Lo repetimos cada vez que hablamos del país, pero es que aquí encaja más que nunca: el Gran Ducado de Luxemburgo nació –y recibe su nombre– de una fortaleza. Esta pequeña franja de terreno encajada entre grandes potencias europeas era demasiado golosa para no estar obligada a defenderse –aún así, pasó por manos españolas, francesas, borgoñonas, prusianas…–. Vamos, que otra cosa no, pero castillos en Luxemburgo no faltan. De hecho, rizando el rizo, en uno de los castillos de Luxemburgo que te recomendamos hay un museo de castillos. ¡Qué más se puede pedir!
Como tampoco se trata de pasar más tiempo en el coche que visitando los castillos de Luxemburgo, hemos seleccionado seis que nos parecen imprescindibles. ¿Seis o siete? En realidad son seis, pero uno es doble… Lo explicaremos cuando llegue su turno, paciencia.
Restaurados, en ruinas, con vistas, con museos… pero todos con historia. ¿Te vienes a visitar castillos?
Saltaconmiconsejo
No dejes de leer nuestros consejos para viajar a Luxemburgo y nuestros lugares que ver en Luxemburgo antes de salir de casa. Y, si tienes previsto visitar más de uno de los castillos de Luxemburgo de los que te hablamos, echa un vistazo a la Luxembourg Card que incluye la entrada gratuita a todos ellos –castillos y museos–.
El castillo de Vianden, el más famoso de los castillos de Luxemburgo
El castillo de Vianden no es solo el más famoso de Luxemburgo, es también el monumento histórico más visitado del país. Nos enamoró desde que pusimos los ojos sobre él por primera vez desde el mirador y siguió conquistándonos cuando atravesamos sus puertas. Salones, galerías, habitaciones, cocinas, capillas… Tanto nos gustó, que hemos escrito un artículo solo sobre la visita al castillo de Vianden.
El castillo fue levantado entre los siglos XI y XIV, sobre restos romanos y carolingios. Aunque lo que vemos hoy en día es una reconstrucción de los siglos XIX y XX, porque estuvo a punto de desaparecer… Si quieres saber cómo y por qué, te lo contamos en el artículo.
Unos cuantos miradores –entre ellos un telesilla que te lleva a la colina cercana–, una galería llena de arcos a la montaña, sus murallas, sus torres… Tú también acabarás enamorándote de él. Y, ya que vas, también del pueblo de Vianden.
El castillo de Bourscheid, el más grande de Luxemburgo
El castillo de Bourscheid tiene el honor de ser el más grande de Luxemburgo. El de Vianden, a pesar de tener la fama y los turistas, es bastante pequeño. Eso sí, el de Bourscheid está mucho peor conservado. Bueno, o mejor… porque no ha sido reconstruido. La muralla exterior, frente al aparcamiento, nos pareció tan imponente como infranqueable. Por fortuna, hoy en día no hace falta asediar el castillo para entrar, basta con comprar la entrada –o enseñar la Luxembourg Card–.
Todavía es posible apreciar la evolución del castillo de principios del siglo XI a mediados del XV, desde su zona central hasta la puerta de acceso. Tenemos que admitir que no es mucho lo que levanta del suelo –más allá de la muralla y las torres–. El castillo de Bourscheid se subastó pieza a pieza a principios del siglo XIX. Tal vez por eso sea el sótano gótico, con sus arcos de medio punto, la zona más que más nos gustó.
Y, como siempre en los castillos, no hay que perderse las vistas de los alrededores desde lo alto del promontorio.
No creemos que sea el caso, pero puedes alquilar el castillo para celebrar tu cumpleaños, tu boda o tu lo que quieras. El edificio que verás completamente restaurado se usa solo para eventos y no se visita. Tienes todos los detalles en su página oficial.
El castillo de Larochette y su altísima mansión
Como en el castillo de Bourscheid, queda poco en pie del castillo de Larochette. Casi mil años de historia y, sobre todo, un incendio que lo asoló por completo a finales del siglo XVI tienen la culpa.
En el interior del castillo, a lo largo del tiempo, se levantaron cinco casas, mansiones, independientes. De ellas, una ha sido restaurada tras la compra por parte del gobierno y, solo por ella, ya merece la pena incluir al castillo de Larochette en tu ruta por Luxemburgo. Hablamos de la Mansión Créhange de finales del siglo XIV, con su escalera de madera al segundo piso para mantenerla segura en caso de asedio, sus salas de techos altísimos y suelos de madera, sus chimeneas, sus vistas… hasta hay un baño. Sí, esa parte de madera que sobresale del edificio de piedra es un baño.
