vemos es el que hemos cogido esta mañana para llegar al Taj Mahal. Después del viaje ajetreado, con el tema del cambio de moneda, él también se acuerda de nosotros. Está ocupado esperando a un turista así que no hay nada que hacer.

Sí que iba a ser una buena idea contratar el viaje de ida y vuelta hasta aquí.

Encontramos a un conductor que nos pide cuatro rupias. Nos parece muy poco, pero no por ello no vamos a aceptarlo. Antes de que nos demos cuenta ha subido a 20. Sigue estando bien de precio y montamos.

Cuando llegamos al Fuerte Rojo nos dice, o lo intenta, que los cuatro iniciales eran 40. Nos parece muy bien pero luego dijiste 20 y van a ser 20 los que vas a conseguir. No será la primera vez que dejamos el dinero encima del taxi y nos vamos, si lo quiere bien y si no que lo deje (tenemos Uzbekistán bastante cerca y no sólo en el tiempo).

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Comentarios

  • JAAC
    12 diciembre, 2011 a las 21:00

    No te creas 😉 si ven que no les haces ni caso sí que hay veces que bajan, eso sí, algunos te dicen que no y ya te puedes ir que no van a bajar ni una rupia.

    El «problema» de Agra es que está el Taj Mahal y oscurece todo lo demás. El Baby y el resto de edificios monumentales darían para una visita a cualquier ciudad por sí solos, pero estando al lado de lo que están mucha gente ni los visita.

    Responder
  • 28 noviembre, 2011 a las 20:44

    Los conductores de tuk tuk son como la bolsa, según pasa el tiempo va subiendo subiendo, aunque en este caso nunca baja xDDD

    Me gustó mucho el Baby Taj, mucho más tranquilo que el Taj Mahal.

    Venga que hoy me pongo al día con todos los relatos de India 😛

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