Jueves, 23/06/2011 (1)
Como siempre, el tema persiana tampoco se trabaja aquí y la luz entra por la ventana desde muy temprano. Tanto que, a las 6.38 me he despertado pensando que era más tarde. De todas formas el susto ha sido grande. De entrada pensaba que estaba en casa pero el ruido del ventilador, lo dejamos encendido por la noche porque si no el calor no te deja dormir, me ha recordado que estamos en India, en Jaipur. Lo siguiente ha sido mirar la hora y soltar un «mierda» que ha despertado a Sara. Estaba convencido de que teníamos que coger el tren a las 6.25 y de que lo habíamos perdido. Un despertar de lo más incómodo, con lo que cuesta conseguir un billete como para perder un tren.
Sara me mira medio dormida todavía y me pregunta qué estoy diciendo. El tren es a y veinticinco, sí. Pero a las cinco, ¡a las cinco de la tarde! Esta mañana hemos quedado para visitar el Fuerte Amber y el resto de la ciudad. Nos queda mucho tiempo en Jaipur antes de coger un tren.
Por suerte nuestra capacidad para dormir no se ha visto afectada por este contratiempo y todavía nos volvemos a dormir antes de que suene el despertador, que nos quedaba casi una hora.
A las 7.20 suena. Recogemos y bajamos las mochilas a recepción, hoy salimos de aquí y con todo lo que hemos quedado en visitar esta mañana no vamos a volver antes de la hora de salida del hotel. Entre unas cosas y otras ayer no cambiamos euros y hay que pagar la habitación. En la recepción cambian moneda pero, como casi siempre en los hoteles, el cambio es bastante malo 60,20 rupias por euro. Hay que pagar, así que cambiamos lo justo para el hotel, para las entradas del Fuerte Amber y por si hay que pagar algo más. Con 30 euros será suficiente.
Nuestro taxista nos lió con la hora, consiguió que fuera a las ocho como él quería, pero lo que no se le puede negar es que es puntual. Cuando salimos a las 7.50 ya está en la puerta charlando con el resto de conductores. En cuanto nos ve aparecer coge su camisa, se la pone y se mete en el tuctuc. Lo hemos visto en otras ciudades pero como no habíamos quedado con ninguno antes no nos habíamos fijado. Ayer ya nos llamó la atención, cada vez que nos dejaba en alguna de las paradas de la tarde se quitaba la camisa en cuanto bajábamos del tuctuc. Todos los conductores llevan la misma camisa, mismo corte y mismo color, debe ser una especie de uniforme de taxista y no pueden llevar pasajeros sin ella.
Desde la puerta del hotel hasta el final de la calle deja que caiga quitando el freno de mano. Allí es donde lo arranca. Algunos se arrancan tirando de una cuerda estilo motor fuera borda debajo del asiento del conductor, otros enganchan la cuerda en el frontal y los menos llevan una palanca como el freno de mano pero que lo que hace es arrancar el motor. El de hoy lleva “el motor fuera borda” debajo del asiento del conductor.
La organización del día será, primero el Fuerte Amber, uno de los mayores (o el mayor) atractivo de la ciudad; desde allí al Fuerte Jaigarh o de la Victoria; para acabar en el Fuerte del Tigre, Nahargarh. Hoy no hay dudas y todos sabemos a donde vamos.