Tienes más información en la web de turismo de Larochette.
El castillo de Clervaux, The Family of Men y más museos
Durante la Segunda Guerra Mundial, concretamente en la batalla de las Ardenas, el castillo de Clervaux acabó completamente destruido por un incendio.
Tras su reconstrucción, el castillo se convirtió en museo. Y no en un museo cualquiera. Puede que no hayas oído hablar de la colección de fotografía The Family of Men ni de Edward Steichen. Te contamos: el Sr. Steichen era el director de la sección de fotografía del MoMA y creó una colección de fotografías de todo el mundo con el objetivo de representar a la humanidad en todas las fases de la vida, del nacimiento a la muerte. La primera exhibición fue en el MoMA en 1955 y, después, cuatro copias recorrieron el mundo. Más de 10 millones de personas la vieron. Tras ocho años de exhibiciones, las copias se guardaron y, en los ‘90, llegaron al castillo de Clervaux. ¿Por qué? Porque Edward Steichen era luxemburgués y, entre los lugares que le ofrecieron, eligió este castillo.
¿Sabías que…?
A pesar de haber estado recorriendo el mundo con cuatro copias durante ocho años, The Family of Men nunca se mostró en España. Eran los años del franquismo y el régimen no la consideraba apropiada.
Desde 2003, The Family of Men forma parte del Registro de la memoria del mundo de la UNESCO. Un imprescindible del país. Tienes toda la información en la página oficial.
No es el único museo que alberga el castillo de Clervaux, también encontramos uno sobre la batalla de las Ardenas –que no merece mucho la pena, son solo dioramas gigantes con poca información– y uno de castillos de Luxemburgo, con maquetas de los más importantes del país –también está la del de Clervaux, como una matrioshka–.
Los castillos de Beaufort, dos castillos en uno
Llega el momento de explicar eso de “6 (o 7) castillos de Luxemburgo”. No hay mucho misterio: Beaufort tiene dos castillos. En realidad es un poco más complicado… En el siglo XI se levantó el primer castillo de Beaufort. Con los años, cierto abandono y debido a su material de construcción, la arenisca, fue deteriorándose. El caso es que, a principios del siglo XVII, el barón Jean de Beck –gobernador del Ducado de Luxemburgo– lo compró para trasladar allí su residencia. Cuando llegó y se dio cuenta del dineral que le costaría restaurarlo, decidió construir un nuevo castillo de estilo renacentista en los terrenos que acababa de comprar.
Así que, lo dicho, dos en uno: un castillo medieval en ruinas y uno renacentista completamente amueblado. ¿Amueblado? Sí, porque el castillo estuvo habitado por sus dueños hasta 2012. Fue entonces cuando pasó a manos del gobierno, que lo había comprado años atrás aunque la dueña mantuviera su usufructo –es más, la criada de la señora todavía vive en el castillo–.
Paseamos por salas de tortura medievales –que nuestro guía nos explicó que, a pesar de su nombre, nunca habían sido salas de tortura– y por habitaciones que habían sido usadas hace menos de una década. Un contraste que hace que los cinco siglos de diferencia entre un castillo y otro parezcan aún más.
Además de las habitaciones, cocinas, salas y despachos –totalmente decorados– del castillo renacentista, también se visitan los establos, donde hay una colección de carruajes; la destilería, había una pequeña producción y venta de licor; la conservera, se enlataban guisantes y judías verdes, y el jardín. Al castillo renacentista solo se puede acceder con visita guiada.
Tienes toda la información actualizada de horarios, precios y visitas guiadas en su página oficial.
El castillo de Esch-sur-Sûre y sus vistas
Tenemos que reconocer que del castillo de Esch-sur-Sûre no queda prácticamente nada. ¿Por qué lo incluimos en la lista entonces? Porque lo que queda –muy restaurado– es una torre desde la que disfrutamos de una vista preciosa del pueblecito de Esch-sur-Sûre y de los montes que lo rodean. Bueno, y porque el castillo se levantó en el siglo X y durante más de 500 años no dejó de crecer y ampliarse.
Que no se diga que no te vas a acercar tú, que encima las ruinas son de acceso libre y gratuito.
Una pequeña selección de castillos de Luxemburgo, porque si hay un museo de castillos dentro de un castillo, está claro que la lista completa es mucho más grande.
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